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Mostrando entradas con la etiqueta Desde el Llanete de la Cruz [Pepe Cantillo]. Mostrar todas las entradas
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16 de agosto de 2023

  • 16.8.23
Desde mediados de julio nos están invadiendo una serie de bichejos que molestan a más no poder. Al final de dicho mes nuestra curiosidad estaba encajada en un ambiente sociopolítico que era lo que, en líneas generales, nos podría interesar. Ya en agosto, el interés y la importancia nos lleva a la posibilidad y deseo de salir unos días a donde sea para respirar un poco.


¿Cuál es el problema? La ola de calor multiplica las cucarachas e insectos, unos molestos y otros dañinos como el mosquito tigre, cuyas picaduras son criminales. Hace ya tiempo que nos invadió y, desde Cataluña, con rapidez, ha ido poblando toda la línea del Mediterráneo hasta Málaga y parece que ha saltado ya el Estrecho. Los picotazos que ocasionan son molestos y dolorosos a más no poder.

Y si éramos pocos… aparece “la mosca negra, un peligro estacional” de cuya presencia solo sabemos lo poco que han dicho de su maleficencia cuando llega a morder. La alerta ya está dada sobre su invasión en varias partes de la península por lo peligrosa que puede ser su picadura, “que puede llevar a la hospitalización”.

A mediados de julio apareció una información aparentemente simple y sin mayor importancia sobre una ola de cucarachas y, de paso, avisaba de que no se deben pisar con intención de matarlas. Literalmente, la frase es la siguiente: “por qué no se deben pisar las cucarachas: la razón que debes conocer”. Parte de estas líneas van por dicho derrotero.

La citada frase a la que hago referencia la leo en prensa a mediados del mes pasado. La curiosidad despertó ante dicho aviso, quedando a la espera de los acontecimientos hasta más tarde. Las cucarachas y sus posibles consecuencias eran menos importantes que estar al tanto de la obligación civil de a quién votar (cada cual a quien o a quienes quisiera).

Digo esto porque cualquier persona que viera y leyera, en pleno terremoto de elecciones, un artículo aparentemente tan baladí y fuera de tiesto, pensaría que ya teníamos bastante con la situación sociopolítica como para perder el tiempo con las asquerosas cucarachas.

La curiosidad pudo más que el asco que, desde pequeño, me habían transmitido contra este bichejo. En aquellos infantiles momentos, la ignorancia me hizo pensar que debía ser un animal muy malo. Conforme me hacía mayor, me convertí en su enemigo: cucaracha que veía, cucaracha que caía. No creo que sea el único. Siempre me he preguntado el porqué de aquel rechazo, asco, incluso un cierto temor por parte del personal que se percibía en el ambiente.

Julio ya pasó entre calor y chaparrones repartidos por distintos lugares, incluida España. Agosto, de momento, no se queda atrás respecto a las altas temperaturas. Tales eventos han ocasionado situaciones cargadas de agua y temor a cualquier desastre del tiempo, amén de puntuales granizadas dispersas por la geografía. En algunos momentos los daños en ciudades y sobre todo en los cultivos han sido catastróficos. Amigos de Montalbán, no estábamos en año de melones.

Para más inestabilidad, las elecciones han ocasionado tanta esperanza en determinados frentes como trato despreciativo en todas aquellas personas que fueran de color político distinto. Dicen que la verdad ha sido violada: “mentira, tú mientes; yo no miento, eso no es cierto; tú sí que mientes; mientes más que hablas”. ¿Quién? La retahíla mentidera no ha parado aún. Todos mentimos.

La RAE, sin entrar en mentira, nos explica la palabra "mentidero" en un ejemplo educado y políticamente correcto. Dice que “en los mentideros políticos se especula sobre las elecciones”. Ciertamente así es. Dejo la trifulca politiquera y vuelvo al tema de inicio cargado de curiosidad y que he dejado en el aire.

Entro en las razones iníciales de estas variadas informaciones de tipo sanitario y dejo otras sendas para mejores y más claros momentos. La excusa de estas líneas son los insectos y, sobre todo, las cucarachas. En algún telediario, de pasada, hicieron referencia a una posible “plaga de cucarachas” repartida por todas partes y la gravedad que podría acarrear.

Esta es la noticia que despertó mi curiosidad y, en cierta manera, ha puesto en marcha estas líneas. Cambiar de sermón y referir una información que, como ya he dicho, en la Montilla de parte de mi infancia y juventud hablar de estos bichejos y tenerlos era mal asunto.

Veamos las explicaciones que nos dan desde distintos frentes sobre el tema de las cucarachas. Parte de la información que he encontrado puede que nos llame la atención. La mayoría de las veces, la ignorancia es el trasfondo que nos ancla en posturas no admisibles, aunque aparezcan como razonables.

Explicación simple pero importante del por qué no debemos machacar de un pisotón dicho animalito: “el motivo por el que no se deben pisar las cucarachas reside en que pueden esparcir numerosas bacterias por el ambiente y, de paso, transmiten buena cantidad de enfermedades”. Hasta aquí los datos que no son especialmente llamativos pero, por si acaso, tengámoslos en cuenta.

Vamos al grano. ¿Qué hacer con ellas? La recomendación más razonable es acudir a productos antiparasitarios o a personal cualificado en el control de este tipo de bichos, al que coloquialmente llamamos “animal pequeño, especialmente un insecto”.

Brevemente doy algunas pautas ofrecidas por el personal preparado para atender este tipo males e invasiones que son dañinas para los humanos. No son las únicas pero sí es cierto que su daño nos incomoda bastante. Las cucarachas son insectos pertenecientes al orden Blattaria.

La mayoría de ellas estan asociadas al hábitat de los humanos y algunas especies suelen convertirse en verdadera plaga, sobre todo por el calor. Y este verano pasará a la historia por el frío que estamos pasando mientras ellas se divierten, hasta el punto de que sufrimos un aumento del 40 por ciento más de lo corriente durante otros veranos. Son datos facilitados por El Periódico.

Las alarmas se han disparado. Según datos facilitados por una empresa que trabaja en el control de plagas, las cucarachas se han multiplicado considerablemente respecto a otros años. Se está notando más en grandes ciudades del Mediterráneo como Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia o Málaga. Madrid y Cádiz no se salvan.

PEPE CANTILLO
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23 de marzo de 2023

  • 23.3.23
Manuel Ruiz Luque. Un montillano ilustre e ilustrado es el título de un libro editado en 2011 donde se refleja a Ruquel y su labor como profesional de la fotografía y se perfila la labor cultural que desarrolla como coleccionista de libros antiguos y editor de los mismos. La novedad son los interesantes colofones que crea para cada libro.


En el prólogo de esta obra, Germán Ramírez, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia, perfila un breve “bosquejo biográfico” de Manuel Ruiz Luque. A la par, plasma un retrato del personaje y su afición a los libros antiguos:

Hablar de Ruiz Luque es mencionar la entrega de una vida a salvar, preservar y entregar a los amantes de su tierra, mucho de lo que se ha escrito e impreso sobre Montilla, Córdoba y Andalucía. Un bibliófilo que sobrepasa el cliché y supera el tópico para mutarse en editor, agitador cultural sin complejos”.

Manuel Ruiz Luque, desde la modestia que le otorga su sabiduría, es “el único bibliófilo generoso”, como le cataloga merecidamente el autor de una de las publicaciones patrocinadas por él. Recordar es vivir de nuevo experiencias pasadas que han configurado nuestra vida. Recordar es algo más que una palabra: es un sentimiento con marcado sabor agridulce.

Manuel Ruiz Luque... ¿Qué puedo decir de él? Es una persona afable, cariñosa, fiel a sus principios, amigo de sus amigos, a los que sabe valorar como personas, por encima de dimes y diretes. De los enemigos, sean quienes sean, no vale la pena hablar, aunque haberlos haylos.

La lista de su círculo de amigos es muy amplia y variada: gente del pueblo, de otras partes del país; anónimos unos, famosos otros… Amigos, a fin de cuentas, gracias a su valía personal, como da testimonio la entrevista que en su día le hiciera Montserrat Roig:

Y así, Tierno Galván conoció a Manuel Ruiz Luque, fotógrafo del pueblo, fijador de bodas y bautizos, hombre de mediana edad, parco en palabras, gran escuchador. Y vio su biblioteca, tocó con sus manos los libros de Manolo… A ambos les unía el amor a los libros, un amor a veces desesperado”. A partir de aquel momento nació una fuerte y entrañable amistad.


El tiempo ha pasado dejando su huella y Manolo sigue reuniendo amigos por el valor intrínseco de cada uno de ellos, coleccionándolos como antes coleccionaba tebeos y luego libros. Si hay un especial e importante coleccionista de libros es Manuel Ruiz Luque.

A partir de aquella primera exposición de libros, hecha en el Ayuntamiento de Montilla en 1978, la pelusa se fue derramando por el pueblo y la pregunta corrió de boca en boca: “¿de dónde un “Sultani”, fotógrafo de feria como este, ha sacado estos tesoros?”. Y por las calles de nuestra ciudad corrieron los rumores más dispares y disparatados. Al final, el tiempo y la Historia ponen a cada cual en el lugar que le corresponde.

Ruiz Luque tiene la sorna y la ironía a flor de piel, que comparte con una franca sonrisa. Sorna cuando habla de ciertas cosas y de ciertos personajes; fina ironía ante determinadas circunstancias, que no siempre es captada por su interlocutor; sonrisa amplia cuando departe distendidamente con algún amigo sobre lo humano y lo divino, delante de una infusión, en un rincón del restaurante Don Quijote.

Manolo sabe escuchar, porque entre sus muchas cualidades está la de querer aprender lo que los demás puedan aportarle. Cuando el asunto lo merece, escucha, arguye, pregunta y luego saca sus propias conclusiones, como es de esperar en toda persona abierta a las posibles entradas que ofrezcan un interlocutor.

Manolín rebosa sabiduría, esa que dan los años y los muchos golpes recibidos a lo largo del tiempo. Ha aprendido a ser adulto en su trato directo con el público desde el mostrador de la experiencia, a veces mordiéndose los labios, a veces escondido detrás de una fina socarronería y siempre mostrando una suave sonrisa para no herir susceptibilidades.

Porque Manuel Ruiz Luque fue solo un año a la escuela y todo lo que sabe de libros, que es muchísimo, empezó cuando siendo niño ayudaba a su padre, un albañil que en la posguerra se convirtió en chatarrero. A los 11 años ya era también chatarrero y empezó por ser un niño coleccionista de cromos, tebeos y programas de películas.

Pero su padre compraba también antiguas bibliotecas, restos de ediciones, y él empezó a tocar los libros, a acariciar sus encuadernaciones… y, sin apenas saber de letras, empezó a enamorarse de toda la verdad… que se guardaba dentro de cada libro. Su biblioteca es única en toda Andalucía…” [entrevista realizada por Montserrart Roig y citada en Catálogo de solteras, pág. 190, obra de José Antonio Cerezo (Montilla, 1991)].

Su pasión por los libros le ha hecho personaje famoso dentro del ámbito de la bibliofilia nacional e internacional. Es miembro de la Sociedad Española de Historia del Libro, así como Exlibrista de honor de la Asociación Andaluza de Exlibristas y miembro de la Association International de Bibliophilie, con sede en París. Hay mas referencias…


Cito textualmente: “Cuando estamos seleccionando los ejemplares que figuran en este catálogo me invade una agradable sensación al comprobar que el tiempo –toda mi vida– que he dedicado a reunir esta biblioteca no ha sido estéril ni infructuosa. En esta ocasión experimento orgullo y satisfacción y es un honor ver que mi constancia y tenacidad son útiles a la comunidad científica, sirven al mundo de la investigación, de la historia y del placer”.

Con el tiempo, Manolo se ha convertido en el poseedor del mayor cúmulo de obras a través de las cuales puede rastrearse la historia de Montilla, su provincia y, en general, toda Andalucía. Biblioteca que ha servido como fuente de investigación para centenares de estudiosos.

La magnífica biblioteca que alberga la Casa de las Aguas de Montilla pudo haberse alojado en cualquier otro sitio –pretendientes deseosos de poseerla había– pero, al final, tras muchas dificultades, se quedó en Montilla. La Casa de las Aguas quedará como un referente cultural, que trasciende los límites de Montilla, que en su momento saltó a las primeras páginas del gran “Libro de la Cultura”.

Como editor ha promovido la edición de más de doscientas obras primorosamente encuadernadas, así como reproducciones facsímil de las mejores joyas de su colección. Gracias a su interés y amor por la “palabra escrita” se han publicado una gran cantidad de ejemplares que los lectores agrupados en Bibliofilia Montillana hemos recibido con interés.

Manuel sintió y vivió “el síndrome del nido vacío” al contemplar las estanterías de su biblioteca completamente vacías. Ambos comentamos, no sin cierta tristeza, que daba pena verlas así, pero enseguida se repuso pensando, como padre que quiere lo mejor para sus hijos, que pronto aparecerían otros libros antiguos. Hay que querer mucho los libros para sentir el amor y la pasión que Mandolín manifiesta, tanto en público como en privado.

Él sabe que no es un personaje anónimo y, sin embargo, no se le ha subido el vino de la fama a la cabeza. Con total naturalidad resta importancia a los honores que le han concedido a lo largo de los años, cuyo número es muy alto. La humildad es una de las virtudes que adornan su personalidad. Bien es cierto que le gusta que valoren lo que hace y ahí puede que esconda una pequeña herida sin cicatrizar. Cuesta mucho valorar y es más fácil despreciar.

Lugar de reunión era el estudio fotográfico de la calle Escuelas, donde gozábamos de la hospitalidad y amabilidad de los hermanos Ruquel. Cito textualmente las palabras de José Luis Casas: “junto a su actividad vocacional y profesional, no podemos olvidar que Manolo es uno de los ejes de la cultura en Montilla; su estudio fotográfico ha sido, e imagino que seguirá siendo, un lugar de tertulia, de dialogo y en algunos casos incluso de discusión (siempre dialéctica), pero sobre todo es de resaltar que desde allí se han promovido muchas iniciativas y muchos libros han podido ver la luz gracias a su colaboración desinteresada…” [Montilla: Historia, arte y literatura. Homenaje a Manuel Ruiz Luque. Razones de un homenaje, pág. 14, (Baena 1988)].


Manolín siempre ha sido una persona comprometida, de profundas convicciones políticas, y por aquel estudio pasó mucha gente de dentro y fuera de Montilla, atraídos por su fuerte personalidad y amena charla. Y, desde luego, por su biblioteca.

Una referencia más. Como fotógrafo, dice M. Valdés que “ha realizado maravillosos reportajes gráficos, de excepcional calidad, sobre todos los monumentos y huellas monumentales de la comarca Montilla-Moriles”. Y, a pesar de estar jubilado, sigue cámara en ristre para hacer alguna foto de cualquier rincón del pueblo.

Ratifico lo que José Antonio Cerezo dijo: “Ya va siendo hora de que alguien reconozca la impagable aportación que este hombre singular realiza año tras año al patrimonio cultural de Andalucía, sin otras miras que las de ofrecer a los estudiosos el campo, excelentemente abonado, de su prodigiosa biblioteca”. Gracias, José Antonio, por tus palabras.

De estas líneas es responsable la amistad que me depara Manolín y el cariño que siente por él un montillano ausente, profesor de Filosofía, ya jubilado. El material de estas letras sale del citado libro Manuel Ruiz Luque. Un montillano ilustre e ilustrado, editado en Valencia en 2010.

PEPE CANTILLO
FOTOGRAFÍAS: DAVID CANTILLO

7 de febrero de 2023

  • 7.2.23
Cada mañana, como una rutina cargada de curiosidad, conecto el ordenador y, saltando directamente la lista de periódicos que suelo consultar, entro en este diario digital para curiosear noticias relacionadas con nuestra tierra. Los titulares se escurren de la pantalla a buena velocidad porque, a priori, no todo me interesa.


Unos titulares detienen el recorrido por la pantalla y otros, carentes de importancia, van desapareciendo rápido hasta llegar al espacio de Firmas, donde entro en un periquete movido por el interés y la curiosidad de lo que pueda aparecer, bien de ese día o de publicaciones anteriores que no pude desmenuzar.

¿Interés especial? Sí y no. Hay artículos que se mantienen unos días y pueden ser rápidamente releídos porque algo quedó a medio atender o se pasó muy rápido por esa información. Dicha maniobra va en relación al tipo de contenido que casi no ves en su momento o con algo que se dice e interesa recopilar. Quede claro que los titulares pueden desviarse de los contenidos enunciados en la cabecera.

El primer artículo, con fecha del 29 de enero, muestra una elegante paloma de plumaje blanco en el recuadro de presentación. Entro movido por la curiosidad y, amén de ver las llamativas fotos y resbalar la mirada por el contenido, dejo la lectura para otro momento porque mi curiosidad ya se enganchó con anterioridad en el siguiente artículo, cuyo titular cautiva el interés y, a la par que la atención, aflora la curiosidad. Parte del título es “…In memoriam”.

La curiosidad cae prisionera de las líneas que vienen a continuación, en las cuales me adentro instigado por un interés retroactivo, dado que en su momento –han transcurrido ya once años del fúnebre evento– solo remarqué la noticia. Pero siempre quedan grietas en la memoria que permiten rememorar y repasar una vez más algún suceso o alguna información.

Para papá. In memoriam es un cuadro psicoafectivo que su autor, Antonio López Hidalgo, despliega en momentos concretos vividos cerca del padre y que han aflorado desde la memoria filial hasta el otoño de 2011. Dicha semblanza es un “retrato o bosquejo biográfico de una persona”, no es una noticia nueva, dado que ya fue publicada en su momento concreto cuando moría el padre y así nos lo recuerda este periódico: “Columna publicada originalmente en Montilla Digital el 26 de septiembre de 2011”.

En este caso concreto, a los lectores llegan los recuerdos luctuosos del padre, a los que hay que añadir los del hijo, cuya muerte no está muy lejana. Normalmente, este tipo de líneas suelen ser muy cercanas desde un punto de vista humano, aunque no tienen necesariamente que ser de un familiar.

La muerte se presenta cuando le parece bien. En el caso al que me refiero, puede valer como ejemplo la muerte del propio Antonio López Hidalgo, el 22 de mayo del pasado año. Metafóricamente, ambos, padre e hijo, son dos luceros que titilan “con un ligero temblor en el espacio celeste”.

En su fecha de origen, eran unas líneas muy cercanas y recientes, dedicadas a la persona fallecida, con las que se relatan momentos vividos, por lo general, junto a la persona ausente. O un repaso a lo largo de días, meses y años compartidos con el familiar difunto.

En segundo lugar, este tipo de escritos pueden estar centrados en una anécdota, entendida como “relato breve de un hecho curioso basado en el argumento de una obra literaria”. Ratifico el presente y retrocedo en el tiempo.

Por mi parte, después de unos meses, me atrevo a enviar estas líneas “in memoriam” para el recuerdo de Antonio López Hidalgo. Nos conocíamos pero la distancia y mis pocas visitas a Montilla no ofrecieron muchos momentos de intercambio y, por tanto, tampoco permitieron una relación más cercana.

Estas líneas pretenden recordar primero a la persona y, a continuación, al periodista y escritor que, con un trabajo perpetuado, llega hasta la cumbre en la Universidad de Sevilla. De hecho, y cito textualmente el comunicado que lanzó la Universidad Hispalense al conocerse la trágica noticia, se decía que “Antonio López Hidalgo, catedrático de la Universidad de Sevilla y director del Departamento de Periodismo II en la Facultad de Comunicación (FCOM), ha fallecido de forma repentina en Sevilla. El Decanato de la FCOM ha mostrado la consternación con la que se ha recibido la noticia en la comunidad universitaria”.

Periodista con amplia y brillante trayectoria profesional y docente, además de candidato en las elecciones a decano del 20 de junio de 2022, era director del Grupo de Investigación “Influencias de los Géneros Periodísticos”, así como un escritor de renombre. Hago una breve semblanza de su trayectoria personal.

En 1990 publica su primer libro, El sindicato clandestino de la Guardia Civil, junto al periodista Juan Emilio Ballesteros, después de una larga investigación periodística por la que fueron procesados y finalmente absueltos. Además, publicó varias obras de ficción y era autor de una amplia bibliografía académica, de la que caben destacar Las columnas del periódico; La entrevista. Entre la información y la creatividad; Las entrevistas periodísticas de José María Carretero; El Titular. Manual de titulación periodística; Géneros periodísticos complementarios; El periodista en su soledad; La columna. Periodismo y literatura en un género plural o Periodismo de inmersión para desenmascarar la realidad, escrito junto a la profesora Ángeles Fernández Barrero. Los dos últimos libros, que presentó a finales de 2021, recogen parte de su última producción periodística: Acerca del mundo y Días contados, elaborado conjuntamente con Jes Jiménez Segura.

Estas líneas solo pretenden recordar a una persona que, paso a paso, fue ganando prestigio como periodista en activo y docente en la Universidad, además de popularidad como escritor, que ya fue oficialmente mirado con desconfianza por su libro El sindicato clandestino de la Guardia Civil. Por todo ello, Antonio López Hidalgo sigue presente entre nosotros.

Como recuerdo especial, y no conocido por el público, finalizo estas líneas con una cita amplia que, desde mi punto de vista, resume su personalidad, su calidad como periodista y, como colofón, su aprecio y valoración del amigo. Me refiero a un librito dedicado a la amistad –y aclaro que, en este caso, decir "librito" no es un desprecio–.

En 1995 se editan las Hojas para un Tratado de Bibliofilia, un pequeño libro, una joya para sumar al conjunto de Bibliofilia Montillana, cuyo volumen no supera las 70 páginas. El valor de un libro no está en el número de hojas, pero sí en lo valioso de sus palabras. Y si además añadimos que estamos ante un grupo selecto de autores, entre los cuales está Antonio López Hidalgo, nos encontramos ante una joya como regalo y recuerdo.

Tanto el prólogo como el último capítulo son obra de Antonio López Hidalgo. Y en la presentación afirma que este volumen apenas es, ni pretende ser, más de lo que aparenta: “un manojo de páginas escritas para un amigo: Manuel Ruiz Luque”. La última intervención del libro también la cierra Antonio, con una semblanza que perfila un “retrato o bosquejo biográfico” del conocido bibliófilo montillano. El libro es, de hecho, un regalo de siete firmas conocidas en el mundo literario, amigos de Manuel Ruiz Luque, Medalla de Andalucía.

Y finalizo con un comentario personal. El colofón, con lo mucho que le agrada a Manolo Ruiz Luque escribirlos, en este caso no es de él –está claro que no podía serlo–. Es evidente que la sorpresa y la dedicatoria son un precioso recuerdo y homenaje para Manuel Ruiz Luque.

PEPE CANTILLO

31 de agosto de 2022

  • 31.8.22
Querido nieto: esta carta de felicitación no llegará a tus manos hasta que tengas algunos años más y sepas leer. Es una carta muy especial, con la que pretendo transmitirte todo el cariño que “los abu” (abuelos) puedan ofrecerte –antes y ahora– y algunos datos de las circunstancias especiales que embadurnaban este mundo al que habías llegado, como consecuencia del covid-19. Mi intención es revivir en tu mente eventos ya pasados y clarificarte algunos datos importantes sobre tu onomástica y tu cumpleaños.



Además de lo ya dicho, es una carta especial en la que explicarte algunas cuestiones relacionadas con el origen de tu patronímico (“nombre propio de una persona que deriva del nombre de su padre o de otro familiar”). En este caso, tu nombre no procede ni de tu padre ni de ningún otro familiar. Ahora te explico su origen.

Es el objetivo de esta carta, asociado a la misiva de bienvenida de hace ya dos años, cuando tomaste tierra en la estación de este mundo actual, en un momento algo complicado sanitariamente hablando. Te recuerdo que empezamos el año 2020 con una plaga de sinsabores, angustias, soledad y pérdida de algunas personas cuando aterrizó entre nosotros el covid, cargado de contagios, enfermos, muertos, encierros generales como si fuéramos asesinos…

Dicho tiempo inhumano, nunca mejor calificado, duró hasta parte del año 2022. Y aun tenemos dudas sobre la pervivencia del mismo. Pero vaya, corto el runruneo de un parloteo largo, pesado y aburrido del que ya ni queremos acordamos, aunque las heridas que dejó siguen aun presentes.

El motivo principal de esta carta es recordarte y explicarte el origen y la posible antigüedad o novedad de tu nombre. Si ya te lo han relatado, estupendo. En caso contrario, te daré parte de la información y, si dejo dudas, ya las completarás tú. Pretendo despertar tu curiosidad.

Te cuento cómo, cuándo y por qué tu nombre aparece como onomástica (nombre propio) en nuestro país. Teo, como “conjunto de nombres propios de un lugar o de un país”, es muy reciente. Se puso de moda en el año 2016, hace solo seis años.

El motivo y la razón es de pura curiosidad: alguien indagó y buscó un nombre corto y desconocido (o poco conocido) para un bebé presto a nacer. El origen griego de la palabra “theo” es tan viejo como los años que ha cumplido la humanidad, pero no se reconocía como nombre propio. Volveré sobre ello.

Dicho nombre se aplica a personas desde hace más o menos seis años y, actualmente, son muy pocos los niños que se llaman así. Digamos que no le ha dado tiempo para hacerse popular. Puede ser. También es posible que no entusiasme mucho por carecer de historia o, incluso, por ser corto pero poco llamativo. Al menos, cumple la primera razón.

¿Cómo aparece? Tengo dos posibles orígenes para dar una razonable explicación. Alguien busca y rebusca un nombre propio de corto contenido en letras y le llama la atención la palabra “teo”. ¡Eureka, lo encontré! ¡Este me vale!

Te cuento: la palabra “theo” es un prefijo o sufijo de origen griego y viene a significar “presencia de dios”. Dicha palabra entra en la formación de nombres y adjetivos con el significado de “dios, presencia de dios”. Como ejemplo, valga Teodoro o Doroteo. Dicho nombre, repito, se puso de moda hace solo unos cinco o seis años.

Según estadísticas generales, en España viven aproximadamente unos 1.200 sujetos que se llamen “Teo” y ahora tendrán una edad promedio de cinco o seis años. Empieza a ser usado, aunque por lo corto que es, más bien parezca un diminutivo; pero también puede que sea dejado de lado por ser el nombre de un personaje de tebeo (ahora especificaré un poco mejor).

Referencia psicológica dada de antemano a los posibles “Teo”. Califico dicha referencia “de antemano” porque si el nombre aparece entre nosotros hace media docena de años, es imposible hacer un retrato-robot sobre virtudes, vicios y defectos de dichos sujetos.

Dicen que las personas portadores de este nombre suelen ser muy agradables y muy sociables, discretas y respetuosas. Eso es lo que dicen algunos “adelantadillos”. Vale, pero a priori hay que decir que también suelen ser afables, atentos y cariñosos, más que otras muchas personas con nombres más bonito o más agraciados. Es posible.

Vale, pero también pueden ser o son bruscos, por no decir otra cosa más bruta. La psicología “adelantadilla” dice que a los que llevan este nombre les gusta reflexionar sobre la vida y tener cerca a sus familiares y amigos. Y ¿a quién no?

El Teo de los cuentos nace en España en 1977 como personaje de una colección de tebeos infantiles. En 2007 cumplió 30 años desde que inició su andadura en el mundo de la literatura infantil, donde ha ido ganando, año tras año, la atención del mundo de los pequeños. A fecha de hoy llena un amplio espacio literario, tanto en papel como en videos de Internet.



¿Cuál es el significado del nombre Teo? Entre los diversos materiales que he ido indagando, amén de darnos una explicación, hasta he encontrado un reflejo psicológico de cómo será Teo (cualquier Teo) conforme siga creciendo. Dicho reflejo lo he citado unas líneas más arriba.

Nombre de origen griego, específicamente de la palabra "theos", que significa “dios”. Podemos usarlo como prefijo o sufijo (Teo-doro o Doro-teo). También podría ser, según algunos expertos, un diminutivo de Teodoro o Doroteo con el significado de “regalo de dios”. Pero tal diminutivo tendría que referirse a un amplio abanico de "-teos" o "Teos-".

Teo nace como titular de una colección de cuentos que se irán esparciendo –y, a la par, acumulando– hasta hacerse famosos –al ser traducidos– sus más de 150 títulos a diversos idiomas. Actualmente son unas 15 lenguas en las que aparece. El cuento escrito es acompañado, yo diría que casi arrinconado, por el uso de la producción en videos.

Teo, has crecido física y mentalmente. Tus ojitos negros escudriñan todo lo que se pone al alcance de tu mirada y empiezas a preocuparse por todo aquello que te rodea. Ante cualquier elemento llamativo, desde que parloteas, siempre respondes "es mío, mío". Todo es tuyo, ¡chaval! La curiosidad es una de tus constantes.

Cuando pase algún tiempo te preguntarás por qué te llamas Teo y comprobarás que con un nombre como el tuyo –cortito, sonoro, novedoso– no hay muchos niños, o amiguitos que lo usen. ¿Por qué? Problema de tiempo y falta de publicidad. Puede ser.

De momento, esto es solo un adelanto de lo que irás aprendiendo conforme vayas siendo mayor y tu capacidad de comprender a las personas, junto con las cosas que nos rodean, te permita interiorizar momentos, emociones, éxitos y fracasos, de los que también se aprende, aunque digan que no, máxime si solo defienden un eterno y falso mundo feliz.

Me explico. El valor de la vida está ligado a momentos cargados de felicidad, de alegría, de placer y, a la par, de sufrimiento que puede traernos un daño hiriente, una enfermedad, la pérdida de personas queridas, un tropezón con las piedras del camino. Éxito y fracaso, te repito, también educan y nos hacen más fuertes.

Termino estas líneas. Espero que crezcas cada día más feliz, cariñoso con tus padres y hermana. Para querer a los demás hay que ser generoso, abierto y comprensivo. Cargado de generosidad. Por supuesto, el mundo no se acaba en el clan familiar: hay que abrirse y compartir todo lo que se pueda con los demás.

Naciste el 31 de agosto de 2020. No tuvimos la suerte de darte la bienvenida al nacer. El virus impidió que nos dejaran verte. Bueno, eso fue lo que nos dijeron. Tu onomástica, en caso de que quisieras celebrarla, es el 23 de enero. Te diré que en la actualidad se celebra más el día del nacimiento que el llamado “santo”. A lo largo del camino te irán guiando en un sentido u otro, para que seas tú quien elija la festividad.

Con todo nuestro cariño, desde el corazón, los “abus” te enviamos un beso fuerte. Feliz cumpleaños.

PEPE CANTILLO
FOTOGRAFÍA: DAVID CANTILLO

11 de agosto de 2022

  • 11.8.22
Desde hace varias semanas, he venido utilizando la palabra "animalismo" como título de los contenidos generales que encierran una serie de acciones relacionadas con el mundo animal y el trato humano que se le dispensa a determinadas especies. En esta columna de hoy intentaré aclarar algunas cuestiones ya abordadas con anterioridad aunque, antes de nada, me gustaría aclarar que no tengo nada en contra del “animalismo”, entendido como el movimiento que reconoce derechos a los animales. De lo que sí estoy en contra es de reconocer derechos humanos a los animales. Y la razón creo que es de Perogrullo.


Por “animalismo” nos están vendiendo ese “movimiento que propugna la defensa de los derechos de los animales”. Insisto en que no estoy en contra de los derechos de los animales. ¿Es que hasta ahora no habíamos tenido en cuenta los derechos de los animales? Depende de a dónde nos quieran llevar las posibles respuestas. La pregunta es amplia y las posibles respuestas, también. Pero lo son aun más hasta el punto de confundirnos.

La mayoría de las respuestas, por aquello de la convivencia con animales desde siempre, parece que hasta nos han sonado bien. Pero si damos un paso más nos topamos con conductas como el bestialismo o la zoofilia.

El diccionario de la Real Academia Española define "zoofilia"  (palabra que se compone de "zoo" y "filia"), en primera instancia, como “amor a los animales”. Quede claro que, en general, humanos y animales convivimos, mejor que peor, desde que habitamos, compartimos o luchamos por este planeta.

La segunda definición es un poco menos fina o elegante. Quizás por ello nos hemos atrevido a usar la palabra “amor” en la primera definición que, ciertamente, es aprovechada con mucha generosidad con bastantes animales, sobre todo con aquellos que han compartido desde siempre parte de la vida con nosotros.

La segunda definición de zoofilia, como digo, se refiere nada más y nada menos que a la “relación sexual de personas con animales”. Y ya tenemos el primer tropezón serio. El prefijo "zoo", según vaya completado o acompañado, puede tener varios significados.

La palabra "bestialismo" nos lleva a "bestial", es decir, “brutal o irracional”, de modo que ya ha quedado perfilada también la relación sexual desde el bestialismo. Pero, normalmente, se refiere a relaciones sexuales con animales domésticos o domesticados.

La zoofilia y el animalismo, como prácticas, surgen con la domesticación del animal que es admitido con mayor o menor aceptación en los grupos humanos. La antigüedad del bestialismo la documentan grabados rupestres hallados en cavernas. También aparece en bastantes iglesias rurales, lo que confirma que es una actividad extendida pero sin que las autoridades le presten mayor atención. La realización de algunos movimientos en contra del bestialismo surge con más peso en algunos casos llamativos por el escándalo que hayan podido ocasionar.

Bestialismo es el contacto sexual de cualquier índole con un animal, mientras que "zoofilia" designa la atracción sexual por un animal, la estimulación erótica a partir del mismo, lo que involucra vínculos sentimentales (amor, si se quiere) y no necesariamente implica coito o contactos físicos sexuales en un principio.

Ciertamente, la excitación experimentada por una persona como efecto de contemplar animales coitando es zoofilia. En un principio, en el ambiente rural era más frecuente tener sexo con las hembras de cabras, ovejas, burras o vacas. La aclaración que explica tal facilidad es que dichas hembras son más dóciles y fáciles de manipular que sus machos.

Estamos, pues, ante un trastorno sexual que supone una atracción erótica que excita el deseo sexual hacia otros animales. También llamada "bestialismo" en los casos en los que el sujeto consuma sus fantasías, la zoofilia es un trastorno que puede llevar a graves efectos en quienes lo sufren.

Existen personas zoofílicas que presentan una fijación con una especie en concreto y otros que se sienten atraídos por diversas especies. Hay que tener en cuenta que algunas prácticas zoofílicas son llevadas a cabo de manera sustitutoria ante la imposibilidad de acceder al objeto de deseo verdadero, siendo éste las personas.

Las prácticas zoofílicas solían darse en zonas aisladas y de difícil acceso, generalmente en ámbitos rurales. En este tipo de ambientes, el contacto humano, aun hoy, puede llegar a estar muy limitado, mientras que el acceso al ganado y otros animales es relativamente sencillo. Ésta es una de las características comunes entre las personas con zoofilia: la soledad y el aislamiento.

¿Ha estado prohibida la zoofilia? En líneas generales no hasta inicios del siglo XXI, cuando  se aprecia un endurecimiento de las legislaciones sobre la zoofilia, debido, como destacamos antes, a presiones de agrupaciones y a diversos escándalos.

En España, la zoofilia no está prohibida expresamente. Solo el artículo 337 del Código Penal establece penas de tres meses a un año de prisión “para quienes maltraten con ensañamiento a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones”. Y eso gracias a una revisión del año 2016, a partir de reconocer que “en España existe un mercado negro de bestialismo”, como efecto también de la presión del Partido Animalista, algo que me parece muy razonable.

Los objetos del deseo zoófilo solo dependen de las ganas del sujeto correspondiente. Los mamíferos predilectos para fornicar, más o menos por orden de preferencia, son las hembras equinas: burras, yeguas y mulas; las cabras, las terneras, las vacas; los perros y perras; los gatos, corderas y ovejas, las cerdas y los lechones.

Simios como los orangutanes y el chimpancé, machos y hembras, figuran entre los favorecidos por los zoófilos. Se conocen casos de relaciones sexuales humanas con osos amaestrados. También figuran en la enumeración de los animales usados por los humanos con fines eróticos una nutrida diversidad de otras especies: aves como ocas, patos y gallinas; mamíferos acuáticos, peces, insectos y arácnidos.

Sin embargo, en el caso de la zoofilia, los animales en cuestión no tienen capacidad de dar o negar el consentimiento o negar el consentimiento a quienes quieran tener prácticas de índole zoofílica, con lo que, según nuevas voces, se suponen que están siendo violados o violentados.

PEPE CANTILLO


NOTA: Los comentarios publicados en la sección de Firmas no representan la opinión de Andalucía Digital sino, exclusivamente, la de sus autores. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyo el contenido recogido en este espacio.


14 de julio de 2022

  • 14.7.22
Hoy me centraré en el papel y en el valor que puede ofrecer la tenencia de un animal para el conjunto de la familia. Les llamamos "animales de compañía" en lugar de "mascotas". Creo que no cambia nada de importancia en el terreno de dichos animales, pero las ganas de novedad achuchan. Es más bonito llamarlos "animales de compañía": es más elegante y finolis que utilizar el término "mascota".


Dejemos claro el encajonamiento moderno sobre cómo llamar a un conjunto de animales para convivir con los humanos. ¿Qué son animales de compañía? Son especies domésticas mantenidas principalmente para proveer de contacto social y placer a los humanos, en lugar de ser para producción o de llevar a cabo alguna tarea.

Dentro de aquellos se encuentran los perros y los gatos (incluyendo los que están en condición de abandono o son callejeros). En nuestro país se aceptan aves y peces ornamentales y algunos pequeños mamíferos como hámsteres y conejos. También se pueden incluir los caballos. Cabe resaltar que en nuestro país es ilegal y, por tanto, está castigado por la ley, la tenencia de especies silvestres como animales de compañía.

Estoy sobreentendiendo que tal o cual animal es el preferido en cada grupo familiar, que dicho animal cubre un papel muy importante para la convivencia. Es de todos: todos lo cuidamos y todos nos encargamos de darle de comer, pasearlo y asearlo –por el bien del animal y de los familiares que forman dicho conjunto–. Luego, la realidad será aplastante y podrá aparecer toda una gama de dificultades a la hora de atender la mascota.

¿Por qué todo este sermón? Razones hay para ello, aunque la información sale casi sola si se tiene una mínima capacidad de observación. Los datos en los que me baso son de sobra conocidos y respaldados por un estudio oficialmente aceptado consistente en ver cuántas veces se ha entrado en Internet comprobando qué buscaba el personal.

La pandemia dispara un 44 por ciento el número de animales de compañía. Ya puede que casi nos hayamos olvidado del paso por el desierto del encierro cercados de virus. Esa cantidad de animales adoptados para cuidarlos es un número que habla por sí solo. Por otro lado, hay que tener presente el aumento de perros, sobre todo, que esperan un alma caritativa para pasar a vivir en compañía.

Las perreras están en estos momentos a tope. Soy poco crédulo y la pregunta tediosa surge empujando. ¿Cuántos animales más serán soltados de nuevo o llevados a las perreras porque nos hemos cansado de tanta obligación? No pretendo ser mal pensado pero tampoco olvido la realidad de otros tantos momentos cargados de abandonos.

Los resultados de tales recuentos han dado una lista de la situación en el que se encuentran algunos de ellos. Parece ser que los datos aportados por el estudio están hechos por Semrush, plataforma de software como servicio. Sus funciones incluyen clasificación de datos y recopilación de información sobre cada tipo de animal.

Doy un rápido repaso a una lista de dichos animales en la que sobresalen perros y gatos por ser los más populares y conocidos por el personal. En segundo lugar están otros animales, que aunque también son llamativos y novedosos, no sobresalen en la lista de los más deseados.

Perros

Entre 2019 y 2021, el perro fue el animal de compañía más buscado en Internet, llegando a superar el millón de búsquedas en 2020. Perros que tampoco podían salir mucho salvo que sus dueños jugaran al escondite con ello y éstos le servían de excusa o justificación para salir.

Gatos

Son los segundos de la lista, con una media de búsquedas de 250.000 intentos mensuales. En este caso hasta se buscan con marca: “gato persa”, “egipcio”, “siamés” y “bengalí”. Ya que me interesa el minino, compro uno de marca, para pavonearme con él...

Conejos

Han sido numerosos los conejos buscados en los bardales virtuales. Mucha gente ha adoptado un conejo como animal de compañía más novedoso, y esto se ha visto reflejado en las búsquedas de Internet, puesto que el conejo es el tercer animal de la lista por orden de preferencia (77.000 búsquedas). En cuanto a las búsquedas relacionadas con las familias conejiles, el interés ha ido por en “conejos enanos”, “conejos toy”, conejos belier” y “conejos bebés”. Y, de paso, se buscaban jaulas de conejos. Igual los conejeros no sabían que el conejo también puede estar libre, recorriendo la mansión que le adoptó.

Tortugas

Estamos ante la cuarta categoría de animal de compañía rastreado por los buscadores. Las tortugas son una categoría de animal de compañía muy buscada y deseada en los últimos dos años, con una media de 66.068 búsquedas al mes. A la hora de adoptar esta especie como animal de compañía hay que saber cómo cuidarla y tener el espacio que necesita y, sobre todo, verificar que no sea una raza en peligro de extinción.

Los datos reflejan un interés especial por la “tortuga marina”, “tortuga de tierra”, “tortuga laúd”, “tortuga mora” y “tortuga caimán”. Posiblemente, la gracia y lo bonito que pueda ofrecer la tenencia de tal tortuga desaparezca dentro del cerco familiar en el que entró porque es un animal más tranquilo y ordenado.

Agapornis

Estamos ante un ave llamativa por sus colores y, por tanto, muy buscada. Es tan deseada que con 66.000 búsquedas mensuales casi desplazan del ranking a las tortugas. Son aves que están muy buscadas, por encima de canarios y pericos. Posiblemente, su colorido sea la clave para desearlos. Son loros pequeños, de cola corta y de un colorido muy llamativo, que los hace aun más deseables.

Hasta aquí los animales más rastreados en Internet por su vistosidad y más deseados para tenerlos como animales de compañía. ¿Razones de su deseo? Conocidos y muy aceptables en cuanto a compartir tiempo con ellos sean perros y gatos, porque son más familiares y les gusta que estemos junto a ellos.

La segunda parte del rastreo a la búsqueda de un animal para tenerlo en casa, creo que el lorito se lleva la palma porque o bien en jaula o bien suelto, no da mucho que hacer, es decir, está pero como si no estuviera.

Unas pequeñas sugerencias. Tener animales acorta el tiempo para dedicarlo cada cual a lo suyo. Las tiendas de animales están para vender y nos ofrecen sus mejores ofertas, pero pensemos que hay muchos animales que han sido extraviados, abandonamos, se escaparon porque son muy listos... Las distintas posibilidades para pasar de una familia a una perrera, gatera, pajarera… están al alcance de la mano.

Pasar de mascotas a sombreros es fácil. Lo que sí creo es que es más grave de lo que quisiéramos. Sentirse abandonado debe ocasionar mucha congoja traducida en aflicción, angustia, pena, dolor, soledad… Aunque, con el tiempo, todo se cura. España encabeza el número de abandonos de animales. Las protectoras españolas recogieron en 2020 alrededor de 286.000. Si deseas tener una compañía no humana ¡salva un animal de la inclusa!

PEPE CANTILLO

30 de junio de 2022

  • 30.6.22
Las especies invasoras han ocasionado un problema medioambiental sin precedentes y, desde luego, la mayoría de ciudadanos no nos hemos percatado de ello. Dominan el hábitat y, poco a poco, terminan con las especies autóctonas. Ese es el gran peligro: animales okupas.


Cuando nos referimos a animales invasores hemos de tener en cuenta que suelen ser dañinos para el entorno en el que se han aposentado y peligrosos para las especies autóctonas oriundas de tales territorios. Según datos oficiales, la lista de dichos invasores ha aumentado de forma considerable.

Animalitos que son perniciosos y destructores y que, en poco tiempo, dominan tanto a la fauna autóctona como al medio ambiente. En la actualidad, el número de invasores supera las 300 especies y aunque la ley prohíba la entrada de determinados ejemplares, no siempre se puede controlar. Gran problema: están afectando a la biodiversidad mundial.

¿Cómo entran en territorio ajeno? La mayoría, por no decir casi todos, como llamativas y curiosas mascotas que, con el tiempo, serán abandonadas (soltadas) por sus dueños, cansados de tenerlas. Del amplio número de especies dañinas citaré algunos ejemplares como botón de muestra. Empiezo el recorrido por los más conocidos y, visto lo visto, por aquellos que han molestado más en todos los sentidos, incluida la tranquilidad de los humanos.

Cotorra argentina y cotorra de Kramer

Ambas son curiosas por sus llamativos colores y, aunque no suelen ser muy amigables, tampoco dan la “espantá”, razones suficientes para despertar la curiosidad de grandes y pequeños. Son escandalosas y folloneras, amén de producir abundante suciedad, lo que provocó su pronta puesta en libertad, adaptándose con facilidad a un hábitat que les agradaba. Hasta han dado pie al dicho “hablas más que una cotorra”.

En 2016 se calcula que había 27.000 cotorras y unos 3.000 ejemplares de Kramer, la mayoría en Andalucía, Madrid y Valencia. Se concentraron en zonas de abundante arboleda y temperatura agradable. Dicen que la Kramer aparece en Reino Unido en 1850 y, desde ahí, conquista el resto de Europa.

Ambas cotorras afectan a otras especies autóctonas, dañan la vegetación y la agricultura; también son transmisoras de enfermedades. Están absolutamente prohibidas después de la limpieza que se ha realizado de este tipo de aves.

Un dato importante y cercano a nosotros: cuando ganaron la libertad, se calcula que había unos 165 millones de gorriones, de los cuales se han cargado, en una década, más de un 7 por ciento. Desde que las eliminaron de Valencia, han vuelto a verse algunos gorriones. En mi barrio tenemos mal recuerdo de ellas y aun vemos pocos gorriones. En Madrid se han eliminado más de 2.000 ejemplares.

Mosquito tigre

Estamos ante un animal tan pequeño que se hace difícil de detectar. Casi no se le ve, no pesa nada, no hace un zumbido sobre tu cabeza cuando ya estás a punto de dormirte como ocurría con el mosquito trompetero. Es el rey de los humedales cargados de hierba: el calor le ayuda para, rápido, acudir al olor del visitante que solo se entera después de ser picado.

Es un insecto que vino para quedarse. Hace dos sábados saltó a las noticias y dieron algunas información sobre su aposentamiento en partes de Valencia con su dañina presencia. ¿Por qué es una plaga? Como detalle importante, cuando aparece en 2004 se prohibió fumigar y se ha expandido alegremente. Por supuesto, no tiene enemigos. En un santiamén (una hora) pueden regalar de 30 a 40 picaduras a humanos, animales domésticos y silvestres y están terminando con los mosquitos nativos.

Sus picaduras son “duras” de aguantar, allá donde huele un trozo de humano (pequeño o mayor) sin que te enteres, pica, chupa sangre y te deja un escozor con un dilema fuerte: si te rascas, aun pica más; caso contrario, hay que tener sangre fría para no rascarse. De los artículos que venden para suavizar el picor, muchos de ellos no resuelven nada. Por si fuera poco, el mosquito tigre no actúa exclusivamente de noche, de modo que podría decirse que no descansa.

Proviene de Asia. Es un potencial portador de enfermedades parasitarias como la fiebre amarilla o el dengue. Llega a nosotros en barcos de transporte de mercancías y en contenedores con agua. Empezó a poblar el Mediterráneo a partir de 2004 aunque ya hacía turismo en 1979.

Tortuga de Florida

Aparece en España como mascota en la última década del siglo pasado llegando a ser muy popular. Después de un tiempo será abandonada en el ecosistema por sus dueños, que se han cansado de ella o se escapa buscando en qué entretenerse. Ya suelta es bastante agresiva y se reproduce con facilidad, por lo que el aumento de ejemplares es considerable. Primer problema: desplaza totalmente a las nativas que están en franca decadencia.

Actualmente está prohibida su comercialización, enfrentándose a fuertes sanciones económicas quien la venda o la tenga. El primer afectado será la tortuga autóctona (galápago), que se rinde ante el agresor que domina los mejores lugares. Su introducción tuvo como consecuencia el desplazamiento del resto de tortugas autóctonas debido a que el invasor estaba acostumbrado a competir con otras especies.

Rana toro

Está considerada una de las especies invasoras más temibles del planeta. Por lo general, todas las especies foráneas suelen ser peligrosas. Aparece en el delta del Ebro en 2008. Procede del norte de América. Si la comparamos con la especie autóctona, se entiende bien el problema y el peligro que supone. La rana autóctona mide entre 8 y 15 centímetros, mientras que la invasora suele medir de 10 a 20 centímetros y llega a pesar entre 60 y 900 gramos, según ejemplares.

Viven en agua dulce y es bastante peligrosa. Como curiosidad, fue transportada a Méjico como alimento y, rápidamente, se extendió por el resto de América y por Europa. Es una de las especies invasoras más agresivas, por lo que no tiene enemigos a la vista. ¿Cómo llega al Ebro? Se le ha podido escapar a alguien (¿?). No obstante, parece que fue soltada con toda intención.

Esta rana se come cualquier cosa que pueda meterse en la boca, incluidos pequeños roedores, pájaros y, por supuesto, ranas autóctonas. Es un verdadero metiche. Puede saltar hasta dos metros. Vive un promedio entre 6 y 10 años, aunque cautiva llega a 16 años. Se llama "toro" de apellido porque el ruido que emite se parece mucho al de una vaca.

Siluro

Es un pez que llega a pesar más de 100 kilos y a medir cerca de 2 metros. Es un peligro grave para el resto de fauna y flora. Originario de los ríos centroeuropeos, fue soltado en el embalse de Mequinenza (Zaragoza) en 1974 por pescadores alemanes. Con él llegó la barbarie para el resto de fauna acuática. En el Ebro se ha convertido en un castigo para cualquier ser vivo. En un pantano es todo para él. Por ley se debe matar a todos los que se capturen.

Como curiosidad cercana dejo dos citas. Los ríos españoles acogen más de 300 especies invasoras. El Guadalquivir tiene más peces exóticos que autóctonos. Entre ellos destaca el siluro que, además, ya amenaza Doñana, puesto que no le quedan vecinos para su capacidad destructiva.

Cangrejo rojo

De todos los animales foráneos mencionados, este crustáceo rojo tiene una gran importancia en este caso para la economía de una zona del país relacionada con la cría de este bichejo, además del impacto que causa sobre otras especies.

En 2016 se prohíbe su comercialización por sentencia del Tribunal Supremo, lo que causa un serio problema en Isla Mayor (Sevilla) porque se cargaba la economía del municipio basada en la cría de este animal. Pleiteando, el Gobierno andaluz consigue esquivar la sanción al proponer un plan de control. Las consecuencias negativas están presentes, porque no solo vive en Isla Mayor. Ríos, arroyos, lagunas, marismas y cualquier charco de agua están al alcance de este cangrejo. Las consecuencias negativas ya han dejado un serio problema en las zonas donde ha llegado a establecerse.

PEPE CANTILLO

16 de junio de 2022

  • 16.6.22
Diariamente, cuando salgo a pasear, me encuentro con personas acompañadas de perros de toda clase y condición. A estos animales los calificamos de "animales de compañía". Es decir, son animales que viven con los humanos, integrados en el seno de las familias. Perros y gatos son dos de los animales de este grupo a los que se pueden añadir otros, siempre que no se les utilice para obtener beneficios y que no sean salvajes.


Diferencias entre animal doméstico, mascota y animal de compañía. Las tres calificaciones se vienen usando por igual desde el momento que se pone por medio el término “animal de compañía”. Las diferencias estriban en que los animales que calificamos como domésticos pertenecen a especies tradicionalmente acostumbradas a convivir entre humanos.

Animal doméstico es aquel que abarca especies criadas, reproducidas y que viven con los humanos y no pertenecen a la fauna salvaje. Aquí entrarían aquellos que se crían para carne, uso de las pieles, aquellos que dan leche, a los que se añaden los animales de carga y los que trabajan en la agricultura.

Las mascotas son animales tanto domesticados como de procedencia salvaje (ojo al asunto "salvaje") que hemos ido añadiéndolos a nuestra vida cotidiana y que mantenemos por afecto o ternura; en otras palabras: para disfrutar de su compañía.

El diccionario define "mascota" como “animal, o cosa que sirve de talismán, que trae buena suerte”. Digamos, aceptando dicha definición, que en su origen pueden tener una connotación de amuleto que da beneficios a quien lo posee.

El término "mascota" queda sustituido por el de "animal de compañía", que parece, en principio, ofrecer más atención, mimo y cuidado frente a la mascota, que –dicen– no lo requiere tanto. Pongamos por ejemplo el perro y el hámster. Otra de las razones aducidas para anular el concepto "mascota" se basa en que dicho término tiene una connotación utilitarista entendida ésta como actitud que valora exageradamente la utilidad.

Cada cual piense lo que mejor le parezca en referencia a dicho sustantivo. En el caso de los animales de compañía, tanto el ejemplar animal como el humano están estrechamente conectados; en caso contrario, el animal lleva las de perder. ¿Hay quien dé más?

Todos los cuidadores de animales de compañía son responsables del bienestar de las especies que conviven con ellos porque son parte del núcleo familiar. Para garantizar tanto la sana convivencia con los demás ciudadanos como el bienestar de perros o gatos hay que tener muy claro que dichos animales deben estar bien cuidados en referencia a la salud, a la comida, a salidas al exterior...

El bienestar animal creo que no está en llamarles "animales de compañía" en lugar de "mascotas" y sí está en cuidarlos debidamente en el sentido más amplio de la palabra "cuidar"… ¿Por qué "animales de compañía" y no "mascotas"? Tanta variedad de denominaciones es moderna, por aquello de querer cambiar nombres, situaciones y formas de convivencia humano-animal. Dicen que la palabra "mascota" tiene una connotación de objeto.

El hecho es que al hacer referencia a animales hay que distinguir entre “domésticos", "de compañía", "mascotas", "salvajes”. Esta última clasificación de animal está legalmente prohibida y quien los introduzca en el país será duramente sancionado, multada su tenencia, lo que no quita que sigan colándola en el ámbito humano/familiar.

El animal de compañía pertenece al grupo de especies domésticas que comparten el día a día junto a los humanos. Los animales de compañía por excelencia son los gatos y los  perros, a los que se añaden algunas otras especies de aves, peces, y mamíferos pequeños como el hámster, el conejo, algunos tipos de ratas…

Debe quedar muy claro que son especies domésticas principalmente para contacto social y para procurar placer a los humanos, en lugar de ser para producción o de llevar a cabo alguna tarea remunerada –se entiende que para beneficio del dueño–.

Oficialmente nos dicen que los conceptos de "animal doméstico" y "animal de compañía" vienen a cuento porque permiten diferenciarlos más fácilmente. Creo que tal diferenciación estriba en que los animales domésticos conviven desde tiempos inmemorables con los humanos, tanto si son para disfrute y acompañamiento como si son de uso agroalimentario. Y al animal de compañía lo han camuflado porque parece sonar mejor que "mascota". ¿Dicha situación hay que cambiarla?

En síntesis, habría que decir que tanto la mascota como el animal doméstico cumplen un papel de acompañamiento. Los animalitos que conviven con nosotros, llamémosle como queramos, cumplen un amplio papel en sentido físico y emocional para ambos, pero siempre que hayan sido aceptados por los miembros de la familia. ¿Por qué?

La respuesta más simple es la siguiente. Un hijo pequeño se empeña en tener, por ejemplo, un perrito. Insiste, llora, refunfuña, no obedece… ¿Qué hacer? De acuerdo, te compramos un perro, pero hay que sacarlo todos los días. “Vale, dice el rorro”. Llegará un día en que no tenga tiempo y, en el peor de los casos, tendremos un animal vagando solo porque ha sido abandonado. ¿Suena esta película? Por desgracia sí.

“Los estudios realizados sobre el tema demuestran que las mascotas mejoran nuestra calidad de vida, tanto emocional y físicamente. La compañía de la mascota evita la soledad que a corto plazo puede llevar a la depresión al estimular el contacto con el animal de compañía favorece un cierto estado de bienestar y disminuye el estrés en la medida que aumenta la necesidad de cuidar al animal del que se es responsable”.

Quienes tienen un animal de compañía reparten con él caricias, juegan, pasean, le hablan contándole los pesares diarios que sirven al dueño de desatasco mental, según dicen los especialistas y reiteran los psicólogos. La compañía del animal mitiga la soledad humana, aunque tengo mis dudas.

Volvamos a matizar el papel de la mascota. Acompañan al poseedor minimizando el estrés y evitando la soledad, la depresión y provocando sentimientos positivos de bienestar emocional, incluso cierto grado felicidad. Maravilloso, ¿verdad?

Esa es la teoría. La práctica diaria va por derroteros distintos y los tropezones que puedan aparecer durante el día dejan marca en el comportamiento personal. Tener una mascota ofrece un relax y una obligación a veces bastante incómoda. ¿Motivo? La responsabilidad con el animal no se puede manosear con un "ahora sí", "ahora no", "pues luego…ya veremos".

PEPE CANTILLO
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR

19 de mayo de 2022

  • 19.5.22
Escribir sobre animales, su cuidado y defensa, se me antoja algo temerario por la simple razón de que recorre por nuestro entorno un encubierto fanatismo de cara a la defensa de los mismos. Algo así como si las personas que no gozan de la compañía de un perro, un gato o una iguana con los que compartir parte de su tiempo fueran agresores o maltratadores de los animales llamados “mascotas”.


El animalismo es un “movimiento que propugna la defensa y los derechos de los animales”. Hasta ahí, nada que objetar y mucho terreno para poder felicitar por una defensa sana, libre, del mundo animal. Por curiosidad, dejo una breve nota sobre las iguanas, que son reptiles parecidos a los lagartos, algunos de los cuales pueden alcanzar un metro de longitud. Proceden de América meridional y su carne y huevos son comestibles. Están de moda. Más adelante hablaremos de estas especies que nos invaden y son adquiridas como animales de compañía.

Por otro lado, está brotando un fuerte movimiento de personas que hasta ahora no tenían mayor problema con este asunto pero el fanatismo proanimal e, incluso, los desmadres del movimiento animalista, lo están provocando o, si suena mejor, lo están instigando.

Cito textualmente: “Denuncian a un hombre de 24 años por agredir con patadas y puñetazos a sus tres perros de manera 'cruel' e 'injustificada'”. Este titular de prensa es del pasado lunes 16 de mayo. Los perros los tenía en jaulas separadas y los agredía a su gusto. ¿Maltrato animal mondo y lirondo? Por supuesto que sí, aunque no se citan las causas. La acción policial ha entrado ya a aclarar dicho comportamiento.

Preguntas pertinentes e incluso impertinentes: ¿Se acogen animales a mogollón para estar en la cresta de la ola? ¿Estaba dicho sujeto en condiciones de atender nada menos que a tres perros? ¿Acogemos uno, dos o tres perros porque yo soy un machote capaz de lo que sea? No quiero ni pensar en las causas de tal sobredosis animalista.

No estoy en contra de tener “mascotas” ni tampoco sombreros. La mascota es “un animal de compañía  que sirve de talismán y además (dicen) que trae buena suerte”. Cada cual emplea su tiempo y sus ingresos en aquello que le puede satisfacer más. Pero ojo a los listillos de turno que ofrecen gangas en cualquier terreno y de paso –esa es su intención– nos engañan y juegan con nosotros.

Ejemplo al caso. He leído que la Policía ha asestado un golpe a una red online de venta de perros que morían días después de ser entregados a sus posibles dueños. Internet es el infierno y el paraíso de la vida actual, de donde lo mismo surge información interesante y muy válida como basura que salpica todo lo salpicable y, de paso, engaña o tima.

En otra esquina de este conglomerado de animales, con idas y venidas de mil sitios, se ha puesto en marcha un negocio que por Internet ofrece perros a buen precio. No sé por qué los negocios virtuales me crean desconfianza.

Quiero pensar que tales negociantes solo codician ganar dinero, no matar “la gallina de los huevos de oro”. Pero… algo debe provocar la muerte a muy corto plazo de tales animalitos. Conclusión: nuestro mundo está cada vez más plagado de zorros (“personas muy taimadas, astutas y solapadas”) o, si lo prefieren, de hienas (“personas de malos instintos o crueles”). Escojan al animal que mejor cuadre con el cernícalo humano (“persona ruda, grosera o poco sensible en su comportamiento”). ¿Hienas?

Recordemos que la hiena es un “mamífero carnívoro, de pelaje áspero, gris amarillento, con listas o manchas en el lomo y en los flancos, que llega a los 70 centímetros de altura en la cruz y algo menos en la grupa, nocturno y principalmente carroñero”. Por cierto, la referida gallina es el título de un poema de Samaniego (1745-1801), en cuya obra hace un reflejo de las debilidades humanas.

Repito que la curiosidad no me ha llevado a desgranar las causas de esta noticia. Me interesa más desarrollar una serie de información de cara al trasfondo de tan traído y llevado tema en el que el animalismo –en un sentido muy amplio– y la postura “anti” están a verlas caer.

Como nuestro mundo es muy aburrido, hay que animarlo y, de paso, motivarlo con ofertas-sugerencias. Aquí entran los llamados animadores de lo que sea, hagan falta o no, cuyo nombre ahora es youtuber que pasea peces en un carrito fabricado ex profeso para ello. Estamos ante la nueva moda adaptada para pasear a tu mascota.

Leo en Google: “Un youtuber es una persona que comparte vídeos atractivos para el usuario en los que se le ve haciendo algún tipo de actividad concreta”. Digamos que es un productor y gestor de contenido audiovisual que usa YouTube como su plataforma de comunicación. Incluso pueden estar patrocinados por determinadas firmas comerciales. “La pela es la pela....” y se trata de sacar dinero de donde sea y como sea.

Reafirmando el papel del youtuber, hay que decir que va provocando la curiosidad del resto del personal y, como posible consecuencia, la posibilidad comercial se dispara –o, al menos, no muere ahogada en un charco–.

Animales y su defensa, protección, uso… están muy de moda. Sobre todo, ese tipo de especies que se mueven con mayor o menor resguardo por nuestra parte: unos por estar sobreexplotados; otros por usarlos indebidamente (dicen). Las razones son muchas y, para los animalistas, son de sumo interés; para otros, son de uso cotidiano y en contra de los llamados animalistas.

La Ley de Protección Animal está en la calle. ¿Acertada? ¿Desconcertante? ¿Cumplibles sus planteamientos? Solo podemos decir que están en la calle y ya veremos cómo se puede desarrollar para proteger y no para explotar por aquello de que está de moda un posible animalismo a ultranza.

¿Cuáles son las prohibiciones y obligaciones de la nueva Ley de Protección Animal? El animalismo es todo un “movimiento que propugna la defensa y los derechos de los animales”. Pero deja en el aire toda una serie de recovecos, como el de los animales importados de sitios mil: animales que son bonitos o feos, eso es lo de menos. ¿Son adaptables a nuevos territorios como si fueran paraísos prometidos por el paso del tiempo? Hablaremos de ello más adelante.

PEPE CANTILLO
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO

5 de mayo de 2022

  • 5.5.22
Hoy quisiera invitar a los lectores a un viaje de ida y vuelta a la isla de Utopía. Ida para aprender, asimilar, hacer un racimo de propósitos que cumplir; vuelta para poderlos regalar a quienes nos rodean a lo largo de todo el año. Siempre la ilusión preñada de esperanza ofrece sueños que verdean con el confortante sol de primavera.


Etapas que vamos cubriendo en el viaje que es la vida, hacia un santuario final o hacia ninguna parte, dependiendo de los planteamientos asumidos e interiorizados por cada uno de nosotros. Un peregrinaje que deja atrás todas las huellas que no volveremos a pisar. Ilusiones, sueños, promesas, esperanzas, deseos, fracasos, frustraciones se arraciman a lo largo de todo ese trayecto vital.

¡Promesas! Somos conscientes de que hacer promesas es muy fácil, que cumplirlas no es tan sencillo y que olvidarlas puede ser lo más normal. Ser buenas personas es parte del desafío que debemos asumir, reto que depende de cada uno de nosotros. Por intentarlo, que no quede, aunque nos suene a irrealizable e inalcanzable. ¿Mera utopía? El mundo, nuestro mundo, sería un desierto sin la utopía.

Sitúo Utopía intentado explicar en qué consiste, qué ofrece, qué representa. Utopía es el modelo de ciudad ideal que plantea Tomás Moro (1478-1535), canciller de Inglaterra con Enrique VIII y que, por no doblegarse a los deseos del rey, fue decapitado. Es una de las obras más trascendentales de la historia de la literatura en la que Tomás Moro retrata cómo debería ser el Estado perfecto.

Paradójicamente, Utopía es una isla compuesta por cincuenta y cuatro ciudades-estado en donde todo está planificado para una convivencia humana organizada racionalmente. No existe propiedad privada y todos, tanto hombres como mujeres, trabajan para todos.

Vivienda, agricultura, política o distribución del trabajo y el asueto están debidamente organizados. Se vive en un ambiente de libertad, de tolerancia, incluso religiosa, donde la violencia está desterrada. Su ideal de vida es el pacifismo y su moral hedonista.

Moro está muy influenciado por La República de Platón y a su vez, él, será fuente de inspiración para que el filósofo Tommaso Campanella (1568-1639) escribiera la Ciudad del Sol o Francis Bacon (1561-1626) la Nueva Atlántida, obras en las que ambos ofrecen una concepción de ciudad ideal. La influencia de Moro está muy presente en pensadores de los siglos XVIII y XIX y entre ellos, en Carlos Marx.

Utopía, palabra inventada por Moro, significa “en algún lugar no existente” (u-topos). El estado perfecto solo existe en ese lugar utópico dominado por la razón natural y al que ni tan siquiera hubieran llegado los principios emanados del cristiano, según decía su autor.

La obra fue expurgada por la Inquisición. Indudablemente, Moro plantea una utopía inalcanzable, atrevida pero ilusionante: atrevida frente a la avaricia, el mangoneo de unos, la mentira, el interés por el beneficio propio y en contra del bien común de la mayoría.

Si a alguien le interesa conocer el perfil de este político, abogado y filósofo, le recomiendo ver la película Un hombre para la eternidad, en la que se dibuja un buen retrato de este pensador. La película, muy bien ambientada, no defraudará si consiguen ir más allá de los oropeles y las intrigas palaciegas; mucho menos defrauda la lectura de su magnífica obra. Un solo pensamiento como broche final: era un humanista de talla, una persona íntegra moralmente, comprometido con la verdad.

Pero como las ilusiones son las únicas golondrinas que vuelan libremente por nuestro cielo mental, no es de recibo tirotearlas con cartuchos de pesimismo o tristeza negadora y, por eso, voy a confeccionar una lista de peticiones. Son ideales para compartir con los demás: respeto, honradez, empatía, solidaridad, tolerancia, capacidad para con-partir, para ayudar... Esos serían algunos de los deseos que me gustaría cultivar.

Soñemos con ser lo suficientemente inteligentes como para desarrollar esas capacidades que nos permitan convivir con los demás, prestando especial atención a sus inquietudes, sentimientos, necesidades y, si es posible, derrochando empatía. Convivir es ser capaz de ponerse en la piel de los demás, tolerar, aceptar sin pretender moldear a nuestro antojo.

Ser capaces de respetar practicando una escucha activa, proponer antes que imponer en pro de soluciones a problemas comunes. Ello implica respetar los derechos de los otros y ser capaces de trabajar por el consenso.

Desterrar la violencia –ya sea física, psíquica, o ideológica– sería uno de los primeros escalones que subir en esta escalera para conseguir la armonía con uno mismo y con los otros. Y todo lo dicho no es una carta a los mercantilizados Reyes Magos, ni a Santa Claus, San Nicolás, Papá Nöel o a amigos invisibles que, instaurados en las flamantes catedrales de los centros comerciales, nos venden la luna y nos incitan a un consumismo desaforado –y en muchos casos superfluo– pero que despierta sensiblería y papanatismo en los paganos –los que pagan– que actuamos como marionetas manejadas por la enredante publicidad.

Los Reyes Magos han sido, hasta ahora, el universo imaginario de un mundo circundante que bien podríamos llamar pre-aldea global. Anclados en costumbres religioso-sociales, aun nos hacen vibrar a pequeños y mayores y eso está bien para no perder identidad cultural. El problema surge cuando derrochadoramente nos sumamos a todos los iconos festeros y de todos queremos recibir algo.

Es claro que cualquiera de estos personajes, ya sean autóctonos o importados, crean un gran revuelo. La ilusión en los más pequeños que, nerviosos y al grito de ¡me lo pido! esperan regalos, es contagiosa. Por su parte, los deseos de los mayores se ven bombardeados por las posibilidades económicas, porque la ilusión de todos los días es poder sobrevivir sorteando los impedimentos que nos pone delante la bandeja del día a día.

Volviendo a los planteamientos iniciales, tendremos que enfrentarnos al desafío de ser buenas personas. ¡Ojo! Ser solo bueno consigo mismo sería un solipsismo egoísta y poco rentable que no conduce a nada, porque hasta los espejos que reflejan nuestro empalagoso ego se llenan de vaho y deslucen la imagen.

En las blanquecinas paredes, frías sabanas mañaneras que envuelven un Llanete de la Cruz imaginario, buscaremos la recacha, ese lugar caldeado por un tímido sol, para calentarnos compartiendo esperanzas, ilusiones, emociones, alegrías mezcladas con algún dejo de añoranza, y quizás de amarga desilusión, porque por la angosta ventana de las estrecheces de miras ideológicas, religiosas o sociales no penetran las estrellas de la Utopía. ¡Suerte y al toro!

PEPE CANTILLO

21 de abril de 2022

  • 21.4.22
Hace ahora once años envié una carta a uno de los periódicos del grupo Andalucía Digital, Montilla Digital, con motivo del Día Internacional del Libro. Ha transcurrido más de una década desde entonces y aquel primer periódico digital fue creciendo hasta sumar un racimo de cabeceras que se aglutinan bajo el nombre de Andalucía Digital, cada una de ellas con su identidad propia. Y hoy he querido tener la osadía de volver a retomar aquellas líneas para saludar al conjunto de lectores y a las firmas participantes de cada periódico.


Con el mes de abril entra oficialmente la primavera. Dicho mes nos ofrece dos fechas dedicadas a recordarnos la importancia que tiene la lectura para pequeños y mayores. Existe un Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se celebra cada año el día 2. Y el 23 está dedicado al Día Internacional del Libro, otra cita para atraer la atención de las personas mayores y resaltar la importancia que tiene la lectura.

Respetados articulistas y lectores de Andalucía Digital: cada 23 de abril celebramos el Día del Libro coincidiendo con las muertes en 1616 de Cervantes, Shakespeare (según el calendario juliano vigente en Inglaterra muere el 23, y según el gregoriano, el 3 de mayo) y El Inca Garcilaso de la Vega, que vivió en la calle Capitán Alonso de Vargas de Montilla.

Esta fecha fue escogida en 1995 por la UNESCO para rendir homenaje mundial al libro y a sus autores y para animar a todos a descubrir el placer de la lectura. Una curiosidad: en Cataluña, la celebración data de 1926, hasta que pasó al 23 de abril en 1930, día de san Jordi (Jorge). Es costumbre regalar una rosa. Hechas las presentaciones, paso al verdadero motivo de esta misiva.

Hoy me gustaría regalar una rosa amarilla para cada uno de los articulistas. Amarilla porque viene a representar la inteligencia, la energía, la originalidad, la alegría, a veces la nostalgia, la riqueza de opiniones, que cada uno de vosotros derrocháis en esas líneas que nos regaláis, porque con ellas estimuláis nuestra actividad mental; con vuestra rica erudición nos potenciáis la capacidad de reflexión y, de cuando en cuando, como por arte de magia, desencadenáis en nuestro cerebro un efecto agridulce unas veces, otras es tan intenso el relato que suscita una impresión perturbadora e inquietante en nuestra facultad de pensar.

El color amarillo hace que nuestra atención se centre en el producto que nos ofrecéis, artimaña de publicistas, y entremos en ardor intelectual con el agradable calorcillo que emana al leer vuestra página. Gracias por el esfuerzo que hacéis, el cual viene a rellenar un momento de nuestra vida.

También para los lectores ofrezco una rosa roja, intensa en este caso. Escarlata por la pasión (sin con-pasión no vale nada), el alma, la creatividad, el buen hacer que cada cual depositamos en las hojas virtuales de este libro compartido, cuando elaboramos nuestras apostillas (“acotación que comenta, interpreta o completa un texto”). Bien es verdad que, a veces, la crítica sube de tono intenso, rojo vivo (bermellón), el nivel emocional hasta el punto de poner en dificultad la capacidad de entendernos.

Rosa roja para enaltecer el valor y coraje con el que se defiende cada opinión personal. Consideraciones unas veces llenas de sensibilidad y sensualidad, que con mente abierta nos hacen acercarnos a los relatos y provocarnos una fuerte sacudida de placer estético.

Otras veces con energía, vigor y no sin cierto grado de fuerza, el artículo –o, lo que es igual, su autor– suscita en nuestra mente una actitud crítica para con las líneas que acabamos de leer. El adulto que llevamos dentro se pone en alerta.

El color taheño (rojo) que estimula en nosotros una llamada a la precaución para no pasarnos de rosca y herir innecesariamente a otro comentarista con el que no estamos de acuerdo. Color sanguíneo impulsivo que posiblemente nos haga verter cierto grado de ira o malicia ante un determinado tertuliano.

Para Andalucía Digital envío una rosa blanca, porque níveas y llenas de luz son las hojas virtuales que nos brinda cada día, para plasmar nuestro pensamiento. Son pergaminos perfectos donde grabar conceptos llenos de sentimientos, de recuerdos, de declaración de intenciones, de opiniones más o menos acertadas (¿afortunadas?) o provocativas.

Los digitales son amplios escenarios virtuales de color blanco nieve “que corresponde al de la luz solar aun no descompuesta en los diversos colores del espectro” que serán después pintados por escribidores y lectores.

Son láminas virtuales donde litigamos con la palabra a veces clara, a veces algo túrbida y lacerante, a veces romántica o benevolente. Pero siempre el verbo alanceando el caparazón de la virtualidad para poder llegar al corazón de los lectores. ¡La palabra…, clave de entendimiento!

Amarillo, rojo y blanco; rojo, blanco y amarillo, tanto monta…, se funden en un ramo, y se enlazan en una sonata de sensaciones provocada por la fusión de los colores, invitándonos a leer las rebosantes páginas virtuales de las que somos autores y responsables, cronistas y lectores.

Articulistas y lectores de Andalucía Digital formamos una comunidad virtual de lectura. Vamos perfilando un libro en el que los autores, con sus exposiciones reflexivas unas, poéticas y llenas de magia otras, de repaso a la realidad circundante o relatos de libre imaginación, crean un mundo de pura sensibilidad.

Parte de las hojas de ese libro están completadas por los juicios que hacemos todos los que leemos Andalucía Digital. Juicios finos y llenos de sentimientos cordiales unos; comentarios de artículos otros que, por haber despertado nuestra dormida sensibilidad, provocan consideraciones críticas con el contenido de la columna y en los que damos razones de nuestra postura.

Consideraciones en las que, a veces, sacamos las uñas porque no compartimos las ideas expuestas; dicterios en los que sin mala intención, hagamos alguna alusión en tono despectivo. Quiero suponer que actuamos sin ánimo de ofender a la persona contra la que dimos el parecer. Y si en algún momento nuestro teclado se convirtió en cómplice, para plasmar una chanza desdeñosa, deberíamos ayudarle a eliminar dicha chirigota en pro de un piropo de sonrosada simpatía.

Lentamente las rosas se abren en una olorosa exhalación de profusa creatividad. Quiero animar a todos a leer, leer y leer: artículos, libros del género que sea, periódicos… La lectura nos abre puertas, ejercita la memoria, la imaginación y la sensibilidad a la par que aumenta el conocimiento…

Por la lectura se aprenden valores, normas y pautas de comportamiento y se interiorizan sentimientos. En definitiva, leer es estar informado y la información es poder. Para los que ya somos mayorcitos, la lectura es clave para el mantenimiento de las funciones cognitivas. Quien lee, vive.

¡A veces llegan cartas…! Mi intención con esta misiva es de agradecimiento a todos los participantes (escribidores y lectores) y a Andalucía Digital, que nos pone en contacto. La lectura da cultura…, nos abre un horizonte que va más allá de la raquítica realidad que nos rodea.

Desde El Llanete de la Cruz, un saludo y mi agradecimiento. Primero, a los lectores, porque sin ellos carecería de sentido todo lo dicho; después, al esfuerzo de los articulistas que llenan el espacio con palabras cargadas de variados sentimientos y colores; y, finalmente, al trabajo de quienes dan vida día a día a Andalucía Digital.

PEPE CANTILLO

7 de abril de 2022

  • 7.4.22
Dicen que “se conoce a la pareja en el divorcio; a los hermanos, en la herencia; a los hijos, en la vejez y a los amigos, en las dificultades". Y añado yo: "y a los imbéciles, en el día a día". Frases, unas agrias, acidas, hirientes, mordaces, ofensivas o agresivas y otras reales. De todas las citadas solo me ocuparé de algunas de ellas.


Estas lacónicas referencias al modo de actuar de cada uno de nosotros son llamativas y creo que explicitan bastante bien cómo podemos ser o mejor, cómo somos cada cual según el comportamiento que frente a los demás manifestamos en nuestro diario deambular por la vida. Doy un breve repaso por algunos de ellos.

“Se conoce a los hermanos en la herencia y a los hijos, en la vejez”. Vamos por partes. Muchos hijos se pelean por la herencia de sus padres, pero ninguno, por lo general, se pelea para cuidarlos cuando están enfermos. Digámoslo de otra manera más fina y elegante: cada uno buscará una razón lo más poderosa posible para evadirse de dichas circunstancias. En última instancia dirán que ellos también tienen su vida.

¿Tan mal veo el asunto? El tema es bastante agrio, áspero y, desde luego, desabrido. La etapa vírica ha dado algunos ejemplos dejando que la ¿obligada? soledad invadiera el convivir. De entrada, cualquiera de los herederos tiene su punto de vista y arguye sus razones ante tal comportamiento. Mientras tanto, la clausura cubre de telarañas la compañía. Paso al repartimiento que aparece como más evidente.

Entendemos por herencia al “conjunto de bienes, derechos y obligaciones que, al morir alguien, son transmisibles a sus herederos o a sus legatarios”. En el tema de herencia el refranero es abundante. “Si quieres con tu familia reñir, echa algo a repartir”. El origen de este refrán es posible que sea tan antiguo como los humanos. ¿Exagero? Puede ser.

Otros refranes que dejan claro el tema. “Quien a heredar aspira, larga soga estira”. Da a entender que la herencia es motivo de riña y descontento entre hermanos. “Al heredar con un ojo reír y con otro llorar”. “Las lágrimas de quien hereda, son risas encubiertas”. Recibir herencia de un familiar, de los padres, es algo que se espera y puede satisfacer tanto deseos como esperanzas. ¿Alegrías? A veces sí, otras no. Como dice el refrán, reír y llorar pueden ir juntos. ¿Llanto por la pérdida del ser querido? Sería lo normal.

Cuando decimos que alguien “derrama lágrimas de cocodrilo” nos referimos a que finge dolor o tristeza. Se dice que Plutarco comparó a alguien que lloraba por haber matado a otra persona con los cocodrilos, que lloran mientras se comen la presa. Aunque, en realidad, el cocodrilo no llora: solo se le escurre el agua por la cabeza.

Es cierto que entre hermanos siempre hay alguno más pendenciero y más egoísta. Es “propenso a riñas o pendencias” o, si suena mejor, le llamaremos "quisquilloso" a la hora de ver la situación hereditaria. El desacuerdo ya lo citan los diversos refranes.

Como el asunto se juega a dos partes, dejemos una referencia a quien repartió los bienes que se van a heredar –por lo normal, los padres–. El refrán tampoco los exime demasiado. “El que deja una herencia, deja pendencia” (“contienda, riña de palabras o de obras”). Las razones, en este caso, van a favor o en contra de uno u otro miembro de la familia. Las leyes eran concretas dando prioridad a la primogenitura (“dignidad, prerrogativa o derecho del primogénito”), cuestión que se transformó durante el siglo XIX.

Quisiera terminar este supuesto embrollo –es decir, esta “situación embarazosa, conflicto del cual no se sabe cómo salir”– y, para ello, solo se me ocurre una frase lapidaria cargada de integridad moral: “Ninguna herencia es tan rica como la honestidad”. El carnet de identidad de una persona moral está en sus acciones, no en sus palabras.

La voz "herencia" es bastante amplia y hace referencia a distintas manifestaciones que cada sujeto puede haber recibido de sus mayores. En sentido amplio, “recibir rasgos o caracteres de los progenitores” es una forma de herencia que llamaremos, como mínimo, "biológica" o, si lo prefieren, "psicobiológica", ya que de los padres recibimos características tanto físicas como psicológicas.

Una de las definiciones de herencia que ofrece el diccionario y, personalmente me gusta, es la siguiente: “rasgo o rasgos morales, científicos, ideológicos, etc., que, habiendo caracterizado a alguien, continúan advirtiéndose en sus descendientes o continuadores”. Al decantarme por esta explicación no estoy despreciando la herencia material.

Otra frase dice que "se conoce a los amigos en las dificultades". Finalizo estas líneas con el sabor de fondo de la amistad, uno de los valores que más enaltecen a la persona.

Decir “amigo” es derramar sonrisas entretejidas con la dulzura del trato; decir “amigo” es dilucidar en un alarde de comprensión sobre lo humano y lo divino sin masacrar el pensamiento del otro; decir “amigo” es compartir confidencias que serán guardadas en el cofre del olvido consciente para no traicionar la confianza; decir “amigo” es pedir ayuda en momentos difíciles o simplemente especiales. He dicho "pedir" cuando, la verdad, es que el amigo está a las que “caen”, sin necesidad de pedirle nada.

¡Qué digo! El amigo sabe cuándo y cómo ofrecer su persona para que el momento crítico del amigo, sea del amargor que sea, pueda compartirse entre ambos. Decir “amigo” es acompañarse en la alegría y en el dolor que mancha la cama de un hospital, abriendo un agujero a la cita con la muerte; decir “amigo” es exclamar: “compañero, ¿dónde estás? Acércame tu mano”.

El amigo nos quiere tal como somos, lo cual no quita que, ante posibles errores, intente ayudarnos a corregirlos partiendo de una aceptación personal. Quien no reconoce sus posibles fallos no los eliminará. “La valía de la amistad reside en valorar al amigo sin sacrificarlo ni por las ideas, ni a las ideas por el amigo”.

Porque la amistad es una flor regenerada día a día por el roce que emana empapado de cariño. La amistad se abre al sol cada mañana y cuando se va de este mundo rebrota desde las cenizas de los recuerdos. Una persona buena hace el bien porque le germina desde lo profundo del corazón, porque desea repartir cariño y sembrar bondad.

“Quien tiene un amigo tiene un tesoro”, dice el refrán. Personas conocidas, cercanas… podemos tener muchas y buenas, pero cuando nos referimos a auténticos amigos el número disminuye hasta el punto que se pueden contar con los dedos de una mano y nos sobran dedos. Ciertamente hay que estar abiertos y dispuestos para cultivar una amistad.

Cierro estas líneas con un recuerdo especial a Tomás, una persona buena que perdimos hace ya casi un año. A ambos nos unió el vínculo de la amistad que pervivirá en el recuerdo hasta la eternidad.

PEPE CANTILLO

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