El Archivo Histórico Provincial acoge hasta el próximo miércoles, 30 de abril, la exposición Córdoba en olor de santidad. Huellas documentales, comisariada por el rambleño Ángel María Ruiz Gálvez, profesor de Historia Económica en la Universidad de Murcia y experto en la concesión de títulos por la Corona durante la Edad Moderna.
La muestra, que puede visitarse en horario de 10.00 de la mañana a 14.00 de la tarde, recupera el legado documental de importantes figuras de la espiritualidad de la Córdoba de los siglos XVI y XVII, entre las que destaca san Juan de Ávila, Hijo Adoptivo de Montilla y Doctor de la Iglesia universal.
"La exposición trata de una época en la que Córdoba vivió una etapa de gran efervescencia religiosa, gracias en parte a la presencia de personajes de primera línea dentro de la Iglesia Católica, que llevaron a cabo una importante labor tanto pastoral como asistencial con notable impacto sobre la sociedad”, destacó el delegado de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Eduardo Lucena.
Entre ellos, figuran destacados representantes de la mística castellana, como san Juan de la Cruz y fray Luis de Granada; grandes reformadores, como san Juan de Ávila, y sus discípulos, como el padre Cosme Muñoz o el Beato Posadas, que difundieron los postulados del cristianismo, renovaron las estructuras del clero y mejoraron las condiciones de vida de los más necesitados.
Todos ellos procedían de familias de orígenes modestos, circunstancia que en ocasiones dificultó su trayectoria, y algunos descendían de judeoconversos, hecho que marcó profundamente sus vidas y pensamiento. A pesar de estas circunstancias, consiguieron abrirse paso hasta convertirse en algunos de los máximos exponentes del catolicismo.
"El reconocimiento de su labor ha hecho que varios de ellos hayan sido canonizados, convirtiéndose en santos; otros han sido distinguidos como beatos o doctores de la Iglesia, lo que muestra la enorme talla de sus figuras", añadió el responsable territorial de Cultura.
Su paso Córdoba quedó registrado en los archivos de la ciudad, como el Archivo Histórico Provincial, en cuyo fondo documental se guarda valiosa documentación sobre los mismos. Numerosos investigadores han trabajado sobre estos legajos tratando de seguir los pasos de estos religiosos y sacando a la luz algunos de los documentos que se muestran en esta exposición. A través de estos testimonios, los visitantes podrán conocer de primera mano numerosos aspectos de sus vidas y cómo se forjó su fama de santidad.
La exposición está organizada por el Archivo Histórico Provincial de Córdoba y la Cátedra sobre Espiritualidad en el Siglo de Oro de la Universidad de Córdoba (UCO), dirigida por el profesor Enrique Soria Mesa, en colaboración con el Laboratorio de Estudios Judeoconversos. La muestra ha sido coordinada por el equipo técnico del Archivo y Ángel M. Ruiz Gálvez, investigador de la Cátedra, junto a Alejandro M. Cerro García como documentalista.
San Juan de Ávila fue fundador de centros de Teología y Humanidades en Baeza, Granada y Córdoba, así como de varios colegios en Jerez de la Frontera, Priego de Córdoba, Montilla, Úbeda, Sevilla, Alcalá de Guadaira, Palma del Río y Écija. Sus reliquias presiden el altar de La Encarnación, una iglesia situada en la calle Corredera cuya construcción comenzó en 1726 y que, por diversos avatares históricos, no fue concluida hasta 1949.
Orientador espiritual de san Francisco de Borja, san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús y fray Luis de Granada, este montillano adoptivo preparó escritos y memoriales para los concilios de Trento y Toledo, contribuyendo en gran medida a la posición preeminente que ostentó la localidad durante el Siglo de Oro.
El 7 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI proclamó Doctor de la Iglesia Universal a san Juan de Ávila. Dos minutos antes de que el reloj de la plaza de San Pedro marcara la diez de la mañana, el Sumo Pontífice reconoció el doctorado del asceta manchego, que nació en Almodóvar del Campo el 6 de enero de 1500, ante la presencia de decenas de montillanos que se desplazaron hasta Roma para presenciar en directo este acontecimiento histórico. Con esa proclamación, san Juan de Ávila se unía a otros grandes doctores de la Iglesia nacidos en España como san Isidoro de Sevilla (560-636), santa Teresa de Jesús (1515-1582) y san Juan de la Cruz (1542-1591).
La muestra, que puede visitarse en horario de 10.00 de la mañana a 14.00 de la tarde, recupera el legado documental de importantes figuras de la espiritualidad de la Córdoba de los siglos XVI y XVII, entre las que destaca san Juan de Ávila, Hijo Adoptivo de Montilla y Doctor de la Iglesia universal.
"La exposición trata de una época en la que Córdoba vivió una etapa de gran efervescencia religiosa, gracias en parte a la presencia de personajes de primera línea dentro de la Iglesia Católica, que llevaron a cabo una importante labor tanto pastoral como asistencial con notable impacto sobre la sociedad”, destacó el delegado de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Eduardo Lucena.

Entre ellos, figuran destacados representantes de la mística castellana, como san Juan de la Cruz y fray Luis de Granada; grandes reformadores, como san Juan de Ávila, y sus discípulos, como el padre Cosme Muñoz o el Beato Posadas, que difundieron los postulados del cristianismo, renovaron las estructuras del clero y mejoraron las condiciones de vida de los más necesitados.
Todos ellos procedían de familias de orígenes modestos, circunstancia que en ocasiones dificultó su trayectoria, y algunos descendían de judeoconversos, hecho que marcó profundamente sus vidas y pensamiento. A pesar de estas circunstancias, consiguieron abrirse paso hasta convertirse en algunos de los máximos exponentes del catolicismo.
"El reconocimiento de su labor ha hecho que varios de ellos hayan sido canonizados, convirtiéndose en santos; otros han sido distinguidos como beatos o doctores de la Iglesia, lo que muestra la enorme talla de sus figuras", añadió el responsable territorial de Cultura.

Su paso Córdoba quedó registrado en los archivos de la ciudad, como el Archivo Histórico Provincial, en cuyo fondo documental se guarda valiosa documentación sobre los mismos. Numerosos investigadores han trabajado sobre estos legajos tratando de seguir los pasos de estos religiosos y sacando a la luz algunos de los documentos que se muestran en esta exposición. A través de estos testimonios, los visitantes podrán conocer de primera mano numerosos aspectos de sus vidas y cómo se forjó su fama de santidad.
La exposición está organizada por el Archivo Histórico Provincial de Córdoba y la Cátedra sobre Espiritualidad en el Siglo de Oro de la Universidad de Córdoba (UCO), dirigida por el profesor Enrique Soria Mesa, en colaboración con el Laboratorio de Estudios Judeoconversos. La muestra ha sido coordinada por el equipo técnico del Archivo y Ángel M. Ruiz Gálvez, investigador de la Cátedra, junto a Alejandro M. Cerro García como documentalista.
Figura clave del Siglo de Oro español
San Juan de Ávila fue fundador de centros de Teología y Humanidades en Baeza, Granada y Córdoba, así como de varios colegios en Jerez de la Frontera, Priego de Córdoba, Montilla, Úbeda, Sevilla, Alcalá de Guadaira, Palma del Río y Écija. Sus reliquias presiden el altar de La Encarnación, una iglesia situada en la calle Corredera cuya construcción comenzó en 1726 y que, por diversos avatares históricos, no fue concluida hasta 1949.

Orientador espiritual de san Francisco de Borja, san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús y fray Luis de Granada, este montillano adoptivo preparó escritos y memoriales para los concilios de Trento y Toledo, contribuyendo en gran medida a la posición preeminente que ostentó la localidad durante el Siglo de Oro.
El 7 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI proclamó Doctor de la Iglesia Universal a san Juan de Ávila. Dos minutos antes de que el reloj de la plaza de San Pedro marcara la diez de la mañana, el Sumo Pontífice reconoció el doctorado del asceta manchego, que nació en Almodóvar del Campo el 6 de enero de 1500, ante la presencia de decenas de montillanos que se desplazaron hasta Roma para presenciar en directo este acontecimiento histórico. Con esa proclamación, san Juan de Ávila se unía a otros grandes doctores de la Iglesia nacidos en España como san Isidoro de Sevilla (560-636), santa Teresa de Jesús (1515-1582) y san Juan de la Cruz (1542-1591).
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JUNTA DE ANDALUCÍA
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