El sacerdote montillano Antonio Ramírez Climent, párroco de San Sebastián y pregonero de la Semana Santa de Montilla en 1987, se convirtió ayer en capellán de la Cofradía de la Viña y el Vino, un colectivo que, desde su fundación en 1990, ha demostrado su compromiso con la promoción y con la defensa de los vinos que se elaboran en la zona Montilla-Moriles.
En un acto celebrado en la Casa del Inca Garcilaso, el histórico inmueble que durante tres décadas acogió a Gómez Suárez de Figueroa, uno de los más grandes cronistas de América y uno de los mejores prosistas del renacimiento hispánico, el también capellán del Monasterio de Santa Clara asumió, con todos los honores, un cargo que forma parte de la estructura orgánica de esta sociedad vínica.
"Se trata de una responsabilidad de vital importancia para la Cofradía de la Viña y el Vino y, junto al Gran Maestre, al Comendador, al Maestro de Ceremonias, al Cronista y al Fedatario, velará por el rigor y el prestigio de la entidad", explicó el secretario, Luis Navarro García, cofrade Andana.
"El concepto de capellán, muy frecuente entre los siglos XVI y XIX, ha pasado de tener un carácter noble o aristocrático a otro más social en la actualidad pues, en estos tiempos, un capellán es un sacerdote que ejerce una labor pastoral en una institución distinta de una parroquia", detalló Luis Navarro.
Para el secretario de la Cofradía de la Viña y el Vino, que el pasado mes de septiembre se convirtió en Capataz de Honor de la Fiesta de la Vendimia, "pocas sociedades vínicas tienen el honor de tener esta figura en sus estructuras", por lo que el colectivo "se siente orgulloso de disponer de sus servicios espirituales".
Nacido en Montilla el 27 de mayo de 1950, Antonio Ramírez Climento fue ordenado sacerdote el 12 de julio de 1986.El apelativo que le ha sido asignado por la la Cofradía de la Viña y el Vino es el de Sacristía, "palabra polisémica que significa tanto el lugar donde se guardan los ornamentos y otros enseres relativos al culto, mas también aquel recinto donde se conservan los mejores vinos de la casa, para compartirlos con los más próximos", tal y como resaltó Luis Navarro.
El acto contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, así como del cronista oficial de la ciudad, José Rey y del escritor José Antonio Ponferrada Cerezo, académico correspondiente por Montilla de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba.
La entidad, de la que forman parte personalidades de la cultura como el Nobel Mario Vargas Llosa, el escritor Antonio Gala, el periodista Luis del Olmo o el conocido hispanista Ian Gibson, también organiza la Ruta de los Lagares de Montilla-Moriles, fomentando además el hermanamiento con denominaciones de origen de productos afines al vino.
En un acto celebrado en la Casa del Inca Garcilaso, el histórico inmueble que durante tres décadas acogió a Gómez Suárez de Figueroa, uno de los más grandes cronistas de América y uno de los mejores prosistas del renacimiento hispánico, el también capellán del Monasterio de Santa Clara asumió, con todos los honores, un cargo que forma parte de la estructura orgánica de esta sociedad vínica.
"Se trata de una responsabilidad de vital importancia para la Cofradía de la Viña y el Vino y, junto al Gran Maestre, al Comendador, al Maestro de Ceremonias, al Cronista y al Fedatario, velará por el rigor y el prestigio de la entidad", explicó el secretario, Luis Navarro García, cofrade Andana.
"El concepto de capellán, muy frecuente entre los siglos XVI y XIX, ha pasado de tener un carácter noble o aristocrático a otro más social en la actualidad pues, en estos tiempos, un capellán es un sacerdote que ejerce una labor pastoral en una institución distinta de una parroquia", detalló Luis Navarro.
Para el secretario de la Cofradía de la Viña y el Vino, que el pasado mes de septiembre se convirtió en Capataz de Honor de la Fiesta de la Vendimia, "pocas sociedades vínicas tienen el honor de tener esta figura en sus estructuras", por lo que el colectivo "se siente orgulloso de disponer de sus servicios espirituales".
Nacido en Montilla el 27 de mayo de 1950, Antonio Ramírez Climento fue ordenado sacerdote el 12 de julio de 1986.El apelativo que le ha sido asignado por la la Cofradía de la Viña y el Vino es el de Sacristía, "palabra polisémica que significa tanto el lugar donde se guardan los ornamentos y otros enseres relativos al culto, mas también aquel recinto donde se conservan los mejores vinos de la casa, para compartirlos con los más próximos", tal y como resaltó Luis Navarro.
El acto contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, así como del cronista oficial de la ciudad, José Rey y del escritor José Antonio Ponferrada Cerezo, académico correspondiente por Montilla de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba.
Una entidad comprometida con la zona Montilla-Moriles
Desde su fundación en 1990, los integrantes de la Cofradía de la Viña y el Vino han demostrado su compromiso con la promoción y con la defensa de los caldos que se elaboran en la zona. No en vano, el colectivo tiene como principal objetivo contribuir al conocimiento de las excelentes cualidades de los vinos de la DOP Montilla-Moriles a través de la organización de actos periódicos de carácter cultural como son las Exaltaciones y Salutaciones al Vino, así como ceremonias de investidura de nuevos Cofrades, Cofrades de Mérito, Embajadores y Mentores a personas que destacan por la defensa y vinculación al vino de Montilla.La entidad, de la que forman parte personalidades de la cultura como el Nobel Mario Vargas Llosa, el escritor Antonio Gala, el periodista Luis del Olmo o el conocido hispanista Ian Gibson, también organiza la Ruta de los Lagares de Montilla-Moriles, fomentando además el hermanamiento con denominaciones de origen de productos afines al vino.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: COFRADÍA DE LA VIÑA Y EL VINO
FOTOGRAFÍAS: COFRADÍA DE LA VIÑA Y EL VINO
