El Hotel Don Gonzalo acogió en la tarde-noche de ayer la segunda jornada del VII Festival de Microcine “Ciudad de Montilla”, en una velada que unió cine, vino y encuentro entre festivales. El público disfrutó de una cuidada selección de cortometrajes y de un emotivo acto de hermanamiento con el Chicharrón Film Festival, el certamen de cortometrajes de Chiclana de la Frontera, que sirvió para estrechar lazos y reforzar un modelo participativo y cercano de creación cultural.
El ambiente fue de celebración compartida. Entre vino y pantalla, la velada ofreció títulos como ¿Tienes un minuto? y Ghosting, ambos dirigidos por Yago Casariego; Discordia, de Marina Esteban; Adiós, de Álvaro G. Company; Como si con la comida se pudiera repartir cariño, de Alberto Cruzado; y Angie, de Josep Varo.
Como manda la tradición del festival, cada proyección se acompañó de una cata de vinos de la zona Montilla-Moriles, en esta ocasión con un maridaje que incluyó Verdejo, Caprichoso de Bodegas Robles, Oloroso, Tinto y Pedro Ximénez. La unión de cine y vino volvió a demostrar la identidad singular de una cita que ha sabido crecer sin perder la cercanía con su público.
La edición número siete del festival arrancó este miércoles con un acto inaugural en la sede de la Asociación de Empresarios de Montilla (Ademo). Desde entonces, la localidad de la Campña Sur se ha transformado, un año más, en epicentro cultural andaluz, gracias a la iniciativa de la Asociación de Cine y Vino bajo la dirección del productor y realizador local Dany Ruz.
La propuesta, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Montilla, a través de su Concejalía de Turismo y Promoción de Ciudad, no se limita a proyectar cortometrajes: busca también reforzar la identidad local y convertir cada jornada en un encuentro con el patrimonio enológico y gastronómico de la comarca.
La programación incluyó ayer por la mañana una sesión especial en el Teatro Garnelo dirigida a los más jóvenes, para después dar paso a la cita en el Hotel Don Gonzalo. Hoy viernes, el festival se traslada a un escenario cargado de simbolismo, las instalaciones de Bodegas Robles, donde volverán a combinarse los vinos ecológicos de Montilla con la emoción de los cortometrajes a concurso. El broche de oro se vivirá mañana sábado con la gala de clausura en el Teatro Garnelo, a las 19:30 horas, que concluirá con la tradicional postgala en el castillo de El Gran Capitán.
En la presentación previa del certamen, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, recalcó que esta cita “se ha consolidado como una cita imprescindible del septiembre cultural”, subrayando la estrecha relación entre cultura y vino. Por su parte, el director del festival, Dany Ruz, confesó que “llegar a siete ediciones no ha sido sencillo, pero sí muy gratificante gracias al apoyo institucional y empresarial”, al tiempo que destacó la participación récord: cerca de 500 cortometrajes recibidos, de los que se han seleccionado 15, seis de ellos candidatos a los Premios Goya.
La organización ha querido contar este año con un invitado de excepción, el actor Paco Tous, que preside el jurado. Su presencia supone un espaldarazo a un festival que este año refuerza su dimensión mediática. El intérprete sevillano, conocido por su papel en Los hombres de Paco y por encarnar a Moscú en la exitosa La casa de papel, otorga a la cita montillana un atractivo añadido que conecta con públicos muy diversos.
El tejido empresarial local también ha querido implicarse de manera activa. Francisco Robles, gerente de Bodegas Robles, manifestó que este evento “combina cine, vino y gastronomía, reforzando la identidad cultural de la comarca”. En la misma línea, Pepe Márquez, propietario del Hotel Don Gonzalo y presidente de Ademo, recordó que “desde la primera edición hemos apostado por un proyecto que hoy ya es seña de identidad”.
De igual modo, el concejal de Turismo y Promoción de Ciudad, Adrian Lapsley, vinculó la celebración del festival a la estrategia de la Montilla Film Office, asegurando que “refuerza el posicionamiento de la ciudad como escenario de rodajes y punto de encuentro audiovisual”.
El VII Festival de Microcine de Montilla ha demostrado, una vez más, que es mucho más que un certamen cinematográfico. Es un espacio de encuentro, un escaparate para el talento emergente y una celebración compartida donde el cine se degusta con la misma pasión que los vinos de la tierra.
El ambiente fue de celebración compartida. Entre vino y pantalla, la velada ofreció títulos como ¿Tienes un minuto? y Ghosting, ambos dirigidos por Yago Casariego; Discordia, de Marina Esteban; Adiós, de Álvaro G. Company; Como si con la comida se pudiera repartir cariño, de Alberto Cruzado; y Angie, de Josep Varo.
Como manda la tradición del festival, cada proyección se acompañó de una cata de vinos de la zona Montilla-Moriles, en esta ocasión con un maridaje que incluyó Verdejo, Caprichoso de Bodegas Robles, Oloroso, Tinto y Pedro Ximénez. La unión de cine y vino volvió a demostrar la identidad singular de una cita que ha sabido crecer sin perder la cercanía con su público.
La edición número siete del festival arrancó este miércoles con un acto inaugural en la sede de la Asociación de Empresarios de Montilla (Ademo). Desde entonces, la localidad de la Campña Sur se ha transformado, un año más, en epicentro cultural andaluz, gracias a la iniciativa de la Asociación de Cine y Vino bajo la dirección del productor y realizador local Dany Ruz.
La propuesta, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Montilla, a través de su Concejalía de Turismo y Promoción de Ciudad, no se limita a proyectar cortometrajes: busca también reforzar la identidad local y convertir cada jornada en un encuentro con el patrimonio enológico y gastronómico de la comarca.
La programación incluyó ayer por la mañana una sesión especial en el Teatro Garnelo dirigida a los más jóvenes, para después dar paso a la cita en el Hotel Don Gonzalo. Hoy viernes, el festival se traslada a un escenario cargado de simbolismo, las instalaciones de Bodegas Robles, donde volverán a combinarse los vinos ecológicos de Montilla con la emoción de los cortometrajes a concurso. El broche de oro se vivirá mañana sábado con la gala de clausura en el Teatro Garnelo, a las 19:30 horas, que concluirá con la tradicional postgala en el castillo de El Gran Capitán.
En la presentación previa del certamen, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, recalcó que esta cita “se ha consolidado como una cita imprescindible del septiembre cultural”, subrayando la estrecha relación entre cultura y vino. Por su parte, el director del festival, Dany Ruz, confesó que “llegar a siete ediciones no ha sido sencillo, pero sí muy gratificante gracias al apoyo institucional y empresarial”, al tiempo que destacó la participación récord: cerca de 500 cortometrajes recibidos, de los que se han seleccionado 15, seis de ellos candidatos a los Premios Goya.
La organización ha querido contar este año con un invitado de excepción, el actor Paco Tous, que preside el jurado. Su presencia supone un espaldarazo a un festival que este año refuerza su dimensión mediática. El intérprete sevillano, conocido por su papel en Los hombres de Paco y por encarnar a Moscú en la exitosa La casa de papel, otorga a la cita montillana un atractivo añadido que conecta con públicos muy diversos.
El tejido empresarial local también ha querido implicarse de manera activa. Francisco Robles, gerente de Bodegas Robles, manifestó que este evento “combina cine, vino y gastronomía, reforzando la identidad cultural de la comarca”. En la misma línea, Pepe Márquez, propietario del Hotel Don Gonzalo y presidente de Ademo, recordó que “desde la primera edición hemos apostado por un proyecto que hoy ya es seña de identidad”.
De igual modo, el concejal de Turismo y Promoción de Ciudad, Adrian Lapsley, vinculó la celebración del festival a la estrategia de la Montilla Film Office, asegurando que “refuerza el posicionamiento de la ciudad como escenario de rodajes y punto de encuentro audiovisual”.
El VII Festival de Microcine de Montilla ha demostrado, una vez más, que es mucho más que un certamen cinematográfico. Es un espacio de encuentro, un escaparate para el talento emergente y una celebración compartida donde el cine se degusta con la misma pasión que los vinos de la tierra.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: IMPREVISIBLE FILMS
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