La recuperación de los desaparecidos arcos de la Puerta de Aguilar está más cerca. El equipo de gobierno ha planteado reconstruir "en cuanto se pueda" esta portada formada por tres arcos de herradura que fue construida en 1890 en la confluencia de las calles La Parra y Puerta de Aguilar con Ronda de Curtidores y que fueron derribados por iniciativa municipal en la madrugada del 19 de mayo de 1962, argumentándose entonces la dificultad que suponían para el crecimiento urbanístico de la localidad.
Tal y como explicó el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, el proyecto de reconstrucción de los arcos se preveía ejecutar "a lo largo de este ejercicio", gracias a una partida de 200.000 euros que se había reservado en el borrador de presupuestos pero que, finalmente, decayó a petición de los grupos de la oposición.
“Es un proyecto que se tuvo que dejar atrás en los presupuestos pasados pero que, aprovechando las obras del Programa de Fomento al Empleo Agrario (PFEA), hemos dejado prevista la cimentación para ejecutarlos en cuanto se pueda”, aseguró el alcalde, quien confirmó que "se ha hecho un estudio muy minucioso de los Arcos de Montilla, del material y de sus dimensiones, para reproducirlos tal y como eran”.
"Se trata de un elemento identitario de nuestro municipio que, además, tiene esa visión poética que supone que esos arcos que dividieron Montilla del barrio de las Casas Nuevas suponen ahora un elemento integrador si se colocan en el nuevo límite de Montilla y mirando hacia Aguilar de la Frontera", explicó el alcalde, quien reconoció su "especial interés" en ejecutar esta actuación en la rotonda que da acceso a las barriadas de La Toba y de El Gran Capitán, junto a la Oficina Comarcal Agraria.
Se trataría del tercer intento de una Corporación municipal por reconstruir esta portada de ocho metros de alto por unos doce de ancho que, pese a carecer de valor artístico o histórico, representaron durante décadas todo un referente sentimental para muchos montillanos.
A finales de la década de los ochenta, el Ayuntamiento rindió un homenaje a los arcos de la Puerta de Aguilar con un modelo de cartón piedra construido por la Escuela Taller Munda que se levanta cada mes de julio como portada principal de la Feria en honor de San Francisco Solano.
Cuarenta años después de su demolición –una controvertida decisión que encontró la oposición de numerosos montillanos de entonces, que mostraron su repulsa en una encuesta realizada por la revista local Munda–, la arquitecta montillana Mara Portero planteó levantar la portada en un lugar cercano al que originariamente ocupó: la entrada del Paseo de Las Mercedes. Pero el proyecto se volvió a desechar por el equipo de gobierno que encabezaba Antonio Carpio.
“Con esta iniciativa recuperamos uno de los elementos más característicos de Montilla y el símbolo que la ha identificado durante muchos años”, apuntó Rafael Llamas, quien recordó que el pasado 19 de mayo se cumplieron sesenta años desde que se demoliera “este emblema de la localidad”.
De este modo, la recreación de una nave de tinajas, rodeada por una zona ajardinada, junto a los icónicos Arcos de la Puerta de Aguilar, darán la bienvenida a los visitantes que accedan a la localidad por la antigua travesía de la carretera nacional N-331.
“Hemos querido recrear una nave de tinajas por ser un elemento muy significativo vinculado a nuestra cultura del vino y al mundo del enoturismo de nuestro municipio”,explicó Rafael Llamas, quien señaló que estos elementos “irán también muy ligados” a la redefinición de El Parador como futuro centro de visitantes, un edificio histórico que, en opinión del alcalde, "también está vinculado a nuestro ADN vitivinícola, como capital de la comarca y de la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles".
Tal y como explicó el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, el proyecto de reconstrucción de los arcos se preveía ejecutar "a lo largo de este ejercicio", gracias a una partida de 200.000 euros que se había reservado en el borrador de presupuestos pero que, finalmente, decayó a petición de los grupos de la oposición.
“Es un proyecto que se tuvo que dejar atrás en los presupuestos pasados pero que, aprovechando las obras del Programa de Fomento al Empleo Agrario (PFEA), hemos dejado prevista la cimentación para ejecutarlos en cuanto se pueda”, aseguró el alcalde, quien confirmó que "se ha hecho un estudio muy minucioso de los Arcos de Montilla, del material y de sus dimensiones, para reproducirlos tal y como eran”.
"Se trata de un elemento identitario de nuestro municipio que, además, tiene esa visión poética que supone que esos arcos que dividieron Montilla del barrio de las Casas Nuevas suponen ahora un elemento integrador si se colocan en el nuevo límite de Montilla y mirando hacia Aguilar de la Frontera", explicó el alcalde, quien reconoció su "especial interés" en ejecutar esta actuación en la rotonda que da acceso a las barriadas de La Toba y de El Gran Capitán, junto a la Oficina Comarcal Agraria.
Se trataría del tercer intento de una Corporación municipal por reconstruir esta portada de ocho metros de alto por unos doce de ancho que, pese a carecer de valor artístico o histórico, representaron durante décadas todo un referente sentimental para muchos montillanos.
A finales de la década de los ochenta, el Ayuntamiento rindió un homenaje a los arcos de la Puerta de Aguilar con un modelo de cartón piedra construido por la Escuela Taller Munda que se levanta cada mes de julio como portada principal de la Feria en honor de San Francisco Solano.
Cuarenta años después de su demolición –una controvertida decisión que encontró la oposición de numerosos montillanos de entonces, que mostraron su repulsa en una encuesta realizada por la revista local Munda–, la arquitecta montillana Mara Portero planteó levantar la portada en un lugar cercano al que originariamente ocupó: la entrada del Paseo de Las Mercedes. Pero el proyecto se volvió a desechar por el equipo de gobierno que encabezaba Antonio Carpio.
“Con esta iniciativa recuperamos uno de los elementos más característicos de Montilla y el símbolo que la ha identificado durante muchos años”, apuntó Rafael Llamas, quien recordó que el pasado 19 de mayo se cumplieron sesenta años desde que se demoliera “este emblema de la localidad”.
Un nuevo elemento alegórico a la cultura del vino
El Ayuntamiento de Montilla aprovechará igualmente las obras de reurbanización y remodelación de la Avenida de Málaga –cuyo desarrollo ha despertado las críticas de algunos vecinos y empresarios del entorno– para instalar algunos de los elementos decorativos que mostrará una de las entradas principales al municipio.De este modo, la recreación de una nave de tinajas, rodeada por una zona ajardinada, junto a los icónicos Arcos de la Puerta de Aguilar, darán la bienvenida a los visitantes que accedan a la localidad por la antigua travesía de la carretera nacional N-331.
“Hemos querido recrear una nave de tinajas por ser un elemento muy significativo vinculado a nuestra cultura del vino y al mundo del enoturismo de nuestro municipio”,explicó Rafael Llamas, quien señaló que estos elementos “irán también muy ligados” a la redefinición de El Parador como futuro centro de visitantes, un edificio histórico que, en opinión del alcalde, "también está vinculado a nuestro ADN vitivinícola, como capital de la comarca y de la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: RÚQUEL / JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: RÚQUEL / JOSÉ ANTONIO AGUILAR
