La Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza conmemorará el próximo 15 de junio el cuarto centenario de la hechura de la imagen del Señor de la Oración en el Huerto. Y lo hará con la celebración de una Misa de Campaña en la Plaza de la Rosa, que dará comienzo a las 10.00 de la mañana.
Minutos antes, Jesús de la Oración en el Huerto saldrá de la sede canónica de la cofradía del Jueves Santo entronizado en su paso de misterio para presidir la celebración de la eucaristía, en el enclave que cada año es testigo de la salida del "Señor de las manos abiertas".
Este culto extraordinario viene a conmemorar el cuarto centenario de la hechura de la talla por parte del accitano Pedro Freila de Guevara, como da testimonio el documento rescatado por el historiador Antonio Luis Jimenez Barranco, que testifica el encargo de los oficiales de la nueva cofradía –encabezados por Salvador Rodríguez de Baena como hermano mayor– a este escultor y arquitecto, que el 20 de abril de 1625 comparecieron en la escribanía pública montillana de Pedro Franco Fustero.
Este documento alude a la realización de una "imagen y figura de Cristo nuestro redentor de la oración del huerto, de madera que pueda mover piernas y brazos y los brazos desde el codo a la mano y las piernas desde encima de las rodillas abajo, y el rostro y parte del pecho encarnado y ha de ser de estatura de dos varas y dos dedos desta mano". El documento especifica que se tomará como modelo "el tamaño de Jesús Nazareno".
La entrega del Cristo, cotitular de la Cofradía de la Concepción Dolorosa, tuvo lugar el 15 de julio de 1625, pasando a formar parte de la Semana Santa de Montilla al año siguiente, en la jornada del Miércoles Santo, procesionando desde la Emita de Nuestra Señor de los Remedios –actual Salón Municipal de San Juan de Dios–, junto a la Virgen de la Concepción Dolorosa –actual María Santísima de la Esperanza–. En 1671 se añadiría al cortejo procesional el Cristo de la Humildad y Paciencia tras el misterio de la Oración en el Huerto.
Tal y como detalla el documento hallado por Antonio Luis Jiménez, Freila de Guevara no solo recibió el encargo de la imagen del Cristo, sino que también realizaría un misterio, que no se conserva en la actualidad, compuesto por Juan, Pedro y Santiago, además de un ángel confortador. El resto de imágenese se entregaron al año siguiente, en 1626.
Según Antonio Luis Jiménez Barranco, en aquel misterio "Cristo aparecía arrodillado, implorante, con las manos abiertas, dirigiendo su mirada al cielo, vestido con una túnica de terciopelo morado con bocamangas de tafetán galoneadas en oro".
Junto a Jesús, los apóstoles Juan y Santiago y Simón Pedro, que se representaba portando una espada. "Los tres apóstoles iban ataviados con túnica morada y capa azul y, tras la imagen del Señor, asomaba el ángel, que portaba en sus manos un cáliz de madera dorada", detalla el historiador montillano.
El documento localizado por Antonio Luis Jiménez ofrece una descripción tan detallada que desvela que el paso de misterio era cubierto por un palio de tafetán azul, sustentado por diez varas de madera de haya. Según Pedro Manuel Fernández, este uso litúrgico del palio de respeto, característico del siglo XVI, se corresponde con la Latría relativa, es decir, "el culto otorgado a las imágenes y reliquias de Cristo que incluye el cuidado de la imagen, el respeto y la devoción" para "mantenerla segura, protegida y exponerla al culto popular".
Ahí reside el motivo del uso del palio en imágenes de Cristo, hoy en día casi desaparecido, aunque aún se mantiene en localidades como La Rambla o Antequera. En Montilla, esta práctica tuvo cierta relevancia y, de hecho, el Cristo de la Oración en el Huerto, el Señor de la Humildad y Paciencia o Nuestro Padre Jesús Nazareno llegaron a contar con su propio palio.
Minutos antes, Jesús de la Oración en el Huerto saldrá de la sede canónica de la cofradía del Jueves Santo entronizado en su paso de misterio para presidir la celebración de la eucaristía, en el enclave que cada año es testigo de la salida del "Señor de las manos abiertas".
Este culto extraordinario viene a conmemorar el cuarto centenario de la hechura de la talla por parte del accitano Pedro Freila de Guevara, como da testimonio el documento rescatado por el historiador Antonio Luis Jimenez Barranco, que testifica el encargo de los oficiales de la nueva cofradía –encabezados por Salvador Rodríguez de Baena como hermano mayor– a este escultor y arquitecto, que el 20 de abril de 1625 comparecieron en la escribanía pública montillana de Pedro Franco Fustero.
Este documento alude a la realización de una "imagen y figura de Cristo nuestro redentor de la oración del huerto, de madera que pueda mover piernas y brazos y los brazos desde el codo a la mano y las piernas desde encima de las rodillas abajo, y el rostro y parte del pecho encarnado y ha de ser de estatura de dos varas y dos dedos desta mano". El documento especifica que se tomará como modelo "el tamaño de Jesús Nazareno".

La entrega del Cristo, cotitular de la Cofradía de la Concepción Dolorosa, tuvo lugar el 15 de julio de 1625, pasando a formar parte de la Semana Santa de Montilla al año siguiente, en la jornada del Miércoles Santo, procesionando desde la Emita de Nuestra Señor de los Remedios –actual Salón Municipal de San Juan de Dios–, junto a la Virgen de la Concepción Dolorosa –actual María Santísima de la Esperanza–. En 1671 se añadiría al cortejo procesional el Cristo de la Humildad y Paciencia tras el misterio de la Oración en el Huerto.
Tal y como detalla el documento hallado por Antonio Luis Jiménez, Freila de Guevara no solo recibió el encargo de la imagen del Cristo, sino que también realizaría un misterio, que no se conserva en la actualidad, compuesto por Juan, Pedro y Santiago, además de un ángel confortador. El resto de imágenese se entregaron al año siguiente, en 1626.
Según Antonio Luis Jiménez Barranco, en aquel misterio "Cristo aparecía arrodillado, implorante, con las manos abiertas, dirigiendo su mirada al cielo, vestido con una túnica de terciopelo morado con bocamangas de tafetán galoneadas en oro".

Junto a Jesús, los apóstoles Juan y Santiago y Simón Pedro, que se representaba portando una espada. "Los tres apóstoles iban ataviados con túnica morada y capa azul y, tras la imagen del Señor, asomaba el ángel, que portaba en sus manos un cáliz de madera dorada", detalla el historiador montillano.
El documento localizado por Antonio Luis Jiménez ofrece una descripción tan detallada que desvela que el paso de misterio era cubierto por un palio de tafetán azul, sustentado por diez varas de madera de haya. Según Pedro Manuel Fernández, este uso litúrgico del palio de respeto, característico del siglo XVI, se corresponde con la Latría relativa, es decir, "el culto otorgado a las imágenes y reliquias de Cristo que incluye el cuidado de la imagen, el respeto y la devoción" para "mantenerla segura, protegida y exponerla al culto popular".
Ahí reside el motivo del uso del palio en imágenes de Cristo, hoy en día casi desaparecido, aunque aún se mantiene en localidades como La Rambla o Antequera. En Montilla, esta práctica tuvo cierta relevancia y, de hecho, el Cristo de la Oración en el Huerto, el Señor de la Humildad y Paciencia o Nuestro Padre Jesús Nazareno llegaron a contar con su propio palio.
ÁLVARO CARRASCO GONZÁLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: ÁLVARO CARRASCO GONZÁLEZ
FOTOGRAFÍA: ÁLVARO CARRASCO GONZÁLEZ

