Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de la queja de un vecino por la imagen que ha generado una obra en la calle Juan Colín durante la pasada Fiesta de la Cruz. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico (montilladigital@gmail.com) exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si es posible, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía para ilustrar la publicación.
A veces, hay cosas que uno no se explica. Acabamos de celebrar la Fiesta de la Cruz y no entiendo cómo se puede presumir de este evento por parte del Ayuntamiento de Montilla, mientras que, a la vez, permite que haya una zona de la calle Juan Colín que lleva más de dos años en obras, generando una enorme suciedad en todo el entorno.
Llama la atención que, en vista del estado tan lamentable que presenta esta zona de la vía pública, por parte del Ayuntamiento de Montilla –llámese alcalde, concejal de Festejos o quien sea que tenga responsabilidad en ese área– no se hayan puesto en contacto con el propietario de esta vivienda en obras para que, al menos, adecente los metros de fachada que le corresponden, ya que distorsiona el magnífico aspecto que ha presentado el barrio en estos días, dejando un efecto visual no muy agradable, por decirlo educadamente.
En vista del aspecto que presenta la obra, cabría pensar que para este vecino no constituye precisamente una prioridad mantener la calle en condiciones decentes, con lo que ello implica para las muchas personas que en estos días han visitado el Barrio de la Cruz, turistas incluidos.
Es una pena que, a diferencia del resto de la barriada, que ha lucido espléndida en estos días, el estado de este solar haya llamado la atención casi tanto como las fachadas y las calles que, año tras año, se engalanan gracias al esfuerzo conjunto de los propios vecinos, que se afanan por embellecer su entorno. Un trabajo colectivo que, sin embargo, no se ve completamente recompensado debido a la atrocidad visual y a la suciedad que genera esta obra, que interfiere en el duro trabajo realizado por los vecinos para adornar sus casas y sus calles.
Me consta que muchos vecinos llevan tiempo soportando la suciedad que genera esta obra, teniendo que adecentar ellos mismos ese tramo de calle, dado que el propietario de ese inmueble no lo hace. Y aunque es verdad que esa obra tiene licencia, la autorización municipal obliga al mantenimiento de la vía publica en perfecto estado.
En efecto, es obligación de los propietarios de los edificios en obras mantener la vía pública limpia de escombros, de polvo y del barro que se genera cuando llueve, ya que la tierra está seca delante de la fachada. Lógicamente, soy consciente de que, estando de obra, no se va a barrer la calle todos los días pero, al menos una vez al año, cuando se acerca la Fiesta de la Cruz, sí es algo que debería hacerse.
¿Se imaginan una situación similar en Córdoba, durante la fiesta de las Cruces o de los Patios, con calles bellamente adornadas junto a esa enorme suciedad? Seguro que ni se nos pasaría por la imaginación. Por eso he creído necesario llamar la atención de las autoridades municipales para que, si el propietario de esta obra no es capaz de mostrar más empatía hacia sus convecinos, adecentando y manteniendo limpia el tramo de calle que le corresponde, al menos sea el Ayuntamiento el que asuma esta tarea y luego, como es lógico, se le repercuta al propietario el coste de ese servicio.
A veces, hay cosas que uno no se explica. Acabamos de celebrar la Fiesta de la Cruz y no entiendo cómo se puede presumir de este evento por parte del Ayuntamiento de Montilla, mientras que, a la vez, permite que haya una zona de la calle Juan Colín que lleva más de dos años en obras, generando una enorme suciedad en todo el entorno.
Llama la atención que, en vista del estado tan lamentable que presenta esta zona de la vía pública, por parte del Ayuntamiento de Montilla –llámese alcalde, concejal de Festejos o quien sea que tenga responsabilidad en ese área– no se hayan puesto en contacto con el propietario de esta vivienda en obras para que, al menos, adecente los metros de fachada que le corresponden, ya que distorsiona el magnífico aspecto que ha presentado el barrio en estos días, dejando un efecto visual no muy agradable, por decirlo educadamente.
En vista del aspecto que presenta la obra, cabría pensar que para este vecino no constituye precisamente una prioridad mantener la calle en condiciones decentes, con lo que ello implica para las muchas personas que en estos días han visitado el Barrio de la Cruz, turistas incluidos.
Es una pena que, a diferencia del resto de la barriada, que ha lucido espléndida en estos días, el estado de este solar haya llamado la atención casi tanto como las fachadas y las calles que, año tras año, se engalanan gracias al esfuerzo conjunto de los propios vecinos, que se afanan por embellecer su entorno. Un trabajo colectivo que, sin embargo, no se ve completamente recompensado debido a la atrocidad visual y a la suciedad que genera esta obra, que interfiere en el duro trabajo realizado por los vecinos para adornar sus casas y sus calles.
Me consta que muchos vecinos llevan tiempo soportando la suciedad que genera esta obra, teniendo que adecentar ellos mismos ese tramo de calle, dado que el propietario de ese inmueble no lo hace. Y aunque es verdad que esa obra tiene licencia, la autorización municipal obliga al mantenimiento de la vía publica en perfecto estado.
En efecto, es obligación de los propietarios de los edificios en obras mantener la vía pública limpia de escombros, de polvo y del barro que se genera cuando llueve, ya que la tierra está seca delante de la fachada. Lógicamente, soy consciente de que, estando de obra, no se va a barrer la calle todos los días pero, al menos una vez al año, cuando se acerca la Fiesta de la Cruz, sí es algo que debería hacerse.
¿Se imaginan una situación similar en Córdoba, durante la fiesta de las Cruces o de los Patios, con calles bellamente adornadas junto a esa enorme suciedad? Seguro que ni se nos pasaría por la imaginación. Por eso he creído necesario llamar la atención de las autoridades municipales para que, si el propietario de esta obra no es capaz de mostrar más empatía hacia sus convecinos, adecentando y manteniendo limpia el tramo de calle que le corresponde, al menos sea el Ayuntamiento el que asuma esta tarea y luego, como es lógico, se le repercuta al propietario el coste de ese servicio.
PEDRO LÓPEZ JIMÉNEZ
FOTOGRAFÍA: PEDRO LÓPEZ JIMÉNEZ
FOTOGRAFÍA: PEDRO LÓPEZ JIMÉNEZ
NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.
