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¿Por qué cambian tus preferencias sexuales a medida que te haces mayor?

Las personas cambian a lo largo de los años, y esto también se ve reflejado en sus gustos sexuales. ¿Por qué?


¿Eras igual con 10 años a como lo eres con tu edad actual? Seguramente, la respuesta sea un rotundo no. Todos cambiamos con el paso del tiempo, sea por cómo evoluciona nuestro cuerpo, por cómo son las personas de las que nos rodeamos, por nuestras rutinas, por el lugar en el que vivimos, por lo que comemos… Por un largo etcétera.

Esto es algo que nos afecta a todos y que, por supuesto, también afecta a nuestras preferencias sexuales. Alguien que quizá hace 10 años rechazara en rotundo practicar BDSM quizá se tope 20 años después disfrutándolo al máximo. Y no es algo baladí, es porque, como hemos dicho, las personas cambian mucho a medida que crecen.

¿Y a qué se deben estos cambios en el ámbito sexual? ¿Por qué cambian nuestras preferencias sexuales a medida que nos hacemos mayores? Lo cierto es que no hay una única razón fisiológica, o psicológica. Es un cúmulo, un conjunto de factores que nos hacen cambiar a todos los niveles y que, al final, también afectan a nuestras preferencias a la hora de disfrutar del placer.

Por qué nuestros gustos sexuales cambian con los años

El tiempo nos afecta, y mucho más de lo que solemos pensar. Los más jóvenes pueden sentir cierto pudor a la hora de probar con juguetes eróticos de tiendas como https://www.easytoys.es/, pero esa vergüenza se va deshaciendo con el paso de los años. Y eso, de un modo u otro, lleva también a descubrir otros gustos sexuales.

Ese es solo uno de tantos ejemplos, de motivos que hacen que las preferencias sexuales cambien a medida que nos hacemos mayores. Vamos a ahondar más en ello, porque hay más razones que a veces se deben a cambios internos, pero también a veces se deben a todo lo que nos rodea. Y es que la vida no es igual a los 50 que a los 18 años.

La monotonía

Dicen que la experiencia es un grado, pero a veces también es algo que hace que lo habitual se convierta en algo “demasiado visto” o, en este caso, “demasiado practicado”. Es normal que las personas más jóvenes suelen tener prácticas sexuales comunes. Es la novedad, es el descubrimiento.

Con el paso del tiempo, el descubrimiento lleva a probar cosas distintas, a querer experimentar de otras maneras y ver qué más se puede hacer y qué otros métodos hay para disfrutar del placer, sea en solitario o en pareja, ¡o en compañía!

A medida que nos hacemos mayores, vemos que “lo de siempre” se vuelve monótono, y eso suele invitarnos a querer experimentar para seguir descubriendo más sobre nuestra sexualidad. No es nada raro, es la mera huella del paso del tiempo.

El ritmo de vida

Nuestro ritmo de vida cambia mucho con el paso del tiempo. Pasamos de la libertad de la juventud a la rutina tan exigente de la edad adulta y, cuanto más crecemos, empezamos a volver a tener más y más tiempo libre. Esto, de una forma u otra, afecta tanto a nuestro apetito sexual como a nuestras preferencias sexuales.

Es en la edad adulta, sobre todo entre los 30 y los 40 años, cuando se suele optar más por la práctica y prueba con experiencias que sean más breves. El cansancio, el estrés, la falta de tiempo libre… Todo esto lleva a tener menos tiempo, y también en ocasiones, menos ganas de saborear el placer.

Pero, volvemos al paso del tiempo. A medida que se superan esas edades empieza a despertar el apetito y hay menos miedo a probar otras cosas diferentes. Se vuelve a tener más tiempo libre. Se vuelven a tener más ganas. Hay menos ataduras y responsabilidades, y eso lleva a descubrir otras experiencias que pueden gustarnos más, ¡o menos!

Cambios hormonales

Las hormonas no solo se revolucionan en la adolescencia, también hacen todo un viaje a lo largo de nuestro crecimiento. Esto se observa sobre todo al superar los 50 años de edad, y más aún en las mujeres cuando entran en la menopausia. Varios estudios han demostrado que es precisamente en esa etapa donde pueden gozar incluso de una mayor felicidad y bienestar sexual.

La libido se eleva por estos cambios hormonales, que también tienen lugar en los hombres, aunque a una escala mucho menor. Todo este baile de hormonas, de cambios en el apetito sexual, afectan a los gustos enormemente. De hecho, se dice que incluso con el paso de los años puede haber cambios en la orientación sexual.

Nuestra vida sexual es una de pleno y constante descubrimiento, algo en constante evolución y cambio. Cambiamos como personas, y esto afecta a lo que nos gusta, y a lo que no.

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