El vicepresidente primero de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, y la delegada de Bienestar Social en la institución provincial, Dolores Sánchez, se han interesado por el trabajo que desarrolla en la provincia la Fundación Emet Arcoiris, que se dedica a la atención especializada a personas con problemas de adicción y menores en situación de riesgo.
Por ello, han visitado el centro de La Muela, en Montilla, y el de Vado de los Bueyes, en la localidad de Lucena. En esta visita, Fuentes y Sánchez conocieron de primera mano las particularidades en los tratamientos y las dependencias de ambos centros. Además, los responsables de los centros les trasladaron sus inquietudes y restos para el futuro.
La Diputación de Córdoba y la Fundación han implantado programa innovadores tanto en materia de drogodependencias como de menores. Desde el año 1983, la institución provincial colabora con este colectivo, en un principio con becas para desintoxicación en régimen de internamiento y más tarde con el acondicionamiento de los accesos a los centros.
La Comunidad Terapéutica y la Residencia de Menores “La Muela” está adscrita a la Red Pública de Atención a las Drogodependencias y Adicciones para el tratamiento del abuso y adicción a las drogas mediante un “programa residencial, libre de drogas ilegales, que usa un modelo jerárquico con etapas de tratamiento que reflejan niveles cada vez mayores de responsabilidad personal y social”, según precisan desde la Fundación.
“Una característica esencial en la Comunidad Terapéutica es el establecimiento de una intensa experiencia grupal, convirtiendo al paciente en sujeto activo y protagonista de la dinámica comunitaria, compartiendo las normas y roles supervisadas por los terapeutas, involucrándose en el buen funcionamiento del grupo”, aclaran.
Las instalaciones, situadas en el término municipal de Montilla, fueron inauguradas en diciembre de 2011 por el entonces presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y disponen de dos áreas perfectamente separadas en las que se insertan dos programas, uno de comunidad terapéutica para mujeres con adicciones, y otro para menores con problemas de conducta.
“El paciente de Emet Arco Iris está en un entorno protegido y confortable, donde los compañeros y los profesionales que le atienden le ayudarán a tomar el impulso necesario para que adquiera un papel activo respecto a su propia vida en relación con su problemática”, señalaron las mismas fuentes.
“Muchas de las personas admitidas en las Comunidades Terapéuticas tienen una historia de funcionamiento social, habilidades educativas y lazos comunitarios y familiares positivos que han sido debilitados por su abuso de drogas”, comentan desde Emet Arco Iris, para añadir que la Comunidad Terapéutica constituye la “primera vez que son expuestos a una vida ordenada” y que la recuperación involucra la “habilitación, es decir, aprender por primera vez las habilidades conductuales, las actitudes y valores asociados a convivir en una sociedad”.
Por ello, han visitado el centro de La Muela, en Montilla, y el de Vado de los Bueyes, en la localidad de Lucena. En esta visita, Fuentes y Sánchez conocieron de primera mano las particularidades en los tratamientos y las dependencias de ambos centros. Además, los responsables de los centros les trasladaron sus inquietudes y restos para el futuro.
La Diputación de Córdoba y la Fundación han implantado programa innovadores tanto en materia de drogodependencias como de menores. Desde el año 1983, la institución provincial colabora con este colectivo, en un principio con becas para desintoxicación en régimen de internamiento y más tarde con el acondicionamiento de los accesos a los centros.
La Comunidad Terapéutica y la Residencia de Menores “La Muela” está adscrita a la Red Pública de Atención a las Drogodependencias y Adicciones para el tratamiento del abuso y adicción a las drogas mediante un “programa residencial, libre de drogas ilegales, que usa un modelo jerárquico con etapas de tratamiento que reflejan niveles cada vez mayores de responsabilidad personal y social”, según precisan desde la Fundación.
“Una característica esencial en la Comunidad Terapéutica es el establecimiento de una intensa experiencia grupal, convirtiendo al paciente en sujeto activo y protagonista de la dinámica comunitaria, compartiendo las normas y roles supervisadas por los terapeutas, involucrándose en el buen funcionamiento del grupo”, aclaran.
Las instalaciones, situadas en el término municipal de Montilla, fueron inauguradas en diciembre de 2011 por el entonces presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y disponen de dos áreas perfectamente separadas en las que se insertan dos programas, uno de comunidad terapéutica para mujeres con adicciones, y otro para menores con problemas de conducta.
“El paciente de Emet Arco Iris está en un entorno protegido y confortable, donde los compañeros y los profesionales que le atienden le ayudarán a tomar el impulso necesario para que adquiera un papel activo respecto a su propia vida en relación con su problemática”, señalaron las mismas fuentes.
“Muchas de las personas admitidas en las Comunidades Terapéuticas tienen una historia de funcionamiento social, habilidades educativas y lazos comunitarios y familiares positivos que han sido debilitados por su abuso de drogas”, comentan desde Emet Arco Iris, para añadir que la Comunidad Terapéutica constituye la “primera vez que son expuestos a una vida ordenada” y que la recuperación involucra la “habilitación, es decir, aprender por primera vez las habilidades conductuales, las actitudes y valores asociados a convivir en una sociedad”.
REDACCIÓN / CAMPIÑA DIGITAL
