El Ayuntamiento de Montilla encara ya los trámites finales para modificar el nombre de la calle Arcipreste Fernández Casado, una vía situada a las espaldas de la Plaza de la Rosa, en pleno centro histórico, donde se halla el Palacio de Justicia, así como uno de los accesos al Colegio Salesiano "San Francisco Solano".
De este modo, el Consistorio montillano ha sometido ya a información pública el expediente administrativo que instruye María Luisa Rodas, concejala del Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU) y que permitirá reemplazar la denominación de la vía por la de Leonor Rodríguez 'La Camacha', una mujer que fue inmortalizada por Miguel de Cervantes en El coloquio de los perros, una de sus Novelas Ejemplares más famosas, cuya trama se desarrolla en Montilla.
La propuesta, que fue planteada el pasado año por IU en el seno de la comisión municipal que se está encargando de adecuar el callejero urbano a la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, afronta ya los últimos trámites administrativos previstos en el Reglamento Municipal de Honores y Distinciones.
La vía, que conecta la calle Beato Miguel Molina con la confluencia de las calles Gran Capitán, Iglesia y Cuesta del Silencio, rinde homenaje, desde hace más de un siglo, al arcipreste Luis Fernández Casado, más conocido como El Señor Vicario, que nació el 21 de junio de 1872 en Hinojosa del Duque y que llegó a ser canónigo honorario de la Santa Iglesia Catedral, además de Hijo Adoptivo de Montilla.
Desde el Grupo Municipal de IU se recordó que aunque la calle fuese rotulada con el nombre de Arcipreste Fernández Casado mucho antes del inicio de la Guerra Civil –en concreto, el 9 de enero de 1925–, "la documentación demuestra que fue un firme defensor del golpe de Estado y de la represión desencadenada, participando activamente en ella".
En alusión al sacerdote hinojoseño –que falleció en Montilla el 14 de enero de 1953–, Pepa Polonio Armada detalla en su obra La sinapsis del poder en una sociedad pequeña y cerrada. El caso de Montilla (1902-1975) que "en muchos casos, cuando se van a dar ejecuciones, se miente a los condenados en capilla, haciéndolos que se casen o que confiesen con la promesa de librarlos del paredón para, a continuación, proceder a su fusilamiento".
Para la especialista montillana, que es doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Córdoba (UCO), "la alianza entre los sublevados y la Iglesia, a nivel de Montilla, se manifiesta en la multitud de misas de campaña, 'Te Deum' y otros actos religiosos que se celebran con mucha frecuencia en esos días, además de la asistencia del arcipreste a las ejecuciones", argumentos "más que suficientes", a juicio de IU, como para retirarle su nombre a la calle que da acceso al Palacio de Justicia.
En su lugar, la nomenclatura sugerida por IU rinde homenaje a Leonor Rodríguez La Camacha, que nació en Montilla en 1532 y que fue procesada y penitenciada por el Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba por, supuestamente, ejercer la brujería.
Tal y como destaca José Luis Muries, adquirió gran resonancia popular debido a que Cervantes, en su Novela, y coloquio, que pasó entre Cipión y Berganza, perros del Hospital de la Resurrección, que está en la ciudad de Valladolid, fuera de la puerta del Campo, a quien comúnmente llaman "Los perros de Mahudes", "subió la nota de sus hazañas hechiceriles, sublimando sus poderes y atribuyéndole practicas tan maravillosas y fantásticas".
"La Camacha ha sido y es considerada como una extraordinaria hechicera. Sin embargo, pese a tan extremada equiparación, no fue sino una embaidora vulgar, ni más ni menos que igual a otras de sus contemporáneas", sostiene José Luis Muries en su obra Brujas y hechiceras del siglo XVI: La Camacha de Montilla.
De este modo, el Consistorio montillano ha sometido ya a información pública el expediente administrativo que instruye María Luisa Rodas, concejala del Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU) y que permitirá reemplazar la denominación de la vía por la de Leonor Rodríguez 'La Camacha', una mujer que fue inmortalizada por Miguel de Cervantes en El coloquio de los perros, una de sus Novelas Ejemplares más famosas, cuya trama se desarrolla en Montilla.
La propuesta, que fue planteada el pasado año por IU en el seno de la comisión municipal que se está encargando de adecuar el callejero urbano a la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, afronta ya los últimos trámites administrativos previstos en el Reglamento Municipal de Honores y Distinciones.
La vía, que conecta la calle Beato Miguel Molina con la confluencia de las calles Gran Capitán, Iglesia y Cuesta del Silencio, rinde homenaje, desde hace más de un siglo, al arcipreste Luis Fernández Casado, más conocido como El Señor Vicario, que nació el 21 de junio de 1872 en Hinojosa del Duque y que llegó a ser canónigo honorario de la Santa Iglesia Catedral, además de Hijo Adoptivo de Montilla.
Desde el Grupo Municipal de IU se recordó que aunque la calle fuese rotulada con el nombre de Arcipreste Fernández Casado mucho antes del inicio de la Guerra Civil –en concreto, el 9 de enero de 1925–, "la documentación demuestra que fue un firme defensor del golpe de Estado y de la represión desencadenada, participando activamente en ella".
En alusión al sacerdote hinojoseño –que falleció en Montilla el 14 de enero de 1953–, Pepa Polonio Armada detalla en su obra La sinapsis del poder en una sociedad pequeña y cerrada. El caso de Montilla (1902-1975) que "en muchos casos, cuando se van a dar ejecuciones, se miente a los condenados en capilla, haciéndolos que se casen o que confiesen con la promesa de librarlos del paredón para, a continuación, proceder a su fusilamiento".
Para la especialista montillana, que es doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Córdoba (UCO), "la alianza entre los sublevados y la Iglesia, a nivel de Montilla, se manifiesta en la multitud de misas de campaña, 'Te Deum' y otros actos religiosos que se celebran con mucha frecuencia en esos días, además de la asistencia del arcipreste a las ejecuciones", argumentos "más que suficientes", a juicio de IU, como para retirarle su nombre a la calle que da acceso al Palacio de Justicia.
En su lugar, la nomenclatura sugerida por IU rinde homenaje a Leonor Rodríguez La Camacha, que nació en Montilla en 1532 y que fue procesada y penitenciada por el Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba por, supuestamente, ejercer la brujería.
Tal y como destaca José Luis Muries, adquirió gran resonancia popular debido a que Cervantes, en su Novela, y coloquio, que pasó entre Cipión y Berganza, perros del Hospital de la Resurrección, que está en la ciudad de Valladolid, fuera de la puerta del Campo, a quien comúnmente llaman "Los perros de Mahudes", "subió la nota de sus hazañas hechiceriles, sublimando sus poderes y atribuyéndole practicas tan maravillosas y fantásticas".
"La Camacha ha sido y es considerada como una extraordinaria hechicera. Sin embargo, pese a tan extremada equiparación, no fue sino una embaidora vulgar, ni más ni menos que igual a otras de sus contemporáneas", sostiene José Luis Muries en su obra Brujas y hechiceras del siglo XVI: La Camacha de Montilla.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR















































