Las instalaciones de La Tantra, la tienda de ropa y complementos situada en el número 76 de la calle Corredera, acogen este próximo sábado, a partir de las 19.00 de la tarde, la presentación de Dios somos tú y yo, la nueva obra de la escritora sevillana Raquel Ávalos.
El libro, que puede adquirirse a través de este enlace, relata el viaje por un momento crucial en las vidas de Lucía y Ángela, sus dos protagonistas principales; dos mujeres jóvenes que cometen el imperdonable pecado de enamorarse y atreverse a defender sus sentimientos en un mundo no siempre dispuesto a ser justo, generoso y comprensivo con lo que cree que es diferente.
Juntas vivirán un amor que marcará para siempre sus destinos, un amor intenso e irrepetible al que solo la muerte, que no tarda en cruzarse en sus caminos, puede poner fin, al menos en este mundo. "En torno a ellas van apareciendo los personajes más relevantes de sus vidas, personajes secundarios, aunque no por ello de menos peso, cuyas palabras, acciones y omisiones influirán inevitablemente en ambas", desvela la escritora, que reside desde hace años en la localidad sevillana de Dos Hermanas.
Dios somos tú y yo se configura como una novela que, intencionadamente, carece de intrigas argumentales. Desde sus primeras páginas, el lector se da cuenta de que trata de una historia de amor, además de una historia trágica, sin la esperanza de que, en algún momento, un giro argumental lleve a presentir un desenlace feliz.
"Se sabe, por tanto, que todo va a acabar mal para los personajes, cuyos nombres se leen por primera vez, y el lector pronto se encuentra con que tiene ante sí un drama de más de trescientas páginas", detalla la autora que, sin embargo, desde los primeros momentos de la narración, recurre a una estrategia que deja expectante a cualquier persona que desee sumergirse en sus páginas: la deliberada belleza de la escritura; el trasfondo tierno y poético –con frecuencia irónico– de las reflexiones; la sinceridad que se logra transmitir desde las primeras páginas, y sobre todo, la sorprendente habilidad para describir los personajes con crudeza al mismo tiempo que con una enorme comprensión.
"Lo que me ha llevado a escribir este libro ha sido una necesidad profunda de poner encima de la mesa la realidad de que sigue habiendo personas que, por intolerancia, prejuicios e incomprensión, sufren por amor", apunta la autora de Dios somos tú y yo, para quien "algo tan humano como el amor no puede ser utilizado como justificación, por ciertos sectores de la sociedad, para rechazar y convertir a otros seres humanos en ciudadanos de segunda clase, con menos derechos y posibilidades de vivir una vida plena".
En ese sentido, Raquel Ávalos se muestra convencida de que "solo la empatía con el dolor ajeno nos puede llevar a reaccionar y reflexionar frente a la deriva individualista y excluyente en la que, en muchas ocasiones, se ve envuelto el ser humano y la sociedad de la que forma parte". En ese sentido, Dios somos tú y yo es un alegato comprometido con la libertad inalienable de toda persona adulta de amar y ser amada.
El libro, que puede adquirirse a través de este enlace, relata el viaje por un momento crucial en las vidas de Lucía y Ángela, sus dos protagonistas principales; dos mujeres jóvenes que cometen el imperdonable pecado de enamorarse y atreverse a defender sus sentimientos en un mundo no siempre dispuesto a ser justo, generoso y comprensivo con lo que cree que es diferente.
Juntas vivirán un amor que marcará para siempre sus destinos, un amor intenso e irrepetible al que solo la muerte, que no tarda en cruzarse en sus caminos, puede poner fin, al menos en este mundo. "En torno a ellas van apareciendo los personajes más relevantes de sus vidas, personajes secundarios, aunque no por ello de menos peso, cuyas palabras, acciones y omisiones influirán inevitablemente en ambas", desvela la escritora, que reside desde hace años en la localidad sevillana de Dos Hermanas.
Dios somos tú y yo se configura como una novela que, intencionadamente, carece de intrigas argumentales. Desde sus primeras páginas, el lector se da cuenta de que trata de una historia de amor, además de una historia trágica, sin la esperanza de que, en algún momento, un giro argumental lleve a presentir un desenlace feliz.
"Se sabe, por tanto, que todo va a acabar mal para los personajes, cuyos nombres se leen por primera vez, y el lector pronto se encuentra con que tiene ante sí un drama de más de trescientas páginas", detalla la autora que, sin embargo, desde los primeros momentos de la narración, recurre a una estrategia que deja expectante a cualquier persona que desee sumergirse en sus páginas: la deliberada belleza de la escritura; el trasfondo tierno y poético –con frecuencia irónico– de las reflexiones; la sinceridad que se logra transmitir desde las primeras páginas, y sobre todo, la sorprendente habilidad para describir los personajes con crudeza al mismo tiempo que con una enorme comprensión.
"Lo que me ha llevado a escribir este libro ha sido una necesidad profunda de poner encima de la mesa la realidad de que sigue habiendo personas que, por intolerancia, prejuicios e incomprensión, sufren por amor", apunta la autora de Dios somos tú y yo, para quien "algo tan humano como el amor no puede ser utilizado como justificación, por ciertos sectores de la sociedad, para rechazar y convertir a otros seres humanos en ciudadanos de segunda clase, con menos derechos y posibilidades de vivir una vida plena".
En ese sentido, Raquel Ávalos se muestra convencida de que "solo la empatía con el dolor ajeno nos puede llevar a reaccionar y reflexionar frente a la deriva individualista y excluyente en la que, en muchas ocasiones, se ve envuelto el ser humano y la sociedad de la que forma parte". En ese sentido, Dios somos tú y yo es un alegato comprometido con la libertad inalienable de toda persona adulta de amar y ser amada.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: RAQUEL ÁVALOS
FOTOGRAFÍA: RAQUEL ÁVALOS