Lucía Fonseca se licenció en Ciencias Físicas en 2013, comenzando en la Universidad de Córdoba y finalizando en la Universidad Complutense de Madrid. Su interés por este campo comenzó antes, cuando obtuvo la segunda posición en las Olimpiadas de Física de 2008, consiguiendo así la matrícula gratuita para la carrera.
Siempre le apasionó la astrofísica, lo que la llevó a especializarse en esta rama, primero con el Máster en Física Teórica y Matemáticas en Marsella (Francia) y, después, con el Doctorado en Física Teórica (Cosmología) por la Universidad de Sussex (Inglaterra).
Su tesis doctoral El espectro de potencia de los halos de materia oscura en el espacio del desplazamiento al rojo utilizando la teoría del campo efectivo, le valió el premio a la tesis de gran calidad y excelencia investigadora (equivalente al cum laude español). Posteriormente realizó un Máster en Formación del Profesorado por la UNED antes de dar el salto definitivamente a Reino Unido, culminando sus prácticas en el Colegio La Asunción y trabajando para la Academia Eureka.
Desde el 2019, trabaja para la Universidad de Manchester en diversos estudios de investigación post-doctorales, principalmente dirigidos a la cosmología observacional. Este fue un punto de inflexión en su carrera al pasar de los postulados teóricos al mundo observacional, acortando el camino entre ambos para entender el destino del cosmos.
Uno de los proyectos en los que participa y del que siente más orgullo, es la colaboración internacional e interdisciplinar Dark Energy Survey, donde se estudia la distribución de la materia oscura en el universo y como este se expande, a través de una red de observación con su punto clave en el telescopio gigante de Chile. Adicionalmente también ejerce como supervisora de los trabajos de investigación de los alumnos del máster y es cofundadora del proyecto SkyPy, con el que pueden generar simulaciones del universo.
Tiene como principales referentes y motivo de inspiración a Stephen Hawking y sus teorías sobre los agujeros negros y, más recientemente, al ganador del Premio Nobel de Física en 2020, Roger Penrose, que plantea nuevas teorías a la clásica del Big Bang, como la de los universos cíclicos enlazándolo con la conciencia y el cerebro humano.
El mundo de la ciencia lo describe como competitivo, pero a la vez cree necesario crear ciertos grados de confianza y ser más integradores, trabajando en equipo para alcanzar esa ciencia de calidad que pueda generar conocimiento y aportar un legado al mundo. La situación actual la valora de forma positiva, ya que nos ha permitido avanzar en la revolución digital y tecnológica, de modo que le es más fácil comunicarse con otras personas de distintas partes del globo para acercar posturas en sus distintas investigaciones.
Además, está muy comprometida con los actuales movimientos en favor de una transición ecológica que frene el cambio climático, o el Black Lives Matter, que le ha llevado a crear grupos y reuniones en la universidad para poner freno a la discriminación, en este caso por raza, en favor de la igualdad, la integración y la motivación a las minorías étnicas.
Como deseo admite que le gustaría volver a trabajar para la Universidad de Córdoba, donde existe un equipo de personas de nivel excepcional, y así poder devolver lo mucho que le aportaron. Tampoco se olvida de sus profesoras de Física y Química del IES Inca Garcilaso, Mari Sierra Marín y Estrella Aragonés, pues aún sigue utilizando sus métodos.
Asimismo, Fonseca confía en seguir colaborando y estar aún más implicada en las colaboraciones internacionales, como su nuevo contrato con la Universidad de Portsmouth para trabajar con la Agencia Espacial Europea (ESA), además de poner la mirada en el lanzamiento en 2022 del telescopio Euclid, que podría generar más información sobre el universo y su origen. "Podríamos estar en la antesala de nuevos descubrimientos", apunta esta joven científica, todo un descubrimiento de talento que se ha sumado como embajadora al Plan para la Reactivación Socioeconómica #Remontamos, iniciativa del Ayuntamiento de Montilla.
Más información: Lucía Fonseca
Siempre le apasionó la astrofísica, lo que la llevó a especializarse en esta rama, primero con el Máster en Física Teórica y Matemáticas en Marsella (Francia) y, después, con el Doctorado en Física Teórica (Cosmología) por la Universidad de Sussex (Inglaterra).
Su tesis doctoral El espectro de potencia de los halos de materia oscura en el espacio del desplazamiento al rojo utilizando la teoría del campo efectivo, le valió el premio a la tesis de gran calidad y excelencia investigadora (equivalente al cum laude español). Posteriormente realizó un Máster en Formación del Profesorado por la UNED antes de dar el salto definitivamente a Reino Unido, culminando sus prácticas en el Colegio La Asunción y trabajando para la Academia Eureka.
Desde el 2019, trabaja para la Universidad de Manchester en diversos estudios de investigación post-doctorales, principalmente dirigidos a la cosmología observacional. Este fue un punto de inflexión en su carrera al pasar de los postulados teóricos al mundo observacional, acortando el camino entre ambos para entender el destino del cosmos.
Uno de los proyectos en los que participa y del que siente más orgullo, es la colaboración internacional e interdisciplinar Dark Energy Survey, donde se estudia la distribución de la materia oscura en el universo y como este se expande, a través de una red de observación con su punto clave en el telescopio gigante de Chile. Adicionalmente también ejerce como supervisora de los trabajos de investigación de los alumnos del máster y es cofundadora del proyecto SkyPy, con el que pueden generar simulaciones del universo.
Tiene como principales referentes y motivo de inspiración a Stephen Hawking y sus teorías sobre los agujeros negros y, más recientemente, al ganador del Premio Nobel de Física en 2020, Roger Penrose, que plantea nuevas teorías a la clásica del Big Bang, como la de los universos cíclicos enlazándolo con la conciencia y el cerebro humano.
El mundo de la ciencia lo describe como competitivo, pero a la vez cree necesario crear ciertos grados de confianza y ser más integradores, trabajando en equipo para alcanzar esa ciencia de calidad que pueda generar conocimiento y aportar un legado al mundo. La situación actual la valora de forma positiva, ya que nos ha permitido avanzar en la revolución digital y tecnológica, de modo que le es más fácil comunicarse con otras personas de distintas partes del globo para acercar posturas en sus distintas investigaciones.
Además, está muy comprometida con los actuales movimientos en favor de una transición ecológica que frene el cambio climático, o el Black Lives Matter, que le ha llevado a crear grupos y reuniones en la universidad para poner freno a la discriminación, en este caso por raza, en favor de la igualdad, la integración y la motivación a las minorías étnicas.
Como deseo admite que le gustaría volver a trabajar para la Universidad de Córdoba, donde existe un equipo de personas de nivel excepcional, y así poder devolver lo mucho que le aportaron. Tampoco se olvida de sus profesoras de Física y Química del IES Inca Garcilaso, Mari Sierra Marín y Estrella Aragonés, pues aún sigue utilizando sus métodos.
Asimismo, Fonseca confía en seguir colaborando y estar aún más implicada en las colaboraciones internacionales, como su nuevo contrato con la Universidad de Portsmouth para trabajar con la Agencia Espacial Europea (ESA), además de poner la mirada en el lanzamiento en 2022 del telescopio Euclid, que podría generar más información sobre el universo y su origen. "Podríamos estar en la antesala de nuevos descubrimientos", apunta esta joven científica, todo un descubrimiento de talento que se ha sumado como embajadora al Plan para la Reactivación Socioeconómica #Remontamos, iniciativa del Ayuntamiento de Montilla.
Más información: Lucía Fonseca
AYUNTAMIENTO DE MONTILLA
