La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz ha cerrado un expediente de queja vinculado a los problemas de ruido generados por un bar sin música ubicado en Montilla, después de que las Administraciones implicadas hayan reactivado el proceso de mediciones acústicas y hayan puesto en marcha dos ensayos técnicos que permiten avanzar hacia una solución definitiva.
La resolución llega tras años de desencuentros, escritos y verificaciones inconclusas que han marcado la convivencia en "una calle estrecha y de tránsito limitado, donde el eco del sonido se multiplica entre edificios altos y fachadas enfrentadas". La resolución no identifica la ubicación exacta del bar.
El origen del caso se remonta a una denuncia formalizada por un vecino que, desde hace años, convive con la actividad del establecimiento situado bajo su vivienda. En su escrito inicial, el denunciante describía un escenario particularmente complejo.
Hablaba de un local de apenas 54 metros cuadrados, con un aforo teórico de 18 personas, al que el Ayuntamiento de Montilla concedió una terraza de veladores de 147 metros cuadrados con capacidad para 33 personas. Pero, según el denunciante, "ese límite se superaba con frecuencia".
Además, según el vecino afectado, la propia configuración urbana del entorno agravaba la situación, ya que el bar se ubica en una vía "con el tráfico cortado, muy estrecha y encajada entre edificios altos, lo que provocaba un efecto acústico notable".
Uno de los aspectos que más preocupaba al vecino, según la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, era la gestión de la terraza de veladores. Y es que afirmaba que, durante meses —desde abril del año 2017 hasta el 29 de enero de 2018—, el negocio había funcionado sin la licencia correspondiente, pese a sus reiteradas denuncias.
El vecino también cuestionaba la ausencia de pruebas realizadas por una entidad independiente que verificara el impacto real del ruido. En ese sentido, el departamento que dirige Jesús Maeztu Gregorio de Tejada recoge que el denunciante manifestaba su incomprensión por que el Ayuntamiento de Montilla no hubiera “encargado la realización de una prueba acústica del funcionamiento real, tanto de la terraza como del negocio a una empresa independiente”.
Con la queja admitida a trámite, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz solicitó información al Ayuntamiento de Montilla, que explicó que, en su momento, había pedido la actuación subsidiaria de la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Esa Delegación, por su parte, requirió documentación complementaria, que fue entregada el 30 de mayo de 2023, aunque no se tuvo respuesta durante meses. El Defensor del Pueblo Andaluz, al comprobar esa ausencia de avance, trasladó directamente a la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía la necesidad de conocer las causas del retraso y de saber si estaba prevista la medición y en qué plazo.
Tras ese impulso, el procedimiento comenzó a moverse. El Ayuntamiento informó posteriormente de que había sido requerido por la Junta de Andalucía para la práctica del ensayo acústico subsidiario. A su vez, la Administración autonómica contactó con el promotor de la queja para fijar las primeras pruebas y volvió a comunicarse con el Consistorio para coordinar los ensayos, que debían ser practicados por agentes de la Policía Local.
La Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente detalló, además, que los técnicos se desplazaron en una primera ocasión a Montilla, aunque el ensayo no pudo realizarse ante la ausencia de clientes en los veladores, condición necesaria para obtener una medición representativa.
Pese a esa incidencia, el proceso avanzó. El 9 de julio del pasado año se llevaron a cabo las mediciones de aislamiento a ruido aéreo y a ruido de impacto en el interior del inmueble. Un día después, la Junta de Andalucía retomó el contacto con el denunciante para fijar una nueva fecha para el ensayo de inmisión de ruido, el más relevante para evaluar el funcionamiento de la terraza. En esa conversación, según la información remitida, el vecino comentó “la conveniencia de retrasar varias semanas la misma debido a la celebración de la feria de la ciudad, así como, por su indisponibilidad por encontrarse de vacaciones”.
La Junta de Andalucía, en su comunicación más reciente a la Oficina del Defensor, indicó que “una vez se realice la medición pendiente y se emitan los correspondientes informes, éstos serán remitidos a la mayor brevedad posible”, dejando así claro que el procedimiento técnico ya estaba activado, que dos de los tres ensayos estaban completados y que la prueba relativa a los veladores se programaría más adelante.
A la vista de estos avances, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz consideró que el problema que motivó la queja se encontraba finalmente encauzado. En ese sentido, la institución explicó que “el proceso de medición acústica se había activado y puesto en marcha con dos ensayos ya, quedando pendiente el de la terraza de veladores, para el que se tendrían que poner en contacto con el promotor más adelante”.
Por ello, el departamento que dirige Jesús Maeztu Gregorio de Tejada ha acordado suspender sus actuaciones y ha trasladado ahora al Ayuntamiento de Montilla la necesidad de adoptar las medidas oportunas en función de los resultados ya obtenidos y de los que se deriven de la medición pendiente sobre la terraza.
La resolución llega tras años de desencuentros, escritos y verificaciones inconclusas que han marcado la convivencia en "una calle estrecha y de tránsito limitado, donde el eco del sonido se multiplica entre edificios altos y fachadas enfrentadas". La resolución no identifica la ubicación exacta del bar.
El origen del caso se remonta a una denuncia formalizada por un vecino que, desde hace años, convive con la actividad del establecimiento situado bajo su vivienda. En su escrito inicial, el denunciante describía un escenario particularmente complejo.
Hablaba de un local de apenas 54 metros cuadrados, con un aforo teórico de 18 personas, al que el Ayuntamiento de Montilla concedió una terraza de veladores de 147 metros cuadrados con capacidad para 33 personas. Pero, según el denunciante, "ese límite se superaba con frecuencia".
Además, según el vecino afectado, la propia configuración urbana del entorno agravaba la situación, ya que el bar se ubica en una vía "con el tráfico cortado, muy estrecha y encajada entre edificios altos, lo que provocaba un efecto acústico notable".
Uno de los aspectos que más preocupaba al vecino, según la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, era la gestión de la terraza de veladores. Y es que afirmaba que, durante meses —desde abril del año 2017 hasta el 29 de enero de 2018—, el negocio había funcionado sin la licencia correspondiente, pese a sus reiteradas denuncias.
El vecino también cuestionaba la ausencia de pruebas realizadas por una entidad independiente que verificara el impacto real del ruido. En ese sentido, el departamento que dirige Jesús Maeztu Gregorio de Tejada recoge que el denunciante manifestaba su incomprensión por que el Ayuntamiento de Montilla no hubiera “encargado la realización de una prueba acústica del funcionamiento real, tanto de la terraza como del negocio a una empresa independiente”.
Con la queja admitida a trámite, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz solicitó información al Ayuntamiento de Montilla, que explicó que, en su momento, había pedido la actuación subsidiaria de la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Esa Delegación, por su parte, requirió documentación complementaria, que fue entregada el 30 de mayo de 2023, aunque no se tuvo respuesta durante meses. El Defensor del Pueblo Andaluz, al comprobar esa ausencia de avance, trasladó directamente a la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía la necesidad de conocer las causas del retraso y de saber si estaba prevista la medición y en qué plazo.
Tras ese impulso, el procedimiento comenzó a moverse. El Ayuntamiento informó posteriormente de que había sido requerido por la Junta de Andalucía para la práctica del ensayo acústico subsidiario. A su vez, la Administración autonómica contactó con el promotor de la queja para fijar las primeras pruebas y volvió a comunicarse con el Consistorio para coordinar los ensayos, que debían ser practicados por agentes de la Policía Local.
La Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente detalló, además, que los técnicos se desplazaron en una primera ocasión a Montilla, aunque el ensayo no pudo realizarse ante la ausencia de clientes en los veladores, condición necesaria para obtener una medición representativa.
Pese a esa incidencia, el proceso avanzó. El 9 de julio del pasado año se llevaron a cabo las mediciones de aislamiento a ruido aéreo y a ruido de impacto en el interior del inmueble. Un día después, la Junta de Andalucía retomó el contacto con el denunciante para fijar una nueva fecha para el ensayo de inmisión de ruido, el más relevante para evaluar el funcionamiento de la terraza. En esa conversación, según la información remitida, el vecino comentó “la conveniencia de retrasar varias semanas la misma debido a la celebración de la feria de la ciudad, así como, por su indisponibilidad por encontrarse de vacaciones”.
La Junta de Andalucía, en su comunicación más reciente a la Oficina del Defensor, indicó que “una vez se realice la medición pendiente y se emitan los correspondientes informes, éstos serán remitidos a la mayor brevedad posible”, dejando así claro que el procedimiento técnico ya estaba activado, que dos de los tres ensayos estaban completados y que la prueba relativa a los veladores se programaría más adelante.
A la vista de estos avances, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz consideró que el problema que motivó la queja se encontraba finalmente encauzado. En ese sentido, la institución explicó que “el proceso de medición acústica se había activado y puesto en marcha con dos ensayos ya, quedando pendiente el de la terraza de veladores, para el que se tendrían que poner en contacto con el promotor más adelante”.
Por ello, el departamento que dirige Jesús Maeztu Gregorio de Tejada ha acordado suspender sus actuaciones y ha trasladado ahora al Ayuntamiento de Montilla la necesidad de adoptar las medidas oportunas en función de los resultados ya obtenidos y de los que se deriven de la medición pendiente sobre la terraza.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
ILUSTRACIÓN: ISABEL AGUILAR
ILUSTRACIÓN: ISABEL AGUILAR


















































