Montilla ha vuelto a asistir esta tarde a una escena más propia de la Sierra de Cabra que del corazón de la Campiña Sur Cordobesa. Varios vecinos de la zona centro han vuelto a avistar dos ejemplares de cabra montesa sobre el tejado del solar de Los Paulas, junto a la confluencia de la Avenida de Andalucía y la calle Pepe Cobos, frente al Centro de Salud.
El avistamiento, confirmado por varios testigos que residen en la zona, repite una imagen que ya se vivió hace apenas cinco meses, cuando un macho adulto fue grabado en junio pasado encaramado sobre el tejado de una vivienda cercana, una imagen que llegó a hacerse viral y que protagonizó noticias de medios de ámbito provincial y regional.
Aquella tarde, el pasado 18 de junio, el Centro de Coordinación de Emergencias 112 recibió varias llamadas alertando de la presencia de cabras montesas en pleno casco urbano. La Policía Local intervino entonces para tratar de guiarlas fuera del área habitada, mientras los vídeos y las fotos del animal sobre los tejados corrían como la pólvora en las redes sociales.
Pero esta no sería la primera vez que la naturaleza rompía su propio mapa y se adentraba, sin miedo, en espacios humanizados. El 12 de mayo del pasado año, varios vecinos de la calle Río de la Hoz ya aseguraron haber sorprendido a tres cabras montesas —confundidas en un primer momento con cervatillos— en las inmediaciones de la Cooperativa Agrícola La Unión.
Entonces, desde el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Montilla se advirtió que aunque, en principio, no se trataría de animales peligrosos, "si deambulan en libertad y sin control, podrían llegar a provocar algún accidente con los vehículos que transitan por el entorno de la línea férrea Córdoba-Málaga".
No obstante, los aficionados locales a la caza no se mostraron tan sorprendidos. Antonio Jesús Espejo del Rey afirmó que “llevan viéndose por nuestro pueblo varios años, también por la Sierra de Montilla”, y que estos ejemplares “pueden proceder del Parque Natural de las Sierras Subbéticas”. Según detalló, “la Sierra de Cabra está plagada de cabras montesas y vienen en estas fechas por aquí buscando agua y comida”.
El mismo montillano explicó que los primeros ejemplares comenzaron a observarse hace unos cuatro años, junto a los bebederos instalados por la Sociedad de Cazadores para aliviar la sed de la fauna durante el verano. En 2023 “iban todos los días a beber agua y, si no llega a ser por los cazadores, se hubieran muerto de sed”, aseguró Antonio Jesús Espejo, para quien los animales que se llevan viendo desde hace tiempo por Montilla proceden de la Sierra de Cabra, de Rute o de Puente Genil "que, a su vez, reciben ejemplares desde las Sierras de Málaga, buscando comida”.
La escena de hoy reabre el debate sobre un fenómeno que, poco a poco, parece dejar de ser una simple anécdota. Expertos en fauna silvestre apuntan que la presencia de cabra montés (Capra pyrenaica) en entornos urbanos como Montilla resulta extraordinaria, aunque cada vez menos infrecuente, llegando a alcanzar a otras especies como el ciervo, el corzo, el zorro o el jabalí, que no tienen depredadores naturales y, por tanto, pueden expandirse de manera rápida.
Otra de las razones que favorece esta expansión animal es el incremento de la masa forestal y de matorral como consecuencia del éxodo rural y de abandono de algunas prácticas agrícolas, lo que ha hecho que este animal tenga más hábitat y más comida a su disposición. En el caso de los ejemplares avistados en Montilla, podrían estar alimentándose de matorrales e, incluso, de los propios olivos.
Según los expertos, la cabra montesa no es peligrosa ni agresiva, pero sí curiosa y adaptable. “Su primera reacción será huir, y solo si se ve acorralada podría embestir, aunque es muy improbable”, comentan desde la Sociedad de Cazadores, para recalcar que "se trata de una especie gregaria, acostumbrada a moverse en grupo", lo que hace pensar que no será la última vez que los vecinos de Montilla vean sus siluetas recortadas sobre los tejados o los olivares que rodean el casco urbano.
El avistamiento, confirmado por varios testigos que residen en la zona, repite una imagen que ya se vivió hace apenas cinco meses, cuando un macho adulto fue grabado en junio pasado encaramado sobre el tejado de una vivienda cercana, una imagen que llegó a hacerse viral y que protagonizó noticias de medios de ámbito provincial y regional.
Aquella tarde, el pasado 18 de junio, el Centro de Coordinación de Emergencias 112 recibió varias llamadas alertando de la presencia de cabras montesas en pleno casco urbano. La Policía Local intervino entonces para tratar de guiarlas fuera del área habitada, mientras los vídeos y las fotos del animal sobre los tejados corrían como la pólvora en las redes sociales.
Pero esta no sería la primera vez que la naturaleza rompía su propio mapa y se adentraba, sin miedo, en espacios humanizados. El 12 de mayo del pasado año, varios vecinos de la calle Río de la Hoz ya aseguraron haber sorprendido a tres cabras montesas —confundidas en un primer momento con cervatillos— en las inmediaciones de la Cooperativa Agrícola La Unión.
Entonces, desde el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Montilla se advirtió que aunque, en principio, no se trataría de animales peligrosos, "si deambulan en libertad y sin control, podrían llegar a provocar algún accidente con los vehículos que transitan por el entorno de la línea férrea Córdoba-Málaga".
No obstante, los aficionados locales a la caza no se mostraron tan sorprendidos. Antonio Jesús Espejo del Rey afirmó que “llevan viéndose por nuestro pueblo varios años, también por la Sierra de Montilla”, y que estos ejemplares “pueden proceder del Parque Natural de las Sierras Subbéticas”. Según detalló, “la Sierra de Cabra está plagada de cabras montesas y vienen en estas fechas por aquí buscando agua y comida”.
El mismo montillano explicó que los primeros ejemplares comenzaron a observarse hace unos cuatro años, junto a los bebederos instalados por la Sociedad de Cazadores para aliviar la sed de la fauna durante el verano. En 2023 “iban todos los días a beber agua y, si no llega a ser por los cazadores, se hubieran muerto de sed”, aseguró Antonio Jesús Espejo, para quien los animales que se llevan viendo desde hace tiempo por Montilla proceden de la Sierra de Cabra, de Rute o de Puente Genil "que, a su vez, reciben ejemplares desde las Sierras de Málaga, buscando comida”.
La escena de hoy reabre el debate sobre un fenómeno que, poco a poco, parece dejar de ser una simple anécdota. Expertos en fauna silvestre apuntan que la presencia de cabra montés (Capra pyrenaica) en entornos urbanos como Montilla resulta extraordinaria, aunque cada vez menos infrecuente, llegando a alcanzar a otras especies como el ciervo, el corzo, el zorro o el jabalí, que no tienen depredadores naturales y, por tanto, pueden expandirse de manera rápida.
Otra de las razones que favorece esta expansión animal es el incremento de la masa forestal y de matorral como consecuencia del éxodo rural y de abandono de algunas prácticas agrícolas, lo que ha hecho que este animal tenga más hábitat y más comida a su disposición. En el caso de los ejemplares avistados en Montilla, podrían estar alimentándose de matorrales e, incluso, de los propios olivos.
Según los expertos, la cabra montesa no es peligrosa ni agresiva, pero sí curiosa y adaptable. “Su primera reacción será huir, y solo si se ve acorralada podría embestir, aunque es muy improbable”, comentan desde la Sociedad de Cazadores, para recalcar que "se trata de una especie gregaria, acostumbrada a moverse en grupo", lo que hace pensar que no será la última vez que los vecinos de Montilla vean sus siluetas recortadas sobre los tejados o los olivares que rodean el casco urbano.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: MARILÓ ROSALES
FOTOGRAFÍA: MARILÓ ROSALES















































