El Grupo Operativo Pagos –un proyecto que cuenta con la participación de la Fundación para el Control de Calidad Agroalimentaria de Andalucía (FCCAA) y de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, entre otras entidades– ha decidido impulsar la "zonificación" del viñedo y la digitalización de la gestión del sector del vino tradicional andaluz.
El proyecto, en el que también se han integrado las DOP Málaga y Sierras de Málaga, Condado de Huelva y Vino Naranja del Condado de Huelva, trabajará también para dotar las comarcas participantes de una "zonificación objetiva del territorio" que, en su caso, "aportará un valor a la división territorial" y, por tanto, a los vinos que se elaboran en estas comarcas.
De este modo, desde el Grupo Operativo Pagos se quiere "recuperar, ordenar y caracterizar los pagos históricos y las zonas de especial interés de las DOP participantes", basándose en datos objetivos que permitan realizar un tratamiento diferencial de la uva procedente de los viñedos amparados por los consejos reguladores "para poner en valor las producciones".
Así, el proyecto pretende dotar la división del territorio de una base científica que permita identificar los pagos según criterios edafo-climáticos, culturales y humanos. "Durante la investigación, además, se validará la influencia de los factores climáticos y edafológicos, incluyendo la biodiversidad, la convivencia de cultivos y la vegetación autóctona en las lindes", resaltan desde el grupo.
Entre los objetivos del proyecto también destaca la creación de una herramienta dinámica, actualizable y de base tecnológica que pueda ser utilizada por el sector en la toma de decisiones, mejorando así las estrategias de producción dirigidas a la mejora de la calidad de la uva y del vino. La aplicación se basa en "una nueva zonificación territorial de estas denominaciones de Origen" que, además, "servirá como sistema de análisis de la influencia del cambio climático".
Tras las labores de investigación, y con los resultados obtenidos, el grupo transferirá los resultados del proyecto a productores, bodegueros, organismos, instituciones y entidades públicas y privadas, con especial atención a los consumidores y a los prescriptores.
Las labores del Grupo Operativo Pagos se desarrollarán hasta finales del año 2024. La investigación está subvencionada por la Junta de Andalucía a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), con un importe total de casi 290.000 euros.
"En la práctica, en las DOP comprendidas dentro de este Grupo Operativo no hay una distinción de pagos por su calidad o por sus peculiaridades que genere un valor añadido al producto", sostienen los impulsores del proyecto, que añaden que "parte de la información documental, edafológica o geomática generada hasta el momento se encuentra dispersa o necesita ser ampliada y actualizada".
Así, mientras en la DOP Montilla-Moriles, la separación es administrativa –"basada en infraestructuras existentes como carreteras y caminos o por límites naturales"–, en el caso de las DOP Málaga y Sierras de Málaga, la clasificación de los pagos se hizo alrededor del siglo XVIII, cuando se establecieron terrenos tempranos, medios y tardíos, en función de los datos climáticos y el adelanto o no en los mismos del momento de la vendimia.
Además de la DOP Montilla-Moriles, la DOP Málaga, la DOP Sierras de Málaga, la DOP Condado de Huelva y la DOP Vino Naranja del Condado de Huelva, el Grupo Operativo Pagos cuenta con la participación del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), la Universidad de Córdoba (UCO), Hispatec ERPAgro y MAHALA Wine&.
El proyecto, en el que también se han integrado las DOP Málaga y Sierras de Málaga, Condado de Huelva y Vino Naranja del Condado de Huelva, trabajará también para dotar las comarcas participantes de una "zonificación objetiva del territorio" que, en su caso, "aportará un valor a la división territorial" y, por tanto, a los vinos que se elaboran en estas comarcas.
De este modo, desde el Grupo Operativo Pagos se quiere "recuperar, ordenar y caracterizar los pagos históricos y las zonas de especial interés de las DOP participantes", basándose en datos objetivos que permitan realizar un tratamiento diferencial de la uva procedente de los viñedos amparados por los consejos reguladores "para poner en valor las producciones".
Así, el proyecto pretende dotar la división del territorio de una base científica que permita identificar los pagos según criterios edafo-climáticos, culturales y humanos. "Durante la investigación, además, se validará la influencia de los factores climáticos y edafológicos, incluyendo la biodiversidad, la convivencia de cultivos y la vegetación autóctona en las lindes", resaltan desde el grupo.
Entre los objetivos del proyecto también destaca la creación de una herramienta dinámica, actualizable y de base tecnológica que pueda ser utilizada por el sector en la toma de decisiones, mejorando así las estrategias de producción dirigidas a la mejora de la calidad de la uva y del vino. La aplicación se basa en "una nueva zonificación territorial de estas denominaciones de Origen" que, además, "servirá como sistema de análisis de la influencia del cambio climático".
Tras las labores de investigación, y con los resultados obtenidos, el grupo transferirá los resultados del proyecto a productores, bodegueros, organismos, instituciones y entidades públicas y privadas, con especial atención a los consumidores y a los prescriptores.
Las labores del Grupo Operativo Pagos se desarrollarán hasta finales del año 2024. La investigación está subvencionada por la Junta de Andalucía a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), con un importe total de casi 290.000 euros.
Estado actual de los pagos
La vid, al igual que otras especies vegetales, muestra variaciones de sus caracteres morfológicos y fisiológicos según las condiciones del medio local. En este ámbito tan complejo nace el término terroir ("terruño" o "pago" en español), definido por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) como “espacio sobre el cual se desarrolla un saber colectivo de las interacciones entre un medio físico y biológico identificable y las prácticas vitivinícolas aplicadas, que confieren unas características distintivas a los productos originarios de este espacio. El terroir incluye características específicas del suelo, de la topografía, del clima, del paisaje y de la biodiversidad”.
"En la práctica, en las DOP comprendidas dentro de este Grupo Operativo no hay una distinción de pagos por su calidad o por sus peculiaridades que genere un valor añadido al producto", sostienen los impulsores del proyecto, que añaden que "parte de la información documental, edafológica o geomática generada hasta el momento se encuentra dispersa o necesita ser ampliada y actualizada".
Así, mientras en la DOP Montilla-Moriles, la separación es administrativa –"basada en infraestructuras existentes como carreteras y caminos o por límites naturales"–, en el caso de las DOP Málaga y Sierras de Málaga, la clasificación de los pagos se hizo alrededor del siglo XVIII, cuando se establecieron terrenos tempranos, medios y tardíos, en función de los datos climáticos y el adelanto o no en los mismos del momento de la vendimia.
Además de la DOP Montilla-Moriles, la DOP Málaga, la DOP Sierras de Málaga, la DOP Condado de Huelva y la DOP Vino Naranja del Condado de Huelva, el Grupo Operativo Pagos cuenta con la participación del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), la Universidad de Córdoba (UCO), Hispatec ERPAgro y MAHALA Wine&.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO
