Cuando el reloj marque la medianoche, el silencio del Llanete de la Cruz se tornará en rezo contenido y expectación. Como cada Madrugada de Viernes Santo, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura volverá a escribir una página de la historia cofrade de Montilla con la salida de sua veneradaa imágenes titulares.
Este año brillará con luz propia el Santísimo Cristo de la Misericordia, tras los trabajos de restauración que han llevado a cabo Miguel Ángel Sánchez Jiménez y Manuel Espejo Mármol. Tal y como avanzó Montilla Digital, los trabajos incluyeron la reparación de varias dilataciones en la madera, tanto de la imagen como de la cruz, así como la eliminación de lagunas en la policromía y arañazos causados por la corona de espinas que luce el imponente crucificado que esculpió en 1989 el recordado imaginero Francisco Solano Salido Jiménez, que falleció el 29 de septiembre de 2018 a los 87 años de edad.
Justo al lado del crucificado, María Santísima de la Amargura, una talla nacida de las manos del sacerdote montillano Cristóbal Gómez a finales de los años cincuenta. Por su parte, los hermanos más veteranos portarán, como ya es tradición desde 2005, un crucifijo en el cíngulo de su hábito de nazareno. Un símbolo sencillo pero cargado de significado, que honra la fidelidad de aquellos cofrades que llevan más de un cuarto de siglo acompañando a sus sagradas imágenes. Un testimonio de entrega que se suma al sacrificio de quienes trabajan durante todo el año para que, llegada la noche más solemne, la ciudad se transforme en un templo al aire libre.
La restauración reciente del Cristo de la Misericordia ha devuelto el esplendor a una talla que representa con sobrecogedora fuerza el momento en que Jesús, ya clavado en la cruz, pronuncia su última oración: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Tal y como detalla Elena Bellido, doctora en Historia por la Universidad de Córdoba (UCO) y directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, la imagen recoge "ese instante límite en el que Cristo habla con los hombres y con Dios".
“Los modelos del Barroco siguen marcando las directrices que siguen nuestros imagineros contemporáneos. La huella contrarreformista es, sin duda, un pilar de nuestra Semana Santa”, añade Elena Bellido en referencia a los titulares de esta cofradía que, entre sombras y cirios, entre incienso y saetas, volverá a ser testigo de una escena eterna: el Cristo que muere perdonando y la Madre que sufre en silencio. Una madrugada de Misericordia, de Amargura… y de esperanza.
Este año brillará con luz propia el Santísimo Cristo de la Misericordia, tras los trabajos de restauración que han llevado a cabo Miguel Ángel Sánchez Jiménez y Manuel Espejo Mármol. Tal y como avanzó Montilla Digital, los trabajos incluyeron la reparación de varias dilataciones en la madera, tanto de la imagen como de la cruz, así como la eliminación de lagunas en la policromía y arañazos causados por la corona de espinas que luce el imponente crucificado que esculpió en 1989 el recordado imaginero Francisco Solano Salido Jiménez, que falleció el 29 de septiembre de 2018 a los 87 años de edad.
Justo al lado del crucificado, María Santísima de la Amargura, una talla nacida de las manos del sacerdote montillano Cristóbal Gómez a finales de los años cincuenta. Por su parte, los hermanos más veteranos portarán, como ya es tradición desde 2005, un crucifijo en el cíngulo de su hábito de nazareno. Un símbolo sencillo pero cargado de significado, que honra la fidelidad de aquellos cofrades que llevan más de un cuarto de siglo acompañando a sus sagradas imágenes. Un testimonio de entrega que se suma al sacrificio de quienes trabajan durante todo el año para que, llegada la noche más solemne, la ciudad se transforme en un templo al aire libre.
La restauración reciente del Cristo de la Misericordia ha devuelto el esplendor a una talla que representa con sobrecogedora fuerza el momento en que Jesús, ya clavado en la cruz, pronuncia su última oración: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Tal y como detalla Elena Bellido, doctora en Historia por la Universidad de Córdoba (UCO) y directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, la imagen recoge "ese instante límite en el que Cristo habla con los hombres y con Dios".
“Los modelos del Barroco siguen marcando las directrices que siguen nuestros imagineros contemporáneos. La huella contrarreformista es, sin duda, un pilar de nuestra Semana Santa”, añade Elena Bellido en referencia a los titulares de esta cofradía que, entre sombras y cirios, entre incienso y saetas, volverá a ser testigo de una escena eterna: el Cristo que muere perdonando y la Madre que sufre en silencio. Una madrugada de Misericordia, de Amargura… y de esperanza.
Misericordia
- Cofradía: Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura.
- Templo: Parroquia de San Sebastián.
- Fundación: 1973.
- Hermano mayor: José Aguilar Gómez.
- Obra social: la Cofradía colabora con Cáritas Parroquial y, a través de su Bolsa de Caridad, costea recibos de luz, recibos de agua, medicinas, ropa y alimentos de familias montillanas en riesgo de exclusión.
- Pasos: Uno.
- Hábito: Túnica negra y capirote rojo, cíngulo de esparto vivo y zapatillas negras.
- Tiempo de paso: 30 minutos.
- Salida: 00.00 de la noche.
- Itinerario (nuevo): Parroquia de San Sebastián, Llanete de la Cruz, Casa de Hermandad de la Misericordia (donde será izado en su trono el Santísimo Cristo de la Misericordia), Juan Colín, Plaza de Munda, Callejón de Jesús, Ancha, Fuente Álamo, Médico Cabello, Puerta de Aguilar, Plazuela de la Inmaculada (2.15 horas), Santa Ana, Enfermería, San Sebastián, Llanete de la Cruz, Casa de Hermandad de la Misericordia (donde el Señor de la Misericordia será bajado de su trono) y Parroquia de San Sebastián.
- Entrada: 3.00 de la madrugada.
- Acompañamiento musical: Tambores roncos.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
