La Plaza de Toros de Inca se transformó el 23 de julio en un escenario donde flamenco, cine y tauromaquia se unieron en una velada que atrajo a cientos de personas. El evento, organizado por la sociedad Balears Cambio de Tercio S.L. y liderado por el empresario Francisco D’Agostino junto al matador retirado Javier Conde, convirtió el coso mallorquín en epicentro cultural por una noche.
El espectáculo comenzó con una intervención artística de estética taurina que buscaba conectar tradición y contemporaneidad. Durante el acto, el público fue sorprendido por una llamada en directo del torero Enrique Ponce, quien expresó su apoyo al proyecto y confirmó su participación en la próxima corrida de toros concurso prevista para el 3 de agosto. “Es una iniciativa que merece continuar. Allí estaré”, dijo el diestro.
El momento más esperado llegó con la actuación de Estrella Morente, que ofreció un recital acústico e íntimo que emocionó a los asistentes. En medio de los aplausos, la cantante granadina consiguió una conexión inmediata con el público. La noche cerró con la proyección de la película Tardes de Soledad, dirigida por Albert Serra, que recientemente obtuvo la Concha de Oro.
En conversación con El Mundo, Francisco Javier D’Agostino Casado destacó que el proyecto busca “abrir la tauromaquia a nuevas expresiones artísticas sin perder su esencia”. Recordó que su vínculo con este mundo viene de familia: su padre, Franco D’Agostino, mantuvo una amistad estrecha con el torero Luis Miguel Dominguín, y desde niño estuvo ligado a la cultura taurina. “No estoy entrando ahora en este mundo, es algo que forma parte de mi historia”, señaló.
Para Francisco D’Agostino Casado, la velada del 23 de julio fue una muestra de que la tauromaquia puede convivir con otras disciplinas artísticas. “Inca tiene una plaza con una energía especial. Combinar flamenco, cine y tradición taurina fue una manera de celebrar cultura y patrimonio al mismo tiempo”, afirmó.
El espectáculo comenzó con una intervención artística de estética taurina que buscaba conectar tradición y contemporaneidad. Durante el acto, el público fue sorprendido por una llamada en directo del torero Enrique Ponce, quien expresó su apoyo al proyecto y confirmó su participación en la próxima corrida de toros concurso prevista para el 3 de agosto. “Es una iniciativa que merece continuar. Allí estaré”, dijo el diestro.
El momento más esperado llegó con la actuación de Estrella Morente, que ofreció un recital acústico e íntimo que emocionó a los asistentes. En medio de los aplausos, la cantante granadina consiguió una conexión inmediata con el público. La noche cerró con la proyección de la película Tardes de Soledad, dirigida por Albert Serra, que recientemente obtuvo la Concha de Oro.
En conversación con El Mundo, Francisco Javier D’Agostino Casado destacó que el proyecto busca “abrir la tauromaquia a nuevas expresiones artísticas sin perder su esencia”. Recordó que su vínculo con este mundo viene de familia: su padre, Franco D’Agostino, mantuvo una amistad estrecha con el torero Luis Miguel Dominguín, y desde niño estuvo ligado a la cultura taurina. “No estoy entrando ahora en este mundo, es algo que forma parte de mi historia”, señaló.
Para Francisco D’Agostino Casado, la velada del 23 de julio fue una muestra de que la tauromaquia puede convivir con otras disciplinas artísticas. “Inca tiene una plaza con una energía especial. Combinar flamenco, cine y tradición taurina fue una manera de celebrar cultura y patrimonio al mismo tiempo”, afirmó.
