Montilla contará a partir de este mes de julio con solo cuatro nuevos guardias civiles en prácticas, pese a que el Puesto Principal de la localidad es uno de los más destacados dentro de la Comandancia de Córdoba. Así lo ha denunciado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que ha puesto el foco en el desigual reparto de efectivos realizado por el Ministerio del Interior en toda Andalucía.
Los agentes que llegan a Montilla están actualmente finalizando su formación en la Academia de Baeza, en Jaén, y en el Colegio de Valdemoro, en Madrid. Su incorporación será temporal: durante un año prestarán servicio en unidades operativas antes de obtener su destino definitivo. Se trata de una fórmula habitual para paliar, aunque sea de forma momentánea, la escasez de personal en muchos puestos de la Guardia Civil. Sin embargo, desde la AUGC consideran que esta medida vuelve a ser “insuficiente y mal planificada”.
Y es que Córdoba ha sido la segunda provincia andaluza que menos guardias civiles en prácticas ha recibido, con apenas 48 efectivos de los 2.733 distribuidos en todo el país. La cifra representa tan solo el 1,7 por ciento del total nacional y apenas el 7 por ciento de los 677 asignados a Andalucía. Un dato que, según ha manifestado la asociación, resulta especialmente grave si se tiene en cuenta que Córdoba es la provincia con la plantilla más reducida de toda la comunidad autónoma.
En el caso de la provincia cordobesa, los destinos se han concentrado en los puestos más grandes. Además de Montilla, también han recibido un número limitado de efectivos localidades como Puente Genil (5), Baena (4), Palma del Río (3) o Pozoblanco (3). El resto se ha repartido de forma dispersa entre una veintena de municipios, con una media de uno o dos agentes por destino, incluyendo Santaella, Fernán Núñez, Aguilar de la Frontera, Bujalance, Luque o Rute, entre otros.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles han recordado que en los últimos tres años Córdoba ha perdido casi un 6 por ciento de sus agentes, una merma que ha obligado a muchas unidades a cerrar sus puertas o a recurrir a patrullas mixtas que deben cubrir simultáneamente varias poblaciones. Una situación que, según denuncian, “compromete gravemente la seguridad ciudadana en el entorno rural”.
En ese sentido, la AUGC ha lamentado que, año tras año, Córdoba quede relegada en los refuerzos temporales pese a su elevada carga de trabajo, su extensión territorial y el número de vacantes sin cubrir, estimado en 165. La llegada de estos nuevos agentes, aunque bienvenida, solo aporta un alivio parcial que no resuelve el problema estructural de fondo.
Los agentes que llegan a Montilla están actualmente finalizando su formación en la Academia de Baeza, en Jaén, y en el Colegio de Valdemoro, en Madrid. Su incorporación será temporal: durante un año prestarán servicio en unidades operativas antes de obtener su destino definitivo. Se trata de una fórmula habitual para paliar, aunque sea de forma momentánea, la escasez de personal en muchos puestos de la Guardia Civil. Sin embargo, desde la AUGC consideran que esta medida vuelve a ser “insuficiente y mal planificada”.
Y es que Córdoba ha sido la segunda provincia andaluza que menos guardias civiles en prácticas ha recibido, con apenas 48 efectivos de los 2.733 distribuidos en todo el país. La cifra representa tan solo el 1,7 por ciento del total nacional y apenas el 7 por ciento de los 677 asignados a Andalucía. Un dato que, según ha manifestado la asociación, resulta especialmente grave si se tiene en cuenta que Córdoba es la provincia con la plantilla más reducida de toda la comunidad autónoma.
En el caso de la provincia cordobesa, los destinos se han concentrado en los puestos más grandes. Además de Montilla, también han recibido un número limitado de efectivos localidades como Puente Genil (5), Baena (4), Palma del Río (3) o Pozoblanco (3). El resto se ha repartido de forma dispersa entre una veintena de municipios, con una media de uno o dos agentes por destino, incluyendo Santaella, Fernán Núñez, Aguilar de la Frontera, Bujalance, Luque o Rute, entre otros.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles han recordado que en los últimos tres años Córdoba ha perdido casi un 6 por ciento de sus agentes, una merma que ha obligado a muchas unidades a cerrar sus puertas o a recurrir a patrullas mixtas que deben cubrir simultáneamente varias poblaciones. Una situación que, según denuncian, “compromete gravemente la seguridad ciudadana en el entorno rural”.
En ese sentido, la AUGC ha lamentado que, año tras año, Córdoba quede relegada en los refuerzos temporales pese a su elevada carga de trabajo, su extensión territorial y el número de vacantes sin cubrir, estimado en 165. La llegada de estos nuevos agentes, aunque bienvenida, solo aporta un alivio parcial que no resuelve el problema estructural de fondo.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: GUARDIA CIVIL (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: GUARDIA CIVIL (ARCHIVO)
