El Ayuntamiento de Montilla pondrá en marcha un sistema de préstamo de bicicletas eléctricas con el que pretende fomentar la movilidad urbana sostenible y avanzar en la lucha contra la contaminación. La iniciativa se enmarca dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) 'Amontíllate: vivir la experiencia del vino en Córdoba', que cuenta con una dotación global de más de 2,7 millones de euros.
El contrato, planteado como una solución "llave en mano", incluye el suministro de diez bicicletas eléctricas y la instalación de dos estaciones de recarga con capacidad para, al menos, quince unidades. También contempla un sistema de gestión basado en la nube y una aplicación móvil para los usuarios, desde donde se podrán localizar las bicicletas, reservarlas y desbloquearlas. El servicio estará listo, según los plazos previstos por el equipo de gobierno, en el segundo trimestre de 2026.
Las bicicletas serán de pedaleo asistido, con motores de 250 vatios y una autonomía mínima de 100 kilómetros. Además, dispondrán de GPS integrado y un sistema electrónico de bloqueo. Los aparcamientos estarán diseñados para resistir la intemperie, la corrosión y posibles actos vandálicos, y contarán con taquillas cerradas de seguridad. El acceso al sistema se realizará mediante una aplicación móvil que funcionará con tecnología Bluetooth Low Energy (BLE).
La iniciativa se integra en el Eje 2 del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, dedicado a la eficiencia energética, que cuenta con un presupuesto global de 960.000 euros. Dentro de este bloque se encuentran también la rehabilitación del edificio de El Parador —cuyas obras arrancaron el pasado jueves— y la creación de un aparcamiento disuasorio.
El contrato adjudicado para las bicicletas eléctricas contará con un presupuesto de 100.000 euros y persigue promover un transporte alternativo que sirva tanto a los vecinos de Montilla como a los visitantes o turistas que se acerquen hasta la localidad.
Además de la infraestructura y el suministro de las bicicletas, la empresa adjudicataria del servicio deberá asumir el mantenimiento, la atención técnica a los usuarios, la formación del personal municipal y la contratación de un seguro contra robo. Todo ello con el objetivo de ofrecer un sistema integral y seguro que no dependa de terceros una vez haya sido puesto en marcha.
La apuesta por la bicicleta como medio de transporte no es nueva en Montilla, aunque la experiencia pasada dejó un sabor agridulce. En 2009, la localidad recibió 90.000 euros de la Agencia Andaluza de la Energía para implantar el programa Enbici, junto a otros dieciséis municipios andaluces. El proyecto incluyó casi sesenta bicicletas y varios puntos de préstamo repartidos por lugares estratégicos, como la Avenida de Las Camachas, la Plaza de la Rosa, la calle Feria, la estación de autobuses o la estación de tren.
Sin embargo, la iniciativa no cuajó. Los problemas de vandalismo, la falta de mantenimiento y el escaso uso por parte de los vecinos terminaron por obligar al Ayuntamiento de Montilla a desmantelar el sistema. En palabras de la propia Agencia Andaluza de la Energía, la acogida en Montilla fue "mucho menor" que en otras ciudades, donde la demanda superó con creces las expectativas.
En 2018, el Consistorio trató de recuperar el espíritu de aquel proyecto con un nuevo reglamento que regulaba la cesión de bicicletas, esta vez en condiciones más flexibles. La propuesta, defendida entonces por la teniente de alcalde Raquel Casado, contemplaba préstamos de corta duración para turistas y cesiones de hasta tres meses para residentes. Con una quincena de bicicletas destinadas a los montillanos y ocho reservadas para visitantes, se buscaba dar un impulso definitivo a la movilidad sostenible.
"El objetivo es favorecer el uso de las bicicletas por parte de los montillanos con un sistema de préstamo más continuado", subrayó Casado en aquel momento. A pesar de ello, la propuesta tampoco consiguió consolidarse y terminó pasando sin demasiado eco.
Ahora, con el respaldo económico de la Unión Europea (UE) y el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, el Ayuntamiento confía en que el nuevo banco de bicicletas eléctricas marque un antes y un después en la movilidad sostenible dentro del municipio.
A su vez, la integración del sistema en la plataforma Smartcity de Montilla y en la pasarela de pago municipal pretende garantizar un servicio moderno, digitalizado y más atractivo tanto para los habitantes como para quienes llegan a descubrir la ciudad atraídos por su rica propuesta enoturística y patrimonial.
El proyecto se concibe, además, como un complemento al resto de actuaciones previstas en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino. En ese sentido, la recuperación de enclaves naturales como el Cerro de Don Juan, la creación de un itinerario urbano sostenible o la rehabilitación de edificios emblemáticos como El Parador forman parte de una misma estrategia: posicionar Montilla como referente del enoturismo y la gastronomía, con una oferta que combine patrimonio, cultura y sostenibilidad.
La puesta en marcha de este sistema de bicicletas eléctricas se presenta, así, como una segunda oportunidad para que Montilla se reconcilie con un modelo de movilidad que, en otras ciudades, ya forma parte del día a día. La diferencia, esta vez, está en el respaldo financiero, tecnológico y organizativo que promete blindar el proyecto frente a las experiencias del pasado.
El contrato, planteado como una solución "llave en mano", incluye el suministro de diez bicicletas eléctricas y la instalación de dos estaciones de recarga con capacidad para, al menos, quince unidades. También contempla un sistema de gestión basado en la nube y una aplicación móvil para los usuarios, desde donde se podrán localizar las bicicletas, reservarlas y desbloquearlas. El servicio estará listo, según los plazos previstos por el equipo de gobierno, en el segundo trimestre de 2026.
Las bicicletas serán de pedaleo asistido, con motores de 250 vatios y una autonomía mínima de 100 kilómetros. Además, dispondrán de GPS integrado y un sistema electrónico de bloqueo. Los aparcamientos estarán diseñados para resistir la intemperie, la corrosión y posibles actos vandálicos, y contarán con taquillas cerradas de seguridad. El acceso al sistema se realizará mediante una aplicación móvil que funcionará con tecnología Bluetooth Low Energy (BLE).
La iniciativa se integra en el Eje 2 del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, dedicado a la eficiencia energética, que cuenta con un presupuesto global de 960.000 euros. Dentro de este bloque se encuentran también la rehabilitación del edificio de El Parador —cuyas obras arrancaron el pasado jueves— y la creación de un aparcamiento disuasorio.
El contrato adjudicado para las bicicletas eléctricas contará con un presupuesto de 100.000 euros y persigue promover un transporte alternativo que sirva tanto a los vecinos de Montilla como a los visitantes o turistas que se acerquen hasta la localidad.
Además de la infraestructura y el suministro de las bicicletas, la empresa adjudicataria del servicio deberá asumir el mantenimiento, la atención técnica a los usuarios, la formación del personal municipal y la contratación de un seguro contra robo. Todo ello con el objetivo de ofrecer un sistema integral y seguro que no dependa de terceros una vez haya sido puesto en marcha.
Un proyecto que retoma una vieja aspiración
La apuesta por la bicicleta como medio de transporte no es nueva en Montilla, aunque la experiencia pasada dejó un sabor agridulce. En 2009, la localidad recibió 90.000 euros de la Agencia Andaluza de la Energía para implantar el programa Enbici, junto a otros dieciséis municipios andaluces. El proyecto incluyó casi sesenta bicicletas y varios puntos de préstamo repartidos por lugares estratégicos, como la Avenida de Las Camachas, la Plaza de la Rosa, la calle Feria, la estación de autobuses o la estación de tren.
Sin embargo, la iniciativa no cuajó. Los problemas de vandalismo, la falta de mantenimiento y el escaso uso por parte de los vecinos terminaron por obligar al Ayuntamiento de Montilla a desmantelar el sistema. En palabras de la propia Agencia Andaluza de la Energía, la acogida en Montilla fue "mucho menor" que en otras ciudades, donde la demanda superó con creces las expectativas.
En 2018, el Consistorio trató de recuperar el espíritu de aquel proyecto con un nuevo reglamento que regulaba la cesión de bicicletas, esta vez en condiciones más flexibles. La propuesta, defendida entonces por la teniente de alcalde Raquel Casado, contemplaba préstamos de corta duración para turistas y cesiones de hasta tres meses para residentes. Con una quincena de bicicletas destinadas a los montillanos y ocho reservadas para visitantes, se buscaba dar un impulso definitivo a la movilidad sostenible.
"El objetivo es favorecer el uso de las bicicletas por parte de los montillanos con un sistema de préstamo más continuado", subrayó Casado en aquel momento. A pesar de ello, la propuesta tampoco consiguió consolidarse y terminó pasando sin demasiado eco.
Ahora, con el respaldo económico de la Unión Europea (UE) y el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, el Ayuntamiento confía en que el nuevo banco de bicicletas eléctricas marque un antes y un después en la movilidad sostenible dentro del municipio.
A su vez, la integración del sistema en la plataforma Smartcity de Montilla y en la pasarela de pago municipal pretende garantizar un servicio moderno, digitalizado y más atractivo tanto para los habitantes como para quienes llegan a descubrir la ciudad atraídos por su rica propuesta enoturística y patrimonial.
El proyecto se concibe, además, como un complemento al resto de actuaciones previstas en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino. En ese sentido, la recuperación de enclaves naturales como el Cerro de Don Juan, la creación de un itinerario urbano sostenible o la rehabilitación de edificios emblemáticos como El Parador forman parte de una misma estrategia: posicionar Montilla como referente del enoturismo y la gastronomía, con una oferta que combine patrimonio, cultura y sostenibilidad.
La puesta en marcha de este sistema de bicicletas eléctricas se presenta, así, como una segunda oportunidad para que Montilla se reconcilie con un modelo de movilidad que, en otras ciudades, ya forma parte del día a día. La diferencia, esta vez, está en el respaldo financiero, tecnológico y organizativo que promete blindar el proyecto frente a las experiencias del pasado.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: DEPOSITPHOTOS.COM
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