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Buzón del Lector | Confusión (y II)

Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector del segundo artículo del escritor y académico José Antonio Ponferrada sobre La confusión, la última obra del escritor y poeta montalbeño Prudencio Salces Jiménez, que el pasado mes de enero protagonizó un encuentro con el público de la Campiña Sur en la Librería Nobel. El primer artículo puede leerse en este enlace. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.

José Antonio Ponferrada y Prudencio Salces.

Amables lectores: si no han leído la primera parte de este artículo, la solución es bien sencilla: bastaría con visitar este enlace y podrán disfrutar del magnífico Epitaph, cosecha del 69, de los King Crimson. O lo dejan para otro rato. Total, ahora vamos a centrarnos en la letra (en el mensaje, o "recao" como algunos prefieren decir).

Como ya dijimos, la traducción española de Epitafio que va en los subtítulos de aquel vídeo no es literal; es mejor, muy buena (disculpando algunas erratas). Aunque, como casi todo, admite perfeccionamiento. Por eso me gustaría que leyeran mi versión de esa virguería de letra en la que, siguiendo la anterior, incorporo alguna mejoría (por ejemplo, la puntuación original de su autor, Pete Sinfield). Allá va:

Epitafio

El muro sobre el que los profetas escribieron
se está desmoronando por las grietas.
Sobre los instrumentos de la muerte
la luz del sol brillantemente centellea.
Cuando cada ser humano haya sido desgarrado
con pesadillas y sueños,
nadie se colocará los laureles
cuando el silencio ahogue los gritos.

Entre las férreas puertas del destino,
las semillas del tiempo fueron sembradas,
y regadas con las obras de aquellos
que saben y son célebres.
El conocimiento es un amigo mortal
cuando nadie pone las reglas.
Veo cómo la suerte de toda la humanidad
está en manos de locos.

Confusión será mi epitafio.
Mientras yo me arrastro por un roto y destrozado sendero
si lo logramos todos podremos sentarnos y reír.
Pero me temo que mañana estaré llorando,
sí, me temo que mañana estaré llorando.


Peter Sinfield nació en Fulham (Londres), en 1943; pero lleva sangre irlandesa. Irlanda es la tierra de la música y de la palabra, donde cantar es una pasión nacional que tiene en las tabernas populares su mejor teatro. Su Epitaph tiene la musicalidad propia de la verdadera poesía (lo que no parece estar al alcance de tanto sedicente poeta como nos zurra). Y habla en lenguaje poético; o sea, que admite más de una interpretación. Haré un intento por pasar al lenguaje corriente lo que el poeta nos quiere decir. Como cuando, ante algo difícil de explicar, alguien nos pide "dímelo con tus palabras". Y ahí va mi Epitafio:

"Lo que nos dijeron que iba a pasar, no es lo que está sucediendo. El nuestro es un presente de muerte y destrucción. Cuando todos hayamos caido, víctimas de nuestras propias ideas, no quedará nadie a quien llamar vencedor.

Nuestro destino no está determinado, el futuro se construye con las obras de los sabios. Pero el mismo conocimiento se convierte en un mal amigo, si nadie lo regula [si no se dirige hacia el bien común]. Y lo que yo veo, es que unos pocos de locos están decidiendo lo que vaya a pasar con toda la humanidad.

Sobre mi tumba escribirán una palabra: CONFUSIÓN. Y lo mismo que yo, solo, me arrastro por un sendero destrozado, si entre todos logramos arreglarlo podremos descansar y echarnos a reír. Pero me temo que el futuro me hará llorar, sí, me temo que mañana estaré llorando".

Sabias palabras. ¿A que nos suena la letra? Pues la música, como quien dice, mucho menos hermosa que la de los King Crimson, nos la dan todos los días en los telediarios, tertulias y parlamentos de este mundo (que en latín significaba "limpio").

¡Qué lío, señoras y señores! Los aparatos se quedan inservibles en un pis pas; todo el mundo buscando como loco un cargador que le pueda servir (y eso que dicen que ya son universales, sí, sí...); todos tenemos que saber de todo; los trenes no caben por sus túneles; y, menos un ser humano con cordura, aquí le hablan a uno a deshoras hasta los frigoríficos (¿o se dice "federicos"?): "pulse el uno, manténgase a la espera...".

Es lo del tango de Discépolo, que ya pega un poco de música:


A ver si entre todos hacemos un esfuerzo por arreglarlo, como quieren los King Crimson. Más meditar y menos actuar, sentido común, no vendrían mal. Por cierto que nuestro recordado Luis Eduardo Aute hizo una de las suyas sobre la de Enrique Santos Discépolo (Buenos Aires, 1901-1951): Siglo XXI, se llama.

Y hasta aquí llegó la "riá". No hay que Trabajar para el enemigo, como dicen los Siniestro Total.

JOSÉ ANTONIO PONFERRADA
FOTOGRAFÍA: LIBRERÍA NOBEL / J.A. PONFERRADA


NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montilla Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.


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