El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, visitó ayer Montilla para conocer la restauración hidrológica y ambiental de la Laguna de Jarata, un proyecto que ha contado con una inversión próxima a los 270.000 euros y que ha permitido acondicionar este enclave que cuenta con una extensión total de unas 13,4 hectáreas.
"Esta es una demostración más de la apuesta de la Junta por los humedales andaluces, en los que se van a invertir más de 15,4 millones de euros para conservación y restauración de unos espacios muy necesarios para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, y que requieren de la máxima protección de su biodiversidad", señaló Fernández-Pacheco, que estuvo acompañado por el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, junto a representantes del Ayuntamiento y de la Diputación de Córdoba.
El proyecto de restauración hidrológica y ambiental de la Laguna de Jarata ha supuesto una inversión total de 267.501 euros que, cofinanciada por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER), ha permitido al Gobierno andaluz "recuperar el esplendor que nunca debió perder este magnífico espacio natural, con toda su biodiversidad, para el disfrute de vecinos y visitantes".
La actuación ha consistido en la retirada de sedimentos, la restauración de la cubeta de inundación para albergar hasta 29.146 metros cúbicos de agua y la reforestación perimetral de la laguna con 1.766 ejemplares de 15 especies vegetales. Las obras han incluido la dotación de señales interpretativas, así como la construcción de una zona de recepción, un sendero y un observatorio de aves.
Durante su visita a Montilla, el consejero participó en la puesta en libertad de un búho real, un busardo ratonero y dos cernícalos vulgares, todos ellos rescatados tras avisos de particulares y tratados en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) Los Villares de Córdoba.
En este sentido, Fernández-Pacheco agradeció la labor de los profesionales del CREA y recordó a la población que "si se encuentran un animal herido, tienen que llamar inmediatamente al 112 para que pueda ser rescatado y curado, y sean muchas más las ocasiones como esta en las que los devolvemos a su hábitat natural".
Para terminar la jornada, el consejero participó, junto al alumnado del IES Inca Garcilaso de Montilla, y dentro del proyecto de reforestación de Jarata que viene impulsando el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Montilla, en la plantación de vegetación autóctona en el entorno.
La presencia de sal en el suelo y su tendencia a encharcarse en época de lluvias favorecen la proliferación de tarajes, un arbusto perteneciente a la familia Tamaricaceae que se encuentra en el Mediterráneo occidental, aunque también son frecuentes los carrizos. No obstante, la especie más extendida es de carácter nitrófilo y halófilo. Esta vegetación era utilizada por diferentes aves para anidar, entre las que destacaban cigüeñas, ánades, avefrías, fochas, pollas de agua y limícolas o zancudas. También eran frecuentes los anfibios como sapos y ranas.
Las primeras referencias históricas documentadas sobre la Laguna de Jarata se remontan a 1528, tal y como constan en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de Montilla, que aluden a la costumbre de repartir entre los dueños de ganado lanar los aguaderos del término municipal para que en ellos pudieran abrevarse los rebaños.
Varios documentos que se conservan en el Archivo Histórico Local también constatan que en la segunda mitad del siglo XX el paraje de Jarata se transformaba en una laguna, fundamentalmente durante los inviernos más lluviosos. Sin embargo, las captaciones de agua para las labores agrícolas provocaron la desecación de la zona.
Con todo, en el año 1996, uno de los más lluviosos del último siglo, el paraje de Jarata se volvió a encharcar, lo que llevó al Ayuntamiento de Montilla a plantearse la posibilidad de recuperar la laguna. Por ello, en mayo de 1997, el Consistorio solicitó una subvención para actividades de voluntariado ambiental, consistentes en la plantación de vegetación hidrófila en su entorno.
"Esta es una demostración más de la apuesta de la Junta por los humedales andaluces, en los que se van a invertir más de 15,4 millones de euros para conservación y restauración de unos espacios muy necesarios para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, y que requieren de la máxima protección de su biodiversidad", señaló Fernández-Pacheco, que estuvo acompañado por el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, junto a representantes del Ayuntamiento y de la Diputación de Córdoba.
El proyecto de restauración hidrológica y ambiental de la Laguna de Jarata ha supuesto una inversión total de 267.501 euros que, cofinanciada por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER), ha permitido al Gobierno andaluz "recuperar el esplendor que nunca debió perder este magnífico espacio natural, con toda su biodiversidad, para el disfrute de vecinos y visitantes".
La actuación ha consistido en la retirada de sedimentos, la restauración de la cubeta de inundación para albergar hasta 29.146 metros cúbicos de agua y la reforestación perimetral de la laguna con 1.766 ejemplares de 15 especies vegetales. Las obras han incluido la dotación de señales interpretativas, así como la construcción de una zona de recepción, un sendero y un observatorio de aves.
Durante su visita a Montilla, el consejero participó en la puesta en libertad de un búho real, un busardo ratonero y dos cernícalos vulgares, todos ellos rescatados tras avisos de particulares y tratados en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) Los Villares de Córdoba.
En este sentido, Fernández-Pacheco agradeció la labor de los profesionales del CREA y recordó a la población que "si se encuentran un animal herido, tienen que llamar inmediatamente al 112 para que pueda ser rescatado y curado, y sean muchas más las ocasiones como esta en las que los devolvemos a su hábitat natural".
Para terminar la jornada, el consejero participó, junto al alumnado del IES Inca Garcilaso de Montilla, y dentro del proyecto de reforestación de Jarata que viene impulsando el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Montilla, en la plantación de vegetación autóctona en el entorno.
Un enclave singular
Con una extensión total de unas 13,4 hectáreas, el terreno sobre el que se asienta la laguna está formado por materiales impermeables pertenecientes al Triásico, muy similares a los de las diferentes lagunas del Sur de la provincia de Córdoba.La presencia de sal en el suelo y su tendencia a encharcarse en época de lluvias favorecen la proliferación de tarajes, un arbusto perteneciente a la familia Tamaricaceae que se encuentra en el Mediterráneo occidental, aunque también son frecuentes los carrizos. No obstante, la especie más extendida es de carácter nitrófilo y halófilo. Esta vegetación era utilizada por diferentes aves para anidar, entre las que destacaban cigüeñas, ánades, avefrías, fochas, pollas de agua y limícolas o zancudas. También eran frecuentes los anfibios como sapos y ranas.
Las primeras referencias históricas documentadas sobre la Laguna de Jarata se remontan a 1528, tal y como constan en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de Montilla, que aluden a la costumbre de repartir entre los dueños de ganado lanar los aguaderos del término municipal para que en ellos pudieran abrevarse los rebaños.
Varios documentos que se conservan en el Archivo Histórico Local también constatan que en la segunda mitad del siglo XX el paraje de Jarata se transformaba en una laguna, fundamentalmente durante los inviernos más lluviosos. Sin embargo, las captaciones de agua para las labores agrícolas provocaron la desecación de la zona.
Con todo, en el año 1996, uno de los más lluviosos del último siglo, el paraje de Jarata se volvió a encharcar, lo que llevó al Ayuntamiento de Montilla a plantearse la posibilidad de recuperar la laguna. Por ello, en mayo de 1997, el Consistorio solicitó una subvención para actividades de voluntariado ambiental, consistentes en la plantación de vegetación hidrófila en su entorno.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR