Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de la queja de un vecino por la presencia de enseres y restos de obra en el patio de acceso a la Ermita de San José. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico (montilladigital@gmail.com) exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si es posible, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía para ilustrar la publicación.
Las obras en la Ermita de San José de Montilla, un monumento histórico del siglo XVI, llevan varios meses detenidas. Lo preocupante es que, al menos desde el mes de abril, están diseminados por el suelo del patio de entrada al templo, en absoluto desorden y sin ninguna protección, varios elementos arrancados de su interior.
De este modo, puede verse una pila de agua bendita en mármol rojo de Cabra, posiblemente de la época de la reforma de la ermita, a principios del siglo XVIII; los escalones de mármol rojo de subida al altar mayor —que, al igual que la pila, presentan desperfectos y muescas como consecuencia del traslado—; el marco decorativo en madera de la puerta de entrada a la sacristía, también datado a principios del siglo XVIII (adjunto foto de cómo era la puerta antes del comienzo de la obra).
Y, últimamente, se han sumado unos muebles rotos modernos que no parecen de la iglesia, con lo cual, en este momento el espacio parece un vertedero. Todos estos elementos llevan varios meses a la intemperie y algunos son de madera. Es evidente el peligro de incendio y de robo.
Las obras en la Ermita de San José de Montilla, un monumento histórico del siglo XVI, llevan varios meses detenidas. Lo preocupante es que, al menos desde el mes de abril, están diseminados por el suelo del patio de entrada al templo, en absoluto desorden y sin ninguna protección, varios elementos arrancados de su interior.
De este modo, puede verse una pila de agua bendita en mármol rojo de Cabra, posiblemente de la época de la reforma de la ermita, a principios del siglo XVIII; los escalones de mármol rojo de subida al altar mayor —que, al igual que la pila, presentan desperfectos y muescas como consecuencia del traslado—; el marco decorativo en madera de la puerta de entrada a la sacristía, también datado a principios del siglo XVIII (adjunto foto de cómo era la puerta antes del comienzo de la obra).
Y, últimamente, se han sumado unos muebles rotos modernos que no parecen de la iglesia, con lo cual, en este momento el espacio parece un vertedero. Todos estos elementos llevan varios meses a la intemperie y algunos son de madera. Es evidente el peligro de incendio y de robo.
JOSÉ LUIS CABELLO LARA
FOTOGRAFÍA: JOSÉ LUIS CABELLO LARA
FOTOGRAFÍA: JOSÉ LUIS CABELLO LARA

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.















































