El Ayuntamiento de Montilla ha puesto en marcha un nuevo Protocolo Municipal de Actuación ante Alertas Meteorológicas con la intención de mejorar la coordinación interna entre los distintos servicios municipales y agilizar la comunicación con la ciudadanía en situaciones de riesgo por fenómenos climáticos adversos.
La presentación de esta herramienta corrió a cargo del teniente de alcalde de Desarrollo Local y Seguridad, Valeriano Rosales, quien detalló las principales líneas del documento. Según explicó, el nuevo protocolo establece criterios de actuación claros y diferenciados en función de los niveles de alerta —amarilla, naranja o roja— que emita la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que incluye Montilla dentro de la Subbética cordobesa y no de la Campiña, como cabría imaginar.
“Se trata de una herramienta de gestión interna que también tiene una vertiente externa muy importante, porque permite informar con agilidad a la ciudadanía sobre los riesgos y las medidas de autoprotección necesarias en cada caso”, afirmó Rosales.
En ese sentido, el nuevo protocolo no se limita a una coordinación administrativa, sino que busca repercutir de forma directa en la vida cotidiana de los vecinos, ya que contempla, por ejemplo, la posible adaptación de servicios municipales o la suspensión de actividades como el tradicional mercadillo semanal, en función de la gravedad de la alerta activada.
El protocolo también contempla la activación progresiva del Comité Asesor Municipal, un órgano que refuerza la capacidad operativa del Ayuntamiento ante posibles emergencias. Esta planificación por fases permitirá responder con mayor previsión y eficacia a fenómenos meteorológicos que, en los últimos años, han ido ganando protagonismo debido a la variabilidad climática.
Por su parte, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, quiso contextualizar la necesidad de este nuevo protocolo con ejemplos recientes que pusieron a prueba la capacidad de respuesta del municipio. “Este protocolo surge de la necesidad de reforzar la coordinación interinstitucional y mejorar la respuesta municipal tras situaciones como el reciente apagón”, manifestó el primer edil. Y es que, aunque el documento tiene un carácter eminentemente preventivo, también está diseñado para situaciones ya en curso o que puedan derivar en crisis de mayor calado.
Llamas subrayó, además, la implicación transversal de todas las áreas del Ayuntamiento en este nuevo procedimiento. Desde Seguridad y Servicios Públicos hasta la Oficina de Comunicación, todas las delegaciones municipales están llamadas a participar activamente en un modelo operativo que, según palabras del primer edil, “prioriza la prevención y busca ofrecer a la ciudadanía información clara, útil y rápida”.
Con esta medida, el Ayuntamiento de Montilla da un paso más en su compromiso con la planificación, la transparencia y, sobre todo, con la seguridad de la población. Lejos de limitarse a una respuesta improvisada ante imprevistos, el nuevo protocolo busca anticiparse a los posibles riesgos y ofrecer herramientas eficaces para afrontar cualquier eventualidad meteorológica con las máximas garantías.
La decisión de poner en marcha este protocolo responde, en definitiva, a una realidad cada vez más presente: los fenómenos meteorológicos adversos ya no son excepcionales, sino que forman parte del día a día. Ante ese escenario, para el Ayuntamiento de Montilla, contar con una estrategia clara, coordinada y comunicada es, sin duda, una cuestión de responsabilidad institucional y de compromiso con el bienestar colectivo.
La presentación de esta herramienta corrió a cargo del teniente de alcalde de Desarrollo Local y Seguridad, Valeriano Rosales, quien detalló las principales líneas del documento. Según explicó, el nuevo protocolo establece criterios de actuación claros y diferenciados en función de los niveles de alerta —amarilla, naranja o roja— que emita la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que incluye Montilla dentro de la Subbética cordobesa y no de la Campiña, como cabría imaginar.
“Se trata de una herramienta de gestión interna que también tiene una vertiente externa muy importante, porque permite informar con agilidad a la ciudadanía sobre los riesgos y las medidas de autoprotección necesarias en cada caso”, afirmó Rosales.
En ese sentido, el nuevo protocolo no se limita a una coordinación administrativa, sino que busca repercutir de forma directa en la vida cotidiana de los vecinos, ya que contempla, por ejemplo, la posible adaptación de servicios municipales o la suspensión de actividades como el tradicional mercadillo semanal, en función de la gravedad de la alerta activada.
El protocolo también contempla la activación progresiva del Comité Asesor Municipal, un órgano que refuerza la capacidad operativa del Ayuntamiento ante posibles emergencias. Esta planificación por fases permitirá responder con mayor previsión y eficacia a fenómenos meteorológicos que, en los últimos años, han ido ganando protagonismo debido a la variabilidad climática.
Por su parte, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, quiso contextualizar la necesidad de este nuevo protocolo con ejemplos recientes que pusieron a prueba la capacidad de respuesta del municipio. “Este protocolo surge de la necesidad de reforzar la coordinación interinstitucional y mejorar la respuesta municipal tras situaciones como el reciente apagón”, manifestó el primer edil. Y es que, aunque el documento tiene un carácter eminentemente preventivo, también está diseñado para situaciones ya en curso o que puedan derivar en crisis de mayor calado.
Llamas subrayó, además, la implicación transversal de todas las áreas del Ayuntamiento en este nuevo procedimiento. Desde Seguridad y Servicios Públicos hasta la Oficina de Comunicación, todas las delegaciones municipales están llamadas a participar activamente en un modelo operativo que, según palabras del primer edil, “prioriza la prevención y busca ofrecer a la ciudadanía información clara, útil y rápida”.
Con esta medida, el Ayuntamiento de Montilla da un paso más en su compromiso con la planificación, la transparencia y, sobre todo, con la seguridad de la población. Lejos de limitarse a una respuesta improvisada ante imprevistos, el nuevo protocolo busca anticiparse a los posibles riesgos y ofrecer herramientas eficaces para afrontar cualquier eventualidad meteorológica con las máximas garantías.
La decisión de poner en marcha este protocolo responde, en definitiva, a una realidad cada vez más presente: los fenómenos meteorológicos adversos ya no son excepcionales, sino que forman parte del día a día. Ante ese escenario, para el Ayuntamiento de Montilla, contar con una estrategia clara, coordinada y comunicada es, sin duda, una cuestión de responsabilidad institucional y de compromiso con el bienestar colectivo.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)















































