La iglesia del Monasterio de Santa Clara acoge este viernes, a partir de las 19.30 de la tarde, la presentación del libro El desaparecido convento franciscano de San Lorenzo de Montilla, obra de la historiadora montillana Elena Bellido Vela que ha sido editada por la Diputación de Córdoba.
El acto, que contará con la intervención del académico e investigador castreño Juan Aranda Doncel, permitirá conocer los entresijos de un enclave que, pese a su desaparición, sigue latiendo en la memoria colectiva de la ciudad, al estar íntimamente vinculado a la figura de su patrón, san Francisco Solano.
La investigación que se presenta este viernes es fruto de una trayectoria larga, rigurosa y tenaz que Elena Bellido ha marcado desde hace años con un compromiso constante hacia el patrimonio montillano. En ese sentido, su tesis sobre el antiguo convento franciscano de San Lorenzo, calificada con Sobresaliente Cum Laude por unanimidad, fue el origen de esta obra que ahora ve la luz en formato editorial gracias al apoyo de la Diputación.
La presentación de este libro coincide con un momento significativo en la carrera de su autora. La reciente designación de Elena Bellido como académica correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba ha reforzado una vida profesional marcada por la investigación minuciosa, la gestión cultural y un firme apego a las raíces de Montilla.
Doctora en Historia por la Universidad de Córdoba, licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla y formada con dos másteres —uno en Representación y Diseño en Ingeniería y Arquitectura y otro en Mediación y Gestión del Patrimonio Cultural en Europa—, Elena Bellido ha tejido un perfil académico sólido. De igual modo, ha sumado numerosos cursos de especialización en Historia del Arte, Museología y Gestión Patrimonial, siempre acompañados de una labor práctica continua en archivos, museos y bibliotecas.
Desde noviembre de 2019 dirige la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, una de las instituciones bibliográficas más singulares del país, dedicada a custodiar y difundir un fondo excepcional de libros antiguos y documentos históricos, reunidos durante más de medio siglo por el bibliófilo montillano Manuel Ruiz Luque.
Al frente de la fundación, que tiene su sede en la segunda planta de la Casa de las Aguas, Elena Bellido ha impulsado la divulgación y la celebración de exposiciones, publicaciones y actividades que han proyectado el valor de los fondos de la Biblioteca Manuel Ruiz Luque más allá del ámbito estrictamente local.
Pero su implicación con la cultura no empezó ahí. Antes de asumir la dirección de la Fundación, trabajó durante más de una década en el Ayuntamiento de Montilla, donde elaboró el plan museológico del Museo Garnelo y desempeñó funciones técnicas en los museos locales. También ha participado en numerosas tareas de catalogación de bienes patrimoniales y de asesoramiento histórico.
A este recorrido se suman tres libros —el más reciente, el que se presenta este viernes en Santa Clara—, decenas de artículos y numerosas ponencias sobre franciscanismo, imaginería, historia del arte y patrimonio. En sus intervenciones, la investigadora suele recordar que cuidar el legado heredado exige “mirada larga y manos pacientes”, una frase que ha terminado por convertirse en el eco de su trabajo.
El acto de presentación correrá a cargo de Juan Aranda Doncel, historiador de referencia en Córdoba y uno de los investigadores más prolíficos sobre la Edad Moderna, las órdenes religiosas y la religiosidad popular. Natural de Castro del Río y académico numerario de la Real Academia de Córdoba desde 1976, Aranda Doncel ha construido una obra inmensa que supera los cuarenta libros y doscientos estudios especializados.
Su presencia en congresos internacionales dedicados al mundo morisco, su dirección en encuentros académicos sobre hermandades y devociones y su papel como cronista oficial de su localidad han convertido su figura en una referencia obligada para quienes estudian la historia religiosa y social de Andalucía.
Entre sus trabajos más conocidos destacan La Universidad Libre de Córdoba (1870-1874), Historia de Córdoba. La época moderna (1517-1808), Los moriscos en tierras de Córdoba, Un señorío andaluz durante la Edad Moderna: Villafranca de Córdoba (1549-1808) o Andalucía Monumental. Además, ha firmado numerosas monografías sobre hermandades y devociones cordobesas, y ha profundizado en el estudio de órdenes religiosas como los carmelitas descalzos, jerónimos, franciscanos, dominicos o mercedarios. Su intervención en Montilla aportará, por tanto, una mirada experta y amplia para contextualizar el valor histórico del antiguo cenobio de San Lorenzo.
La obra de Elena Bellido se adentra en un espacio que, aunque casi desaparecido, mantiene una fuerza simbólica intensa. El convento de San Lorenzo, fundado por los franciscanos a principios del siglo XVI en la Huerta del Adalid, fuera de las murallas y en dirección a Espejo, fue hogar de san Francisco Solano entre 1569 y 1579.
“Hace unos años vino un fraile misionero franciscano que no quiso regresar a América sin una reliquia del patrón”, recuerda la autora, quien relata cómo aquel religioso raspó uno de los cimientos del Arco de San Lorenzo para llevarse un fragmento del lugar donde vivió el Taumaturgo del Nuevo Mundo.
El enclave, de propiedad municipal desde 2006, se encuentra en estado ruinoso desde el siglo XVIII. A ello se suman los graves expolios sufridos en 1999 y 2005, que mutilaron elementos esenciales del Arco de San Lorenzo. El último de ellos, ocurrido hace veinte años, arrancó un gran sillar con la talla de un ángel que sostenía una guirnalda floral, pieza que aún no ha sido recuperada. También desapareció el capitalillo que coronaba las medias balaustradas decoradas con motivos alusivos a la Pasión de Jesucristo, un conjunto único que subrayaba la riqueza simbólica del monumento.
Desde entonces, el Ayuntamiento de Montilla y el inactivo Consejo Asesor de Patrimonio Histórico han sostenido reiteradamente la necesidad de intervenir para conservar aquello que todavía puede salvarse. En su momento incluso se planteó trasladar la portada a un lugar más accesible del casco urbano, aunque un informe de la Junta de Andalucía desaconsejó ese cambio.
En este contexto, la publicación de este libro se enmarca como un acto de reparación moral hacia un espacio que forma parte de la memoria montillana. Y lo hace, además, de la mano de una investigadora que ha dedicado años a recomponer su historia y a reconstruir su imagen.
El acto, que contará con la intervención del académico e investigador castreño Juan Aranda Doncel, permitirá conocer los entresijos de un enclave que, pese a su desaparición, sigue latiendo en la memoria colectiva de la ciudad, al estar íntimamente vinculado a la figura de su patrón, san Francisco Solano.
La investigación que se presenta este viernes es fruto de una trayectoria larga, rigurosa y tenaz que Elena Bellido ha marcado desde hace años con un compromiso constante hacia el patrimonio montillano. En ese sentido, su tesis sobre el antiguo convento franciscano de San Lorenzo, calificada con Sobresaliente Cum Laude por unanimidad, fue el origen de esta obra que ahora ve la luz en formato editorial gracias al apoyo de la Diputación.
La presentación de este libro coincide con un momento significativo en la carrera de su autora. La reciente designación de Elena Bellido como académica correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba ha reforzado una vida profesional marcada por la investigación minuciosa, la gestión cultural y un firme apego a las raíces de Montilla.
Doctora en Historia por la Universidad de Córdoba, licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla y formada con dos másteres —uno en Representación y Diseño en Ingeniería y Arquitectura y otro en Mediación y Gestión del Patrimonio Cultural en Europa—, Elena Bellido ha tejido un perfil académico sólido. De igual modo, ha sumado numerosos cursos de especialización en Historia del Arte, Museología y Gestión Patrimonial, siempre acompañados de una labor práctica continua en archivos, museos y bibliotecas.
Desde noviembre de 2019 dirige la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, una de las instituciones bibliográficas más singulares del país, dedicada a custodiar y difundir un fondo excepcional de libros antiguos y documentos históricos, reunidos durante más de medio siglo por el bibliófilo montillano Manuel Ruiz Luque.
Al frente de la fundación, que tiene su sede en la segunda planta de la Casa de las Aguas, Elena Bellido ha impulsado la divulgación y la celebración de exposiciones, publicaciones y actividades que han proyectado el valor de los fondos de la Biblioteca Manuel Ruiz Luque más allá del ámbito estrictamente local.
Pero su implicación con la cultura no empezó ahí. Antes de asumir la dirección de la Fundación, trabajó durante más de una década en el Ayuntamiento de Montilla, donde elaboró el plan museológico del Museo Garnelo y desempeñó funciones técnicas en los museos locales. También ha participado en numerosas tareas de catalogación de bienes patrimoniales y de asesoramiento histórico.
A este recorrido se suman tres libros —el más reciente, el que se presenta este viernes en Santa Clara—, decenas de artículos y numerosas ponencias sobre franciscanismo, imaginería, historia del arte y patrimonio. En sus intervenciones, la investigadora suele recordar que cuidar el legado heredado exige “mirada larga y manos pacientes”, una frase que ha terminado por convertirse en el eco de su trabajo.
El acto de presentación correrá a cargo de Juan Aranda Doncel, historiador de referencia en Córdoba y uno de los investigadores más prolíficos sobre la Edad Moderna, las órdenes religiosas y la religiosidad popular. Natural de Castro del Río y académico numerario de la Real Academia de Córdoba desde 1976, Aranda Doncel ha construido una obra inmensa que supera los cuarenta libros y doscientos estudios especializados.
Su presencia en congresos internacionales dedicados al mundo morisco, su dirección en encuentros académicos sobre hermandades y devociones y su papel como cronista oficial de su localidad han convertido su figura en una referencia obligada para quienes estudian la historia religiosa y social de Andalucía.
Entre sus trabajos más conocidos destacan La Universidad Libre de Córdoba (1870-1874), Historia de Córdoba. La época moderna (1517-1808), Los moriscos en tierras de Córdoba, Un señorío andaluz durante la Edad Moderna: Villafranca de Córdoba (1549-1808) o Andalucía Monumental. Además, ha firmado numerosas monografías sobre hermandades y devociones cordobesas, y ha profundizado en el estudio de órdenes religiosas como los carmelitas descalzos, jerónimos, franciscanos, dominicos o mercedarios. Su intervención en Montilla aportará, por tanto, una mirada experta y amplia para contextualizar el valor histórico del antiguo cenobio de San Lorenzo.
Un enclave vinculado al 'Mejor de los montillanos'
La obra de Elena Bellido se adentra en un espacio que, aunque casi desaparecido, mantiene una fuerza simbólica intensa. El convento de San Lorenzo, fundado por los franciscanos a principios del siglo XVI en la Huerta del Adalid, fuera de las murallas y en dirección a Espejo, fue hogar de san Francisco Solano entre 1569 y 1579.
“Hace unos años vino un fraile misionero franciscano que no quiso regresar a América sin una reliquia del patrón”, recuerda la autora, quien relata cómo aquel religioso raspó uno de los cimientos del Arco de San Lorenzo para llevarse un fragmento del lugar donde vivió el Taumaturgo del Nuevo Mundo.
El enclave, de propiedad municipal desde 2006, se encuentra en estado ruinoso desde el siglo XVIII. A ello se suman los graves expolios sufridos en 1999 y 2005, que mutilaron elementos esenciales del Arco de San Lorenzo. El último de ellos, ocurrido hace veinte años, arrancó un gran sillar con la talla de un ángel que sostenía una guirnalda floral, pieza que aún no ha sido recuperada. También desapareció el capitalillo que coronaba las medias balaustradas decoradas con motivos alusivos a la Pasión de Jesucristo, un conjunto único que subrayaba la riqueza simbólica del monumento.
Desde entonces, el Ayuntamiento de Montilla y el inactivo Consejo Asesor de Patrimonio Histórico han sostenido reiteradamente la necesidad de intervenir para conservar aquello que todavía puede salvarse. En su momento incluso se planteó trasladar la portada a un lugar más accesible del casco urbano, aunque un informe de la Junta de Andalucía desaconsejó ese cambio.
En este contexto, la publicación de este libro se enmarca como un acto de reparación moral hacia un espacio que forma parte de la memoria montillana. Y lo hace, además, de la mano de una investigadora que ha dedicado años a recomponer su historia y a reconstruir su imagen.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR















































