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Buzón del Lector | ¡¡Que vienen los Reyes Magos!!

Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta remitida por Alicia Luque Pérez de Algaba sobre la suspensión de la Cabalgata de Reyes Magos en Montilla a cambio de un pasacalles en coche de caballos. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.


Soy una vecina de Montilla y escribo estas palabras ante la inminente llegada de Sus Majestades los Reyes Magos. Es un hecho que esta llegada supone llenar las calles y los hogares de ilusión, inocencia, nervios, magia, papeles de regalo por el suelo, llantos de emoción y un largo etcétera, sobre todo para nuestros pequeños que, durante el resto del año, esperan con ganas e ilusión la llegada de este día tan mágico.

Si hacemos un repaso de este año, sin duda lo que destaca son las mascarillas, gel hidroalcohólico, la distancia de seguridad y la ausencia de abrazos y besos de nuestros familiares y amigos. Sin embargo, y en mi humilde opinión, creo que los niños y las niñas nos han demostrado a los adultos un ejemplo de respeto por las normas y de superación de las adversidades.

Desde el minuto uno, los más pequeños han estado en las escuelas con todas las medidas de seguridad sin rechistar, nos han demostrado un ejemplo de adaptación a las circunstancias y han predicado con el ejemplo muchísimo mejor que los adultos, entre los que yo misma me incluyo.

Al principio de esta sexta ola de coronavirus, había muchas aulas que se vieron afectadas por casos positivos e, incluso, algunos colegios llegaron a adelantar las vacaciones de Navidad, después del gran esfuerzo que tanto docentes como familias y los propios alumnos y alumnas habían realizado. Pero lo que más me llamaba la atención eran los comentarios que culpaban a los colegios de los contagios o los que veían una locura que los niños y las niñas acudieran a las aulas.

Sin embargo, nadie se planteaba que la culpa no era de las escuelas, ni de los maestros y maestras que tanto esfuerzo han realizado para evitar estos contagios porque las medidas de seguridad eran evidentes. Nadie pensaba que los más pequeños se contagiaban en las casas o en la calle, ya que lo fácil es echar la culpa a los otros, no entonar el “mea culpa”.

Llegó Navidad y, con ella, la incertidumbre de no saber si habría o no restricciones ante el inminente aumento de casos. Al final, solo se pidió a la ciudadanía “responsabilidad” y las medidas de seguridad vigentes hasta ahora.

Así, se ha visto que los bares y los restaurantes se han llenado; cómo las familias nos hemos reunido; cómo la Plaza de Rosa era un hormiguero; que tanto en Nochebuena como en Nochevieja se escuchaba música de madrugada… Pero no pasaba nada: no se suspendía nada, ni se aplazaba nada. ¡Aaahhh, bueno sí! La cabalgata de los Reyes Magos que, claro, ya se nos había olvidado que los pequeñines son los culpables de esta nueva ola.

Soy consciente de que estamos en una situación sanitaria mala, que cualquier tipo de aglomeración de personas supone un riesgo, pero también soy consciente de que los que mejor lo han hecho en todos estos meses son los que están pagando por todos, es decir, nuestros niños y niñas.

Pienso que si se ha permitido que los bares y los restaurantes se llenen y que la Plaza de la Rosa agrupara a centenares de personas sin ningún tipo de medidas de seguridad, debería haber Cabalgata de Reyes porque, como ya he dicho, los niños y las niñas nos han demostrado lo que es llevar mascarilla durante horas y el aprendizaje e interiorización de las normas y de las medidas de seguridad.

Con esto no quiero decir que estoy en contra de la gente que trabaja en bares y restaurantes, pero me indigna que, después del esfuerzo y del sacrificio que los niños y las niñas nos han venido demostrando durante todos estos meses, no se merecen que el día más mágico y esperado por ellos, se vea manchado.

Seguramente, ellos y ellas se queden muy contentos viendo a los Reyes Magos en su coche de caballos recorriendo las calles céntricas de Montilla porque, insisto, los niños y las niñas nos han demostrado lo que es adaptarse a las circunstancias de manera ejemplar. Pero me parece injusto que se les castigue solamente a ellos y a ellas cuando no se ha tomado ningún tipo de restricción para los mayores.

Para terminar, me gustaría desearles a todos los niños y niñas que tengan una feliz Noche de Reyes.

ALICIA LUQUE PÉREZ DE ALGABA
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montilla Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.


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