El actor y director montillano Rafael Contreras Raya ha fallecido esta tarde en su domicilio de la pedanía valenciana de Benimámet a los 72 años de edad, dejando tras de sí una extensa trayectoria artística marcada por su pasión por el teatro, el doblaje y la interpretación. Su voz, inconfundible para muchos espectadores valencianos, acompañó durante décadas a algunos de los personajes más emblemáticos del cine y la televisión.
Nacido en Montilla en el mes de noviembre de 1952, Rafael Contreras se licenció en 1976 en la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia. Desde sus primeros pasos sobre los escenarios, mostró una sensibilidad especial para el arte dramático, que lo llevó a desarrollar una carrera polifacética y profundamente comprometida con la escena valenciana. Comenzó a trabajar en 1977 y, apenas una década después, se incorporó a los estudios Tabalet, pioneros en las sesiones de doblaje en valenciano, donde llegaría a alcanzar el puesto de director artístico.
Durante su carrera, Contreras se convirtió en una referencia del doblaje en la Comunitat Valenciana. Fue la voz habitual de Woody Allen en valenciano, dando vida a personajes inolvidables en películas como Annie Hall, Manhattan o Misterioso asesinato en Manhattan.
También dobló a actores de la talla de Mickey Rooney y Jerry Lewis, y participó en el doblaje de producciones tan diversas como Las tortugas ninja, Shin Chan, Yo, Claudio o El Padrino. Su labor contribuyó, de forma decisiva, a consolidar el doblaje en valenciano como una disciplina artística reconocida y respetada.
Además de su faceta como actor de doblaje, Rafael Contreras trabajó intensamente en el teatro y colaboró con varios grupos de Montilla. A lo largo de su vida interpretó obras de autores como Bertolt Brecht, Dario Fo, William Shakespeare o Anton Chéjov, en montajes como La bona persona de Sezuan, La comedia de los errores o La ruleta rusa.
En el ámbito audiovisual, participó en producciones cinematográficas como Bestseller, de Carlos Pérez Ferre, y La camisa de la serpiente, de Antoni P. Canet. También formó parte de series de televisión emitidas en Televisión Española y Radiotelevisión Valenciana, como La cometa blanca, Benifotrem o Buenos días, bonita.
Su inquietud creativa lo llevó igualmente a la dramaturgia. Entre sus obras destacan Nadie puso la zancadilla a Román Hurtado, escrita junto a Ramón Moreno, y las adaptaciones teatrales de La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, publicadas tanto en versión castellana como valenciana. En los últimos años, continuó escribiendo piezas breves como Roba tendida o Cibercafé, donde exploraba con humor y sensibilidad las relaciones humanas en la era digital.
A lo largo de su carrera, recibió varios reconocimientos que pusieron en valor su aportación al mundo de la interpretación. En 2001 fue galardonado con el Premio Tirant al Mejor Actor de Doblaje, y en 2012 recibió el prestigioso Premio Narciso que concede la Asociación de Actores y Actrices Profesionales Valencianos (AAPV), entidad de la que fue miembro activo durante años.
Con su fallecimiento, Montilla y el mundo del arte valenciano pierde a una de sus voces más queridas y a un creador que dedicó toda su vida a la interpretación y la palabra. Su legado, presente en cada escena, en cada doblaje y en cada texto que firmó, seguirá resonando como eco de una vocación profundamente humana y artística. El equipo humano que conforma Montilla Digital se une al dolor que ha provocado su pérdida entre familiares, amigos y personas vinculadas a la cultura.
Nacido en Montilla en el mes de noviembre de 1952, Rafael Contreras se licenció en 1976 en la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia. Desde sus primeros pasos sobre los escenarios, mostró una sensibilidad especial para el arte dramático, que lo llevó a desarrollar una carrera polifacética y profundamente comprometida con la escena valenciana. Comenzó a trabajar en 1977 y, apenas una década después, se incorporó a los estudios Tabalet, pioneros en las sesiones de doblaje en valenciano, donde llegaría a alcanzar el puesto de director artístico.
Durante su carrera, Contreras se convirtió en una referencia del doblaje en la Comunitat Valenciana. Fue la voz habitual de Woody Allen en valenciano, dando vida a personajes inolvidables en películas como Annie Hall, Manhattan o Misterioso asesinato en Manhattan.
También dobló a actores de la talla de Mickey Rooney y Jerry Lewis, y participó en el doblaje de producciones tan diversas como Las tortugas ninja, Shin Chan, Yo, Claudio o El Padrino. Su labor contribuyó, de forma decisiva, a consolidar el doblaje en valenciano como una disciplina artística reconocida y respetada.
Además de su faceta como actor de doblaje, Rafael Contreras trabajó intensamente en el teatro y colaboró con varios grupos de Montilla. A lo largo de su vida interpretó obras de autores como Bertolt Brecht, Dario Fo, William Shakespeare o Anton Chéjov, en montajes como La bona persona de Sezuan, La comedia de los errores o La ruleta rusa.
En el ámbito audiovisual, participó en producciones cinematográficas como Bestseller, de Carlos Pérez Ferre, y La camisa de la serpiente, de Antoni P. Canet. También formó parte de series de televisión emitidas en Televisión Española y Radiotelevisión Valenciana, como La cometa blanca, Benifotrem o Buenos días, bonita.
Su inquietud creativa lo llevó igualmente a la dramaturgia. Entre sus obras destacan Nadie puso la zancadilla a Román Hurtado, escrita junto a Ramón Moreno, y las adaptaciones teatrales de La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, publicadas tanto en versión castellana como valenciana. En los últimos años, continuó escribiendo piezas breves como Roba tendida o Cibercafé, donde exploraba con humor y sensibilidad las relaciones humanas en la era digital.
A lo largo de su carrera, recibió varios reconocimientos que pusieron en valor su aportación al mundo de la interpretación. En 2001 fue galardonado con el Premio Tirant al Mejor Actor de Doblaje, y en 2012 recibió el prestigioso Premio Narciso que concede la Asociación de Actores y Actrices Profesionales Valencianos (AAPV), entidad de la que fue miembro activo durante años.
Con su fallecimiento, Montilla y el mundo del arte valenciano pierde a una de sus voces más queridas y a un creador que dedicó toda su vida a la interpretación y la palabra. Su legado, presente en cada escena, en cada doblaje y en cada texto que firmó, seguirá resonando como eco de una vocación profundamente humana y artística. El equipo humano que conforma Montilla Digital se une al dolor que ha provocado su pérdida entre familiares, amigos y personas vinculadas a la cultura.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: RADIO GODELLA
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