La Corporación Municipal del Ayuntamiento de Montilla aprobó anoche, durante el transcurso de una sesión extraordinaria, varias modificaciones de crédito que permitirán la adquisición de un camión para el Área de Obras, así como la contratación de personal para el arreglo de calles y diversas actuaciones de mantenimiento en vías públicas y centros educativos de la ciudad.
La primera decisión adoptada fue la adquisición de un nuevo camión destinado al mantenimiento de vías urbanas y caminos rurales. La operación exige una transferencia de fondos desde la partida de inversión en vías y caminos, una medida que ya había generado fricciones semanas atrás. En ese sentido, la teniente de alcalde de Hacienda, Antonia Ramírez, explicó que el vehículo anterior había sufrido un siniestro y fue declarado “siniestro total”, lo que hacía inviable su reparación.
En esta ocasión, el Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU) optó por abstenerse, pese a que en el pleno del 30 de julio había votado en contra. Su portavoz, María Luisa Rodas, argumentó que, al menos, la modificación aprobada anoche "garantiza que el dinero no se pierda o acabe en los remanentes de tesorería".
El Partido Popular (PP), por su parte, apoyó la medida “por responsabilidad con los vecinos”, aunque su portavoz, María José Tejada, criticó la "falta de previsión" del equipo de gobierno municipal y la tardanza en gestionar el siniestro. Finalmente, la propuesta se aprobó con los votos favorables del PSOE y del PP, mientras que IU se abstuvo.
El debate en torno a este camión venía arrastrando tensiones desde la sesión anterior. Entonces, IU y PP coincidieron en rechazar que la compra se financiara con fondos comprometidos para el arreglo de calles. “No nos negaremos en ningún momento a la adquisición de un vehículo que sirve para mejorar el trabajo y la seguridad de nuestra plantilla, pero sí insistimos en que el dinero proceda de otra partida”, defendió el pasado 4 de agosto María Luisa Rodas.
El segundo punto de la sesión plenaria de anoche se centró en la contratación de personal para el arreglo de calles. El acuerdo incluyó una modificación de crédito para suplementar los gastos de personal y poder iniciar las actuaciones, siendo la calle San José la primera que va a acometerse, para dar así respuesta a las demandas de la Asociación de Vecinos "Cerrillo de San José". En este caso, los tres partidos aprobaron la medida por unanimidad.
La tercera propuesta abordada por la Corporación Municipal fue otra transferencia presupuestaria, esta vez de 32.500 euros desde la partida de Inversiones hacia la de Mantenimiento y Conservación de Vías Públicas. De nuevo, Izquierda Unida se abstuvo al entender que "falta planificación en proyectos de mayor envergadura". Pese a esas reservas, el Grupo Popular y el PSOE sumaron mayoría suficiente para sacarla adelante.
El cuarto y último punto del Pleno abordó las labores de acondicionamiento de los CEIP Gran Capitán y Beato Juan de Ávila, con una modificación de crédito de 15.550,92 euros. Aunque Izquierda Unida (IU) expresó su preocupación por que este asunto llegara en un pleno extraordinario de agosto, con el inicio del curso escolar a tres semanas vista, tanto este grupo como el Partido Popular (PP) respaldaron la propuesta, que salió adelante por unanimidad.
El concejal del Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Montilla, Francisco Javier Córdoba, protagonizó anoche un gesto inesperado durante el pleno extraordinario que celebró la Corporación, al renunciar públicamente a percibir la asignación económica de 400 euros correspondiente a su asistencia a la sesión.
El edil montillano pidió la palabra al inicio del debate y, con un tono sereno pero firme, explicó los motivos que le llevaban a tomar esa determinación. “He pedido el uso de la palabra para comunicar mi rechazo a cobrar la asignación de 400 euros por asistencia a este pleno, porque no me parece ni ético ni moral cobrar esa cuantía económica por venir aquí a debatir la compra de un camión”, defendió.
Sus palabras dejaron un silencio breve pero evidente en el salón de plenos, ya que no es habitual escuchar a un representante público renunciar a este tipo de compensaciones económicas, sobre todo cuando la normativa municipal contempla expresamente estas retribuciones como parte de la actividad de los concejales.
La postura del edil de IU, más allá de su impacto económico en las arcas públicas, meramente testimonial, se convirtió no obstante en una declaración de principios. Y la explicación que ofreció —cobrar por debatir sobre la compra de un camión— hizo visible, de manera sencilla y directa, la contradicción que, a su juicio, existe entre las asignaciones fijadas por la asistencia a plenos y la naturaleza de los asuntos tratados en algunas sesiones.
La primera decisión adoptada fue la adquisición de un nuevo camión destinado al mantenimiento de vías urbanas y caminos rurales. La operación exige una transferencia de fondos desde la partida de inversión en vías y caminos, una medida que ya había generado fricciones semanas atrás. En ese sentido, la teniente de alcalde de Hacienda, Antonia Ramírez, explicó que el vehículo anterior había sufrido un siniestro y fue declarado “siniestro total”, lo que hacía inviable su reparación.
En esta ocasión, el Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU) optó por abstenerse, pese a que en el pleno del 30 de julio había votado en contra. Su portavoz, María Luisa Rodas, argumentó que, al menos, la modificación aprobada anoche "garantiza que el dinero no se pierda o acabe en los remanentes de tesorería".
El Partido Popular (PP), por su parte, apoyó la medida “por responsabilidad con los vecinos”, aunque su portavoz, María José Tejada, criticó la "falta de previsión" del equipo de gobierno municipal y la tardanza en gestionar el siniestro. Finalmente, la propuesta se aprobó con los votos favorables del PSOE y del PP, mientras que IU se abstuvo.
El debate en torno a este camión venía arrastrando tensiones desde la sesión anterior. Entonces, IU y PP coincidieron en rechazar que la compra se financiara con fondos comprometidos para el arreglo de calles. “No nos negaremos en ningún momento a la adquisición de un vehículo que sirve para mejorar el trabajo y la seguridad de nuestra plantilla, pero sí insistimos en que el dinero proceda de otra partida”, defendió el pasado 4 de agosto María Luisa Rodas.
El segundo punto de la sesión plenaria de anoche se centró en la contratación de personal para el arreglo de calles. El acuerdo incluyó una modificación de crédito para suplementar los gastos de personal y poder iniciar las actuaciones, siendo la calle San José la primera que va a acometerse, para dar así respuesta a las demandas de la Asociación de Vecinos "Cerrillo de San José". En este caso, los tres partidos aprobaron la medida por unanimidad.
La tercera propuesta abordada por la Corporación Municipal fue otra transferencia presupuestaria, esta vez de 32.500 euros desde la partida de Inversiones hacia la de Mantenimiento y Conservación de Vías Públicas. De nuevo, Izquierda Unida se abstuvo al entender que "falta planificación en proyectos de mayor envergadura". Pese a esas reservas, el Grupo Popular y el PSOE sumaron mayoría suficiente para sacarla adelante.
El cuarto y último punto del Pleno abordó las labores de acondicionamiento de los CEIP Gran Capitán y Beato Juan de Ávila, con una modificación de crédito de 15.550,92 euros. Aunque Izquierda Unida (IU) expresó su preocupación por que este asunto llegara en un pleno extraordinario de agosto, con el inicio del curso escolar a tres semanas vista, tanto este grupo como el Partido Popular (PP) respaldaron la propuesta, que salió adelante por unanimidad.
Un gesto poco usual
El concejal del Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Montilla, Francisco Javier Córdoba, protagonizó anoche un gesto inesperado durante el pleno extraordinario que celebró la Corporación, al renunciar públicamente a percibir la asignación económica de 400 euros correspondiente a su asistencia a la sesión.
El edil montillano pidió la palabra al inicio del debate y, con un tono sereno pero firme, explicó los motivos que le llevaban a tomar esa determinación. “He pedido el uso de la palabra para comunicar mi rechazo a cobrar la asignación de 400 euros por asistencia a este pleno, porque no me parece ni ético ni moral cobrar esa cuantía económica por venir aquí a debatir la compra de un camión”, defendió.
Sus palabras dejaron un silencio breve pero evidente en el salón de plenos, ya que no es habitual escuchar a un representante público renunciar a este tipo de compensaciones económicas, sobre todo cuando la normativa municipal contempla expresamente estas retribuciones como parte de la actividad de los concejales.
La postura del edil de IU, más allá de su impacto económico en las arcas públicas, meramente testimonial, se convirtió no obstante en una declaración de principios. Y la explicación que ofreció —cobrar por debatir sobre la compra de un camión— hizo visible, de manera sencilla y directa, la contradicción que, a su juicio, existe entre las asignaciones fijadas por la asistencia a plenos y la naturaleza de los asuntos tratados en algunas sesiones.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA
FOTOGRAFÍA: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA















































