El Ayuntamiento de Montilla reducirá en un 53 por ciento la deuda viva municipal al cierre del ejercicio 2025. Así lo confirmó ayer el alcalde de la localidad, Rafael Llamas, quien subrayó que este nuevo descenso sitúa la deuda en 1.930.211,64 euros, bajando hasta los 86,43 euros por habitante.
Este significativo descenso, avalado por los datos oficiales del Ministerio de Hacienda, convierte a Montilla en el municipio de más de 20.000 habitantes con una deuda municipal más baja en toda la provincia de Córdoba, a 31 de diciembre de 2024.
En ese sentido, Rafael Llamas defendió la evolución de las cuentas locales después de un año marcado por amortizaciones que, según detalló, "han permitido un avance decisivo en la estabilidad financiera". El regidor recordó la situación heredada hace una década, cuando "el endeudamiento condicionaba cada paso" de la Administración municipal y "marcaba los límites de inversión".
A juicio del primer edil montillano, "estos datos reflejan la gestión responsable que desde el Ayuntamiento se viene realizando en materia económica, lo que nos permite mantener una situación saneada y abordar con solvencia los grandes proyectos de ciudad que tenemos por delante".
El alcalde quiso mirar atrás para explicar cómo se ha llegado a esta situación y afirmó que, en 2015, la deuda representaba el 84 por ciento del presupuesto municipal, una proporción que —tal y como subrayó— "limitaba la capacidad de inversión del Ayuntamiento y condicionaba el desarrollo de proyectos estratégicos para la ciudad".
En ese sentido, destacó la evolución de las cuentas en la última década y resaltó que esta trayectoria "ha permitido reducir de forma sostenida ese nivel de endeudamiento hasta el 7,55 por ciento actual, lo que nos sitúa en una posición sólida para afrontar el futuro con estabilidad y confianza".
Por otro lado, el regidor montillano insistió en que este descenso de la deuda viva municipal "no es fruto de un solo ejercicio", sino de una "estrategia continuada de los últimos equipos de gobierno" que han puesto el foco en la sostenibilidad presupuestaria.
Así las cosas, a 31 de diciembre de 2024, la deuda viva del Consistorio ascendía a 4.106.156,70 euros, con una ratio de 183,85 euros por habitante, muy por debajo de la media provincial, que se situaba entonces en 262,90 euros. "Ese punto de partida explica la magnitud de la reducción lograda durante el presente ejercicio, en el que se ha logrado amortizar más de la mitad del volumen pendiente", señaló Rafael Llamas.
De este modo, el Ayuntamiento ha ejecutado amortizaciones presupuestadas por valor de 518.030,89 euros y ha añadido amortizaciones anticipadas procedentes de remanentes de tesorería por un importe de 1.657.914,17 euros. Estas operaciones, sumadas, han permitido rebajar la deuda municipal en más de 2,17 millones de euros. "La cifra es contundente y deja un margen de maniobra mayor a la hora de planificar inversiones futuras sin comprometer los recursos municipales", añadió.
Además, la situación de tesorería se ve reforzada por el periodo medio de pago a proveedores, que se mantiene en 15,72 días. "Es la mitad del plazo máximo fijado por la normativa", resaltó el primer edil, para quien, además, "refleja un funcionamiento interno ágil y una capacidad sostenida para afrontar pagos sin tensiones".
Por su parte, la teniente de alcalde de Hacienda, Antonia Ramírez, defendió las medidas adoptadas en este tramo final del mandato y afirmó que "las amortizaciones anticipadas y el control del gasto público son herramientas clave para garantizar la estabilidad presupuestaria, y al mismo tiempo, seguir prestando servicios de calidad a la ciudadanía montillana". Durante su intervención insistió en que "la disciplina financiera no ha chocado con la acción municipal diaria, sino que ha convivido con ella".
Desde el equipo de gobierno se recalcó ayer que esta reducción histórica de la deuda viva "es compatible con el mantenimiento de la inversión pública y la mejora de los servicios municipales", una idea que el alcalde asoció a la "buena salud financiera" del propio Consistorio, que permite "favorecer la capacidad de respuesta ante nuevos proyectos y necesidades de la ciudad".
En la práctica, este escenario deja la puerta abierta a abordar actuaciones de envergadura, muchas de ellas cofinanciadas con fondos europeos que, hasta hace unos años, parecían difíciles de acometer sin recurrir al endeudamiento financiero.
Con todo, el equipo de gobierno sostuvo ayer que esta etapa de estabilidad financiera "no es un punto final, sino un punto de partida para mejorar infraestructuras, reforzar servicios y continuar avanzando en proyectos de largo recorrido".
Este significativo descenso, avalado por los datos oficiales del Ministerio de Hacienda, convierte a Montilla en el municipio de más de 20.000 habitantes con una deuda municipal más baja en toda la provincia de Córdoba, a 31 de diciembre de 2024.
En ese sentido, Rafael Llamas defendió la evolución de las cuentas locales después de un año marcado por amortizaciones que, según detalló, "han permitido un avance decisivo en la estabilidad financiera". El regidor recordó la situación heredada hace una década, cuando "el endeudamiento condicionaba cada paso" de la Administración municipal y "marcaba los límites de inversión".
A juicio del primer edil montillano, "estos datos reflejan la gestión responsable que desde el Ayuntamiento se viene realizando en materia económica, lo que nos permite mantener una situación saneada y abordar con solvencia los grandes proyectos de ciudad que tenemos por delante".
El alcalde quiso mirar atrás para explicar cómo se ha llegado a esta situación y afirmó que, en 2015, la deuda representaba el 84 por ciento del presupuesto municipal, una proporción que —tal y como subrayó— "limitaba la capacidad de inversión del Ayuntamiento y condicionaba el desarrollo de proyectos estratégicos para la ciudad".
En ese sentido, destacó la evolución de las cuentas en la última década y resaltó que esta trayectoria "ha permitido reducir de forma sostenida ese nivel de endeudamiento hasta el 7,55 por ciento actual, lo que nos sitúa en una posición sólida para afrontar el futuro con estabilidad y confianza".
Por otro lado, el regidor montillano insistió en que este descenso de la deuda viva municipal "no es fruto de un solo ejercicio", sino de una "estrategia continuada de los últimos equipos de gobierno" que han puesto el foco en la sostenibilidad presupuestaria.
Así las cosas, a 31 de diciembre de 2024, la deuda viva del Consistorio ascendía a 4.106.156,70 euros, con una ratio de 183,85 euros por habitante, muy por debajo de la media provincial, que se situaba entonces en 262,90 euros. "Ese punto de partida explica la magnitud de la reducción lograda durante el presente ejercicio, en el que se ha logrado amortizar más de la mitad del volumen pendiente", señaló Rafael Llamas.
De este modo, el Ayuntamiento ha ejecutado amortizaciones presupuestadas por valor de 518.030,89 euros y ha añadido amortizaciones anticipadas procedentes de remanentes de tesorería por un importe de 1.657.914,17 euros. Estas operaciones, sumadas, han permitido rebajar la deuda municipal en más de 2,17 millones de euros. "La cifra es contundente y deja un margen de maniobra mayor a la hora de planificar inversiones futuras sin comprometer los recursos municipales", añadió.
Además, la situación de tesorería se ve reforzada por el periodo medio de pago a proveedores, que se mantiene en 15,72 días. "Es la mitad del plazo máximo fijado por la normativa", resaltó el primer edil, para quien, además, "refleja un funcionamiento interno ágil y una capacidad sostenida para afrontar pagos sin tensiones".
Por su parte, la teniente de alcalde de Hacienda, Antonia Ramírez, defendió las medidas adoptadas en este tramo final del mandato y afirmó que "las amortizaciones anticipadas y el control del gasto público son herramientas clave para garantizar la estabilidad presupuestaria, y al mismo tiempo, seguir prestando servicios de calidad a la ciudadanía montillana". Durante su intervención insistió en que "la disciplina financiera no ha chocado con la acción municipal diaria, sino que ha convivido con ella".
Desde el equipo de gobierno se recalcó ayer que esta reducción histórica de la deuda viva "es compatible con el mantenimiento de la inversión pública y la mejora de los servicios municipales", una idea que el alcalde asoció a la "buena salud financiera" del propio Consistorio, que permite "favorecer la capacidad de respuesta ante nuevos proyectos y necesidades de la ciudad".
En la práctica, este escenario deja la puerta abierta a abordar actuaciones de envergadura, muchas de ellas cofinanciadas con fondos europeos que, hasta hace unos años, parecían difíciles de acometer sin recurrir al endeudamiento financiero.
Con todo, el equipo de gobierno sostuvo ayer que esta etapa de estabilidad financiera "no es un punto final, sino un punto de partida para mejorar infraestructuras, reforzar servicios y continuar avanzando en proyectos de largo recorrido".
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA
FOTOGRAFÍA: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA


















































