Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una nueva queja de un vecino sobre el modo de proceder de la Asociación de Ayuda a Animales Abandonados "Dejan Huella". Si desea participar en esta sección, puede hacer llegar un correo a montilladigital@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.
Yo también deseo exponer mi caso en relación a la protectora Dejan Huella de Montilla. Ante todo, y teniendo en cuenta cómo van las leyes y la justicia, quiero dejar constancia de que lo que voy a contar es, simplemente, una exposición de los hechos que he vivido. No deseo ir en contra de nada ni de nadie, sólo explicar lo que me ha pasado.
Soy vecino de la localidad de Montilla y, a la vez, amante de los animales, con especial predilección por los perros. Como la ley ordena –y apoyo que así debe ser– mis perros poseen sus cartillas en regla, donde se recogen sus vacunas, su desparasitaciones, sus revisiones, los chips, etcétera. Sin embargo, he comprobado que todo esto no te asegura que los perros de menor edad puedan perderse en algún momento, por más que se cuiden, se quieran y se esté sobre ellos.
Una de mis perras –a nombre de mi hermano pero en el mismo entorno familiar–, de nombre Cora, se perdió y, a pesar de poner la denuncia correspondiente en la Guardia Civil y andar buscándola en colaboración con varias personas durante muchos días, tardes y noches por campos, caminos y calles de este pueblo y de alguno más colindante, no logramos dar con su localización, suponiendo esto una tristeza enorme para la familia.
Según nos hizo saber la protectora por vía telefónica, la perra había sido localizada por una persona que la mantuvo en su casa durante algún tiempo, sin informarse previamente de que su desaparición estuviera denunciada, aunque nos consta que lo hizo de buena fe.
Sin embargo, esta persona decide no seguir a cargo de la perra y se pone en contacto con Dejan Huella, para que la acojan ya que, de no ser así, pasaría a las instalaciones de Cremasco y allí, lo más problable, terminaría siendo sacrificada, como bien me dejaron claro desde la propia protectora que, por cierto, tampoco se puso en contacto con la Guardia Civil para ver si se había denunciado la pérdida de Cora.
Hace varios días, en la pagina de Facebook de Dejan Huella, aparece la foto de mi perra, lo que me provocó una alegría máxima, al igual que en mis familiares y conocidos, ya que por fin se daba solución a esta historia y, de nuevo, Cora regresaría a su casa, con su familia.
Pero nada más lejos de la realidad. A pesar de poner inmediatamente en contacto con la asociación en reiteradas ocasiones, rogándoles que me devuelvan a mi perra, ya que estoy seguro de que es mía –dado que tiene unas patas características e inconfundibles, aparte de su fisonomía–, me confirman que se niegan a entregármela alegando que la perra ha llegado a ellas sin chip, de modo que el animal pasa a ser propiedad suya.
Por si fuera poco, me informan de que han mandado a Cora a Madrid en acogida, por lo que la perra no regresará a Montilla como les ruego que hagan. En este momento me surgen varias preguntas que deseo compartir con los lectores de Montilla Digital.
¿Cómo es posible que Cora no tenga chip? ¿No es posible que alguien se lo haya extraído antes de llegar a manos de Dejan Huella? No menciono ni me dirijo a nadie en concreto, dado que es probable que la perra pasara por varias manos antes de llegar a la protectora y, como bien sabemos, retirar un chip es relativamente fácil para cualquier descerebrado.
Pero, en cualquier caso, ¿por qué he de creerlo? ¿Por qué no se revisa bien al animal, para comprobar si presenta alguna cicatriz, antes de enviarlo a ningún sitio? ¿Por qué, una vez que aparece su dueño, se niegan a entregarlo pese a las súplicas? ¿Por qué una vez que el dueño comenta en la página de Facebook de la protectora este tema, se le bloquea y desaparecen todas las fotos del animal?
Quiero dejar claro que mi intención es recuperar a mi fiel amigo y que no tengo nada en contra de Dejan Huella, como así se lo he hecho saber a varios miembros de la junta directiva por vía telefónica. Sin embargo, me veo obligado a denunciar públicamente esta situación, ya que estoy dispuesto, incluso, a hacer una prueba de ADN para demostrar que Cora es de mi propiedad y dejar así zanjado un sufrimiento que veo absurdo e evitable.
Sin embargo, a pesar de mis intentos, esta protectora montillana decide, según sus criterios y opiniones, que no no traen a la perra desde Madrid ya que, desde su punto de vista, no soy merecedor de su posesión. Y tras tener conocimiento de varios casos similares al mío, en los que dueños de perros tampoco pueden recuperarlos, he creído oportuno exponer mi caso en este medio de comunicación para teneros informados de lo que últimamente está ocurriendo.
Antes de concluir, quiero dejar clara constancia de que agotaré todas las vías posibles para recuperar a Cora, aportando pruebas, documentos e imágenes y rogando una prueba de ADN el día que me tenga que ver obligado a ir a los tribunales contra esta protectora, decisión de la que los hago responsables ya que mi única intención es dejar zanjado este asunto cuanto antes y no manchar la imagen de ninguna asociación.
Por último, quiero decir que los cazadores amamos a nuestros compañeros,, ya que son aliados de jornadas diarias más allá del campo: compartimos sentimientos y nadie es digno de forjar una distancia en estos lazos que son sinceros. Saludos Cora, te esperamos.
NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montilla Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.
Yo también deseo exponer mi caso en relación a la protectora Dejan Huella de Montilla. Ante todo, y teniendo en cuenta cómo van las leyes y la justicia, quiero dejar constancia de que lo que voy a contar es, simplemente, una exposición de los hechos que he vivido. No deseo ir en contra de nada ni de nadie, sólo explicar lo que me ha pasado.
Soy vecino de la localidad de Montilla y, a la vez, amante de los animales, con especial predilección por los perros. Como la ley ordena –y apoyo que así debe ser– mis perros poseen sus cartillas en regla, donde se recogen sus vacunas, su desparasitaciones, sus revisiones, los chips, etcétera. Sin embargo, he comprobado que todo esto no te asegura que los perros de menor edad puedan perderse en algún momento, por más que se cuiden, se quieran y se esté sobre ellos.
Una de mis perras –a nombre de mi hermano pero en el mismo entorno familiar–, de nombre Cora, se perdió y, a pesar de poner la denuncia correspondiente en la Guardia Civil y andar buscándola en colaboración con varias personas durante muchos días, tardes y noches por campos, caminos y calles de este pueblo y de alguno más colindante, no logramos dar con su localización, suponiendo esto una tristeza enorme para la familia.
Según nos hizo saber la protectora por vía telefónica, la perra había sido localizada por una persona que la mantuvo en su casa durante algún tiempo, sin informarse previamente de que su desaparición estuviera denunciada, aunque nos consta que lo hizo de buena fe.
Sin embargo, esta persona decide no seguir a cargo de la perra y se pone en contacto con Dejan Huella, para que la acojan ya que, de no ser así, pasaría a las instalaciones de Cremasco y allí, lo más problable, terminaría siendo sacrificada, como bien me dejaron claro desde la propia protectora que, por cierto, tampoco se puso en contacto con la Guardia Civil para ver si se había denunciado la pérdida de Cora.
Hace varios días, en la pagina de Facebook de Dejan Huella, aparece la foto de mi perra, lo que me provocó una alegría máxima, al igual que en mis familiares y conocidos, ya que por fin se daba solución a esta historia y, de nuevo, Cora regresaría a su casa, con su familia.
Pero nada más lejos de la realidad. A pesar de poner inmediatamente en contacto con la asociación en reiteradas ocasiones, rogándoles que me devuelvan a mi perra, ya que estoy seguro de que es mía –dado que tiene unas patas características e inconfundibles, aparte de su fisonomía–, me confirman que se niegan a entregármela alegando que la perra ha llegado a ellas sin chip, de modo que el animal pasa a ser propiedad suya.
Por si fuera poco, me informan de que han mandado a Cora a Madrid en acogida, por lo que la perra no regresará a Montilla como les ruego que hagan. En este momento me surgen varias preguntas que deseo compartir con los lectores de Montilla Digital.
¿Cómo es posible que Cora no tenga chip? ¿No es posible que alguien se lo haya extraído antes de llegar a manos de Dejan Huella? No menciono ni me dirijo a nadie en concreto, dado que es probable que la perra pasara por varias manos antes de llegar a la protectora y, como bien sabemos, retirar un chip es relativamente fácil para cualquier descerebrado.
Pero, en cualquier caso, ¿por qué he de creerlo? ¿Por qué no se revisa bien al animal, para comprobar si presenta alguna cicatriz, antes de enviarlo a ningún sitio? ¿Por qué, una vez que aparece su dueño, se niegan a entregarlo pese a las súplicas? ¿Por qué una vez que el dueño comenta en la página de Facebook de la protectora este tema, se le bloquea y desaparecen todas las fotos del animal?
Quiero dejar claro que mi intención es recuperar a mi fiel amigo y que no tengo nada en contra de Dejan Huella, como así se lo he hecho saber a varios miembros de la junta directiva por vía telefónica. Sin embargo, me veo obligado a denunciar públicamente esta situación, ya que estoy dispuesto, incluso, a hacer una prueba de ADN para demostrar que Cora es de mi propiedad y dejar así zanjado un sufrimiento que veo absurdo e evitable.
Sin embargo, a pesar de mis intentos, esta protectora montillana decide, según sus criterios y opiniones, que no no traen a la perra desde Madrid ya que, desde su punto de vista, no soy merecedor de su posesión. Y tras tener conocimiento de varios casos similares al mío, en los que dueños de perros tampoco pueden recuperarlos, he creído oportuno exponer mi caso en este medio de comunicación para teneros informados de lo que últimamente está ocurriendo.
Antes de concluir, quiero dejar clara constancia de que agotaré todas las vías posibles para recuperar a Cora, aportando pruebas, documentos e imágenes y rogando una prueba de ADN el día que me tenga que ver obligado a ir a los tribunales contra esta protectora, decisión de la que los hago responsables ya que mi única intención es dejar zanjado este asunto cuanto antes y no manchar la imagen de ninguna asociación.
Por último, quiero decir que los cazadores amamos a nuestros compañeros,, ya que son aliados de jornadas diarias más allá del campo: compartimos sentimientos y nadie es digno de forjar una distancia en estos lazos que son sinceros. Saludos Cora, te esperamos.
RAFAEL COBOS PORTERO
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO (ARCHIVO)
NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montilla Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.
