Tenían doce y trece años y pedaleaban por el bosque, rumbo al lago. Daniel había dicho que los extraterrestres estaban allí. Martina decía que su perro se había perdido. Sus padres lo habían perdido. No habían tardado en llegar todos a la conclusión de que los extraterrestres se lo habían…
Todo lo que ves es rojo y negro. Todo. Una oscuridad que no es ni fría ni cálida. Simplemente es oscuridad. Sin fondo, no es como si te hubieras quedado ciego, sino como si tuvieras delante una pared de la que no puedes apartar la vista. De vez en cuando hay un rayo que atraviesa la oscur…
Era un día cálido y perezoso. Los minutos pasaban como si fueran horas y en los campos cantaban las cigarras. Era principios de junio y quedaban pocas semanas para que el curso terminara, pero la proximidad de los exámenes no impedía que todos los alumnos del instituto se sintieran somnol…
La luz en aquel rincón del planeta era engañosa. Ante ellos parecía que había sólo una enorme explanada blanca, pero no era cierto. La sensación de irrealidad era inmensa, aterradora, pero ellos estaban acostumbrados. Haidar activó su comunicador y contactó con la base. – No hay rast…
Era un pequeño pueblo casi vertical. En la vieja lengua se llamaba Desvlan, pero ya no eran aquellos tiempos y su nombre se había modernizado en un Villa Vista del Mar. Las casas se encajonaban en un acantilado, hasta el cual hacía siglos llegaba el mar. Ahora las aguas se hallaban a kiló…
La luna estaba oculta por un manto de nubes negras y el mar rugía sin que lo vieran. Se apretujaron un poco más en torno a la hoguera. El que se hacía llamar Roma había recogido troncos para alimentarla. Eran cuatro las figuras que la rodeaban, una de ellas no humana. –Dicen que van …
"Está bien", concedió él. "Mi hermana, como te he dicho, jamás había sido una persona deprimida. Pero algo ocurrió allí que no contó a nadie. En mi opinión, creo que simplemente algo dentro de ella se rompió y, por tanto, se suicidó. Al parecer se colgó del techo, era una c…
Una voz por megafonía anunció que el tren se iba a retrasar. Félix, molesto, se sentó en uno de los incómodos asientos de plástico duro frente a una ventana que daba a la estación. Pensó en sacar un libro para ponerse a leer, pero lo descartó. Apenas le quedaban cien páginas del que tenía…