Me encanta el fútbol. Soy madridista desde la niñez, sobre todo desde que vi en 1956 en el Cinema Palacio de la calle San Luis la película Saeta Rubia, dirigida por Javier Setó y protagonizada por Don Alfredo Di Stéfano. Muchos años después he tenido la oportunidad de recorrerme prácticamente todos los campos de futbol de Cataluña, siguiendo las andanzas de mi hijo, que practicaba este deporte.
Pese a mi madridismo reconocido, no puedo estar de acuerdo con una de las estrellas actuales del club, Cristiano Ronaldo, que hace unos días revolucionó la prensa deportiva afirmando que estaba triste.
Pues bien, yo le diría a Cristiano que se diera una vuelta por algún barrio de esos que hay llenos de jóvenes sin trabajo y sin perspectivas de encontrarlo; de gente pasando necesidades y penurias, que no llega a final de mes y que no tiene para pagar la luz ni el gas.
Personas a las que el banco les embarga su casa, esa que comenzaron a pagar con muchas ganas hace años y pusieron todas sus ilusiones y que ahora, al cabo del tiempo, se ven de patitas en la calle y con mucha pena e impotencia, pues ven una situación con un futuro muy pero que muy negro.
Jóvenes, mayores, padres de familia en definitiva que, seguramente, si ganaran al año 10 millones de euros primas aparte, tal vez fuesen más solidarios que él y no permitieran que a su alrededor la gente esté pasando tanta necesidad.
También recomendaría a la estrella del Real Madrid que algún día viese en el Telediario las imágenes tan dantescas y lastimosas que se encuentran en el Cuerno de África, a ver si por casualidad se le enternece el corazón y muestra algo más de solidaridad con estos seres humanos que arrastran el hambre durante muchísimos kilómetros, dejando lo poco que tenían caminando descalzos a través del desierto para conseguir llegar al campamento de refugiados.
No sé si sabrá Ronaldo que la gran mayoría de estas personas muere en el intento y que los que por fin consiguen llegar a su destino lo hacen en tan malas condiciones que, al final, terminan falleciendo, quedando miles de niños sin padres, desamparados… Eso por no hablar de las muchas mujeres que sufren violaciones, vejaciones crueles en su intento por alcanzar un futuro mejor para ellas y para sus hijos. Seguramente, si no se hubieran tenido que mover de su tierra por la hambruna, nada de eso les hubiese ocurrido.
Señor Ronaldo, usted será un fenómeno en el fútbol, pero no debería quejarse tanto y airear su "tristeza" con las juergas y las vacaciones que se pega. Por favor, póngase la mano en el corazón y contemple el cuadro de los parados sin futuro ninguno y llenos de tristeza por no tener qué darle a su hijos.
Entérese, por favor, de las penalidades que pasan las personas del Cuerno de Africa y tal vez se le marche así la tristeza porque se terminará dando cuenta de la suerte que tiene sólo por el mero hecho de ser un fenómeno jugando al fútbol. Ya, ya sé que usted está en su derecho de hacer con su dinero lo que le plazca pero, por respeto a sus semejantes, no diga que está triste y dedíquese a meter goles, que eso lo hace muy bien, y acuérdese de darle gracias a Dios por lo bien que le ha tratado la vida.
Días atrás hablaba con una cooperante de ACNUR que, muy apesadumbrada, me comentaba que se le rompía el alma viendo cómo mueren criaturitas a diario cuando, con tan solo un euro al mes, este problema tan grave se solucionaría en gran medida. Sin embargo, por desgracia, la mayoría pasa de este tema. ¿Qué nos importa a nosotros?
Y es cierto: puede que a nuestra familia no le afecte directamente pero, por el contrario, si nos imaginásemos que esos niños llorando por comida podrían ser nuestros nietos, tal vez no actuaríamos con esta frialdad, pasando de todo este tema. A veces pienso que si algún día cambiase la situación, no sé si seríamos capaces de soportar quedarnos sin nada o no tener un hogar en el que refugiarnos o una cama para dar con nuestros huesos cuando la fatiga y el hambre nos estuviera persiguiendo. Y pensando en todas estas cosas, señor Ronaldo, yo sí que me pongo triste.
Pese a mi madridismo reconocido, no puedo estar de acuerdo con una de las estrellas actuales del club, Cristiano Ronaldo, que hace unos días revolucionó la prensa deportiva afirmando que estaba triste.
Pues bien, yo le diría a Cristiano que se diera una vuelta por algún barrio de esos que hay llenos de jóvenes sin trabajo y sin perspectivas de encontrarlo; de gente pasando necesidades y penurias, que no llega a final de mes y que no tiene para pagar la luz ni el gas.
Personas a las que el banco les embarga su casa, esa que comenzaron a pagar con muchas ganas hace años y pusieron todas sus ilusiones y que ahora, al cabo del tiempo, se ven de patitas en la calle y con mucha pena e impotencia, pues ven una situación con un futuro muy pero que muy negro.
Jóvenes, mayores, padres de familia en definitiva que, seguramente, si ganaran al año 10 millones de euros primas aparte, tal vez fuesen más solidarios que él y no permitieran que a su alrededor la gente esté pasando tanta necesidad.
También recomendaría a la estrella del Real Madrid que algún día viese en el Telediario las imágenes tan dantescas y lastimosas que se encuentran en el Cuerno de África, a ver si por casualidad se le enternece el corazón y muestra algo más de solidaridad con estos seres humanos que arrastran el hambre durante muchísimos kilómetros, dejando lo poco que tenían caminando descalzos a través del desierto para conseguir llegar al campamento de refugiados.
No sé si sabrá Ronaldo que la gran mayoría de estas personas muere en el intento y que los que por fin consiguen llegar a su destino lo hacen en tan malas condiciones que, al final, terminan falleciendo, quedando miles de niños sin padres, desamparados… Eso por no hablar de las muchas mujeres que sufren violaciones, vejaciones crueles en su intento por alcanzar un futuro mejor para ellas y para sus hijos. Seguramente, si no se hubieran tenido que mover de su tierra por la hambruna, nada de eso les hubiese ocurrido.
Señor Ronaldo, usted será un fenómeno en el fútbol, pero no debería quejarse tanto y airear su "tristeza" con las juergas y las vacaciones que se pega. Por favor, póngase la mano en el corazón y contemple el cuadro de los parados sin futuro ninguno y llenos de tristeza por no tener qué darle a su hijos.
Entérese, por favor, de las penalidades que pasan las personas del Cuerno de Africa y tal vez se le marche así la tristeza porque se terminará dando cuenta de la suerte que tiene sólo por el mero hecho de ser un fenómeno jugando al fútbol. Ya, ya sé que usted está en su derecho de hacer con su dinero lo que le plazca pero, por respeto a sus semejantes, no diga que está triste y dedíquese a meter goles, que eso lo hace muy bien, y acuérdese de darle gracias a Dios por lo bien que le ha tratado la vida.
Días atrás hablaba con una cooperante de ACNUR que, muy apesadumbrada, me comentaba que se le rompía el alma viendo cómo mueren criaturitas a diario cuando, con tan solo un euro al mes, este problema tan grave se solucionaría en gran medida. Sin embargo, por desgracia, la mayoría pasa de este tema. ¿Qué nos importa a nosotros?
Y es cierto: puede que a nuestra familia no le afecte directamente pero, por el contrario, si nos imaginásemos que esos niños llorando por comida podrían ser nuestros nietos, tal vez no actuaríamos con esta frialdad, pasando de todo este tema. A veces pienso que si algún día cambiase la situación, no sé si seríamos capaces de soportar quedarnos sin nada o no tener un hogar en el que refugiarnos o una cama para dar con nuestros huesos cuando la fatiga y el hambre nos estuviera persiguiendo. Y pensando en todas estas cosas, señor Ronaldo, yo sí que me pongo triste.
JUAN NAVARRO COMINO
