Un año más, la comunión fue perfecta. La Agrupación Musical "La Unión" de Montilla arropó anoche con sus vibrantes marchas y con su elegante redoble del toque granadero el lento discurrir del Santísimo Cristo del Perdón, un hermoso crucificado atribuido al retablista Cristóbal de Guadix que, durante muchos años, presidió su estación de penitencia en la Madrugada del Viernes Santo bajo la advocación de la Misericordia
La formación que preside Felipe Jiménez César, que hace varios años tomó el relevo de la Banda de Música "Pascual Marquina" tras el crucificado del Perdón, concedió mayor solemnidad a un cortejo que, cada año, congrega a cientos de montillanos en el Llanete de San Agustín para arropar la primera de las dos estaciones de penitencia que pone en la calle la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, una cofradía fundada en 1590 y radicada en la iglesia conventual de la calle Ancha.
Especialmente simbólico fue el paso del cortejo por la calle Escultor Cristóbal de Guadix, una vía que conecta las calles Juan Colín y Las Prietas, a las espaldas del Hospital San Juan de Dios, y que recuerda a este afamado ensamblador que nació en Montilla en 1650 y que se convirtió en uno de los principales representantes del retablismo barroco sevillano, además de uno de los últimos exponentes de la modalidad Salomónica hacia finales del siglo XVII.
Un año más, el andar sosegado y elegante de las más de cincuenta costaleras que portan al Cristo del Perdón logró dar sentido cofrade a la noche del Lunes Santo. Sin duda, el respeto, el orden y el silencio con el que discurrió la procesión, favoreció el recogimiento de los hermanos que, cada año, forman parte del cortejo vistiendo túnica negra y cubrerrostro morado.
En torno a la medianoche, y tras recorrer la calle Ancha, Plaza de Munda, Juan Colín, Escultor Cristóbal de Guadix, Las Prietas, Dientes, Fuente Álamo, Ortega, Puerta de Aguilar, Corredera, Plazuela de la Inmaculada, Santa Ana y San Francisco Solano, ya de regreso al templo agustino, el Cristo del Perdón fue descendido del paso para poder entrarlo hasta el interior de la iglesia, rememorando así uno de los momentos más esperados del Lunes Santo, ya que el crucificado pudo verse prácticamente a ras de suelo.
La formación que preside Felipe Jiménez César, que hace varios años tomó el relevo de la Banda de Música "Pascual Marquina" tras el crucificado del Perdón, concedió mayor solemnidad a un cortejo que, cada año, congrega a cientos de montillanos en el Llanete de San Agustín para arropar la primera de las dos estaciones de penitencia que pone en la calle la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, una cofradía fundada en 1590 y radicada en la iglesia conventual de la calle Ancha.
Especialmente simbólico fue el paso del cortejo por la calle Escultor Cristóbal de Guadix, una vía que conecta las calles Juan Colín y Las Prietas, a las espaldas del Hospital San Juan de Dios, y que recuerda a este afamado ensamblador que nació en Montilla en 1650 y que se convirtió en uno de los principales representantes del retablismo barroco sevillano, además de uno de los últimos exponentes de la modalidad Salomónica hacia finales del siglo XVII.
Un año más, el andar sosegado y elegante de las más de cincuenta costaleras que portan al Cristo del Perdón logró dar sentido cofrade a la noche del Lunes Santo. Sin duda, el respeto, el orden y el silencio con el que discurrió la procesión, favoreció el recogimiento de los hermanos que, cada año, forman parte del cortejo vistiendo túnica negra y cubrerrostro morado.
En torno a la medianoche, y tras recorrer la calle Ancha, Plaza de Munda, Juan Colín, Escultor Cristóbal de Guadix, Las Prietas, Dientes, Fuente Álamo, Ortega, Puerta de Aguilar, Corredera, Plazuela de la Inmaculada, Santa Ana y San Francisco Solano, ya de regreso al templo agustino, el Cristo del Perdón fue descendido del paso para poder entrarlo hasta el interior de la iglesia, rememorando así uno de los momentos más esperados del Lunes Santo, ya que el crucificado pudo verse prácticamente a ras de suelo.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
VÍDEO: MONTILLA COFRADE
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
VÍDEO: MONTILLA COFRADE
