El 30 de enero de cada año se celebra en los institutos y otros centros de enseñanza el Día Escolar de la Paz. Por eso, en varios de aquellos por los que pasé, y dentro de los actos conmemorativos por parte del centro, contribuí con este capítulo especial (del que solo se oía una parte, si era para todos; o todo, si era dentro de nuestra Historia de la música pop). La primera vez fue en Chiclana por el 91. Ahora, que otra vez está la cosa calentita, parece buen momento para recordar la actitud. Allá vamos.
Lo que parece claro es que el pop prefiere la crítica de la guerra a la exposición directa del tema de la paz. A la música juvenil (más allá de bromas punk) nunca le han gustado las guerras: juventud, edad militar e incorporación al frente, no son el do-re-mi predilecto.
Nacido el pop en la década de los cincuenta, la mayor oleada de canciones antibelicistas vino en el periodo 1964-1969: durante la intervención de EE. UU. en Vietnam, que marcó para siempre a la juventud americana y mundial. Tras esa efervescencia el tema disminuyó (sin desaparecer), para volver a incrementarse en ocasiones, como en el 91 a la vista de la Guerra del Golfo.
En nuestra selección no hay ningún tema decididamente heavy, pero queda claro que en los últimos tiempos son los que más se han pronunciado contra las guerras.
Ahora, unas breves notas sobre la audición: el tema antimalos de los Stone Roses es solo para entrar en materia. Víspera de destrucción es una canción antinuclear, éxito en 1965 en la versión de Barry McGuire. Es americana. Fue la canción más pedida a las emisoras por las tropas inglesas en el Golfo.
Visión crítica la de Gabinete en Por la paz. Enciende mi pasión es una canción de amor. Pero la BBC inglesa la prohibió en el 91, junto a otras 66: ellos solo entienden lo de fire = fuego. Tampoco podían radiarse las canciones de tono pacifista de Lennon (Imagine, Guive peace a chance).
El Rap de la mili sintoniza con los chavales en edad militar crítica. Querida Milagros se la saben todos los soldados. Los cachondos de Siniestro Total proponen, sin más, trabajar para el enemigo: y el Aviador Dro nos propone bailar una guerra galáctica. Visión agria y llena de ironía la de Loquillo y supercrítica la de nuestro mejor (y casi único) grupo “skinner”: Decibelios.
Los poetas andaluces jóvenes (Heredia Maya, R. Ballesteros) cantaron contra el fanatismo bélico y otras cosas ininteligibles. En el ejército ahora fue éxito de vuelta, en el 87, para los Quo. Acogemos la carta al Presidente del Desertor de Vian (aunque no es estrictamente pop), para representar lo francés. Al chico de la canción de Lusini lo mandan a Vietnam… A Country Joe es para verlos en el vídeo de Monterrey… Mirad si somos burros, pero en el pop todavía se cree: todo lo que se necesita es amor. Así sea: Bandera blanca. Imagine.
Lo que parece claro es que el pop prefiere la crítica de la guerra a la exposición directa del tema de la paz. A la música juvenil (más allá de bromas punk) nunca le han gustado las guerras: juventud, edad militar e incorporación al frente, no son el do-re-mi predilecto.
Nacido el pop en la década de los cincuenta, la mayor oleada de canciones antibelicistas vino en el periodo 1964-1969: durante la intervención de EE. UU. en Vietnam, que marcó para siempre a la juventud americana y mundial. Tras esa efervescencia el tema disminuyó (sin desaparecer), para volver a incrementarse en ocasiones, como en el 91 a la vista de la Guerra del Golfo.
En nuestra selección no hay ningún tema decididamente heavy, pero queda claro que en los últimos tiempos son los que más se han pronunciado contra las guerras.
Ahora, unas breves notas sobre la audición: el tema antimalos de los Stone Roses es solo para entrar en materia. Víspera de destrucción es una canción antinuclear, éxito en 1965 en la versión de Barry McGuire. Es americana. Fue la canción más pedida a las emisoras por las tropas inglesas en el Golfo.
Visión crítica la de Gabinete en Por la paz. Enciende mi pasión es una canción de amor. Pero la BBC inglesa la prohibió en el 91, junto a otras 66: ellos solo entienden lo de fire = fuego. Tampoco podían radiarse las canciones de tono pacifista de Lennon (Imagine, Guive peace a chance).
El Rap de la mili sintoniza con los chavales en edad militar crítica. Querida Milagros se la saben todos los soldados. Los cachondos de Siniestro Total proponen, sin más, trabajar para el enemigo: y el Aviador Dro nos propone bailar una guerra galáctica. Visión agria y llena de ironía la de Loquillo y supercrítica la de nuestro mejor (y casi único) grupo “skinner”: Decibelios.
Los poetas andaluces jóvenes (Heredia Maya, R. Ballesteros) cantaron contra el fanatismo bélico y otras cosas ininteligibles. En el ejército ahora fue éxito de vuelta, en el 87, para los Quo. Acogemos la carta al Presidente del Desertor de Vian (aunque no es estrictamente pop), para representar lo francés. Al chico de la canción de Lusini lo mandan a Vietnam… A Country Joe es para verlos en el vídeo de Monterrey… Mirad si somos burros, pero en el pop todavía se cree: todo lo que se necesita es amor. Así sea: Bandera blanca. Imagine.
Audición
- The Stone Roses: Bye, bye, badman.
- Johny Thunder: Eve of destruction.
- Gabinete Caligari: Por la paz.
- The Doors: Light my fire.
- Código Mortal: Rap de la mili.
- El Último de la Fila: Querida Milagros.
- Siniestro Total: Trabajar para el enemigo.
- Loquillo y Trogloditas: Bajo banderas.
- Decibelios: Matar o morir.
- Aviador Dro: Baila la guerra.
- Aguaviva: El último soldado.
- Aguaviva: Ni yo tampoco entiendo.
- Status Quo: In the army now.
- Boris Vian: Le deserteur.
- Mauro Lusini: C’era un ragazzo come me.
- Country Joe & The Fish: Efectos bélicos.
- The Beatles: All you need is love.
- John Lennon: Imagine.
© JOSÉ ANTONIO PONFERRADA
ILUSTRACIÓN: © JOSÉ ANTONIO PONFERRADA
ILUSTRACIÓN: © JOSÉ ANTONIO PONFERRADA















































