Hubo un tiempo en que deseé nortear y amurallarme en mi propio cementerio indio. Agitar un fantasma bailante, lanzar un gargajo y, allá donde cayera, cuadrarme como un chaparro, lejos de esas antenas que se asemejan a Colón metiendo el dedo en el culo de la civilización. Deseé criarme com…
El cadáver de una mujer bonita presenta la mirada de la menta fuerte, de las banderas infestadas de arañas bajo un sol amillonado, rico en retratos fanfarrones. El cuerpo sin vida de una mujer hermosa despide un arcoiris de plastilina, es la lata que va robando a la lluvia un beso suave d…
Después de una noche azteca de tragos y petazetas en los ojos, de arroz frío para los muertos, te despiertas como una gallina tierna de su cuento de papel maché y de la carta en francés del restaurante de ayer. Encañonado por el gris acero del cielo y ese aire de sótano reptando por las g…
No han transcurrido ni cuatro meses desde la muerte de mi abuelo y aún recuerdo ese fatídico día como un desdichado folleto del invierno, como una pintura torcida colmada de grises lobunos amurando el caserío. La rotundidad de la muerte no acepta discusión aunque abominemos del desorden e…
La hoguera corre a la meta, se asoma a las playas. Baila como un río estridente. Eres mía. Yo no me quedaré en el segundo patio. Sabrás a partir de ahora lo que es flotar como un garabato, llorar como una herida de bala. Recuerdo a a aquel niño bosnio, lanzando la pluma de un ave muerta d…
Se desploman las primeras lluvias tembladeras sobre el queroseno incendiario de España. Y quien no matea cachiporra en mano entre los amasijos del Boeing es que es un suicida. O un podrido. ¡Todos al saqueo y la rapiña! Se joden los que acaban con el Marlboro mojadito. España suda y res…
España se conserva en el hielo pilé de los babosos de discoteca, en su propio mar de herrumbre y erratas, en su variopinta arribada forzosa. Lo último en ingredientes florales ha sido el despropósito del señor Artur Mas, cara de ladrillo y sonrisa de chuloputas de medio pelo, que pretende…
Lidia amarilla de amarillismo, descampado sin quintos y sin dianas. Nos venden un miedo barato. El miedo de aquel negro que rebasó unos sacos vaginales y no supieron medir su embestida. Esto es España, la tierra de las autofelaciones, de los balconeos; el retrete de los locos de remate. R…
Por maricón, por rojo, por hedonista, por onanista, por pendenciero. Por no meter la corbata en el café y usar pajarita. Por judío, por negro y burgués; por maloliente, por facha, por gitano, por feo y por guapo. Por espigado, por ayuntarse con las brujas arruinadas. Por no guardar la bas…
Mi abuelo descansa en la suite número 102, esa pilita eterna donde el león escucha el mar, donde se marchó con las fotos de muchos besos y millones de latidos, con el bambú y sus banderas que eran espuma, llevando en los bolsillos el Arca de Noé de las razas, de los pobres, de los obreros…
Mi Guerra Civil terminó hace algunos años ya. Conducía mi vehículo y me detuve ante un semáforo en rojo, rojo bofetón, rojo canica, como el que se encuentra una brecha en los calzoncillos. Imagínense. Tórrido verano cordobés, brutal y artesonado. Vi a un deportado, a un africano de viento…
Les relataré un hallazgo sorprendente a caballo entre la Geología y la Botánica. No se trata de un error ginecológico ni ha de ver con si los políticos lavan con jabón neutro el vibrador después de usarlo. Hace unos años, cuando todos éramos la prima del rey en el maletero y vivíamos en u…
De pequeño, pollo a cámara lenta, adoraba los jaramagos, las obleas de los curas, el aguafuerte, la cintura de los camellos y pisarle el rabo a los gatos. Los mininos chanelaban del tema y no se me acercaban cuando ponía cara de abrillantador. Eso sí, se hacían un canutillo mareoso y te m…
Voy a ser de nuevo padre. Lo primero que mengua cuando recibes el telegrama es el broche de la boca. Te acuerdas de los chistes de Arguiñano y de Federico Trillo: Al alba, con 37 nudos de viento. Te desempolvas los ojos y afirmas: "Se jodió la civilización, mi general". El t…