La firma montillana Pedraza Joyas ha llevado el alma de la joyería artesanal de Montilla hasta el corazón de la capital de España. Fue el pasado 19 de octubre, en el majestuoso escenario del Casino Gran Vía, donde la diseñadora Paqui Pedraza presentó una selección de piezas que, a través de joyas únicas y personalizadas, narraban una historia.
“Las piezas que presenté fueron en su mayoría trabajos hechos por encargo”, explica, en declaraciones a Montilla Digital, la propia Paqui Pedraza, máxima responsable de la firma montillana. La colección formaba una pequeña muestra, aparentemente sin conexión, pero que compartía un mismo fondo: el de ser piezas únicas, totalmente personalizadas. Joyas que se adaptan al estilo, al gusto o a las necesidades de cada persona y que dan forma a la historia o a los sentimientos de los hombres o mujeres para la que fueron creadas.
En Pasarela Española, donde la creatividad y la artesanía se funden bajo los focos de la Gran Vía de Madrid, cada joya de Pedraza tenía una razón de ser, un alma propia. La gargantilla de inspiración marinera, diseñada “para una mujer fuerte y luchadora como los hombres de mar”, simbolizaba el coraje y la constancia.
La sortija con olor a Córdoba, que lució la modelo Celia Sevilla, evocaba “las flores de azahar con una evocación a la filigrana cordobesa”. Y el conjunto de pendientes y gargantilla en plata de ley con magnetitas, realizado para Mar García Ruiz, reflejaba la elegancia discreta y el magnetismo de los metales nobles trabajados con mimo.
Además del valor artístico de las piezas, la presentación tuvo una carga emocional muy especial para la diseñadora montillana. “Para ese día tan especial para mí, quise tener a mi padre presente de alguna forma y elegí llevar para la ocasión un broche que él hizo, en forma de racimo de uvas, y unos pendientes que eran un rediseño de su broche, uniendo de esa manera su trabajo y el mío y el amor por Montilla”, comenta sin ocultar su emoción.
La mención a su padre no es casual. José Pedraza Luque, que falleció el 9 de junio de 2021 a los 78 años de edad, fue uno de los grandes referentes de la joyería y de la orfebrería cordobesa, reconocido como Artesano del Año y recordado en Montilla por su compromiso con la cultura local. Su legado sigue vivo en la obra de su hija, que ha sabido mantener la esencia familiar unida a la innovación.
De hecho, Pedraza Joyas nació precisamente de esa herencia. En su taller de Montilla donde el metal se transforma en arte, Paqui Pedraza continúa el camino que su padre le enseñó desde niña. “Nos gustan las joyas que van más allá del simple complemento. Por ello, nuestro trabajo se dirige hacia personas que aman el diseño y que buscan algo diferente”, explica.
Desde que en 2013 decidiera abrir su propio espacio de diseño, creación y venta en la calle Puerta de Aguilar, en pleno centro de Montilla, Paqui Pedraza ha sabido conjugar la tradición artesanal con las tecnologías más recientes aplicadas al diseño y la fabricación de joyería. Sus piezas, realizadas siempre en oro y plata de primera ley, combinan la precisión técnica con una profunda carga sentimental.
No es casualidad, por tanto, que de este emblemático taller familiar hayan salido piezas de gran relevancia, como la realizada por encargo de la Guardia Real para el Rey Emérito Juan Carlos I, con motivo de su 75 cumpleaños. Obras que, como las que han podido desfilar en Pasarela Española, demuestran que la joyería artesanal no solo perdura, sino que se renueva con cada generación.
El paso de Pedraza Joyas por el Casino Gran Vía de Madrid ha supuesto, así, un nuevo reconocimiento al talento local y al valor de la artesanía montillana, que sigue brillando dentro y fuera de Andalucía. Porque, en cada joya de Paqui Pedraza, late la historia de una familia, el eco de un legado y la pasión por un oficio que, más que un trabajo, es una forma de vida.
“Las piezas que presenté fueron en su mayoría trabajos hechos por encargo”, explica, en declaraciones a Montilla Digital, la propia Paqui Pedraza, máxima responsable de la firma montillana. La colección formaba una pequeña muestra, aparentemente sin conexión, pero que compartía un mismo fondo: el de ser piezas únicas, totalmente personalizadas. Joyas que se adaptan al estilo, al gusto o a las necesidades de cada persona y que dan forma a la historia o a los sentimientos de los hombres o mujeres para la que fueron creadas.
En Pasarela Española, donde la creatividad y la artesanía se funden bajo los focos de la Gran Vía de Madrid, cada joya de Pedraza tenía una razón de ser, un alma propia. La gargantilla de inspiración marinera, diseñada “para una mujer fuerte y luchadora como los hombres de mar”, simbolizaba el coraje y la constancia.
La sortija con olor a Córdoba, que lució la modelo Celia Sevilla, evocaba “las flores de azahar con una evocación a la filigrana cordobesa”. Y el conjunto de pendientes y gargantilla en plata de ley con magnetitas, realizado para Mar García Ruiz, reflejaba la elegancia discreta y el magnetismo de los metales nobles trabajados con mimo.
Además del valor artístico de las piezas, la presentación tuvo una carga emocional muy especial para la diseñadora montillana. “Para ese día tan especial para mí, quise tener a mi padre presente de alguna forma y elegí llevar para la ocasión un broche que él hizo, en forma de racimo de uvas, y unos pendientes que eran un rediseño de su broche, uniendo de esa manera su trabajo y el mío y el amor por Montilla”, comenta sin ocultar su emoción.
La mención a su padre no es casual. José Pedraza Luque, que falleció el 9 de junio de 2021 a los 78 años de edad, fue uno de los grandes referentes de la joyería y de la orfebrería cordobesa, reconocido como Artesano del Año y recordado en Montilla por su compromiso con la cultura local. Su legado sigue vivo en la obra de su hija, que ha sabido mantener la esencia familiar unida a la innovación.
De hecho, Pedraza Joyas nació precisamente de esa herencia. En su taller de Montilla donde el metal se transforma en arte, Paqui Pedraza continúa el camino que su padre le enseñó desde niña. “Nos gustan las joyas que van más allá del simple complemento. Por ello, nuestro trabajo se dirige hacia personas que aman el diseño y que buscan algo diferente”, explica.
Desde que en 2013 decidiera abrir su propio espacio de diseño, creación y venta en la calle Puerta de Aguilar, en pleno centro de Montilla, Paqui Pedraza ha sabido conjugar la tradición artesanal con las tecnologías más recientes aplicadas al diseño y la fabricación de joyería. Sus piezas, realizadas siempre en oro y plata de primera ley, combinan la precisión técnica con una profunda carga sentimental.
No es casualidad, por tanto, que de este emblemático taller familiar hayan salido piezas de gran relevancia, como la realizada por encargo de la Guardia Real para el Rey Emérito Juan Carlos I, con motivo de su 75 cumpleaños. Obras que, como las que han podido desfilar en Pasarela Española, demuestran que la joyería artesanal no solo perdura, sino que se renueva con cada generación.
El paso de Pedraza Joyas por el Casino Gran Vía de Madrid ha supuesto, así, un nuevo reconocimiento al talento local y al valor de la artesanía montillana, que sigue brillando dentro y fuera de Andalucía. Porque, en cada joya de Paqui Pedraza, late la historia de una familia, el eco de un legado y la pasión por un oficio que, más que un trabajo, es una forma de vida.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: PEDRAZA JOYAS
FOTOGRAFÍA: PEDRAZA JOYAS



















































