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Pepe Cantillo | Animalismo (3)

Las especies invasoras han ocasionado un problema medioambiental sin precedentes y, desde luego, la mayoría de ciudadanos no nos hemos percatado de ello. Dominan el hábitat y, poco a poco, terminan con las especies autóctonas. Ese es el gran peligro: animales okupas.


Cuando nos referimos a animales invasores hemos de tener en cuenta que suelen ser dañinos para el entorno en el que se han aposentado y peligrosos para las especies autóctonas oriundas de tales territorios. Según datos oficiales, la lista de dichos invasores ha aumentado de forma considerable.

Animalitos que son perniciosos y destructores y que, en poco tiempo, dominan tanto a la fauna autóctona como al medio ambiente. En la actualidad, el número de invasores supera las 300 especies y aunque la ley prohíba la entrada de determinados ejemplares, no siempre se puede controlar. Gran problema: están afectando a la biodiversidad mundial.

¿Cómo entran en territorio ajeno? La mayoría, por no decir casi todos, como llamativas y curiosas mascotas que, con el tiempo, serán abandonadas (soltadas) por sus dueños, cansados de tenerlas. Del amplio número de especies dañinas citaré algunos ejemplares como botón de muestra. Empiezo el recorrido por los más conocidos y, visto lo visto, por aquellos que han molestado más en todos los sentidos, incluida la tranquilidad de los humanos.

Cotorra argentina y cotorra de Kramer

Ambas son curiosas por sus llamativos colores y, aunque no suelen ser muy amigables, tampoco dan la “espantá”, razones suficientes para despertar la curiosidad de grandes y pequeños. Son escandalosas y folloneras, amén de producir abundante suciedad, lo que provocó su pronta puesta en libertad, adaptándose con facilidad a un hábitat que les agradaba. Hasta han dado pie al dicho “hablas más que una cotorra”.

En 2016 se calcula que había 27.000 cotorras y unos 3.000 ejemplares de Kramer, la mayoría en Andalucía, Madrid y Valencia. Se concentraron en zonas de abundante arboleda y temperatura agradable. Dicen que la Kramer aparece en Reino Unido en 1850 y, desde ahí, conquista el resto de Europa.

Ambas cotorras afectan a otras especies autóctonas, dañan la vegetación y la agricultura; también son transmisoras de enfermedades. Están absolutamente prohibidas después de la limpieza que se ha realizado de este tipo de aves.

Un dato importante y cercano a nosotros: cuando ganaron la libertad, se calcula que había unos 165 millones de gorriones, de los cuales se han cargado, en una década, más de un 7 por ciento. Desde que las eliminaron de Valencia, han vuelto a verse algunos gorriones. En mi barrio tenemos mal recuerdo de ellas y aun vemos pocos gorriones. En Madrid se han eliminado más de 2.000 ejemplares.

Mosquito tigre

Estamos ante un animal tan pequeño que se hace difícil de detectar. Casi no se le ve, no pesa nada, no hace un zumbido sobre tu cabeza cuando ya estás a punto de dormirte como ocurría con el mosquito trompetero. Es el rey de los humedales cargados de hierba: el calor le ayuda para, rápido, acudir al olor del visitante que solo se entera después de ser picado.

Es un insecto que vino para quedarse. Hace dos sábados saltó a las noticias y dieron algunas información sobre su aposentamiento en partes de Valencia con su dañina presencia. ¿Por qué es una plaga? Como detalle importante, cuando aparece en 2004 se prohibió fumigar y se ha expandido alegremente. Por supuesto, no tiene enemigos. En un santiamén (una hora) pueden regalar de 30 a 40 picaduras a humanos, animales domésticos y silvestres y están terminando con los mosquitos nativos.

Sus picaduras son “duras” de aguantar, allá donde huele un trozo de humano (pequeño o mayor) sin que te enteres, pica, chupa sangre y te deja un escozor con un dilema fuerte: si te rascas, aun pica más; caso contrario, hay que tener sangre fría para no rascarse. De los artículos que venden para suavizar el picor, muchos de ellos no resuelven nada. Por si fuera poco, el mosquito tigre no actúa exclusivamente de noche, de modo que podría decirse que no descansa.

Proviene de Asia. Es un potencial portador de enfermedades parasitarias como la fiebre amarilla o el dengue. Llega a nosotros en barcos de transporte de mercancías y en contenedores con agua. Empezó a poblar el Mediterráneo a partir de 2004 aunque ya hacía turismo en 1979.

Tortuga de Florida

Aparece en España como mascota en la última década del siglo pasado llegando a ser muy popular. Después de un tiempo será abandonada en el ecosistema por sus dueños, que se han cansado de ella o se escapa buscando en qué entretenerse. Ya suelta es bastante agresiva y se reproduce con facilidad, por lo que el aumento de ejemplares es considerable. Primer problema: desplaza totalmente a las nativas que están en franca decadencia.

Actualmente está prohibida su comercialización, enfrentándose a fuertes sanciones económicas quien la venda o la tenga. El primer afectado será la tortuga autóctona (galápago), que se rinde ante el agresor que domina los mejores lugares. Su introducción tuvo como consecuencia el desplazamiento del resto de tortugas autóctonas debido a que el invasor estaba acostumbrado a competir con otras especies.

Rana toro

Está considerada una de las especies invasoras más temibles del planeta. Por lo general, todas las especies foráneas suelen ser peligrosas. Aparece en el delta del Ebro en 2008. Procede del norte de América. Si la comparamos con la especie autóctona, se entiende bien el problema y el peligro que supone. La rana autóctona mide entre 8 y 15 centímetros, mientras que la invasora suele medir de 10 a 20 centímetros y llega a pesar entre 60 y 900 gramos, según ejemplares.

Viven en agua dulce y es bastante peligrosa. Como curiosidad, fue transportada a Méjico como alimento y, rápidamente, se extendió por el resto de América y por Europa. Es una de las especies invasoras más agresivas, por lo que no tiene enemigos a la vista. ¿Cómo llega al Ebro? Se le ha podido escapar a alguien (¿?). No obstante, parece que fue soltada con toda intención.

Esta rana se come cualquier cosa que pueda meterse en la boca, incluidos pequeños roedores, pájaros y, por supuesto, ranas autóctonas. Es un verdadero metiche. Puede saltar hasta dos metros. Vive un promedio entre 6 y 10 años, aunque cautiva llega a 16 años. Se llama "toro" de apellido porque el ruido que emite se parece mucho al de una vaca.

Siluro

Es un pez que llega a pesar más de 100 kilos y a medir cerca de 2 metros. Es un peligro grave para el resto de fauna y flora. Originario de los ríos centroeuropeos, fue soltado en el embalse de Mequinenza (Zaragoza) en 1974 por pescadores alemanes. Con él llegó la barbarie para el resto de fauna acuática. En el Ebro se ha convertido en un castigo para cualquier ser vivo. En un pantano es todo para él. Por ley se debe matar a todos los que se capturen.

Como curiosidad cercana dejo dos citas. Los ríos españoles acogen más de 300 especies invasoras. El Guadalquivir tiene más peces exóticos que autóctonos. Entre ellos destaca el siluro que, además, ya amenaza Doñana, puesto que no le quedan vecinos para su capacidad destructiva.

Cangrejo rojo

De todos los animales foráneos mencionados, este crustáceo rojo tiene una gran importancia en este caso para la economía de una zona del país relacionada con la cría de este bichejo, además del impacto que causa sobre otras especies.

En 2016 se prohíbe su comercialización por sentencia del Tribunal Supremo, lo que causa un serio problema en Isla Mayor (Sevilla) porque se cargaba la economía del municipio basada en la cría de este animal. Pleiteando, el Gobierno andaluz consigue esquivar la sanción al proponer un plan de control. Las consecuencias negativas están presentes, porque no solo vive en Isla Mayor. Ríos, arroyos, lagunas, marismas y cualquier charco de agua están al alcance de este cangrejo. Las consecuencias negativas ya han dejado un serio problema en las zonas donde ha llegado a establecerse.

PEPE CANTILLO
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