El valor del agua en la mejora de la biodiversidad en la Laguna de Jarata. Así se titula el proyecto que se ha presentado hoy para conmemorar en Montilla el Día Mundial de los Humedales. La actividad, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Montilla, la Fundación Somos Naturaleza (FSN) y la Junta de Andalucía, es posible gracias a una donación de casi 4.700 euros aportados por Carrier.
"Estamos muy orgullosos de poder participar en este proyecto, que va a tener un impacto muy positivo en la sociedad, especialmente en la zona donde tenemos ubicada una de nuestras fábricas en Europa", apunta Ana María García López, directora general de Carrier Sur de Europa, quien resalta que para la firma, especializada en la fabricación de equipos de calefacción, acondicionamiento de aire y refrigeración, “la sostenibilidad es más que un compromiso y este tipo de acciones lo demuestran".
De este modo, Montilla se une a la celebración global del Día Mundial de los Humedales para resaltar la importancia de estos espacios y su papel clave en la conservación de la biodiversidad. Para ello, durante los próximos meses se llevarán a cabo una serie de actividades en torno a la Laguna de Jarata, un enclave natural de gran riqueza ecológica y paisajística ubicado en el corazón de la Campiña cordobesa, con el objetivo de fomentar la educación ambiental y la implicación ciudadana en la protección de este ecosistema.
Así, el próximo martes 25 de febrero se celebrará un acto público en el que la empresa Carrier realizará una donación económica destinada a proyectos de conservación. Ese mismo día, estudiantes y docentes de centros educativos de Montilla participarán en una jornada de voluntariado para la restauración de ecosistemas terrestres, mediante la plantación de especies autóctonas en las áreas periféricas de la laguna.
En marzo, se editarán materiales divulgativos sobre el papel del agua en la mejora del ecosistema y la importancia de la laguna como hábitat de numerosas especies. El mes de abril traerá consigo una ruta guiada con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias, en la que se inaugurará un observatorio de aves como aula al aire libre y se impartirán talleres sobre patrones de migración.
La programación continuará en mayo con un Taller de Fotografía de Naturaleza dirigido por un especialista, que ofrecerá a los participantes la oportunidad de capturar la belleza del humedal y sus habitantes. En junio, se organizará un certamen artístico en el que se invitará a la ciudadanía a plasmar, a través de dibujos, microrrelatos, poesías o videos, la importancia del agua en la biodiversidad.
Con la llegada del verano, las actividades se centrarán en garantizar la supervivencia de las especies plantadas durante la reforestación. Entre julio y agosto, se llevarán a cabo turnos de riego con la colaboración de voluntarios y entidades locales.
Además, desde febrero hasta septiembre, se desarrollará una campaña de comunicación en medios y redes sociales, con el hashtag oficial #LagunaJarataViva, para visibilizar las iniciativas en marcha y fomentar la participación ciudadana en la conservación de este enclave natural.
Ubicada en el descansadero de la vía pecuaria de Malabrigo o Cansinos, entre Montilla y Montalbán de Córdoba, las primeras referencias históricas documentadas sobre la Laguna de Jarata se remontan a 1528, tal y como constan en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de Montilla, que aluden a la costumbre de repartir entre los dueños de ganado lanar los aguaderos del término municipal para que en ellos pudieran abrevarse los rebaños.
Varios documentos que se conservan en el Archivo Histórico Local también constatan que en la segunda mitad del siglo XX el paraje de Jarata se transformaba en una laguna, fundamentalmente durante los inviernos más lluviosos. Sin embargo, las captaciones de agua para las labores agrícolas provocaron la desecación de la zona.
El pasado año, este enclave protagonizó un proyecto de restauración hidrológica y ambiental que acometió la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía y que, como avanzó Montilla Digital, contó con una inversión próxima a los 270.000 euros, cofinanciados por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER).
El proyecto de rehabilitación hidrológica y ambiental de la Laguna de Jarata consistió en la retirada de sedimentos, la restauración de la cubeta de inundación para albergar hasta 29.146 metros cúbicos de agua y la reforestación perimetral de la laguna con 1.766 ejemplares de 15 especies vegetales. Las obras, que se inauguraron oficialmente el 2 de febrero de 2024, incluyeron la dotación de señales interpretativas, así como la construcción de una zona de recepción, un sendero y un observatorio de aves.
Con una extensión total de unas 13,4 hectáreas, el terreno sobre el que se asienta la laguna está formado por materiales impermeables pertenecientes al Triásico, muy similares a los de las diferentes lagunas del Sur de la provincia de Córdoba.
La presencia de sal en el suelo y su tendencia a encharcarse en época de lluvias favorecen la proliferación de tarajes, un arbusto perteneciente a la familia Tamaricaceae que se encuentra en el Mediterráneo occidental, aunque también son frecuentes los carrizos.
No obstante, la especie más extendida es de carácter nitrófilo y halófilo. Esta vegetación era utilizada por diferentes aves para anidar, entre las que destacaban cigüeñas, ánades, avefrías, fochas, pollas de agua y limícolas o zancudas. También eran frecuentes los anfibios como sapos y ranas.
La Laguna de Jarata se erige, pues, como un valioso humedal temporal y, de hecho, ha sido reconocida por su gran importancia ecológica. No en vano, desempeña un papel crucial en la regulación del flujo hídrico de la comarca, al actuar como una cuenca de retención natural, favoreciendo la recarga de acuíferos locales y ayudando a mitigar los efectos de la sequía.
"Estamos muy orgullosos de poder participar en este proyecto, que va a tener un impacto muy positivo en la sociedad, especialmente en la zona donde tenemos ubicada una de nuestras fábricas en Europa", apunta Ana María García López, directora general de Carrier Sur de Europa, quien resalta que para la firma, especializada en la fabricación de equipos de calefacción, acondicionamiento de aire y refrigeración, “la sostenibilidad es más que un compromiso y este tipo de acciones lo demuestran".
De este modo, Montilla se une a la celebración global del Día Mundial de los Humedales para resaltar la importancia de estos espacios y su papel clave en la conservación de la biodiversidad. Para ello, durante los próximos meses se llevarán a cabo una serie de actividades en torno a la Laguna de Jarata, un enclave natural de gran riqueza ecológica y paisajística ubicado en el corazón de la Campiña cordobesa, con el objetivo de fomentar la educación ambiental y la implicación ciudadana en la protección de este ecosistema.

Así, el próximo martes 25 de febrero se celebrará un acto público en el que la empresa Carrier realizará una donación económica destinada a proyectos de conservación. Ese mismo día, estudiantes y docentes de centros educativos de Montilla participarán en una jornada de voluntariado para la restauración de ecosistemas terrestres, mediante la plantación de especies autóctonas en las áreas periféricas de la laguna.
En marzo, se editarán materiales divulgativos sobre el papel del agua en la mejora del ecosistema y la importancia de la laguna como hábitat de numerosas especies. El mes de abril traerá consigo una ruta guiada con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias, en la que se inaugurará un observatorio de aves como aula al aire libre y se impartirán talleres sobre patrones de migración.
La programación continuará en mayo con un Taller de Fotografía de Naturaleza dirigido por un especialista, que ofrecerá a los participantes la oportunidad de capturar la belleza del humedal y sus habitantes. En junio, se organizará un certamen artístico en el que se invitará a la ciudadanía a plasmar, a través de dibujos, microrrelatos, poesías o videos, la importancia del agua en la biodiversidad.

Con la llegada del verano, las actividades se centrarán en garantizar la supervivencia de las especies plantadas durante la reforestación. Entre julio y agosto, se llevarán a cabo turnos de riego con la colaboración de voluntarios y entidades locales.
Además, desde febrero hasta septiembre, se desarrollará una campaña de comunicación en medios y redes sociales, con el hashtag oficial #LagunaJarataViva, para visibilizar las iniciativas en marcha y fomentar la participación ciudadana en la conservación de este enclave natural.
Un enclave natural en recuperación
Ubicada en el descansadero de la vía pecuaria de Malabrigo o Cansinos, entre Montilla y Montalbán de Córdoba, las primeras referencias históricas documentadas sobre la Laguna de Jarata se remontan a 1528, tal y como constan en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de Montilla, que aluden a la costumbre de repartir entre los dueños de ganado lanar los aguaderos del término municipal para que en ellos pudieran abrevarse los rebaños.

Varios documentos que se conservan en el Archivo Histórico Local también constatan que en la segunda mitad del siglo XX el paraje de Jarata se transformaba en una laguna, fundamentalmente durante los inviernos más lluviosos. Sin embargo, las captaciones de agua para las labores agrícolas provocaron la desecación de la zona.
El pasado año, este enclave protagonizó un proyecto de restauración hidrológica y ambiental que acometió la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía y que, como avanzó Montilla Digital, contó con una inversión próxima a los 270.000 euros, cofinanciados por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER).
El proyecto de rehabilitación hidrológica y ambiental de la Laguna de Jarata consistió en la retirada de sedimentos, la restauración de la cubeta de inundación para albergar hasta 29.146 metros cúbicos de agua y la reforestación perimetral de la laguna con 1.766 ejemplares de 15 especies vegetales. Las obras, que se inauguraron oficialmente el 2 de febrero de 2024, incluyeron la dotación de señales interpretativas, así como la construcción de una zona de recepción, un sendero y un observatorio de aves.

Con una extensión total de unas 13,4 hectáreas, el terreno sobre el que se asienta la laguna está formado por materiales impermeables pertenecientes al Triásico, muy similares a los de las diferentes lagunas del Sur de la provincia de Córdoba.
La presencia de sal en el suelo y su tendencia a encharcarse en época de lluvias favorecen la proliferación de tarajes, un arbusto perteneciente a la familia Tamaricaceae que se encuentra en el Mediterráneo occidental, aunque también son frecuentes los carrizos.
No obstante, la especie más extendida es de carácter nitrófilo y halófilo. Esta vegetación era utilizada por diferentes aves para anidar, entre las que destacaban cigüeñas, ánades, avefrías, fochas, pollas de agua y limícolas o zancudas. También eran frecuentes los anfibios como sapos y ranas.
La Laguna de Jarata se erige, pues, como un valioso humedal temporal y, de hecho, ha sido reconocida por su gran importancia ecológica. No en vano, desempeña un papel crucial en la regulación del flujo hídrico de la comarca, al actuar como una cuenca de retención natural, favoreciendo la recarga de acuíferos locales y ayudando a mitigar los efectos de la sequía.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JUNTA DE ANDALUCÍA
FOTOGRAFÍA: JUNTA DE ANDALUCÍA

