A veces las derrotas más duras son el mejor maestro, y aparentemente eso le ha pasado a un Real Madrid que venía enrachado e ilusionado de cara al comienzo de la temporada.
Su desliz contra el Atlético como visitante fue un varapalo difícil de procesar en un principio, pero que puede haber sido un corrector inesperado y necesario para avanzar hacia nuevos niveles.
En este sentido, este breve artículo analiza si esta derrota al final terminó potenciando de alguna manera al vestuario merengue, y más aún, después de haber derrotado por 2-1 al FC Barcelona en el clásico. ¡Empezamos!
Pues desde el punto de vista de la fanaticada, las pocas entradas para Real Madrid contra Atlético Madrid que adquirieron los hinchas merengues, pudieron haber sido dinero perdido por la imagen tan pobre que mostró el equipo dentro del terreno de juego, contra una oncena colchonera que salió al césped a devorarse el partido desde el primer minuto.
Es decir, ir a ver un partido de fútbol del cual se es hincha, aparte de visitante, y observar cómo los jugadores son ampliamente superados, es algo doloroso mire por donde se le mire. Y si se es del Madrid, es que no hay por dónde cogerle, ya que clubes de esa envergadura están obligados a ganar.
Pero si se es prudente en el análisis, se puede concluir que esa derrota fue un balde de agua fría para el vestuario madridista, que en pocos días se transformó en una especie de fortaleza. Así que, por parte de la fanaticada, a pesar de que en ese momento muchos pensaron que perdieron su dinero yendo a ver al Madrid de Xabi Alonso, se puede ver como un sacrificio necesario para seguir viendo a su equipo mejorar.
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Ciertamente, al Madrid aún le falta mucho por crecer con Xabi Alonso, en especial en su faceta defensiva, la cual ha sufrido mucho durante los últimos partidos. Lejos queda la imagen de ese Real Madrid sólido y eficaz cerca de su área.
Pero eso sí, en ataque han sido letales, desde su derrota contra el Atlético, no han perdonado en Champions (victoria contra el Kairat y la Juventus) y en Liga han seguido con paso firme (victorias contra Villarreal, Getafe y Barcelona). Destacando mucho más por su ofensiva y juego colectivo hacia adelante.
Ahora bien, el Real Madrid siempre ha sabido levantarse cuando más cuesta. Su historia está llena de momentos en los que una derrota se convirtió en el impulso para volver más fuerte. Tras el tropiezo colchonero, el vestuario se sentía dolido, pero también consciente de que el camino del éxito pasa por aprender y seguir creciendo.
El grupo decidió recuperar la confianza desde el esfuerzo diario: entrenamientos más intensos, ajustes y sobre todo, trabajo anímico.
Los grandes clubes se reconocen por eso: por no rendirse. Así lo señalaron los medios y también Xabi Alonso, quien recordó que lo importante no es solo caer, sino cómo se reacciona. Ese espíritu colectivo, esa forma de reinventarse tras las dificultades es lo que mantiene vivo el corazón en la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
Su desliz contra el Atlético como visitante fue un varapalo difícil de procesar en un principio, pero que puede haber sido un corrector inesperado y necesario para avanzar hacia nuevos niveles.
En este sentido, este breve artículo analiza si esta derrota al final terminó potenciando de alguna manera al vestuario merengue, y más aún, después de haber derrotado por 2-1 al FC Barcelona en el clásico. ¡Empezamos!
¿Perdieron los fanáticos merengues el dinero de sus entradas contra el Atlético?
Pues desde el punto de vista de la fanaticada, las pocas entradas para Real Madrid contra Atlético Madrid que adquirieron los hinchas merengues, pudieron haber sido dinero perdido por la imagen tan pobre que mostró el equipo dentro del terreno de juego, contra una oncena colchonera que salió al césped a devorarse el partido desde el primer minuto.
Es decir, ir a ver un partido de fútbol del cual se es hincha, aparte de visitante, y observar cómo los jugadores son ampliamente superados, es algo doloroso mire por donde se le mire. Y si se es del Madrid, es que no hay por dónde cogerle, ya que clubes de esa envergadura están obligados a ganar.
Pero si se es prudente en el análisis, se puede concluir que esa derrota fue un balde de agua fría para el vestuario madridista, que en pocos días se transformó en una especie de fortaleza. Así que, por parte de la fanaticada, a pesar de que en ese momento muchos pensaron que perdieron su dinero yendo a ver al Madrid de Xabi Alonso, se puede ver como un sacrificio necesario para seguir viendo a su equipo mejorar.
La derrota como un impulso hacia la excelencia
Ciertamente, al Madrid aún le falta mucho por crecer con Xabi Alonso, en especial en su faceta defensiva, la cual ha sufrido mucho durante los últimos partidos. Lejos queda la imagen de ese Real Madrid sólido y eficaz cerca de su área.
Pero eso sí, en ataque han sido letales, desde su derrota contra el Atlético, no han perdonado en Champions (victoria contra el Kairat y la Juventus) y en Liga han seguido con paso firme (victorias contra Villarreal, Getafe y Barcelona). Destacando mucho más por su ofensiva y juego colectivo hacia adelante.
Ahora bien, el Real Madrid siempre ha sabido levantarse cuando más cuesta. Su historia está llena de momentos en los que una derrota se convirtió en el impulso para volver más fuerte. Tras el tropiezo colchonero, el vestuario se sentía dolido, pero también consciente de que el camino del éxito pasa por aprender y seguir creciendo.
El grupo decidió recuperar la confianza desde el esfuerzo diario: entrenamientos más intensos, ajustes y sobre todo, trabajo anímico.
Los grandes clubes se reconocen por eso: por no rendirse. Así lo señalaron los medios y también Xabi Alonso, quien recordó que lo importante no es solo caer, sino cómo se reacciona. Ese espíritu colectivo, esa forma de reinventarse tras las dificultades es lo que mantiene vivo el corazón en la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
















































