Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de la carta abierta de una vecina de la localidad en la que agradece las muestras de apoyo recibidas por su hijo, tras ser despedido como monitor del Pabellón Municipal de Deportes. Si desea participar en esta sección, puede hacer llegar un correo a montilladigital@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.

Me dirijo a todos los usuarios y trabajadores del gimnasio de nuestro Pabellón Municipal de Deportes para, con estas palabras, agradeceros enormemente todo el apoyo y cariño que le habéis demostrado a vuestro monitor Pepe, ante la difícil situación de su despido, que no voy a entrar a valorar si es justo o injusto porque ya se sabe que, generalmente, las empresas suelen mirar solo por sus intereses.
Le habéis demostrado todo vuestro apoyo con palabras, con firmas e, incluso, hablando con algún superior del Pabellón, intentando de todas maneras que no lo despidieran, mientras otras personas con más poder se han lavado las manos y no han movido ni un dedo a su favor, ni siquiera para preocuparse por su situación.
En estas situaciones se ve la grandeza y la miseria de las personas. A todos en general, a los que le habéis apoyado y a los que no, deciros que, seguramente, Pepe os dejará huella. Por último, decir que mi hijo ha perdido un trabajo, que le apasiona, pero ha ganado un tesoro, con el cariño y el apoyo de todos vosotros. Muchísimas gracias. Sois muy grandes.

Me dirijo a todos los usuarios y trabajadores del gimnasio de nuestro Pabellón Municipal de Deportes para, con estas palabras, agradeceros enormemente todo el apoyo y cariño que le habéis demostrado a vuestro monitor Pepe, ante la difícil situación de su despido, que no voy a entrar a valorar si es justo o injusto porque ya se sabe que, generalmente, las empresas suelen mirar solo por sus intereses.
Le habéis demostrado todo vuestro apoyo con palabras, con firmas e, incluso, hablando con algún superior del Pabellón, intentando de todas maneras que no lo despidieran, mientras otras personas con más poder se han lavado las manos y no han movido ni un dedo a su favor, ni siquiera para preocuparse por su situación.
En estas situaciones se ve la grandeza y la miseria de las personas. A todos en general, a los que le habéis apoyado y a los que no, deciros que, seguramente, Pepe os dejará huella. Por último, decir que mi hijo ha perdido un trabajo, que le apasiona, pero ha ganado un tesoro, con el cariño y el apoyo de todos vosotros. Muchísimas gracias. Sois muy grandes.
MARÍA DEL CARMEN JIMÉNEZ CRUZ

















































