La soprano montillana Lucía Millán Barranco participará este próximo jueves, 19 de junio, en el VII Ciclo de Lírica organizado por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, un evento que cada mes de junio convierte a la capital en epicentro de la lírica nacional.
Su actuación, programada para las 20.30 de la tarde en la Sala Orive, forma parte de un recital compartido con las sopranos Lucía Tavira, Juana Castillo y María Gracia Romero —esta última como soprano invitada—, acompañadas al piano por el músico prieguense Antonio López.
La entrada será libre hasta completar aforo, en línea con la vocación abierta y cercana de este ciclo, que busca acercar al gran público las formas más delicadas de la música vocal a través de un repertorio que abarca ópera, zarzuela y canción lírica.
De timbre flexible y técnica depurada, Lucía Millán aportará a este concierto una interpretación que, como en tantas otras ocasiones, promete estar cargada de sensibilidad y fuerza expresiva. Con una voz lírica de coloratura, su perfil artístico ha sido definido por la crítica como el de una intérprete capaz de conjugar solvencia técnica con un carácter interpretativo que seduce desde los primeros compases.
Nacida en Montilla, Lucía Millán ha recorrido un intenso camino formativo que comenzó en los conservatorios de Córdoba y Málaga, donde obtuvo el Título Superior de Canto con excelentes calificaciones, y que se consolidó en el prestigioso Conservatorio Statale “Arrigo Boito” de Parma, en Italia, bajo la tutela de profesoras como Adriana Cicogna y Carmen Santoro.
Esta sólida formación académica ha sido acompañada por un trabajo constante de perfeccionamiento junto a referentes del canto y la dirección escénica como Mariella Devia, Nancy Fabiola Herrera, Carlos Álvarez, Ana Luisa Chova, Paul-Èmile Fourny o Gianluigi Gelmetti, entre muchos otros.
Su carrera se ha visto reconocida con importantes premios, como el segundo puesto en el Certamen Internacional de Zarzuela de Las Palmas de Gran Canaria y el Premio “Da Camera” en el certamen Málaga Crea, por su labor con el dúo Harpevoix. Pero más allá de los galardones, su recorrido escénico habla de una intérprete con un pie en la tradición y otro en la renovación.
En su repertorio destacan algunos de los grandes papeles de la ópera y la zarzuela. Ha encarnado a Marola en La Tabernera del Puerto, de Pablo Sorozábal; a la Duquesa Carolina en Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba; y a Estrella en La Gitanilla, de A. Reparaz.
En el ámbito operístico ha interpretado a Giulietta en I Capuleti e i Montecchi de Bellini; a Adina en L’elisir d’amore de Donizetti; a Susanna y la Condesa en Le nozze di Figaro de Mozart; a Clorinda en La Cenerentola de Rossini o a Musetta y Mimi en La Bohème de Puccini. Todo ello evidencia su versatilidad vocal y escénica, así como su capacidad para abordar desde la ligereza de un papel cómico hasta la hondura dramática de los grandes títulos del repertorio clásico.
Además de su faceta como intérprete, la soprano montillana ha desarrollado una intensa labor investigadora. Ha cursado el Máster Oficial de Patrimonio Musical en la Universidad de Granada, centrando su trabajo académico en la tonadilla escénica y en figuras históricas tan significativas como Lorenza Correa o María Antonia Fernández, “La Caramba”. Una mirada al pasado que enriquece su presente como cantante, y que revela su interés por rescatar y dar voz a repertorios injustamente olvidados.
El VII Ciclo de Lírica, que se celebra desde hoy y hasta el próximo 27 de junio, contará con un total de cuatro conciertos, todos ellos en la Sala Orive, a las 20.30 de la tarde. En esta edición, la programación ha apostado por una notable diversidad de timbres dentro de la cuerda de soprano —desde voces lírico-ligeras hasta líricas spinta o dramáticas—, y por una combinación de artistas consagrados y talentos emergentes.
Nombres como Mariola Cantarero, Sofía Esparza, José Luis Sola, Juan de Dios Mateos o Pablo Gálvez, habituales en escenarios como el Teatro Real, el Liceo o el Teatro de la Zarzuela, compartirán cartel con nuevas voces que empiezan a consolidarse y con otras ya consolidadas, como es el caso de Lucía Millán Barranco.
El ciclo arranca esta misma tarde con la actuación de Mariola Cantarero y Antonio López, y continuará tras el recital del próximo jueves con los conciertos de Sofía Esparza, José Luis Sola y Silvia Mkrtchian (20 de junio), y Juan de Dios Mateos, Pablo Gálvez y la pianista Mkrtchian (27 de junio).
En ese contexto, la presencia de Lucía Millán en el cartel no es casual. Su participación representa no solo el reconocimiento a una intérprete con formación rigurosa y presencia escénica, sino también la apertura del ciclo a nuevas sensibilidades que, sin renunciar a la tradición, ofrecen una mirada fresca, comprometida y viva del repertorio lírico. Y es que su voz, a medio camino entre la delicadeza técnica y el impulso emocional, es de las que el público no olvidan con facilidad.
Su actuación, programada para las 20.30 de la tarde en la Sala Orive, forma parte de un recital compartido con las sopranos Lucía Tavira, Juana Castillo y María Gracia Romero —esta última como soprano invitada—, acompañadas al piano por el músico prieguense Antonio López.
La entrada será libre hasta completar aforo, en línea con la vocación abierta y cercana de este ciclo, que busca acercar al gran público las formas más delicadas de la música vocal a través de un repertorio que abarca ópera, zarzuela y canción lírica.

De timbre flexible y técnica depurada, Lucía Millán aportará a este concierto una interpretación que, como en tantas otras ocasiones, promete estar cargada de sensibilidad y fuerza expresiva. Con una voz lírica de coloratura, su perfil artístico ha sido definido por la crítica como el de una intérprete capaz de conjugar solvencia técnica con un carácter interpretativo que seduce desde los primeros compases.
Nacida en Montilla, Lucía Millán ha recorrido un intenso camino formativo que comenzó en los conservatorios de Córdoba y Málaga, donde obtuvo el Título Superior de Canto con excelentes calificaciones, y que se consolidó en el prestigioso Conservatorio Statale “Arrigo Boito” de Parma, en Italia, bajo la tutela de profesoras como Adriana Cicogna y Carmen Santoro.
Esta sólida formación académica ha sido acompañada por un trabajo constante de perfeccionamiento junto a referentes del canto y la dirección escénica como Mariella Devia, Nancy Fabiola Herrera, Carlos Álvarez, Ana Luisa Chova, Paul-Èmile Fourny o Gianluigi Gelmetti, entre muchos otros.

Su carrera se ha visto reconocida con importantes premios, como el segundo puesto en el Certamen Internacional de Zarzuela de Las Palmas de Gran Canaria y el Premio “Da Camera” en el certamen Málaga Crea, por su labor con el dúo Harpevoix. Pero más allá de los galardones, su recorrido escénico habla de una intérprete con un pie en la tradición y otro en la renovación.
En su repertorio destacan algunos de los grandes papeles de la ópera y la zarzuela. Ha encarnado a Marola en La Tabernera del Puerto, de Pablo Sorozábal; a la Duquesa Carolina en Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba; y a Estrella en La Gitanilla, de A. Reparaz.
En el ámbito operístico ha interpretado a Giulietta en I Capuleti e i Montecchi de Bellini; a Adina en L’elisir d’amore de Donizetti; a Susanna y la Condesa en Le nozze di Figaro de Mozart; a Clorinda en La Cenerentola de Rossini o a Musetta y Mimi en La Bohème de Puccini. Todo ello evidencia su versatilidad vocal y escénica, así como su capacidad para abordar desde la ligereza de un papel cómico hasta la hondura dramática de los grandes títulos del repertorio clásico.

Además de su faceta como intérprete, la soprano montillana ha desarrollado una intensa labor investigadora. Ha cursado el Máster Oficial de Patrimonio Musical en la Universidad de Granada, centrando su trabajo académico en la tonadilla escénica y en figuras históricas tan significativas como Lorenza Correa o María Antonia Fernández, “La Caramba”. Una mirada al pasado que enriquece su presente como cantante, y que revela su interés por rescatar y dar voz a repertorios injustamente olvidados.
El VII Ciclo de Lírica, que se celebra desde hoy y hasta el próximo 27 de junio, contará con un total de cuatro conciertos, todos ellos en la Sala Orive, a las 20.30 de la tarde. En esta edición, la programación ha apostado por una notable diversidad de timbres dentro de la cuerda de soprano —desde voces lírico-ligeras hasta líricas spinta o dramáticas—, y por una combinación de artistas consagrados y talentos emergentes.
Nombres como Mariola Cantarero, Sofía Esparza, José Luis Sola, Juan de Dios Mateos o Pablo Gálvez, habituales en escenarios como el Teatro Real, el Liceo o el Teatro de la Zarzuela, compartirán cartel con nuevas voces que empiezan a consolidarse y con otras ya consolidadas, como es el caso de Lucía Millán Barranco.

El ciclo arranca esta misma tarde con la actuación de Mariola Cantarero y Antonio López, y continuará tras el recital del próximo jueves con los conciertos de Sofía Esparza, José Luis Sola y Silvia Mkrtchian (20 de junio), y Juan de Dios Mateos, Pablo Gálvez y la pianista Mkrtchian (27 de junio).
En ese contexto, la presencia de Lucía Millán en el cartel no es casual. Su participación representa no solo el reconocimiento a una intérprete con formación rigurosa y presencia escénica, sino también la apertura del ciclo a nuevas sensibilidades que, sin renunciar a la tradición, ofrecen una mirada fresca, comprometida y viva del repertorio lírico. Y es que su voz, a medio camino entre la delicadeza técnica y el impulso emocional, es de las que el público no olvidan con facilidad.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: LUCÍA MILLÁN (CEDIDA)
FOTOGRAFÍA: LUCÍA MILLÁN (CEDIDA)

