Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un texto remitido por el Grupo de Teatro "La Cepa", adscrito a la Asociación de Antiguos Alumnos de Don Bosco de Montilla, en el que se recuerda la figura de Carmen Trenas, fallecida el pasado mes de agosto. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.

En uno de sus escritos, el dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht calificó de "imprescindibles" a esas personas que luchan durante toda la vida contra esas cotidianas adversidades que nos van saliendo al encuentro.
No hay duda de que así es como mejor se podría definir a Carmen Trenas, una mujer luchadora, sensible y comprometida ante la realidad que la rodeaba, siempre queriendo aportar ese granito de arena con el que contribuir a hacer que este mundo y esta sociedad sean mejores.
Carmen nos ha dejado y su ausencia nos ha hecho ver que las personas imprescindibles siguen siendo imprescindibles incluso después de haberse ido. Su activismo contra el maltrato a la mujer y contra esas injusticias domésticas a las que nunca una sociedad debería acostumbrarse definía muy bien la sensibilidad de Carmen.
En el Grupo de Teatro "La Cepa", al que pertenecía, siempre representó papeles secundarios a los que, con su espíritu de superación, Carmen lograba hacer de ellos que fueran imprescindibles en cada comedia donde actuaba. Así era Carmen Trenas.
Mari Carmen se fue igual que vivió: luchando hasta el último segundo de su vida, pero serena, tranquila y arropada por el amor de su marido, de sus hijos y de las personas que la querían.
En uno de sus escritos, el dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht calificó de "imprescindibles" a esas personas que luchan durante toda la vida contra esas cotidianas adversidades que nos van saliendo al encuentro.
No hay duda de que así es como mejor se podría definir a Carmen Trenas, una mujer luchadora, sensible y comprometida ante la realidad que la rodeaba, siempre queriendo aportar ese granito de arena con el que contribuir a hacer que este mundo y esta sociedad sean mejores.
Carmen nos ha dejado y su ausencia nos ha hecho ver que las personas imprescindibles siguen siendo imprescindibles incluso después de haberse ido. Su activismo contra el maltrato a la mujer y contra esas injusticias domésticas a las que nunca una sociedad debería acostumbrarse definía muy bien la sensibilidad de Carmen.
En el Grupo de Teatro "La Cepa", al que pertenecía, siempre representó papeles secundarios a los que, con su espíritu de superación, Carmen lograba hacer de ellos que fueran imprescindibles en cada comedia donde actuaba. Así era Carmen Trenas.
Mari Carmen se fue igual que vivió: luchando hasta el último segundo de su vida, pero serena, tranquila y arropada por el amor de su marido, de sus hijos y de las personas que la querían.
GRUPO DE TEATRO "LA CEPA"

















































