El Juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba ha decidido absolver a los tres médicos del Hospital Comarcal de Montilla que habían sido acusados de homicidio por imprudencia tras la muerte en 2008 de un joven de 31 años que ingresó en el centro sanitario de La Retamosa aquejado de un esguince de tobillo y que falleció un mes más tarde como consecuencia de una embolia pulmonar.
Según establece la sentencia, que avanzó en la tarde de ayer Europa Press, los tres médicos que atendieron en fechas diferentes a la víctima "actuaron en todo momento conforme a lex artis y siguiendo las indicaciones del protocolo de actuación" del propio centro sanitario, por lo que la titular del Juzgado emitió este lunes una sentencia absolutoria contra la que, no obstante, puede interponerse recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Córdoba.
Tal y como recogió Montilla Digital, sobre la base de una información avanzada por Europa Press, los hechos se remontan a finales del mes de octubre de 2008, cuando la víctima, un joven montillano de 31 años, acudió al Área de Urgencias del Hospital Comarcal de Montilla tras haber sufrido un esguince en su tobillo izquierdo mientras jugaba al fútbol.
Tras practicar varias pruebas radiológicas, la primera doctora que lo atendió, a la que luego se terminaría acusando de homicidio por imprudencia, le diagnosticó un esguince en el tobillo izquierdo, por lo que prescribió una férula durante dos semanas y reposo relativo, de modo que el paciente debería caminar sin apoyar el pie y ayudado por muletas.
Según la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba, "el tratamiento prescrito fue correcto, sin estar indicado en este caso que se le tuviese que recetar necesariamente profilaxis farmacológica con heparinas de bajo peso molecular", en contra de lo que sostenía el Ministerio Público en su escrito de calificación provisional, que destacó que al paciente se le había prescrito la inmovilización de la pierna izquierda y que, además, contaba con antecedentes clínicos que aconsejaban dicho tratamiento profiláctico.
Pasados seis días, el joven retornó al Área de Urgencias del Hospital refiriendo “molestias” provocadas por la escayola. El doctor que asumió la exploración del paciente, que también ha sido absuelto, “observó un hematoma importante en el pie y en el tobillo con signos inflamatorios, así como dolor a la inmovilización”, según las mismas fuentes.
Tras practicar dos radiografías al tobillo dañado, donde se detectó "una dudosa línea de fractura", el segundo médico prescribió una nueva férula, "con indicación de que la deambulación debía seguir haciéndola con muletas y sin apoyo de la parte siniestrada", recomendándole una revisión a los tres días por el médico especialista que, igualmente, terminaría siendo acusado de homicidio por imprudencia y finalmente absuelto.
Tres días más tarde, la víctima regresó al centro de La Retamosa donde, ya en la consulta de Traumatología, el tercer médico acusado emitió un parte en el que constataba la existencia de una "fractura sin desplazamiento de peroné y maléolo posterior de tibia de unos siete días de evolución".
Al igual que sus otros dos compañeros, el facultativo prescribió como tratamiento una bota de yeso por cuatro semanas y le recomendó empezar a andar y a movilizar los dedos del pie izquierdo, dejando abierta la consulta de sala de curas, donde el paciente acudió nuevamente el 12 de noviembre de 2008 por problemas con la férula.
Según refiere Europa Press, en la tarde del 28 de noviembre de 2008, el joven sufrió un “desvanecimiento súbito, con caída al suelo” mientras estaba en el polígono Llanos de Jarata en compañía de su padre que, de inmediato, avisó a los servicios de emergencia del Hospital de Montilla, que no pudieron hacer nada por salvar su vida. La autopsia confirmó como causa de la muerte un "cor pulmonar agudo secundario a tromboembolismo pulmonar".
Según establece la sentencia, que avanzó en la tarde de ayer Europa Press, los tres médicos que atendieron en fechas diferentes a la víctima "actuaron en todo momento conforme a lex artis y siguiendo las indicaciones del protocolo de actuación" del propio centro sanitario, por lo que la titular del Juzgado emitió este lunes una sentencia absolutoria contra la que, no obstante, puede interponerse recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Córdoba.
Tal y como recogió Montilla Digital, sobre la base de una información avanzada por Europa Press, los hechos se remontan a finales del mes de octubre de 2008, cuando la víctima, un joven montillano de 31 años, acudió al Área de Urgencias del Hospital Comarcal de Montilla tras haber sufrido un esguince en su tobillo izquierdo mientras jugaba al fútbol.
Tras practicar varias pruebas radiológicas, la primera doctora que lo atendió, a la que luego se terminaría acusando de homicidio por imprudencia, le diagnosticó un esguince en el tobillo izquierdo, por lo que prescribió una férula durante dos semanas y reposo relativo, de modo que el paciente debería caminar sin apoyar el pie y ayudado por muletas.
Según la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba, "el tratamiento prescrito fue correcto, sin estar indicado en este caso que se le tuviese que recetar necesariamente profilaxis farmacológica con heparinas de bajo peso molecular", en contra de lo que sostenía el Ministerio Público en su escrito de calificación provisional, que destacó que al paciente se le había prescrito la inmovilización de la pierna izquierda y que, además, contaba con antecedentes clínicos que aconsejaban dicho tratamiento profiláctico.
Pasados seis días, el joven retornó al Área de Urgencias del Hospital refiriendo “molestias” provocadas por la escayola. El doctor que asumió la exploración del paciente, que también ha sido absuelto, “observó un hematoma importante en el pie y en el tobillo con signos inflamatorios, así como dolor a la inmovilización”, según las mismas fuentes.
Tras practicar dos radiografías al tobillo dañado, donde se detectó "una dudosa línea de fractura", el segundo médico prescribió una nueva férula, "con indicación de que la deambulación debía seguir haciéndola con muletas y sin apoyo de la parte siniestrada", recomendándole una revisión a los tres días por el médico especialista que, igualmente, terminaría siendo acusado de homicidio por imprudencia y finalmente absuelto.
Tres días más tarde, la víctima regresó al centro de La Retamosa donde, ya en la consulta de Traumatología, el tercer médico acusado emitió un parte en el que constataba la existencia de una "fractura sin desplazamiento de peroné y maléolo posterior de tibia de unos siete días de evolución".
Al igual que sus otros dos compañeros, el facultativo prescribió como tratamiento una bota de yeso por cuatro semanas y le recomendó empezar a andar y a movilizar los dedos del pie izquierdo, dejando abierta la consulta de sala de curas, donde el paciente acudió nuevamente el 12 de noviembre de 2008 por problemas con la férula.
Según refiere Europa Press, en la tarde del 28 de noviembre de 2008, el joven sufrió un “desvanecimiento súbito, con caída al suelo” mientras estaba en el polígono Llanos de Jarata en compañía de su padre que, de inmediato, avisó a los servicios de emergencia del Hospital de Montilla, que no pudieron hacer nada por salvar su vida. La autopsia confirmó como causa de la muerte un "cor pulmonar agudo secundario a tromboembolismo pulmonar".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO
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