Las denuncias por exceso de velocidad se han duplicado en la provincia de Córdoba por falta de señalización de los nuevos radares móviles que ha implantado la Dirección General de Tráfico (DGT) en carreteras convencionales y, más concretamente, en una treintena de tramos de “especial peligrosidad”.. Eso es lo que denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), el colectivo mayoritario en el seno de la Guardia Civil y que representa a más de 32.000 agentes de todas las escalas.
Pese a que la DGT sostiene que la potenciación del uso de radares móviles en la provincia de Córdoba busca "reducir la siniestralidad, con dispositivos siempre visibles para los conductores, de modo que sirvan como medida de disuasión y de persuasión, ya que la finalidad no es la denuncia", la AUGC denuncia que "esa declaración de intenciones no responde a la realidad".
"Lo cierto es que en un elevado número de dichos controles de velocidad por radares móviles en esta provincia no se está instalando la preceptiva señalización, a pesar de que las propias normas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil establecen la obligatoriedad de hacerlo cuando no se prevea la detención de los vehículos para la notificación de las denuncias", indica el colectivo.
Según la AUGC, "en numerosas ocasiones, los citados radares móviles se ocultan al objeto de que no sean visibles para los conductores, por lo que obviamente la finalidad no parece ser la disuasión y persuasión, como asegura la DGT, sino precisamente la mera denuncia con fines claramente recaudatorios".
De igual modo, la asociación se muestra convencida de que esta situación guarda relación directa con la necesidad que los propios agentes tienen de cumplir los objetivos de denuncias exigidos por el Resumen de Actividades Individuales (RAI), ya que "los resultados estadísticos del mismo afectan directamente a las percepciones retributivas de productividad", según el colectivo.
De este modo, en el primer trimestre de 2015 se han incrementado en un 108 por ciento las denuncias impuestas por exceso de velocidad, pasando de las 4.600 del primer trimestre de 2014 a las 9.585 del mismo periodo en 2015. De este modo, Córdoba ha sido la segunda provincia con mayor incremento en todo el país, sólo superada por Granada, y muy por encima del aumento medio nacional, de tan sólo el 10 por ciento.
"Resulta muy revelador que se hayan duplicado ese tipo de denuncias, mientras que en el mismo periodo de tiempo los auxilios en carretera (una de las principales misiones y razón de ser de la Agrupación de Tráfico) apenas hayan variado en esta provincia, pasando de 1.458 en 2014 a 1.491 en 2015", afirma la AUGC.
A juicio del colectivo profesional, "esta incorrecta situación es consecuencia del sistema de evaluación denominado Resumen de Actividades Individuales (RAI)", algo que ya ha denunciado en otras ocasiones la AUGC, que también ha criticado el estado del material con el que se ven obligados a trabajar los guardias civiles de la Agrupación de Tráfico en la provincia de Córdoba, con vehículos con más de 400.000 kilómetros recorridos.
Pese a que la DGT sostiene que la potenciación del uso de radares móviles en la provincia de Córdoba busca "reducir la siniestralidad, con dispositivos siempre visibles para los conductores, de modo que sirvan como medida de disuasión y de persuasión, ya que la finalidad no es la denuncia", la AUGC denuncia que "esa declaración de intenciones no responde a la realidad".
"Lo cierto es que en un elevado número de dichos controles de velocidad por radares móviles en esta provincia no se está instalando la preceptiva señalización, a pesar de que las propias normas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil establecen la obligatoriedad de hacerlo cuando no se prevea la detención de los vehículos para la notificación de las denuncias", indica el colectivo.
Según la AUGC, "en numerosas ocasiones, los citados radares móviles se ocultan al objeto de que no sean visibles para los conductores, por lo que obviamente la finalidad no parece ser la disuasión y persuasión, como asegura la DGT, sino precisamente la mera denuncia con fines claramente recaudatorios".
De igual modo, la asociación se muestra convencida de que esta situación guarda relación directa con la necesidad que los propios agentes tienen de cumplir los objetivos de denuncias exigidos por el Resumen de Actividades Individuales (RAI), ya que "los resultados estadísticos del mismo afectan directamente a las percepciones retributivas de productividad", según el colectivo.
De este modo, en el primer trimestre de 2015 se han incrementado en un 108 por ciento las denuncias impuestas por exceso de velocidad, pasando de las 4.600 del primer trimestre de 2014 a las 9.585 del mismo periodo en 2015. De este modo, Córdoba ha sido la segunda provincia con mayor incremento en todo el país, sólo superada por Granada, y muy por encima del aumento medio nacional, de tan sólo el 10 por ciento.
"Resulta muy revelador que se hayan duplicado ese tipo de denuncias, mientras que en el mismo periodo de tiempo los auxilios en carretera (una de las principales misiones y razón de ser de la Agrupación de Tráfico) apenas hayan variado en esta provincia, pasando de 1.458 en 2014 a 1.491 en 2015", afirma la AUGC.
A juicio del colectivo profesional, "esta incorrecta situación es consecuencia del sistema de evaluación denominado Resumen de Actividades Individuales (RAI)", algo que ya ha denunciado en otras ocasiones la AUGC, que también ha criticado el estado del material con el que se ven obligados a trabajar los guardias civiles de la Agrupación de Tráfico en la provincia de Córdoba, con vehículos con más de 400.000 kilómetros recorridos.
REDACCIÓN / MONTILLA DIGITAL
