En los tiempos de Rumasa, la de la laboriosa abeja en su laberíntico enjambre, Ruiz Mateos plantó un cartel de grandes dimensiones en esa amplia terraza existente frente a El Parador, junto al desaprovechado hospital de Pascual. Es una gran parcela, con protección paisajística, que últimamente se usa como aparcamiento ferial.
Zona de aparcamiento frente al emblemático edificio de El Parador.
[FOTO: J.P. BELLIDO]
En aquella valla publicitaria iba bien visible el famoso alveolo con la silueta de la abeja. Estuvo allí bastante tiempo, anunciando que en este solar abierto se iban a construir las nuevas instalaciones de Vinsur. Este proyecto, que no llegó ni a iniciarse, habría de tener cierta magnificencia, al estilo de lo que predicaba aquel magnate. Pero, al final, se quedó en la carpeta de cosas frustradas.
La idea era sacar la bodega (antiguos locales de Baena Panadero) del centro urbano, porque los camiones no podían maniobrar en la calle Burgueños para entrar y salir. Pero la nueva planta fue innecesaria cuando Bodegas Pérez Barquero asumió en el proceso de reprivatización la propiedad de Compañía Vinícola del Sur.
Entre otros bienes, pasó a controlar la titularidad de la marca Monte Cristo, que tiene marchamo internacional, filiación literaria y una arbitraria gestación, según nos resume Rafael Delgado Ruz, director de Exportación del Grupo Pérez Barquero.
“Esta era una marca de vinos de Chipre que se exportaba al Reino Unido y, entonces, José María Ruiz Mateos decidió que, en lugar de que fuese un vino chipiotra, iba a ser un vino de Montilla. Y a partir de ese momento fue cuando realmente las exportaciones de vino de Montilla a Gran Bretaña comenzaron con muchísima fuerza a partir del año 1977 o 1978. Eso fue un despegue total y fue gracias a esta marca Monte Cristo”.
Reforzado por la leyenda del célebre personaje creado por Alejandro Dumas, Monte Cristo se afianzó entre las preferencias del público británico con una serie de microanuncios en la BBC: “Cortas y deliciosas películas protagonizadas por un conde de Monte Cristo apasionado de los dry, pale cream, médium y cream de la marca”.
En su apogeo, Rumasa llegó a controlar infinidad de propiedades en toda clase de sectores económicos, banca incluida. En el apartado de bebidas tuvo más de una treintena de referencias. Pero, en tan nutrida lista, no estaba Barbadillo, en Sanlúcar de Barrameda.
Es su porte arquitectónico, con cerca de dos siglos, lo que nos interesa. Posee un emplazamiento privilegiado, en el cogollo del barrio alto. Es un conjunto de casas entrelazadas y, entre ellas, sobresale la conocida como La Catedral, por sus dimensiones con una admirable superposición de arcos a diferentes niveles.
En realidad, se llama La Arboledilla, data del siglo XVIII, y es alta y estilizada como una chopera (alcanza una altura de 12 metros, lo que equivale a un bloque de cuatro plantas). Un centenar de pilares sirven de soporte a su alta copa, como si, así, auparan sus aéreas ramas. La botánica y el vino, ya lo vemos, comparten e intercambian vocablos con un léxico gratamente sugestivo.
Las Aleluyas del Vino de Jerez.
[IMAGEN: MEMORIA HISTÓRICA DE JEREZ]
A su entrada, en un testero lateral, luce una fabulosa cerámica de grandes proporciones con un marco vegetal que lo delimita y realza. Es como un entretenido romance de ciego en viñetas sobre textos de aire vinícola de Julián Pemartín, que se titula Las aleluyas del Vino de Jerez.
Lo hizo Rafael Rodríguez Portero, con su inconfundible estilo lleno de fuerza e imaginación en Montilla, como así consta al pie de este mural. El encargo le vino por medio de Antonio Velasco, para situarlo en un lugar privilegiado, donde aún sigue, a modo de pórtico de una bodega de enorme belleza. Es grandiosa, pero de hechura tradicional, nada vanguardista.
Otro modelo muy distinto lo hallamos en Jerez. Es el que representa la bodega La Concha, símbolo de González Byass. El británico Joseph Coogan, no el francés Gustave Eiffel, es el artífice de esta extraordinaria creación circular con techumbre de hierro. Es de 1870, un prodigio técnico rematado en el centro cenital en un gran ojo o linterna.
O sea, se anticipó más de un siglo a la actual moda de recurrir a figuras de la arquitectura contemporánea para darle, con un caparazón fantástico, un mayor atractivo a las bodegas. A este respecto, recurro a la sapiencia de mi amigo Aureliano Sainz Martín, articulista de Montilla Digital, que para eso es arquitecto y sabe de esto mucho más que yo.
“Cuando hablamos de bodegas, se nos viene a la mente la imagen de la arquitectura tradicional que hemos archivado en nuestra memoria, ya que el protagonismo icónico lo tienen las barricas que, ordenadas y secuenciadas, parecen retar en silencio al paso del tiempo para que, finalmente, salgan de ellas esos exquisitos vinos que forman parte inexcusable de un patrimonio que, a buen seguro, está inscrito en las tradiciones de los diferentes pueblos y culturas”.
“Sin embargo, hemos de admitir que nos movemos en una época en los que los cambios y la innovación, también arquitectónica, han hecho presencia en esos lugares que parecían resistir a las mudanzas y en los que parecía casi un atrevimiento romper con los cánones establecidos en esas construcciones que albergaban las distintas marcas de las bodegas de nuestro país”.
“¡Y de qué manera se ha mudado y alterado la imagen cuando el propio Frank Gehry -el arquitecto que proyectó el Museo Guggenheim de Bilbao y que tanta admiración despertó en la ciudad vasca y mucho más allá de ella- se atrevió con unas formas que desafiaban toda lógica dentro de un ámbito con tantas tradiciones en su haber!”.
“Una vez que Gehry rompió todos los esquemas visuales en la arquitectura de las bodegas hispánicas, nos parece adecuado ofrecer una relación de nombres y obras que pueden darnos pistas por dónde caminan los nuevos derroteros”.
“Ya que hemos hablado de Frank Gehry, comenzamos por los nombres de cuatro arquitectos foráneos que han recibido el Premio Pritzker de Arquitectura, algo así como en Nobel en esta profesión creativa, y que merece la pena ser citados. Los ordenamos, indicando dónde se encuentra la bodega proyectada, y sin que este orden implique mayor o menor relevancia, dado que es difícil aplicar una escala de valores a la estética de la obra arquitectónica:
Bodegas Marqués de Riscal en Elciego (Álava).
[FOTO: J.P. BELLIDO]
Bodegas Ysios en Laguardia (Álava).
[FOTO: J.P. BELLIDO]
Si pasamos al ámbito hispano, inevitablemente, debemos comenzar por el arquitecto, genial y polémico, más conocido fuera de nuestras fronteras (todo con el permiso de nuestro Premio Pritzker Rafael Moneo). Nos estamos refiriendo a Santiago Calatrava. Le siguen otros nombres, hasta completar la cifra de siete estudios de arquitectura:
Y completo este oportuno y magistral apunte de Aureliano con la igualmente muy autorizada opinión de Arturo Ramírez. Equivale esto de los grandes fichajes a las incalculables fortunas, cantidades realmente desorbitadas que mandan en el mercado del fútbol profesional. En fin, cosas de estrellas.
“En cuanto a la moda de llamar a arquitectos de renombre internacional para diseñar bodegas en Rioja, Ribera del Duero y otras regiones vinícolas —nos dice Arturo Ramírez—, me parece que obedece a un plan de marketing. Son nombres prestigiosos que aportan edificios singulares”.
“Son obras de autor donde la celebridad del arquitecto confiere, de partida, cierto prestigio para atraer a los visitantes de todo el mundo. Se trata de hacer un contenedor de lujo a base de grandes nombres, como cuando se llamó a Moneo para hacer el Museo Romano de Mérida, que es una obra tributo a la arquitectura romana. Es algo que prestigia al producto y que, de alguna forma, le da gran visibilidad a la empresa que la encarga”.
La arquitectura del vino (I)
La arquitectura del vino (II)
La arquitectura del vino (III)
La arquitectura del vino (IV)
[FOTO: J.P. BELLIDO]
En aquella valla publicitaria iba bien visible el famoso alveolo con la silueta de la abeja. Estuvo allí bastante tiempo, anunciando que en este solar abierto se iban a construir las nuevas instalaciones de Vinsur. Este proyecto, que no llegó ni a iniciarse, habría de tener cierta magnificencia, al estilo de lo que predicaba aquel magnate. Pero, al final, se quedó en la carpeta de cosas frustradas.
La idea era sacar la bodega (antiguos locales de Baena Panadero) del centro urbano, porque los camiones no podían maniobrar en la calle Burgueños para entrar y salir. Pero la nueva planta fue innecesaria cuando Bodegas Pérez Barquero asumió en el proceso de reprivatización la propiedad de Compañía Vinícola del Sur.
Entre otros bienes, pasó a controlar la titularidad de la marca Monte Cristo, que tiene marchamo internacional, filiación literaria y una arbitraria gestación, según nos resume Rafael Delgado Ruz, director de Exportación del Grupo Pérez Barquero.
“Esta era una marca de vinos de Chipre que se exportaba al Reino Unido y, entonces, José María Ruiz Mateos decidió que, en lugar de que fuese un vino chipiotra, iba a ser un vino de Montilla. Y a partir de ese momento fue cuando realmente las exportaciones de vino de Montilla a Gran Bretaña comenzaron con muchísima fuerza a partir del año 1977 o 1978. Eso fue un despegue total y fue gracias a esta marca Monte Cristo”.
Reforzado por la leyenda del célebre personaje creado por Alejandro Dumas, Monte Cristo se afianzó entre las preferencias del público británico con una serie de microanuncios en la BBC: “Cortas y deliciosas películas protagonizadas por un conde de Monte Cristo apasionado de los dry, pale cream, médium y cream de la marca”.
En su apogeo, Rumasa llegó a controlar infinidad de propiedades en toda clase de sectores económicos, banca incluida. En el apartado de bebidas tuvo más de una treintena de referencias. Pero, en tan nutrida lista, no estaba Barbadillo, en Sanlúcar de Barrameda.
Es su porte arquitectónico, con cerca de dos siglos, lo que nos interesa. Posee un emplazamiento privilegiado, en el cogollo del barrio alto. Es un conjunto de casas entrelazadas y, entre ellas, sobresale la conocida como La Catedral, por sus dimensiones con una admirable superposición de arcos a diferentes niveles.
En realidad, se llama La Arboledilla, data del siglo XVIII, y es alta y estilizada como una chopera (alcanza una altura de 12 metros, lo que equivale a un bloque de cuatro plantas). Un centenar de pilares sirven de soporte a su alta copa, como si, así, auparan sus aéreas ramas. La botánica y el vino, ya lo vemos, comparten e intercambian vocablos con un léxico gratamente sugestivo.
[IMAGEN: MEMORIA HISTÓRICA DE JEREZ]
A su entrada, en un testero lateral, luce una fabulosa cerámica de grandes proporciones con un marco vegetal que lo delimita y realza. Es como un entretenido romance de ciego en viñetas sobre textos de aire vinícola de Julián Pemartín, que se titula Las aleluyas del Vino de Jerez.
Lo hizo Rafael Rodríguez Portero, con su inconfundible estilo lleno de fuerza e imaginación en Montilla, como así consta al pie de este mural. El encargo le vino por medio de Antonio Velasco, para situarlo en un lugar privilegiado, donde aún sigue, a modo de pórtico de una bodega de enorme belleza. Es grandiosa, pero de hechura tradicional, nada vanguardista.
Otro modelo muy distinto lo hallamos en Jerez. Es el que representa la bodega La Concha, símbolo de González Byass. El británico Joseph Coogan, no el francés Gustave Eiffel, es el artífice de esta extraordinaria creación circular con techumbre de hierro. Es de 1870, un prodigio técnico rematado en el centro cenital en un gran ojo o linterna.
O sea, se anticipó más de un siglo a la actual moda de recurrir a figuras de la arquitectura contemporánea para darle, con un caparazón fantástico, un mayor atractivo a las bodegas. A este respecto, recurro a la sapiencia de mi amigo Aureliano Sainz Martín, articulista de Montilla Digital, que para eso es arquitecto y sabe de esto mucho más que yo.
“Cuando hablamos de bodegas, se nos viene a la mente la imagen de la arquitectura tradicional que hemos archivado en nuestra memoria, ya que el protagonismo icónico lo tienen las barricas que, ordenadas y secuenciadas, parecen retar en silencio al paso del tiempo para que, finalmente, salgan de ellas esos exquisitos vinos que forman parte inexcusable de un patrimonio que, a buen seguro, está inscrito en las tradiciones de los diferentes pueblos y culturas”.
“Sin embargo, hemos de admitir que nos movemos en una época en los que los cambios y la innovación, también arquitectónica, han hecho presencia en esos lugares que parecían resistir a las mudanzas y en los que parecía casi un atrevimiento romper con los cánones establecidos en esas construcciones que albergaban las distintas marcas de las bodegas de nuestro país”.
“¡Y de qué manera se ha mudado y alterado la imagen cuando el propio Frank Gehry -el arquitecto que proyectó el Museo Guggenheim de Bilbao y que tanta admiración despertó en la ciudad vasca y mucho más allá de ella- se atrevió con unas formas que desafiaban toda lógica dentro de un ámbito con tantas tradiciones en su haber!”.
“Una vez que Gehry rompió todos los esquemas visuales en la arquitectura de las bodegas hispánicas, nos parece adecuado ofrecer una relación de nombres y obras que pueden darnos pistas por dónde caminan los nuevos derroteros”.
“Ya que hemos hablado de Frank Gehry, comenzamos por los nombres de cuatro arquitectos foráneos que han recibido el Premio Pritzker de Arquitectura, algo así como en Nobel en esta profesión creativa, y que merece la pena ser citados. Los ordenamos, indicando dónde se encuentra la bodega proyectada, y sin que este orden implique mayor o menor relevancia, dado que es difícil aplicar una escala de valores a la estética de la obra arquitectónica:
[FOTO: J.P. BELLIDO]
Siete hitos contemporáneos
- 1. Frank Gehry: Bodegas Marqués de Riscal en Elciego (Álava). Arquitecto canadiense, que también obtuvo la nacionalidad estadounidense. Premio Pritzker en 1989.
- 2. Norman Foster: Bodegas Portia en Gumiel de Izán (Burgos). Arquitecto británico, de 90 años. Premio Pritzker en 1999.
- 3. Richard Rogers: Bodegas Protos en Peñafiel (Valladolid). Arquitecto británico fallecido en 2021, contando 88 años. Premio Pritzker en 2007.
- 4. Zaha Hadid: Bodegas Viña Tondonia en Haro (La Rioja). La arquitecta anglo-iraní, fallecida a los 65 años, en 2016, proyectó la ampliación de esta bodega. Premio Pritzker en 2004.
[FOTO: J.P. BELLIDO]
Si pasamos al ámbito hispano, inevitablemente, debemos comenzar por el arquitecto, genial y polémico, más conocido fuera de nuestras fronteras (todo con el permiso de nuestro Premio Pritzker Rafael Moneo). Nos estamos refiriendo a Santiago Calatrava. Le siguen otros nombres, hasta completar la cifra de siete estudios de arquitectura:
- 5. Santiago Calatrava: Bodegas Ysios en Laguardia (Álava).
- 6. Jesús Marino Pascual: Bodegas Irius en Barbastro (Huesca).
- 7. Paredes y Pedrosa: Bodegas Real en Valdepeñas (Ciudad Real). El nombre de este estudio corresponde a Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa.
Y completo este oportuno y magistral apunte de Aureliano con la igualmente muy autorizada opinión de Arturo Ramírez. Equivale esto de los grandes fichajes a las incalculables fortunas, cantidades realmente desorbitadas que mandan en el mercado del fútbol profesional. En fin, cosas de estrellas.
“En cuanto a la moda de llamar a arquitectos de renombre internacional para diseñar bodegas en Rioja, Ribera del Duero y otras regiones vinícolas —nos dice Arturo Ramírez—, me parece que obedece a un plan de marketing. Son nombres prestigiosos que aportan edificios singulares”.
“Son obras de autor donde la celebridad del arquitecto confiere, de partida, cierto prestigio para atraer a los visitantes de todo el mundo. Se trata de hacer un contenedor de lujo a base de grandes nombres, como cuando se llamó a Moneo para hacer el Museo Romano de Mérida, que es una obra tributo a la arquitectura romana. Es algo que prestigia al producto y que, de alguna forma, le da gran visibilidad a la empresa que la encarga”.
Entregas anteriores
La arquitectura del vino (I)
La arquitectura del vino (II)
La arquitectura del vino (III)
La arquitectura del vino (IV)
MANUEL BELLIDO MORA
FOTOGRAFÍA: JUAN PABLO BELLIDO
FOTOGRAFÍA: JUAN PABLO BELLIDO


















































