Con este artículo introductorio trataremos de que los lectores puedan llegar a entender, sobre todo, las diferencias entre el fútbol americano y el rugby. Porque, obviamente, no son el mismo deporte. En alguna ocasión hemos visto en la televisión o en alguna cancha a varias personas pasar entre ellos mismos un balón con una forma similar a la de un melón, pero rara vez sabemos diferenciar el deporte que están practicando. Es muy fácil, ya verán.
En el rugby, los jugadores no van equipados. Juegan un total de quince jugadores, y el balón es algo más grande y redondo que la forma de un melón. Por el contrario, en el fútbol americano, los jugadores van equipados con cascos y corazas, para protegerse de los golpes e impactos. Juegan un total de once jugadores, y el balón es similar a la forma de un melón pero con unas cuerdas de color blanco en mitad del balón, para que se pueda atenazar perfectamente con una mano y lanzar con total precisión.
En ambos deportes, el objetivo es el mismo, pero la forma de conseguirlo es distinta. El objetivo es llegar al final del campo del equipo contrario en posesión del balón. Al igual que en el fútbol o en baloncesto, el objetivo es avanzar el balón hasta final de cancha, para que una vez allí, un jugador logre traspasar el balón entre unos palos para convertirlo en gol, o bien entre un aro para convertirlo en puntos. Todo esto con el fin de superar al adversario en el marcador. Lo que les diferencia es el modo en que lo hacen.
La mayor diferencia que hay entre el rugby y el fútbol americano es el pase hacia atrás y hacia delante. El reglamento del rugby no permite pasar el balón hacia delante. En el fútbol americano se permite pasar el balón hacia delante solo una vez, y hacia atrás exactamente igual que en rugby: todas las que se deseen.
El sistema por el cual el ataque de un equipo de fútbol americano consigue mantener la posesión del balón e ir avanzando yardas sobre el campo es bastante peculiar, y es lo que hace que este deporte sea una auténtica guerra táctica y mental entre los dos equipos.
El sistema consiste en que el equipo que ataca dispone de 4 downs (intentos) para avanzar un mínimo de 10 yardas. En el caso de conseguirlo se le conceden otros 4 downs, y así sucesivamente. En el caso de que no consigan avanzar las 10 yardas en cuatro intentos, la posesión del balón pasa directamente al equipo contrario. Pero, normalmente, en el cuarto down despejan el balón mediante un punt (patada) para alejar a la ofensiva contraria lo máximo posible de su end zone (zona de anotación).
Estos son los aspectos más básicos que hay que tener en cuenta para no confundir ambos deportes entre sí. En próximas entregas nos adentraremos un poco más a fondo en las reglas y en el funcionamiento de un equipo para que, poco a poco, dispongamos de una base de conocimientos almacenados en esta sección, lista para revisar en cualquier momento.
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En el rugby, los jugadores no van equipados. Juegan un total de quince jugadores, y el balón es algo más grande y redondo que la forma de un melón. Por el contrario, en el fútbol americano, los jugadores van equipados con cascos y corazas, para protegerse de los golpes e impactos. Juegan un total de once jugadores, y el balón es similar a la forma de un melón pero con unas cuerdas de color blanco en mitad del balón, para que se pueda atenazar perfectamente con una mano y lanzar con total precisión.
En ambos deportes, el objetivo es el mismo, pero la forma de conseguirlo es distinta. El objetivo es llegar al final del campo del equipo contrario en posesión del balón. Al igual que en el fútbol o en baloncesto, el objetivo es avanzar el balón hasta final de cancha, para que una vez allí, un jugador logre traspasar el balón entre unos palos para convertirlo en gol, o bien entre un aro para convertirlo en puntos. Todo esto con el fin de superar al adversario en el marcador. Lo que les diferencia es el modo en que lo hacen.
La mayor diferencia que hay entre el rugby y el fútbol americano es el pase hacia atrás y hacia delante. El reglamento del rugby no permite pasar el balón hacia delante. En el fútbol americano se permite pasar el balón hacia delante solo una vez, y hacia atrás exactamente igual que en rugby: todas las que se deseen.
El sistema por el cual el ataque de un equipo de fútbol americano consigue mantener la posesión del balón e ir avanzando yardas sobre el campo es bastante peculiar, y es lo que hace que este deporte sea una auténtica guerra táctica y mental entre los dos equipos.
El sistema consiste en que el equipo que ataca dispone de 4 downs (intentos) para avanzar un mínimo de 10 yardas. En el caso de conseguirlo se le conceden otros 4 downs, y así sucesivamente. En el caso de que no consigan avanzar las 10 yardas en cuatro intentos, la posesión del balón pasa directamente al equipo contrario. Pero, normalmente, en el cuarto down despejan el balón mediante un punt (patada) para alejar a la ofensiva contraria lo máximo posible de su end zone (zona de anotación).
Estos son los aspectos más básicos que hay que tener en cuenta para no confundir ambos deportes entre sí. En próximas entregas nos adentraremos un poco más a fondo en las reglas y en el funcionamiento de un equipo para que, poco a poco, dispongamos de una base de conocimientos almacenados en esta sección, lista para revisar en cualquier momento.
JOSÉ LUIS SÁNCHEZ / REDACCIÓN

















































