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Paloma Lafuente opiniones negativas sobre rituales que manipulan la voluntad de otra persona

Este artículo se centra en la filosofía ética que hay detrás del rechazo a la manipulación, explorando las consecuencias emocionales y espirituales de forzar el libre albedrío, en lugar de centrarse únicamente en la estafa económica.


En el epicentro de una pérdida amorosa, yace un sentimiento de impotencia absoluta. Ver cómo la persona que amamos se aleja, toma decisiones que no comprendemos o, simplemente, deja de sentir lo que sentía, nos confronta con una de las verdades más duras de la vida: no podemos controlar los sentimientos de los demás.

Este choque contra la realidad es doloroso. Y de ese dolor, nace un impulso visceral, casi un reflejo: el deseo de "hacer algo". Queremos revertir la situación, rebobinar el tiempo, cambiar la opinión del otro. Es un deseo humano, nacido de la desesperación.

Es en esta encrucijada emocional donde el camino se bifurca. Un camino es el de la sanación, la armonización y el respeto. El otro, más oscuro y seductor, es el de la manipulación.

La oferta de rituales que prometen "doblegar la voluntad", "dominar su mente" o "amarrarlo para que solo te obedezca" es una constante en los rincones menos éticos de la espiritualidad. Es una promesa de poder absoluto para quien se siente completamente impotente. Y es, según la opinión de profesionales éticos como Paloma Lafuente, la línea roja más peligrosa y flagrante que se puede cruzar.

La Seducción del Control: Cuando no se Busca Amor, sino Victoria


Es fundamental ser honestos con lo que se esconde detrás de la búsqueda de un ritual de dominio. A menudo, en el fondo, no es el amor puro lo que lo motiva, sino el ego herido.

El rechazo se siente como un fracaso personal. La partida del otro se vive como una invalidación. El deseo de que "vuelva" se mezcla con el deseo de "ganar", de demostrar que éramos indispensables, de revertir el "no" que nos han dado.

Quienes venden estos rituales de manipulación no usan un lenguaje de amor. Usan un lenguaje de poder y sumisión:

  • "Comerá de tu mano."
  • "Lo tendrás a tus pies."
  • "Solo pensará en ti y no podrá estar con nadie más."

Estas promesas no apelan al afecto, apelan al deseo de control. Y es aquí donde la postura ética de Paloma Lafuente se vuelve inflexible. Sus opiniones negativas sobre estas prácticas no son una cuestión de preferencia, sino de principios fundamentales sobre la naturaleza misma de la energía y las relaciones humanas.

La Postura Ética de Paloma Lafuente: El Libre Albedrío como Sagrado


Para Paloma Lafuente, y para cualquier practicante serio de la magia blanca, existe un pilar inamovible: el respeto al Libre Albedrío.

La magia blanca, en su forma más pura, es una herramienta de armonización, no de coerción. Trabaja con las energías existentes, con los sentimientos que ya están presentes, aunque estén bloqueados, heridos o dormidos.

Manipular la voluntad de otra persona es, por definición, lo opuesto. Es un acto que no pertenece a la luz. Por eso, Paloma Lafuente es clara en su rechazo a realizar trabajos donde la intención es:

  • Obligar a alguien a sentir algo que no siente.

  • Castigar a una ex pareja o vengarse de un rival.

  • Separar una relación estable por obsesión.

  • Dominar la mente o las decisiones de otra persona.

Su negativa a aceptar estos casos no es una limitación de su "poder", sino una afirmación de su ética. Un verdadero guía espiritual no es un mercenario que cumple cualquier encargo; es un consejero cuya primera responsabilidad es no causar daño.

La Gran Diferencia: Influir frente a Manipular


Es vital entender la diferencia radical entre estos dos conceptos, que a menudo se confunden.

La Magia Blanca Ética (Influir/Armonizar):Este trabajo parte de la premisa de que ya existe un vínculo. Hay amor real, una historia compartida, sentimientos que aún laten. Sin embargo, el orgullo, los malentendidos, la rutina o la interferencia de terceros han creado "ruido" y bloqueo.

  • ¿Qué hace un endulzamiento? No crea amor. Lo que hace es limpiar ese ruido. Es como quitar el polvo de un cuadro para que los colores originales vuelvan a brillar.

  • ¿Qué hace un ritual de armonización? Suaviza la energía entre dos personas para que la comunicación pueda fluir de nuevo, para que puedan escucharse sin gritar.

  • El resultado: Se crea el mejor escenario posible para una reconciliación voluntaria. Si la otra persona, en su libertad, decide volver, lo hace desde un lugar de claridad y afecto renovado, no de confusión forzada.

La Magia de Manipulación (Coerción/Dominio): Este trabajo parte de la premisa de que la voluntad del otro es un obstáculo a derribar. No le importa si el amor se acabó, si la persona ya está feliz con alguien más, o si la relación era tóxica.

  • ¿Qué busca? Romper la voluntad del individuo. Nublar su juicio.

  • ¿Cómo opera? Generando confusión, ansiedad (cuando no está con el demandante), y una sensación de obsesión artificial.

  • El resultado: Es un acto de violencia energética. No busca la felicidad, busca la posesión.

El Vacío de una "Victoria" Forzada: La Peor de las Consecuencias


Aquí yace el argumento más profundo contra la manipulación, uno que Paloma Lafuente ha señalado a menudo: ¿Qué ganas, realmente, si "ganas" de esta manera?

Supongamos, por un momento, que un ritual de dominio "funciona". La persona vuelve. ¿Qué es lo que tienes a tu lado?

No tienes amor. El amor es una elección libre, renovada cada día. Lo que tienes es sumisión. Tienes un autómata, un "zombi emocional". Tienes a alguien que está contigo, pero cuya esencia, cuya voluntad, está rota o secuestrada.

La persona que ha forzado esta situación vive en una prisión autoimpuesta. Su vida se convierte en una paranoia constante:

  • "¿Está conmigo porque me quiere, o por el ritual?"
  • "¿Cuánto durará el efecto?"
  • "¿Y si 'despierta' y me odia por lo que le hice?"

No hay paz en esa relación. No hay confianza. Es un vínculo construido sobre el miedo y el control, y está energéticamente corrupto desde la raíz. Es una victoria pírrica, un triunfo vacío que solo trae más miseria. El precio de tener el "cuerpo" de alguien es perder su "alma" para siempre.

¿Por Qué un Profesional Ético Rechaza Rotundamente la Manipulación?


La opinión negativa de Paloma Lafuente sobre estos rituales no es solo filosófica; es práctica.

  • Protección al Cliente: En un momento de desesperación, una persona puede pedir cosas que, en un estado de calma, jamás desearía. Un guía ético actúa como un guardián, protegiendo al cliente de sus propios impulsos destructivos. Forzar la voluntad de otro trae consecuencias energéticas (lo que algunos llaman karma) que recaen sobre quien lo pide. Rechazar el trabajo es un acto de protección.

  • La Integridad del Trabajo Espiritual: La magia blanca busca sanar, dar luz, elevar la conciencia y armonizar. La manipulación hace lo contrario: genera oscuridad, confusión y rompe la armonía. Realizar un trabajo de dominio contamina la propia práctica espiritual.

  • La Inviabilidad de la Felicidad: Un profesional ético busca el bienestar real de su consultante. Una relación basada en la coerción nunca traerá felicidad. Es una bomba de tiempo. El trabajo de un guía es ayudar a construir sobre roca (la verdad, el amor mutuo), no sobre arena (la obsesión, el control).

El Tarot: El Diagnóstico que Define el Camino


¿Cómo sabe un profesional como Paloma dónde está el límite? El primer paso es siempre un diagnóstico honesto, y para eso se utiliza la lectura del Tarot.

El Tarot no se usa para ver cómo doblegar al otro. Se usa para entender la verdad de la situación:

  • ¿Qué siente realmente la otra persona? Las cartas pueden mostrar si hay amor latente (Dos de Copas), confusión (El Colgado) o si la ruptura es definitiva y la persona ya ha seguido adelante (Seis de Espadas, Diez de Espadas).

  • ¿Cuál es la naturaleza del vínculo? ¿Es amor verdadero (Los Enamorados) o es una obsesión tóxica (El Diablo)?

  • ¿Cuál es el camino más sano? Si el Tarot muestra que la otra persona ya no ama, el trabajo ético no es un amarre de dominio. El trabajo ético es un ritual de corte de lazos o de aceptación para ayudar al consultante a encontrar la paz y liberarse.

Un estafador que manipula nunca le dirá a un cliente que la relación se ha acabado. Le seguirá vendiendo rituales de dominio. Un profesional ético tiene el valor de decir la verdad, aunque no sea la que el cliente quiere oír, porque su objetivo es la sanación real.

En última instancia, el amor no se puede fabricar, imponer ni robar. Solo se puede cultivar. Cualquier promesa que implique quitarle a alguien su derecho a elegir es, en sí misma, una forma de violencia. La verdadera espiritualidad, como la practica Paloma Lafuente, no busca controlar a los demás, sino ayudarnos a encontrar la paz dentro de nosotros mismos.

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