El joven actor, bailarín y cantante montillano Pablo Raya es el nuevo embajador del Plan para la Reactivación Socioeconómica #Remontamos, una iniciativa impulsada desde el Ayuntamiento de Montilla. A pesar de su juventud, Raya puede presumir de haber formado parte de importantes producciones musicales a nivel nacional, además de participar en proyectos internacionales de relevancia.
Sus primeros trabajos profesionales como actor, recién aterrizado en Madrid con tan solo 18 años, llegaron sin haber cursado ningún estudio de interpretación propiamente dicho. A pesar de ello, ya poseía una muy buena base de trabajo con el cuerpo y experiencia en el escenario gracias a su etapa como integrante del Club de Salto de Comba de Montilla, donde participó en los diferentes espectáculos que desarrollaron a las órdenes de David Redondo.
Una vez que comenzó en la gira de High School Musical y a grabar para Disney Channel, pudo invertir en profundizar su formación artística. Estudió con Juan Carlos Corazza y en el Centro del Actor con Lorena Bayonas, pero sin duda ha sido gracias al entrenamiento actoral conocido como 'Técnica Meisner' como ha alcanzado su plena madurez, llevándole a estudiar en el Actors Temple de Londres, con Mr. Módica en Nueva York y con Tom Radcliffe, su último maestro y pupilo del mismísimo Sanford Meisner (creador de dicha técnica), también en Londres.
En teatro musical ha tenido la oportunidad de formar parte de grandes producciones como Mamma Mia y HSM, pero los más importantes han sido los personajes protagonista en Madagascar!, Flashdance y Ay Carmela! –este último quizá el más significativo–, dirigido por Andrés Lima y con destacados compañeros de reparto como Inma Cuesta, Javier Gutiérrez y Álvaro Morte. Además, ha estado nominado dos veces a Mejor Actor de Teatro Musical.
Sin duda, no podemos dejar de nombrar su etapa como “chico Disney” en La Gira, su participación en la serie Yo quisiera en Divinity, y en la serie argentina Casi Ángeles, que fue todo un fenómeno adolescente y que le llevo a grabar en los Estudios Pampa de Buenos Aires varios meses, “lo cual significó una experiencia increíble para mí”.
Su mayor proyecto, sin embargo, está siendo la experiencia de crear y producir EL FIN: Rave en el Apocalipsis, su primer show de creación y producción propia, una obra de teatro musical inmersivo en la que invita al público a vivir la última hora y media de sus vidas antes de que un meteorito destruya el planeta Tierra, enmarcado en una rave clandestina y que representan en un discoteca sin cuarta pared y a ritmo de música electrónica. Paralelamente a su carrera como actor, ha decidido sumergirse en esta apasionante tarea.
Como valores imprescindibles en su carrera pone especial énfasis en la proactividad, la paciencia, el trabajo duro, la capacidad para arriesgar y competir, y la confianza en uno mismo. Comenta que “muchos de ellos ya estaban presentes en los entrenamientos con David Redondo en el Club de Salto de Comba”.
Con respecto a la situación que hemos atravesado, señala que ha sido demoledora para el sector del espectáculo, “si antes ya era difícil ganarse la vida como actor o hacer dinero como productor, podéis imaginaros con aforos reducidos y con muchas menos producciones en cartel”. Esto se ha traducido en menos oportunidades para los actores, por no hablar del miedo adquirido del público, que también se nota en la venta de entradas.
Pero resume con optimismo que “los actores estamos acostumbrados a la inestabilidad en nuestro trabajo y a tener que adaptarnos al cambio para sobrevivir, así que estoy seguro de que el sector va a resurgir con mucha más fuerza y el público tiene muchas ganas de volver a llenar los teatros”.
Como reto principal se propone seguir haciendo lo que le gusta y ganarse la vida con ello. Actualmente, además de volver a actuar y subirse al escenario, está empezando a descubrir nuevas facetas profesionales, como la de creador y productor, un nicho que le abre un abanico de posibilidades mucho más amplio y nuevas oportunidades. Espera poder comenzar pronto la gira de Dumbo y a Volar!, su último espectáculo de creación y producción propia y llevar el show a todos los teatros de España.
Sus primeros trabajos profesionales como actor, recién aterrizado en Madrid con tan solo 18 años, llegaron sin haber cursado ningún estudio de interpretación propiamente dicho. A pesar de ello, ya poseía una muy buena base de trabajo con el cuerpo y experiencia en el escenario gracias a su etapa como integrante del Club de Salto de Comba de Montilla, donde participó en los diferentes espectáculos que desarrollaron a las órdenes de David Redondo.
Una vez que comenzó en la gira de High School Musical y a grabar para Disney Channel, pudo invertir en profundizar su formación artística. Estudió con Juan Carlos Corazza y en el Centro del Actor con Lorena Bayonas, pero sin duda ha sido gracias al entrenamiento actoral conocido como 'Técnica Meisner' como ha alcanzado su plena madurez, llevándole a estudiar en el Actors Temple de Londres, con Mr. Módica en Nueva York y con Tom Radcliffe, su último maestro y pupilo del mismísimo Sanford Meisner (creador de dicha técnica), también en Londres.
En teatro musical ha tenido la oportunidad de formar parte de grandes producciones como Mamma Mia y HSM, pero los más importantes han sido los personajes protagonista en Madagascar!, Flashdance y Ay Carmela! –este último quizá el más significativo–, dirigido por Andrés Lima y con destacados compañeros de reparto como Inma Cuesta, Javier Gutiérrez y Álvaro Morte. Además, ha estado nominado dos veces a Mejor Actor de Teatro Musical.
Sin duda, no podemos dejar de nombrar su etapa como “chico Disney” en La Gira, su participación en la serie Yo quisiera en Divinity, y en la serie argentina Casi Ángeles, que fue todo un fenómeno adolescente y que le llevo a grabar en los Estudios Pampa de Buenos Aires varios meses, “lo cual significó una experiencia increíble para mí”.
Su mayor proyecto, sin embargo, está siendo la experiencia de crear y producir EL FIN: Rave en el Apocalipsis, su primer show de creación y producción propia, una obra de teatro musical inmersivo en la que invita al público a vivir la última hora y media de sus vidas antes de que un meteorito destruya el planeta Tierra, enmarcado en una rave clandestina y que representan en un discoteca sin cuarta pared y a ritmo de música electrónica. Paralelamente a su carrera como actor, ha decidido sumergirse en esta apasionante tarea.
Como valores imprescindibles en su carrera pone especial énfasis en la proactividad, la paciencia, el trabajo duro, la capacidad para arriesgar y competir, y la confianza en uno mismo. Comenta que “muchos de ellos ya estaban presentes en los entrenamientos con David Redondo en el Club de Salto de Comba”.
Con respecto a la situación que hemos atravesado, señala que ha sido demoledora para el sector del espectáculo, “si antes ya era difícil ganarse la vida como actor o hacer dinero como productor, podéis imaginaros con aforos reducidos y con muchas menos producciones en cartel”. Esto se ha traducido en menos oportunidades para los actores, por no hablar del miedo adquirido del público, que también se nota en la venta de entradas.
Pero resume con optimismo que “los actores estamos acostumbrados a la inestabilidad en nuestro trabajo y a tener que adaptarnos al cambio para sobrevivir, así que estoy seguro de que el sector va a resurgir con mucha más fuerza y el público tiene muchas ganas de volver a llenar los teatros”.
Como reto principal se propone seguir haciendo lo que le gusta y ganarse la vida con ello. Actualmente, además de volver a actuar y subirse al escenario, está empezando a descubrir nuevas facetas profesionales, como la de creador y productor, un nicho que le abre un abanico de posibilidades mucho más amplio y nuevas oportunidades. Espera poder comenzar pronto la gira de Dumbo y a Volar!, su último espectáculo de creación y producción propia y llevar el show a todos los teatros de España.
AYUNTAMIENTO DE MONTILLA
