Un incipiente brote de escarlatina ha llevado a las autoridades sanitarias a aconsejar el aislamiento preventivo de un grupo de niños de una escuela infantil de Montilla. Así lo han confirmado a Montilla Digital fuentes del Ayuntamiento de Montilla, que han detallado que la decisión se ha tomado siguiendo las recomendaciones sanitarias ante el aumento de casos en un mismo grupo de convivencia, una medida que busca proteger la salud de los menores y evitar una mayor propagación de esta infección bacteriana.
La escarlatina, aunque suele asociarse con épocas pasadas, continúa presente hoy día, especialmente entre niños y jóvenes de 5 a 15 años de edad. Se trata de una enfermedad infantil causada por el Streptococcus pyogenes, una bacteria que forma parte de la flora habitual de la nasofaringe pero que, en determinadas circunstancias, puede provocar síntomas llamativos como fiebre alta, dolor de garganta, erupción cutánea y la característica “lengua de fresa”, un enrojecimiento intenso de la lengua con una textura rugosa.
En este caso, la aparición de varios contagios en una misma escuela infantil activó el protocolo previsto por las autoridades sanitarias, que recomienda el cierre del aula cuando se detectan cinco o más casos. Al extenderse los contagios a otros grupos, se optó, como medida cautelar, aconsejar a las familias que no llevasen a sus hijos al centro, tal y como han confirmado a Montilla Digital fuentes conocedoras del caso, que han preferido no desvelar el nombre de la escuela para evitar su "estigmatización".
En ese sentido, se han puesto en marcha las actuaciones pertinentes, que incluyen el aislamiento domiciliario de los menores afectados durante, al menos, 24 horas desde el inicio del tratamiento antibiótico, la comunicación inmediata a las familias, al profesorado y a los profesionales sanitarios, así como la limpieza terminal de las instalaciones. Esta última medida abarca puertas, suelos, paredes, mobiliario y cualquier tipo de objeto susceptible de actuar como transmisor indirecto de la bacteria.
Y es que la escarlatina se transmite, principalmente, por las microgotas de saliva que se expulsan al toser o estornudar, aunque históricamente también se han documentado contagios a través de objetos contaminados o incluso alimentos. Por ello, además del tratamiento médico, es esencial adoptar medidas preventivas como el lavado frecuente de manos, la ventilación adecuada de las estancias y evitar compartir utensilios entre niños.
Los expertos insisten en que, a pesar de su nombre, la escarlatina no debe generar alarma, ya que con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado con antibióticos como la penicilina, "la evolución suele ser muy favorable". Lo importante, como subrayan los especialistas, es "acudir al médico ante los primeros síntomas y completar el tratamiento, incluso aunque la mejoría sea rápida", para prevenir posibles complicaciones como fiebre reumática o infecciones renales.
Este episodio, aunque aislado y "poco relevante", según las fuentes consultadas por este periódico, recuerda la importancia de mantener una actitud vigilante frente a enfermedades infecciosas en el entorno escolar. De igual modo, pone de relieve el papel clave de la comunidad educativa y de las familias a la hora de detectar los síntomas, acudir al pediatra y aplicar las medidas de higiene necesarias para frenar la cadena de contagios.
Las mismas fuentes han detallado que la medida tiene carácter preventivo y que se mantendrá por espacio de 48 horas, en coordinación con las autoridades sanitarias, al objeto de garantizar la seguridad de los menores. Mientras tanto, desde el Ayuntamiento de Montilla se ha hecho un llamamiento a la calma y a la colaboración de toda la comunidad educativa para favorecer una rápida vuelta a la normalidad.
La escarlatina, aunque suele asociarse con épocas pasadas, continúa presente hoy día, especialmente entre niños y jóvenes de 5 a 15 años de edad. Se trata de una enfermedad infantil causada por el Streptococcus pyogenes, una bacteria que forma parte de la flora habitual de la nasofaringe pero que, en determinadas circunstancias, puede provocar síntomas llamativos como fiebre alta, dolor de garganta, erupción cutánea y la característica “lengua de fresa”, un enrojecimiento intenso de la lengua con una textura rugosa.
En este caso, la aparición de varios contagios en una misma escuela infantil activó el protocolo previsto por las autoridades sanitarias, que recomienda el cierre del aula cuando se detectan cinco o más casos. Al extenderse los contagios a otros grupos, se optó, como medida cautelar, aconsejar a las familias que no llevasen a sus hijos al centro, tal y como han confirmado a Montilla Digital fuentes conocedoras del caso, que han preferido no desvelar el nombre de la escuela para evitar su "estigmatización".

En ese sentido, se han puesto en marcha las actuaciones pertinentes, que incluyen el aislamiento domiciliario de los menores afectados durante, al menos, 24 horas desde el inicio del tratamiento antibiótico, la comunicación inmediata a las familias, al profesorado y a los profesionales sanitarios, así como la limpieza terminal de las instalaciones. Esta última medida abarca puertas, suelos, paredes, mobiliario y cualquier tipo de objeto susceptible de actuar como transmisor indirecto de la bacteria.
Y es que la escarlatina se transmite, principalmente, por las microgotas de saliva que se expulsan al toser o estornudar, aunque históricamente también se han documentado contagios a través de objetos contaminados o incluso alimentos. Por ello, además del tratamiento médico, es esencial adoptar medidas preventivas como el lavado frecuente de manos, la ventilación adecuada de las estancias y evitar compartir utensilios entre niños.
Los expertos insisten en que, a pesar de su nombre, la escarlatina no debe generar alarma, ya que con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado con antibióticos como la penicilina, "la evolución suele ser muy favorable". Lo importante, como subrayan los especialistas, es "acudir al médico ante los primeros síntomas y completar el tratamiento, incluso aunque la mejoría sea rápida", para prevenir posibles complicaciones como fiebre reumática o infecciones renales.

Este episodio, aunque aislado y "poco relevante", según las fuentes consultadas por este periódico, recuerda la importancia de mantener una actitud vigilante frente a enfermedades infecciosas en el entorno escolar. De igual modo, pone de relieve el papel clave de la comunidad educativa y de las familias a la hora de detectar los síntomas, acudir al pediatra y aplicar las medidas de higiene necesarias para frenar la cadena de contagios.
Las mismas fuentes han detallado que la medida tiene carácter preventivo y que se mantendrá por espacio de 48 horas, en coordinación con las autoridades sanitarias, al objeto de garantizar la seguridad de los menores. Mientras tanto, desde el Ayuntamiento de Montilla se ha hecho un llamamiento a la calma y a la colaboración de toda la comunidad educativa para favorecer una rápida vuelta a la normalidad.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: DEPOSITPHOTOS.COM
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