Montilla acogerá, de manera temporal, la mayor reliquia ósea que se conserva de San Francisco Solano y que, hasta ahora, se custodiaba en La Puebla de Castro, un municipio de apenas 400 habitantes situado en la comarca oscense de La Ribagorza. Al mediodía de ayer, la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara acogió un acto presidido por el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Javier Pérez Pueyo, durante el que se hizo entrega a una delegación montillana de las reliquias del Evangelizador del Nuevo Mundo.
La cesión temporal a Montilla de esta importante reliquia ha supuesto el broche de oro al amplio programa de actos promovido por el Foro de Estudios Pueblenses para conmemorar el 300.º aniversario de la unión de Montilla y La Puebla de Castro.
"Hace 300 años, el 19 de noviembre de 1722, contrajeron matrimonio la V Marquesa de La Puebla de Castro y el Señor de Montilla y Duque de Medinaceli. Esta unión propició la llegada de las reliquias de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima a La Puebla de Castro, convirtiendo nuestra localidad en foco espiritual de primer orden", explicó Pedro Bardají Suárez, presidente del Foro de Estudios Pueblenses, entidad que ha querido recordar esta efeméride "estrechando vínculos institucionales, espirituales y afectivos entre ambas localidades".
La iniciativa del Foro de Estudios Pueblenses y de los Informadores Turísticos Locales ha contado con el respaldo de los ayuntamientos de Montilla y de La Puebla de Castro, así como de los obispados de Córdoba y Barbastro-Monzón; de la Franciscana Hermandad de los Patronos de Montilla; de las parroquias de San Francisco Solano y de Santa Bárbara –esta última, en La Puebla de Castro– y de la Asociación Cultural de La Puebla de Castro.
El intenso programa de actos arrancó en la tarde del pasado viernes, con un acto institucional en la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara que contó con la intervención de la alcaldesa de La Puebla de Castro, María Teresa Bardají Lanau; del alcalde de Montilla, Rafael Llamas; del Presidente del Foro de Estudios Pueblenses, Pedro Bardají Suárez; y del cronista oficial de Montilla, José Rey García.
A su vez, también estuvieron presentes el párroco de San Francisco Solano, David Reyes; la hermana mayor de la Franciscana Hermandad de los Patronos de Montilla, Encarnación Repiso, así como otros fieles montillanos vinculados al templo en el que nació El Taumaturgo del Nuevo Mundo.
Francisco Solano Cabello, en la memoria
Los actos conmemorativos del 300.º aniversario de la unión de Montilla y La Puebla de Castro han servido, igualmente, para recordar la figura de Francisco Solano Cabello Requena, fundador de la Asociación de Belenistas "Pastorcilllo de I Becci" y gran amante de las tradiciones locales, que falleció el pasado 5 de julio a los 71 años de edad.
Y es que la devoción y la curiosidad innata de Francisco Solano Cabello, hizo posible en 2015 localizar un blog editado por el psicólogo oscense Pedro Bardají en el que se aludía a la existencia en La Puebla de Castro de un hueso cúbito del antebrazo de San Francisco Solano. La tremenda sorpresa inicial dio paso a la inevitable impaciencia por conocer de cerca esta reliquia que se conserva desde el siglo XVIII en el Joyero-Museo de la iglesia parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro.
Y así fue como emprendieron su viaje los montillanos José Palma, María José Feria, el propio Francisco Solano Cabello, Manuel Ruz, Loli García, María del Carmen Navarro, Pedro Navarro, María del Carmen González y Jaime Luque, que sintieron “una emoción indescriptible” cuando se toparon, frente a frente, con esta nueva huella solanista, la más importante del Apóstol del Nuevo Mundo desde que en 1990 desapareciera en Perú el cráneo que se conservaba en la iglesia de San Francisco de Lima.
“La reliquia está muy bien documentada y, de hecho, la primera referencia data de 1770, en un documento del Obispado de Huesca en el que se constata que existe un cúbito de San Francisco Solano y el radio del antebrazo de Santa Rosa de Lima en este pueblo”, explicó Manuel Ruz Feria, uno de los más fervientes devotos del Apóstol del Nuevo Mundo y promotor, junto con su hermano Vicente, de la comisión que hizo posible en 1989 la visita del cráneo de El Santo a su ciudad natal.
Los avatares históricos por los que ha atravesado el hueso de El Santo tampoco son nada desdeñables. Al estallar la Guerra Civil –y con la intención de preservar las obras de arte de los ataques de grupos anarquistas y anticlericales– el Gobierno de la República constituyó una Junta de Incautación para proteger el patrimonio artístico de España.
“Con todas estas obras –entre las que se encontraba la reliquia de San Francisco Solano– se creó un tesoro artístico nacional que viajó, en cajas, junto al Gobierno de la República, desde Madrid a Valencia; desde aquí a Figueras y, finalmente, en febrero de 1939, a Ginebra, donde fueron depositadas en el Palacio de las Naciones”, explica el psicólogo oscense Pedro Bardají, cuyo interés por la vida de San Francisco Solano y por la historia del cúbito que se custodia en La Puebla de Castro también surgió de manera providencial.
Y es que, como buen pueblense, el investigador sabía de la existencia del relicario en la iglesia parroquial de su ciudad natal, aunque desconocía la trascendencia de un santo que es patrono de Montilla pero, también, de otras tan importantes como Lima, Potosí, Cartagena de Indias, Santiago de Chile o La Habana.
Sin embargo, durante un concierto de Almagato, un grupo aragonés que interpreta canciones del folclore argentino y, en especial, de la provincia de Santiago del Estero –donde el fraile montillano centró la mayor parte de su labor evangelizadora y donde se le profesa una mayor devoción– oyó una letra que aludía a San Francisco Solano y, de inmediato, la relacionó con el hueso que se custodiaba en su pueblo. “Ahí fue cuando descubrió la trascendencia de nuestro paisano”, reconoce con emoción Jaime Luque.
Fruto de estos primeros contactos, el 5 de julio de 2016, la Parroquia de El Santo recibió la mayor reliquia ósea que se conserva de San Francisco Solano: el hueso cúbito del Evangelizador de las Américas, cuya autenticidad fue certificada en febrero de ese mismo año por el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Javier Pérez.
Desde entonces, y gracias al empeño demostrado por el Foro de Estudios Pueblenses y la Franciscana Hermandad de los Patronos de Montilla, los lazos de unión entre ambos municipios se han reforzado. No en vano, en mayo de 2018, una delegación del Ayuntamiento de Montilla, encabezada por el alcalde, Rafael Llamas, visitó La Puebla de Castro.
FE DE ERRORES: Al contrario de lo recogido en la primera versión de esta información, la reliquia de Santa Rosa de Lima no viajará finalmente a Montilla, tal y como había anunciado a este diario el Foro de Estudios Pueblenses. Según Carmen Navarro, secretaria de la Junta de Gobierno de la Hermandad de los Patronos, los trámites de permisos entre los obispados de Barbastro-Monzón y Córdoba, junto a los seguros exigidos por el Museo Diocesano, han determinado que el préstamo temporal se circunscriba, exclusivamente, al hueso cúbito de San Francisco Solano.
La cesión temporal a Montilla de esta importante reliquia ha supuesto el broche de oro al amplio programa de actos promovido por el Foro de Estudios Pueblenses para conmemorar el 300.º aniversario de la unión de Montilla y La Puebla de Castro.
"Hace 300 años, el 19 de noviembre de 1722, contrajeron matrimonio la V Marquesa de La Puebla de Castro y el Señor de Montilla y Duque de Medinaceli. Esta unión propició la llegada de las reliquias de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima a La Puebla de Castro, convirtiendo nuestra localidad en foco espiritual de primer orden", explicó Pedro Bardají Suárez, presidente del Foro de Estudios Pueblenses, entidad que ha querido recordar esta efeméride "estrechando vínculos institucionales, espirituales y afectivos entre ambas localidades".
La iniciativa del Foro de Estudios Pueblenses y de los Informadores Turísticos Locales ha contado con el respaldo de los ayuntamientos de Montilla y de La Puebla de Castro, así como de los obispados de Córdoba y Barbastro-Monzón; de la Franciscana Hermandad de los Patronos de Montilla; de las parroquias de San Francisco Solano y de Santa Bárbara –esta última, en La Puebla de Castro– y de la Asociación Cultural de La Puebla de Castro.
El intenso programa de actos arrancó en la tarde del pasado viernes, con un acto institucional en la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara que contó con la intervención de la alcaldesa de La Puebla de Castro, María Teresa Bardají Lanau; del alcalde de Montilla, Rafael Llamas; del Presidente del Foro de Estudios Pueblenses, Pedro Bardají Suárez; y del cronista oficial de Montilla, José Rey García.
A su vez, también estuvieron presentes el párroco de San Francisco Solano, David Reyes; la hermana mayor de la Franciscana Hermandad de los Patronos de Montilla, Encarnación Repiso, así como otros fieles montillanos vinculados al templo en el que nació El Taumaturgo del Nuevo Mundo.
Francisco Solano Cabello, en la memoria
Los actos conmemorativos del 300.º aniversario de la unión de Montilla y La Puebla de Castro han servido, igualmente, para recordar la figura de Francisco Solano Cabello Requena, fundador de la Asociación de Belenistas "Pastorcilllo de I Becci" y gran amante de las tradiciones locales, que falleció el pasado 5 de julio a los 71 años de edad.
Y es que la devoción y la curiosidad innata de Francisco Solano Cabello, hizo posible en 2015 localizar un blog editado por el psicólogo oscense Pedro Bardají en el que se aludía a la existencia en La Puebla de Castro de un hueso cúbito del antebrazo de San Francisco Solano. La tremenda sorpresa inicial dio paso a la inevitable impaciencia por conocer de cerca esta reliquia que se conserva desde el siglo XVIII en el Joyero-Museo de la iglesia parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro.
Y así fue como emprendieron su viaje los montillanos José Palma, María José Feria, el propio Francisco Solano Cabello, Manuel Ruz, Loli García, María del Carmen Navarro, Pedro Navarro, María del Carmen González y Jaime Luque, que sintieron “una emoción indescriptible” cuando se toparon, frente a frente, con esta nueva huella solanista, la más importante del Apóstol del Nuevo Mundo desde que en 1990 desapareciera en Perú el cráneo que se conservaba en la iglesia de San Francisco de Lima.
“La reliquia está muy bien documentada y, de hecho, la primera referencia data de 1770, en un documento del Obispado de Huesca en el que se constata que existe un cúbito de San Francisco Solano y el radio del antebrazo de Santa Rosa de Lima en este pueblo”, explicó Manuel Ruz Feria, uno de los más fervientes devotos del Apóstol del Nuevo Mundo y promotor, junto con su hermano Vicente, de la comisión que hizo posible en 1989 la visita del cráneo de El Santo a su ciudad natal.
Los avatares históricos por los que ha atravesado el hueso de El Santo tampoco son nada desdeñables. Al estallar la Guerra Civil –y con la intención de preservar las obras de arte de los ataques de grupos anarquistas y anticlericales– el Gobierno de la República constituyó una Junta de Incautación para proteger el patrimonio artístico de España.
“Con todas estas obras –entre las que se encontraba la reliquia de San Francisco Solano– se creó un tesoro artístico nacional que viajó, en cajas, junto al Gobierno de la República, desde Madrid a Valencia; desde aquí a Figueras y, finalmente, en febrero de 1939, a Ginebra, donde fueron depositadas en el Palacio de las Naciones”, explica el psicólogo oscense Pedro Bardají, cuyo interés por la vida de San Francisco Solano y por la historia del cúbito que se custodia en La Puebla de Castro también surgió de manera providencial.
Y es que, como buen pueblense, el investigador sabía de la existencia del relicario en la iglesia parroquial de su ciudad natal, aunque desconocía la trascendencia de un santo que es patrono de Montilla pero, también, de otras tan importantes como Lima, Potosí, Cartagena de Indias, Santiago de Chile o La Habana.
Sin embargo, durante un concierto de Almagato, un grupo aragonés que interpreta canciones del folclore argentino y, en especial, de la provincia de Santiago del Estero –donde el fraile montillano centró la mayor parte de su labor evangelizadora y donde se le profesa una mayor devoción– oyó una letra que aludía a San Francisco Solano y, de inmediato, la relacionó con el hueso que se custodiaba en su pueblo. “Ahí fue cuando descubrió la trascendencia de nuestro paisano”, reconoce con emoción Jaime Luque.
Fruto de estos primeros contactos, el 5 de julio de 2016, la Parroquia de El Santo recibió la mayor reliquia ósea que se conserva de San Francisco Solano: el hueso cúbito del Evangelizador de las Américas, cuya autenticidad fue certificada en febrero de ese mismo año por el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Javier Pérez.
Desde entonces, y gracias al empeño demostrado por el Foro de Estudios Pueblenses y la Franciscana Hermandad de los Patronos de Montilla, los lazos de unión entre ambos municipios se han reforzado. No en vano, en mayo de 2018, una delegación del Ayuntamiento de Montilla, encabezada por el alcalde, Rafael Llamas, visitó La Puebla de Castro.
FE DE ERRORES: Al contrario de lo recogido en la primera versión de esta información, la reliquia de Santa Rosa de Lima no viajará finalmente a Montilla, tal y como había anunciado a este diario el Foro de Estudios Pueblenses. Según Carmen Navarro, secretaria de la Junta de Gobierno de la Hermandad de los Patronos, los trámites de permisos entre los obispados de Barbastro-Monzón y Córdoba, junto a los seguros exigidos por el Museo Diocesano, han determinado que el préstamo temporal se circunscriba, exclusivamente, al hueso cúbito de San Francisco Solano.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: PEDRO BARDAJÍ / JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: PEDRO BARDAJÍ / JOSÉ ANTONIO AGUILAR
