El Ayuntamiento de Montilla ha instaurado un sistema para atender «con inmediatez» situaciones de emergencia social que puedan afectar a familias de la localidad. El Pleno aprobó el pasado miércoles el nuevo Reglamento de Prestaciones Económicas Municipales, un documento que ha contado con las aportaciones de muchas de las asociaciones que conforman el Consejo de Servicios Sociales.
«Se trata de un nuevo reglamento que avanza en pro de las personas y que viene a otorgarles una mayor autodeterminación», explicó la responsable del área, Alicia Galisteo, quien precisó que el nuevo reglamento recoge «importantes avances y novedades, derivadas de la experiencia de trabajo con familias» y de las medidas y procedimientos puestos en marcha a raíz de la pandemia del coronavirus.
«Son prestaciones transitorias, que van dirigidas a dar respuesta a necesidades que deben ser atendidas con inmediatez», aclaró la edil, quien añadió que estas ayudas «son instrumentales», lo que significa que «no son un fin en sí mismo, sino un medio para responder a una necesidad».
De este modo, una trabajadora social prestará apoyo a las personas que las reciban y las acompañará «en el proceso personal» para superar la situación de necesidad. El nuevo reglamento establece, a su vez, un procedimiento de urgencia para dar respuesta de forma inmediata a necesidades generadas por pandemias, crisis sanitarias, catástrofes naturales o maltrato grave que requiera una actuación inmediata.
«En estos casos, se contempla la posibilidad de que sea la propia trabajadora social la que prescriba directamente la prestación», aclaró Alicia Galisteo, quien reconoció que «esta es una de las más importantes novedades» que recoge el documento, que nace, además, «con la intención de facilitar la transparencia, la autonomía y desestigmatización de las personas que reciben este tipo de prestaciones».
«Este reglamento responde a una metodología de trabajo centrada en la persona, por lo que se ha diseñado con márgenes de flexibilidad que nos permitan a través de estas prestaciones contribuir a mejorar el bienestar de las personas», concluyó la edil.
«Se trata de un nuevo reglamento que avanza en pro de las personas y que viene a otorgarles una mayor autodeterminación», explicó la responsable del área, Alicia Galisteo, quien precisó que el nuevo reglamento recoge «importantes avances y novedades, derivadas de la experiencia de trabajo con familias» y de las medidas y procedimientos puestos en marcha a raíz de la pandemia del coronavirus.
«Son prestaciones transitorias, que van dirigidas a dar respuesta a necesidades que deben ser atendidas con inmediatez», aclaró la edil, quien añadió que estas ayudas «son instrumentales», lo que significa que «no son un fin en sí mismo, sino un medio para responder a una necesidad».
De este modo, una trabajadora social prestará apoyo a las personas que las reciban y las acompañará «en el proceso personal» para superar la situación de necesidad. El nuevo reglamento establece, a su vez, un procedimiento de urgencia para dar respuesta de forma inmediata a necesidades generadas por pandemias, crisis sanitarias, catástrofes naturales o maltrato grave que requiera una actuación inmediata.
«En estos casos, se contempla la posibilidad de que sea la propia trabajadora social la que prescriba directamente la prestación», aclaró Alicia Galisteo, quien reconoció que «esta es una de las más importantes novedades» que recoge el documento, que nace, además, «con la intención de facilitar la transparencia, la autonomía y desestigmatización de las personas que reciben este tipo de prestaciones».
«Este reglamento responde a una metodología de trabajo centrada en la persona, por lo que se ha diseñado con márgenes de flexibilidad que nos permitan a través de estas prestaciones contribuir a mejorar el bienestar de las personas», concluyó la edil.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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